Hola a todos! Quisiera decir que me gusta la pareja Lukanette, pero como siempre digo, sigo en 50 y 50. Así que si no les gusta la pareja pueden irse a leer otros de los grandes trabajos que escritores se toman su tiempo con su ship favorito. Esta es una mini historia que será actualizada cada semana sin demora, así que quienes deseen leer algo de este ship son bienvenidos, pero advierto, está en clasificación M por obvias razones y si son menores de edad largo. No me hago responsable. Así que aparte de agradecimientos a Thomas Astruc por tan genial trabajo… COMENZAMOS!
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Capítulo 1.
El comienzo del viaje.
Marinette no podía estar más emocionada. ¡Se había ganado un viaje a tren! Y no cualquier tren, sino era uno de los trenes más elegantes de Europa que atravesaban Paris, Amsterdam, Viena, entre otras hermosas ciudades. Unas lindas vacaciones que agradecía con el alma y el trayecto, podría servirle como inspiración para presentar nuevos modelos a su jefe Gabriel Agreste.
Lo único malo era que solo había ganado un boleto, por lo que iría sola a ese tren de ensueño, o no, Tikki estaba tan emocionada como ella, y apenas supieron de ello empacaron la maleta en tiempo record unos días antes.
Marinette había estado tan concentrada en su trabajo que había olvidado lo que eran unas vacaciones. Por ello al llegar al compartimiento abrió su boca con una gran sonrisa. El lugar era precioso. Tenía una cama sencilla del lado izquierdo, los asientos de cuero verde botella del derecho, podía oler el olor a madera y la amplia ventana le daría una vista espectacular del paisaje. El empleado del tren que la había guiado sonrió a su reacción.
-Puede pasar al vagón restaurante cuando desee comer o llamar por el teléfono de su compartimiento por si desea que le traigan la comida.- dijo señalando un teléfono pegado a lado de la puerta.- También tenemos vagones donde puede convivir con los demás pasajeros por si gusta reunirse con ellos para ver las vistas por ambos lados. Y las duchas de primera clase se encuentran en el vagón sur. Si tiene alguna puede preguntar a alguno de los empleados que con gusto le atenderemos.- dijo este dedicándole una mirada de apreciación a Marinette que no notó.
-Muchas gracias, lo tendré en cuenta.- tras dejar el equipaje en el compartimiento y recibir una propina, el empleado se fue y Marinette cerró dejando salir a la kwami.
-Todo esto es muy bonito.
-Lo sé Tikki. Esto es como un sueño. No solo me relajaré sino que tendré tiempo suficiente e inspiración para nuevos diseños.- el tren lanzó un aviso a todos los pasajeros y en poco este comenzó a moverse. Marinette y Tikki sonrieron mirándose una a la otra.
-Hora de la aventura.- bromeó Marinette sin saber que de verdad ese tren seria toda una aventura.
Marinette no tardó mucho en recorrer el hermoso tren. Todo era elegante pero no rayando en presunciones, con un estilo antiguo que le recordó la moda de los cincuentas. Al llegar al vagón comedor, se sentó en una solitaria mesa junto a la ventana, el blanco mantel marcaba un claro contraste con las servilletas color vino y cubiertos que parecían de bronce.
-Buenos días mademoiselle, ¿en qué podemos servirle?- preguntó el joven camarero que quedó prendado con la amable sonrisa de Marinette. Y por supuesto su belleza realzada en esos años.
-Bonjour.- Marinette se fijó en la carta.- Puede por favor traerme un jugo de naranja, un croque madame y un plato de galletas de chocolate, por favor.
-Enseguida.- el joven se dio la vuelta y Marinette notó como en otra mesa, un atractivo hombre de negocios alzaba su taza a ella mientras doblaba su periódico. Marinette sonrió algo incomoda.
-Parece que has llamado la atención en ciertos chicos.
-Shhh, Tikki, por favor.- Tikki rió desde el bolso y Marinette se sonrojó apenada.
Aunque no tenía nada de malo. Era una chica soltera y atractiva. Alya le repetía que debía salir más y hasta Chloe que debía sacar sus mejores armas y no estar todo el tiempo en sus diseños.
Pasó su mano por los pliegues de la falda blanca que tenía, llevaba una elegante blusa color cereza de mangas caídas a los lados y con unos finos tirantes, llevaba una diadema blanca con un adorno de una rosa y su cabello caía suelto y suave en disimuladas ondas sobre sus hombros.
