Era una mañana calurosa de sábado, los pájaros entonaban su canción y la gente salía temprano a pasear. Como siempre Piper se levantó, se duchó y preparó el desayuno. Se asomó a las escaleras y gritó.
- ¡Chicos, el desayuno!
En cuanto esas palabras salieron de su boca escucho a los pequeños salir corriendo de sus habitaciones y bajar corriendo las escaleras.
- Buenos días mamá –Chris y Melinda lo dijeron al unísono y pasaron corriendo junto a ella sin detenerse.
- Eh, no tan deprisa. Nadie os va a robar la comida –se acercó a ellos y les dio un beso en la frente a cada uno - ¿Dónde está Wyatt?
Los niños comenzaron a comer con rapidez en cuanto se sentaron.
- Está durmiendo, como siempre – Chris bostezó y bebió un poco de leche antes de comerse una tortita.
- Chris, llama a tu hermano. Hoy vamos a comer a casa de Phoebe – sonrió y comenzó a caminar hacia la cocina después de revolverle el pelo.
- No voy a llamarlo, la última vez me tiró contra la pared.
Piper lo miró y suspiró, se dio la vuelta y comenzó a andar hacia las escaleras.
- Iré yo a llamarlo, portaos bien –subió las escaleras desapareciendo de vista.
Un extraño ruido llegó desde la cocina, como si la puerta del sótano hubiera abierto y alguien estuviera rebuscando en varios sitios a la vez. Melinda dejó de comer y miró hacia la cocina.
- Chris… ¿has oído eso?
Su hermano ni siquiera se molestó en levantar la mirada del desayunado.
- Será el viento, olvídalo.
- No, no es el viento. Alguien está en la cocina – dejó la cuchara sobre el plato y se levantó con cuidado intentando no hacer ruido. Caminó hacia la cocina en silencio.
Cuando Melinda entró se quedó perpleja al ver quien estaba de pie en la cocina. Antes de que pudiera gritar esa persona le tapó la boca y se la llevó al sótano.
Mientras tanto en casa de Phoebe…
La bruja se acercó a Coop y dejo varios besos en su mejilla.
- Cariño, despierta. Es tarde
Coop giró sobre la cama y se tapó la cabeza con la almohada dándole la espalda.
- Voy llamando a los niños, pero será mejor que te vayas espabilando. Mis hermanas vienen ahora.
-Es verdad –es incorporó un poco y la mira aún medio dormido- Voy a ducharme.
Él se levantó y se dirigió hacia la ducha, Phoebe lo miró sonriendo y se dirigió a la habitación de los niños. Se acercó a la ventana y corrió los cortinas haciendo que la luz entrara en la habitación.
- ¡Cierra eso! Tengo sueño – Brianna movió la mano volviendo a cerrar las cortinas y tapándose la cara con la sabana.
- Arriba los tres, ya. Hoy vienen vuestros primos.
Las tres niñas se levantaron de golpe y salieron corriendo hacia el salón empujándose unas a otras para coger sitio para desayunar. Phoebe las miró y negó mientras iba tranquilamente detrás de ellas.
- Preparemos el desayuno entonces – dijo Coop mientras salía de la habitación.
La bruja mediana se sentó junto a sus hijas y empezaron a desayunar tranquilos y felices, ignorando por completo lo que estaba ocurriendo en su antigua casa y que cambiara sus vidas de nuevo.
En un lugar de la ciudad un poco más alejados…
Paige se despertó al escuchar la alarma, apagó el despertador y se quedó unos segundos mirando el techo. Se giró y miró a Henry.
- Henry despierta. Tenemos que vestirnos e irnos a casa de Phoebe.
- Hmmmm…
La bruja se levantó, se acercó a la radio y la puso a todo volumen haciendo que Henry pegara un bote.
- Eh, no hacía falta que hicieras eso –se estiró y la miró sonriendo desde la cama. Cogió su brazo y tiró de ella hacia él haciendo se sentara encima suya.
- No había otra forma de despertarte capitán –dijo mientras acercaba sus labios lentamente a los de él para darle un apasionado beso que él devolvió sin pensarlo.
- Buag, ¡que asco! – gritaron las gemelas desde la puerta.
Los dos se separaron riéndose y miraron hacia la puerta. Las pequeñas los miraban con los brazos cruzados con rostro divertido.
- Míralas que graciosas –se rio, y se acercó a ellas negando.
- Tenemos hambre, mucha hambre. Nuestras tripas hacen 'grrr' – Sarah hizo el gesto con la mano y se rio.
Paige asintió y se rio con ellas, miró a Henry de reojo que negaba sonriendo. Se levantó y caminó hacia ellas.
- En ese caso vamos a darles a vuestras tripas de comer antes de que se coman a alguien –le guiñó un ojo a Paige y salió con las niñas hacia el salón - ¿Quién quiere tortitas?
Las niñas levantaron las manos y salieron corriendo tirándose en el sofá y riéndose a carcajadas. Henry salió tranquilamente de la habitación bostezando y desperezándose. Se sentó delante de la tele y se puso a ver dibujos animados mientras sus hermanas intentaban molestarlo. Paige sonrió ampliamente viendo la escena lo que no sabía era que todo estaba a punto de cambiar.
