"El Profesor"

By: Askarsha

Capítulo uno

"Primer dia de Clases"


El despertador sonó a las seis con treinta minutos, arrojó las sabanas hacia un lado y se dirigió a la ducha, eran exactamente quince minutos en los que se preocupaba de limpiar su cuerpo. Al salir, secaba con conciencia cada rincón de su cuerpo, se vestía con la ropa impecablemente doblada que estaba en su armario, y antes de ir a desayunar sus tostadas con huevo y una taza de café, dejaba su cama perfectamente arreglada.

La vida de Corporal Rivaille era así todas las mañanas de lunes a viernes, el fin de semana se daba el lujo de levantarse casi rozando las ocho de la mañana, algo totalmente ocioso de su parte, pero era el lujo que se daba secretamente, no quería que nadie se enterara de su flojera.

Tomo asiento, con su desayuno perfectamente servido con los cubiertos correspondientes, colocó una servilleta de tela sobre sus muslos y comenzó a comer mientras veía las noticias matutinas. Al terminar lavó toda la loza, se cepillo los dientes, usando el hilo dental y enjuague bucal, y se paró junto al espejo de la puerta para colocarse su inconfundible pañuelo en el cuello.

Tomo su abrigo y su maletín, guardo las llaves en el bolsillo del pantalón y dio una última ojeada a su departamento. Todo en orden. Satisfecho abrió la puerta, dispuesto a llegar a los estacionamientos del edificio e ir a su nuevo empleo.

Pero no contó con un factor.

-¡Corporal!

No contó que la bruja estaría levantada a esa hora.

-Zoe…- murmuro, sintió el tic de su ojo izquierdo cuando la mujer, desgraciadamente más alta que él, le abrazó por la espalda encorvándose a su figura y colocándole los pechos sobre su coronilla.

-¡buenos días colega!

-horrible- a penas Hanji le soltó comenzó a caminar hacia el ascensor, la otra le siguió feliz tarareando alguna melodía.

-va a ser genial, será como cuando íbamos al colegio

-¿no has pensado en casarte?

-sólo con un hombre tan loco como yo- y aquello no lo dudaba. Hanji era su mejor amiga, era una loca insufrible, pero desde que tenían doce había sido incondicional con él, por ello, quince años más tarde, vivían en el mismo block de departamentos, y le había seguido en la idea de dar clases en un colegio antes de avanzar a lo que él deseaba, dar clases en la universidad.

-¡colega!- Zoe se le colgó del brazo y le guio a paso veloz hacia el auto de él- hay que irnos juntos

-¿y eso?

- porque en el fondo sé que disfrutas mi compañía.

-estás loca- pero aun así abrió la puerta del capítulo dejándola pasar.

-te presentaré a todos nuestros colegas, y no te preocupes, no hay nadie tan pesado como tú- le dijo mientras cambiaba cada dos segundos la estación de radio- ¿te asignaron un curso?

-sí, el 4-C- recordó

-te irá bien, buenos niños, yo les he impartido desde que entraron a la preparatoria

Hanji se había titulado de bioquímica con honores, era una loca, sin lugar a dudas, pero era una maldita loca inteligente, por ello, al titularse, le habían llovido las ofertas de trabajo, pero ella, en un acto típico de locura, había decido impartir biología y un taller de química en una preparatoria. Y apenas él había terminado su magister, le invitó a seguir sus pasos.

"es una experiencia enriquecedora" – le había dicho.

-las clases comienzan a las 8:10, tendremos tiempo de compartir una taza de café con los colegas.

-maravilloso- murmuró sarcásticamente.

Al doblar la esquina vio el imponente edificio blanco que conformaba la preparatoria, por un segundo tuvo un mal presentimiento al ver las rejas, sacudió levemente la cabeza, ¿qué le podía pasar en una preparatoria?, por supuesto que nada importante, sólo alguna migraña por algún alumno imbécil.

Esperaba no toparse con uno así.

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-¡Eres un imbécil Eren Jeager!

Eren apenas tuvo tiempo para cerrar los ojos cuando la cachetada que le dio la chica frente a él le hizo girar la cabeza en casi 90 grados. Con los ojos llorosos vio como la chica se iba indignada, con la falda escolar roja meciéndose al ritmo de sus enfurecidos pasos.

-eso te pasa por juntarte con cualquiera.

Giró la cabeza, con la mano sosteniéndose la mejilla enrojecida y se le quedó viendo a su hermana Mikasa, por su parte ella le miraba con un dejo de reproche en la mirada.

-no es una cualquiera- dijo tratando de defender a la chica que le había abofeteado.

-fue a tu habitación en la primera cita- dijo entrecerrando los ojos- y no es muy silenciosa.