Marinette sonrió cuando llegaron con su comida.
-Aquí tiene, si gusta algo más con gusto le atenderé personalmente señorita, me llamo Karl
-Muchas gracias.- el camarero se fue y Marinette escuchó la risa de Tikki.- ¿Qué?
-Nada, solo veo cómo atraes a los chicos guapos, deberías salir con alguno un día de estos.
-Claro, aunque creo que se caerían de espaldas si supieran mi identidad secreta.- las dos se rieron ya que aquella aseveración era verdad. Marinette dejó de reír y prosiguió a desayunar, poniendo su bolso abierto con vista a la ventana y un par de galletas para que Tikki no tuviese que salir y nadie la viera desde ese ángulo.
Las dos disfrutaban de la preciosa vista, la comida era exquisita y el tranquilo ambiente claramente ameno, pero cuando iba a la mitad de su platillo escuchó a sus espaldas una exclamación ahogada.
-No puede ser...
-¿Será posible?
-¡Es él!- escuchó a una chica que parecía a punto de gritar. Se giró y deseó no haberlo hecho jamás.
El tenedor resbaló de su mano, casi de forma dramática.
-No puede ser…
Pero sus ojos no le mentían. Allí estaba.
Luka Couffaine estaba en el tren.
Con una presencia tan imponente que no sabía qué decir. Vistiendo unos botines negros, jeans rasgados, una camiseta azul marino, un collar negro de tiras con un dije que le recordó el ojos de una serpiente en el cuello y una chaqueta negra que reconoció al instante como uno de sus primeros modelos que empezaron a aparecer.
Se giró de inmediato deseando que este no la hubiese visto. Tikki sintió el leve movimiento de la mesa.
-¿Marinette? ¿Qué ocurre?
-Es Luka...- susurró con la voz ahogada.- ¿Qué rayos hace aquí? ¡No debería estar aquí! ¡Ni siquiera estar respirando el mismo oxigeno!
-Tranquila Marinette. De seguro está de vacaciones como tú.
-No quiero estar en el mismo espacio que él. Espero que no me haya visto.
-Eh...- Tikki dudó, ya que veía algo que ella no. Y lo supo cuando sintió el suave toque de esa fuerte mano que pasaba horas tocando la guitarra.
-¿Marinette?- le llamó con su profunda voz y lentamente se giró a verle, la expresión de Luka era igual a la de ella, llena de incredulidad y sorpresa hasta que la sustituyó con una de esas sonrisas con que la conquistó al principio.- Me alegro verte. Qué casualidad.
Marinette se obligó a cerrar la boca y aparentar toda la tranquilidad que no tenía en esos momentos.
-Eh, hola, Luka. ¿Cómo estás?
-Bien. Al igual que tú por lo que veo.
-Entonces te va muy bien.
-¿Puedo?- señaló la silla frente a ella y Marinette quiso responderle un rotundo NO, pero la tan ansiada palabra no salió.
-Por supuesto.- que ganas de apuñalarse a sí misma con el tenedor.
Luka se sentó frente a ella y al ver el bolso lo giró un poco y vio a la kwami.
-Hola Tikki. ¿Cómo estás?
-Hola. Estoy muy bien, eres muy amable en preguntar.
Marinette apretó la mandíbula. Por supuesto que Luka sabía que era Ladybug. Se lo había confesado a los pocos meses de ser novios. El que guardara el secreto solo le daba un poco de simpatía hacia ella, pero no más.
-Es una sorpresa verte. ¿Qué haces aquí?- preguntó Luka mirándola fijamente. Marinette contestó con una calma que no sentía.
-Vengo de vacaciones. ¿Y tú?
-Lo mismo. Jagged nos regaló a toda la banda unos boletos para descansar. Necesito inspirarme y las paradas que tiene el tren son sitios hermosos y con historia.
-Ah. Ya veo.- se había quedado sin apetito. Solo deseaba levantarse e irse a otro lugar.
Luka pareció al fin notar su estado de ánimo y este se rascó tras la nuca nervioso.
-Te ves bien. Han pasado ¿cuánto? ¿Tres años?
-Más o menos.- dos años, nueve meses y diez días pero ¿quién llevaba la cuenta? Luka suspiró a lo bajo.
