Oathbreakers

Resumen: Ambos fallaron en sus juramentos: proteger a su rey y encontrar a las niñas Stark. Sin nadie más en quien realmente confiar, sólo se tenían el uno al otro para alcanzar un nuevo objetivo común, que les traería la reivindicación que sus almas buscaban.

Derechos del autor:Los personajes y lugares que aparecen aquí son de creación de George R. R. Martin. Los he adaptado para utilizarlos en mi historia, y no estoy ganando dinero al hacerlo. Esta es una forma de mostrar mi aprecio por los personajes y la historia. La imagen del cover es propiedad de sabrina992

Nota de la autora: La historia comienza luego del final de la quinta temporada de Game of Thrones (Juego de Tronos), después del asesinato de Myrcella, así como la ejecución de Stannis Baratheon.


1ERA PARTE

DE REGRESO A KING'S LANDING

Su pequeño corazón lentamente volvía a latir. Jaime la abrazó, fuertemente al sentirla moverse una vez más, pero fue separado por Bronn.

—Dale un poco de aire —indicó el mercenario halándolo hacia atrás—. O vas a matarla tú mismo.

Jaime dejó de abrazarla, pero la siguió sosteniendo para que no le costara mantenerse en pie. La lenta respiración de su hija. Era una tortura verla respirar con esa dificultad, pero sin duda era un alivio.

—¿Papá? —sólo atinó a pronunciar Myrcella con dificultad, mientras tosía por más aire.

—No, no hables pequeña —respondió Jaime acariciando su cabello hablándole con una voz cálida —. Sólo respira, estás a salvo ahora.

Miró de reojo al mercenario pero este se encogió de hombros.

—¿Ves? Eres el único que la trata de sobrina eres tú— señaló, para luego extraer una manzana de su bolsillo y darle un mordisco.

— No puedes decirle nada a nadie…

—Lannister… ¿En qué momento te he fallado?— interrumpió con una sonrisa. —Espero que esto también haya sido una prueba de que puedes confiar en mí.

Jaime miró el antídoto que habían utilizado hace unos minutos, y lo miró con curiosidad.

—¿Cómo lo sabías?

—Ya te lo había dicho, he estado en Dorne un par de veces. No puedes hacer nada que se considere importante en Dorne, sin tener un antídoto contigo.

—Pero… ¿Qué sucedió en el calabozo?

—No hubo necesidad— acotó sonriente dándole un nuevo mordisco a la manzana—. Todas las mujeres piensan igual, incluso las de Dorne. Diles lo que quieren oír, y ellas harán lo que quieres.

—Fue algo muy riesgoso de tu parte entonces.

—Pero necesario —volvió a señalar el mercenario—. De otra forma, no hubiera podido identificar el veneno que usarían contra tu hija. Usaron su veneno más efectivo y exótico en el ataque, no usarían algo menor con Myrcella si querían deshacerse de ella. «Aunque conseguir esa antitoxina no fue fácil», pensó.

El resto del viaje transcurrió con normalidad. Dorne creía que Myrcella había muerto, y su furia sería terrible cuando descubrieran lo contrario. Sería preciso ponerla a salvo, y ver con Cersei que tomaran las acciones necesarias. Lo menos que necesitaban era tener un nuevo enemigo por el sur, que se sumara a la amenaza latente de Stannis Baratheon.


Siguiente capítulo: En búsqueda de Sansa.