Se le subió un poco los colores a la cara y prefirió no decir nada más, si comenzaba a discutir con Mikasa tenía todas las de perder. Su hermana suspiró resignada y de su bolso saco un tubo plástico.

-es crema- le dijo- te aliviara un poco el ardor de la mejilla.

-gracias- dijo mientras abrió el tubo y se echaba sobre la mejilla adolorida.

-¿otra despechada?

-¡ey, Armin!- saludo a su amigo rubio que venía montado en su bicicleta- ¿Cómo amaneciste?

-mejor que tú al parecer- le respondió bromeando- vaya, sí que te pego con fuerza esa chica… ¿Isabel?

-no, Clara- respondió Mikasa

-¿e Isabel?

-le pateo los huevos la semana pasada.

-¡Mikasa!- le gritó furioso a su hermana que se hizo la desentendida, por su parte Armin se rio bajito mientras negaba con la cabeza.

-algún día alguna te golpeará tan fuerte que no te podrás levantar nunca más- su amigo meditó unos segundos y agregó- o te enamoraras.

-pero si yo me enamoro de esas chicas- rebatió con un tono infantil haciendo un puchero- o bueno… las primeras tres horas.

-en qué momento te volviste un Don Juan- suspiró abatido Armin haciendo andar su bicicleta, Eren y Mikasa hicieron lo mismo con las suyas.

-no lo soy…. Es sólo que vivo las relaciones más al extremo- Nadie le respondió, así que dio el tema por zanjado- supe por Conny que el profesor Pixie ya no dará clases.

-así es- respondió Armin- ahora es el director, tendremos un nuevo profesor jefe y de Historia.

-¿Cómo crees que sea?- preguntó recordando el rostro bonachón y jovial que siempre llevaba el profesor Pixie cuando comenzaba a hablar sobre algún hecho en especial. Siempre se llevó bien con él, lo cual era bueno ya que él no era muy dado a leer y Pixie siempre se tomaba el tiempo para conversar y explicarle todos los contenidos con mucha paciencia antes de dar las pruebas.

-espero que sea alguien con las mismas capacidades de enseñanza que el señor Pixie- dijo Armin ingresando por la entrada de la preparatoria.

-bueno, y aquí estamos- guardaron sus bicicletas y Eren pasó sus brazos por los hombros de Mikasa y Armin- después de doce años estudiando juntos por fin estamos en nuestro último año, ¿algún deseo?

Los tres en sincronía cerraron los ojos y colocaron las manos en pose de oración.

-que logre las notas para ingresar a la universidad- dijo Armin.

-que nuestro equipo de futbol gane las regionales - dijo Eren

-que una despechada no mate a mi hermano

-¡Mikasa!- le regaño, la chica solo le miro virando los ojos al final.

-bien, entonces que tal… que mi hermano no salga con ninguna chica este año

-eres cruel

-¡Vamos!- dijo Armin tratando de aliviar a la figura deprimida de Eren- ya va a tocar el timbre, debemos ir o llegaremos tarde.

Ingresaron al edificio, la marea de estudiantes vestidos con los colores grises y azul marino se le hacía hasta nostálgica, saber que iba a ser su último año le ponía en un estado de bipolaridad; por un lado se encontraba feliz, pronto dejaría la escuela, pero por el otro extrañaría las paredes blancas, el timbre cada mañana, y las salidas después de clases con sus amigos.

Tomo asiento a un lado de la ventana, Mikasa estaba junto a él en la fila siguiente y Armin delante de ella.

-Hola, Tarado

-hola, cara de caballo- estrechó las manos con Jean, quien se sentó delante de él- llegas justo

-si, a mi bicicleta se le pincho una rueda en el camino- se pasó una mano por los cabellos en un gesto de irritación- un total fastidio- levanto la vista y la enfocó en las de Armin y Mikasa- hola- les dijo levantando dos dedos de una mano, Mikasa le correspondió el gesto en silencio mientras que Armin cabeceo un tanto nervioso sacando casi al instante un libro y se puso a leer.

Fue en ese momento que la puerta se abrió dando paso al, ahora, Director Pixie y a un hombre joven y bajo, ambos avanzaron hasta el centro del salón. Pixie los veía con su típica sonrisa de abuelo, mientras que el otro parecía perforarlos con la mirada.

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Retuvo las ganas de hacer crujir sus dientes, así que opto por darle otro sorbo a su café. El conocer a sus nuevos colegas no le supo mayor inconveniente, tampoco con el director, al parecer no les sorprendía que hubiese sido tan seco y cortante al saludar y presentarse, de seguro fue por que Hanji les advirtió de su forma de ser, y hablando de la loca, ahí estaba ella contando anécdotas vergonzosas de cuando tenían quince. Deseaba matarla en ese instante.