-Supe lo de Adrien. De su compromiso con Kagami. Debió ser difícil y más con Kagami.
-Kagami ha cambiado. Es una mejor persona.- para nadie que seguía las notas de sociales o de moda era desconocido el compromiso de Adrien y Kagami. Era el acontecimiento del año y hasta ella estuvo en la fiesta de compromiso.
-¿Y tú cómo te sientes?
-¿Sobre qué?
-Pues el compromiso. Debió ser duro para ti.- ella le miró desconcertada.
-¿De que estas hablando? Estoy feliz por ellos.
-¿En serio?- Marinette lo observó molesta, ¿cómo no iba a estar felices por ellos? Antes quizás no le agradaba Kagami pero cuando la chica dejó de ver todo como una competencia se volvió mucho más agradable. ¡Incluso se ofreció para diseñar su vestido de bodas!
-Sí. En serio. Estoy muy feliz por los dos, ¿por qué no lo estaría? Son mis amigos.- Luka la vio como si le hubiese salido una segunda cabeza y de repente reaccionó sacudiendo la cabeza.
-Pero yo creí que... bueno, que tú…
-¡Luka!- una voz femenina hizo que Marinette se girara a la dirección donde Luka ahora veía.
Una chica entró al vagón comedor, de piel morena, su cabello era todo un acontecimiento, estaba pintado de rosa peinado a un lado, recortado hasta el hombro en punta para dejar a rape su lado izquierdo descubierto. Vestía ropas estilo punk, un corsé morado que resultaba su delgada figura aunque fuese copa A, chaqueta corta negra, falda de tablones como de colegiala negra, cinturón negro con un enorme hebilla plateada a un costado, medias de red y unas largas y grandes botas negras. Marinette juraría que tendría su edad o un par de años menos pero los piercing en su ceja y labio, y ese cargado maquillaje le hacia difícil saber con exactitud su edad.
La chica se hizo de saltitos casi tirando en el camino a un pobre camarero que llevaba un pedido. Aquella actitud descuidada y desconsiderada molestó a Marinette, pero sus entrañas se retorcieron al ver a esa chica abrazar a Luka poniendo su cabeza en su pecho plano.
-¿Dónde te has metido? Te desapareciste apenas desempacamos.
-Loretta por favor.- Luka intentó alejarla sin mucho éxito. Y entonces la chica se dio cuenta de la presencia de Marinette. Sus ojos color zarzamora la recorrieron de arriba abajo y una sonrisa de superioridad cruzó su cara abrazando más a Luka.
-Pero te extrañé mucho. No me gusta que me dejes sola cariño.
¡¿Cariño?!
Eso era el colmo de la desfachatez. Marinette se levantó dejando con toda la serenidad posible la servilleta y tomando su bolso.
-Debo retirarme. Fue bueno verte de nuevo Luka. Adiós.
-Espera Marin... Marinette- pero Marinette no hizo caso.
Con toda dignidad, salió del carro comedor casi topándose con dos personas que de haber puesto atención los hubiese reconocido. Mylene e Iván se miraron al reconocer a Marinette pasar a lado de ellos con el ceño fruncido, se miraron confundidos pero luego vieron a Luka y entendieron el motivo de su ceño fruncido. Cuando Luka los vio supo que Marinette se fue con la misma cara que ellos tenían.
Marinette se encerró en su compartimiento y lanzó un bufido exasperado.
-¿Puedes creerlo Tikki? ¿Cómo se atreve a hablarme como si nada hubiese pasado? ¡Y todavía llegar con esa!
-Bueno, en realidad no llegó con ella.- Marinette soltó algo parecido a un rugido y se dejó caer en los asientos, ahora con una expresión triste y a punto de llorar.- Oh, Marinette, no llores.
-Es que no puedo evitarlo. Luka fue el chico que pensé sería mi gran amor. Se lo di todo. Mi primera vez, mis secretos, incluso el saber que soy Ladybug. Pensé que al fin lo había superado pero al parecer esa espina sigue en mi corazón después de tanto.
Tikki miró a su portadora que limpió algunas lágrimas que no pudieron escapar de sus ojos.
El pasado con Luka era doloroso. Había comprendido el significado del amor verdadero a su lado. Y cuando le dijo que era Ladybug, Luka lo tomó mejor de lo que esperaba, abrazándola y apoyándola en su difícil tarea. Y cuando al fin Paris quedó libre de amenazas, todo fue miel sobre hojuelas.