-ohh! Lo que hace la juventud- rio Pixie cuando Hanji termino la anécdota- pero bueno, ya habrá tiempo para más historias. Rivaille- le llamo- ya es hora de ir a presentarte a mi antiguo curso, ¡que todos tengan una buena jornada!

Salieron de la sala de profesores junto a varios más que rápidamente se fueron a sus respectivos salones.

-los muchachos son en general tranquilos- le dijo mientras avanzaban por el pasillo- algunos tienen sus mañas, como Sasha, ella siempre está comiendo algo que esconde bajo el pupitre, pero nada grave- rio agitando la mano- hay algunos que tendrás que entregarles mucha paciencia.

-no tengo mucha- dijo sinceramente, Pixio le sonrió de lado.

-de a poco se las tendrás, se ganaran tu cariño, te lo aseguro

-lo dudo- murmuro bajo, y al parecer Pixie no lo escuchó, o se hizo el desentendido.

Llegaron a la puerta que sobre ella rezaba un cartel que decía "4-C", Pixie le dio una última mirada de aliento y ambos ingresaron al salón. Inmediatamente se creó un silencio expectante mientras ambos avanzaban hacia el centro del salón.

-buenos días mis muchachitos- saludo Pixie cruzando los brazos tras la espalda- como deben saber, me han ascendido a director de este establecimiento por lo que ya no seré su profesor- casi le dan arcadas cuando vio que varios estudiantes pusieron cara de pena, y uno, sentado al lado de la ventana y de ojos verdes, hizo un puchero- pero no lloren, me seguirán viendo. Sin embargo, necesitan a un maestro que les enseñe, es por ello que quiero presentarles a su nuevo maestro de Historia, y profesor guía, el profesor Corporal Rivaille.

-un gusto- dijo sin más, no iba a hacer esas estupideces de dar un discurso, o sonreírles. Ni muerto.

-bueno, espero que se lleven bien- dijo Pixie antes de retirarse del salón.

A penas la puerta se cerró, la habitación quedó en un silencio sepulcral, nadie se movía. Todos los alumnos miraban a su nuevo profesor, y Rivaille miraba a cada cara añinada que le observaba.

"Donde mierda me vine a meter"-pensó.

Comenzó la clase ordenándoles inmediatamente que comenzaran a explicar lo último que habían visto. De a poco se fue soltando y los alumnos en silencio comenzaron a anotar en sus cuadernos. No es que tuviera miedo de chiquillos, es sólo que él no tenía mucha paciencia, y si es que uno le sacaba de quicio no podía simplemente golpearlo, como siempre lo hacía, o tendría una linda demanda de los padres.

La clase avanzó sin ninguna dificultad, y cuando menos se lo esperó, el timbre de cambio de hora estaba sonando. Estaba guardando sus apuntes en su maletín cuando un escalofrío le recorrió la espalda. Peligro.

-¿Qué asignatura tienen ahora?- preguntó a la chica sentada frente al escritorio.

-Biología, profesor- respondió cortes la rubia.

Fue cosa de segundos los que tuvo en que dejo su maletín sobre la mesa, en el preciso momento en que la puerta se abría de golpe y una castaña con anteojos entraba como una bala hacia el salón con los brazos extendidos mientras gritaba:

-¡Corporal!

Coloco el antebrazo frente a su pecho y cuando la loca de su amiga se le tiró encima, sólo hizo presión con este sobre el estómago de Hanji, mandándola a volar sobre él, cayendo de forma estrepitosa sobre el piso al otro lado del escritorio.

-¡profesora Hanji!- gritó alarmada la misma rubia a la que le había consultado.

-no te preocupes, Krista, estoy bien- le dijo parándose de un salto, le miró ceñuda mientras arreglaba sus lentes.

-¡no puede hacerle eso a la profesora!- gritó otro alumno, de cabello castaño y ojos verdes, el mismo al que había visto haciendo el puchero.

-no te preocupes, Eren- Zoe levanto una mano, haciendo callar al muchacho.- este enano insensible no va a entender lo que le digas.

Sintió como una venita palpitaba en su sien.

-y después preguntas por qué te golpeo- le dijo tratando de ocultar su ofuscamiento.

-sé que me amas en secreto, por eso lo haces

-¿amar a una loca? Prefiero que me devoren los caníbales

-elegir ese tipo de muerte es bastante interesante. ¡Estas tan loco como yo!

-pero yo no soy tan escandaloso, bruja.

-amargado

-estúpida

-¡Cuidado se te va a hacer una mancha!- le gritó arrojando de pronto polvo escarchado desde uno de los bolsillos de su bata.

-me voy- dijo Rivaille, sentía que si seguía ahí discutiendo con Zoe su decencia, o lo que quedaba de ella, se iría por el caño, no pensaba hacer una escena más grande frente a sus alumnos el primer día de clases, y en especial por culpa de Hanji. Tomó su maletín y se dirigió a la puerta.

-¡hoy ceno contigo, y no te funcionará no abrirme la puerta, tengo copia de tus llaves!

"Mierda"-pensó, hoy tendría que cocinar para dos.

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Eren observaba sorprendido como el profesor Rivaille hacia abandono de la sala luego de haberse montado un numerito con la profesora Hanji. Todos conocían lo extrovertida, y a veces rayando en la locura, que podía ser la profesora de biología, pero nunca la había visto interactuar de tal forma con nadie, en especial le impresionaba que fuera justamente con aquel hombre de actitud parca.

Era simplemente, sorprendente.

-¿profesora, usted conoce al profesor Rivaille?- preguntó Krista

-por supuesto, somos amigos de toda la vida- dijo sonriendo- bien, ahora saquen sus libros que veremos la teoría de…

-profesora, yo no traje mi libro- dijo Eren avergonzado, a su lado Mikasa modulo "por caliente". No Isabel no tenía nada que ver, ¿o era Clara?

-empezando el año con mal pie, Eren, sólo porque el primer día nadie se enoja te lo dejare pasar- le guiño un ojo y se giró al resto de la clase- ¡vamos niños con mas ánimos!

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Rivaille miraba el mensaje de texto que le mostraba la pantalla del celular, frente a él las ollas hervían, y en la mesa ya estaban los dos puestos colocados perfectamente y una fuente de ensalada.

La olla donde estaban los ravioles comenzó a burbujear, la tapa se elevaba y golpeaba incesantemente una y otra vez mientras que la espuma comenzaba a asomarse por los bordes, amenazando que en cualquier momento el agua subiría y se derramaría, sería un total desastre, pero en aquel momento no le importó, su mente estaba ocupada en el par de frases que leía una y otra vez.

-¡honey, I`am home!- grito Hanji desde la puerta, entrando como un torbellino de felicidad, pero la sonrisa de la mujer decayó al ver a su amigo quito a mitad de la cocina mientras el agua de una olla se desparramaba- ¿estás enojado por lo que hice hoy en tu clases? Si te molestó tanto no lo vuelvo a hacer- murmuro bajito, acercándose suavemente a su amigo- ¿Rivaille?

Este solo le miro y le entrego el celular mientras comenzaba a servir la cena. Hanji observó la pantalla e inmediatamente su corazón se apretó de dolor, por su amigo. Se sentó en la mesa, Corporal se sentó frente a ella mientras depositaba los platos y colgaba el delantal blanco en un gancho en la puerta de la cocina. Hanji, cuando su amigo se hubo sentado, dejo el celular sobre la mesa, desde donde la pantalla se podía leer claramente: me casaré. Lo pasamos bien, cuídate.

Hanji encendió la televisión y coloco las noticias nocturnas, fue lo único que se escuchó por un rato.

-es un idiota- finalmente dijo, Corporal alzo la mirada hacia ella- es un cobarde, le importa el qué dirán. Cuando tenga cincuenta y ya tenga nietos no va a aguantar más y por fin saldrá del closet.

-no creo que lo haga- murmuro Rivaille comiendo una hoja de lechuga- siempre sospeché que sólo estaba probando.

-pues fue mucho tiempo para estar probando- le dijo frunciendo el ceño. Finalmente llevo su mano hacia la de Corporal que reposaba sobre la mesa, y se la tomó con fuerza, Rivaille no hizo nada, no la quito, y la única señal que obtuvo Hanji de que le agradecía ese gesto fue esa mirada con un destello brillante oculto al final de su pupila- ya verás que pronto aparecerá alguien para ti.

-me has dicho lo mismo por años.

-pues en algún momento acertaré.

-loca.

-amargado.

El ambiente por fin volvió a ser el de siempre cuando estaban ellos, y pudieron disfrutar de una agradable cena.

Al acostarse, volvió a ver el mensaje, esperaba que las palabras de Hanji acertaran esta vez.

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Hola a tod s! ¿como les ha ido? espero que bien, y como ven he vuelto esta vez no con un one-short, sino que con una historia, no será muy larga, pero espero que la disfruten.

A todo esto tuve problemas con el nombre de Rivaille, por que no se sabe si ese es su nombre o su apellido, pero averigüe y Rivaille es apellido, pero aquello no ayuda mucho ya que en el anime utilizan nombres como apellidos, es todo tan confuso. Así que estuve buscando y resulta que según una revista oficial el nombre completo de Rivaille es "Lance Corporal Rivaille" y el "Lévi" es en verdad otra forma romanizada de Rivaille, así que vendría a ser lo mismo. Así que finalmente me decidí por quedarme con esa fuente, si mas adelante sale alguna fuente oficial lo cambiaré.

Bueno espero que les haya gustado, y para que no estén tan ansiosas actualizare cada miércoles.

Nos vemos !