Tuvieron una relación que muchos envidiarían, y hablaban de todo, tuvieron algunas peleas como toda pareja que llevaba a dulces reconciliaciones que volvía más fuerte su relación.
Fueron los mejores años para Marinette… Pero el día de su aniversario como pareja, Luka le dijo las palabras que romperían su corazón.
Lo siento, pero es imposible que podamos estar juntos. Terminamos.
No le dio más explicaciones. Cuando quiso hablar con él, Luka se negó y se fue de allí. Al otro día Marinette se enteraba que Luka se había ido en la gira de Jagged Stone como guitarrista secundario y pupilo del famoso canta-autor.
Se sintió traicionada, dolida y tan triste que no salió de su alcoba en días. Todos sus amigos intentaron animarla, hasta Adrien. Pero fue Kagami quien terminó por sacarla de la cama, literalmente hablando.
Deja de comportarte de forma tan patética. Demuestra que eres la Marinette que todos conocen y no una versión borrosa de ti creada por un idiota.
Y reaccionó. Pero tardó en recobrar de nuevo su actitud habitual. Juleka le dijo que había reñido a su hermano y Rose lo confirmó porque Juleka casi pierde la voz. Alya, Nino y Adrien fueron un gran apoyo. Y Kagami y ella comenzaron a desarrollar una buena y bonita amistad.
Un año después Luka aparecía en las revistas con su banda. Su música circulaba en las emisoras de radio y su rostro era tan visto como el de Adrien por las calles de Paris.
Nunca tuvo corazón para escuchar una canción suya.
Marinette sintió las manitas de Tikki en su mano y sonrió a su kwami que siempre estuvo allí para ella.
-Intentaré pasármela bien Tikki. Lo prometo.- la acunó entre sus manos y Tikki frotó su mejilla contra la de ella, un gesto que le recordaba más a Plagg.
-Confío en que así será…
Luka miraba por la ventana de su compartimiento y suspiró a la vez que vio a Iván sentarse frente a él con ceño fruncido.
-Antes que digas algo fue Loretta la que se puso así conmigo.
-Lo sé. Pero eso no quita lo ocurrido. Mylene está furiosa contigo y ahora le está cantado las cuarenta a Loretta.- Luka hizo un amago de querer reír pero solo sonrió.
-Me cae bien tu esposa.- Iván asintió y se formó un silencio tan incómodo que Luka tuvo que romperlo.- ¿Qué debo hacer? Después de tantos años aun la amo como el primer día.
-Eso lo debes decidirlo tú solo.
-¿Y no me puedes dar un consejo?
-Te aconsejaría que te alejes de ella. Tú no la viste después de que la dejaste.- Luka sintió como si le hubiese golpeado.- Pero como dije, eso depende de ti. No de mí. Si la quieres recuperar tendrás mucho que compensar.
Le gustaba eso de Iván, decía la verdad de forma brutal.
-Yo pensé que al irme... que al irme ella podría intentar...- no podía decir esas palabras pero no tuvo necesidad cuando la puerta se abrió y Mylene entró con una mirada capaz de desatar los infiernos.
-Tú tecladista es una niña inmadura y tú...
-Lo sé. Un imbécil. Un gran y reverendo imbécil...- Mylene no dijo nada. Él lo había dicho. Iván se levantó para dejar a Luka solo con sus pensamientos.
-Sabes dónde estamos.
-Lo sé, por eso no los molestaré.- Iván sonrió de lado y cerró la puerta de este. Luka se acostó en la cama y suspiró mirando el techo perdiéndose en sus pensamientos, murmurando la letra de una canción que compuso hace dos años, nueve meses...
No podía seguir en una fantasía
Cuando el destino decidió que nunca nos uniría.
Destrocé tu corazón
Y casi pierdo toda la razón.
Maldije, al destruir nuestra felicidad,
Espero que el infierno conmigo no tenga piedad.
Pero tú,
Oh, mi vida…
Cuando vuelvas al mundo sonreír
Podré con esta tortura vivir...
…..
Y… espero que les haya gustado! No sé nada de música así que por favor no me maten los conocedores del tema. Y bueno, gracias por leer, dejen review, nada de tomatazos, y sin más qué decir… UN ABRAZO! UN GUSTAZO! Y HASTA LA SIGUIENTE!
