1:Un nuevo comienzo
Su corazón estaba roto, completamente destrozado. No había forma de describirlo, mas que ya estaba cansada de perdonarlo, de fingir que no había pasado nada y que tendría oportunidad. El no se decidiría nunca, así que ella decidió por el, decidió dejar de sufrir por un amor que nunca terminara de darle lo que ella le estaba dispuesta a entregar.
Inuyasha había elegido un camino donde prefería ser ignorante de los sentimientos de los demás, haciéndole pensar a Kagome que podria ser la única mujer en su vida, para luego deslumbrar a Kikyo con aquellos tiernos besos. Pues ya no mas, ya no lo permitiría, podria junta los últimos fragmentos con ella pues la muchacha ya no volvería a hacerse la tonta, la distraída, ahora sus caminos estaba definitivamente separados.
Habia decidido tapar el poso de una ves, ni su hermano,ni su abuelo, ni siquiera su madre pudieron convencerla de no hacer. Diciéndole que podria arrepentirse luego, pero no lo haría, ya no lo haría mas, sellaría para siempre aquel mundo, y aunque extrañaría todos los amigos que hizo allí tampoco podía quedarse en un lugar donde no seria feliz.
... Los días pasaron lentamente, pronto empezó a retomar su vida diaria. Sus clases, sus salidas con sus amigas, ayudar de nuevo en la casa, parecía que poco a poco todas aquellas aventuras, todo había sido un sueño. Era triste pensarlo por mucho tiempo, pero trataba de enfocar su mente en el estudio, intentaba todo para no pensar en lo que abandono y cuantos amigos ya no volvería a ver.
-Creo que estos zapatos son muy bonitos...- Estaba con sus amigas en una salida de compras en el centro. Hacia tanto que no iba a comprarse ropa nueva, había olvidado totalmente la moda y aquellos trajes ta bonitos y diferentes a los kimonos o los trajes de sacerdotisa que había usado antes. Todos parecía tan diferente ahora.
El sol ya estaba cayendo poco a poco, sus amigas habían empezado a irse. Tenia que volver pronto, aunque con el tren estaría en un segundo en la estación cercana a su casa, pero no era razón para quedarse sola en aquella ciudad tan concurrida en la noche, podria ser muy peligroso.
Cuando estaba caminando para ir hasta la estación un escalofríos recorrió su espalda, aquella sensación solo podía significar una cosa: Habia un demonio allí. Pero como era posible? Podría haber escapado del pozo? Tendría que ser un demonio sumamente poderoso pues habían sellado aquella salida cuidadosamente.
Miro a su alrededor muy nerviosa y empezó a caminar cada ves mas rápido, tratando de averiguar si estaba equivocada. Pero la sensación se volvió mucho mas intensa, entonces escucho un grito proviniendo de un callejón. -Lo lamento, pero présteme esto!- Paso por una tienda de objetos antiguos, y tomo un arco de madera con unas flechas, y corrió, el hombre dueño de la tienda empezó a gritarle acusándole de ladrona, pero solo lo ignoro mientras iba a donde había escuchado aquel grito.
Al llegar vio con horror un monstruo que nunca había visto, era horrible, era atemorizarte, y estaba devorando la carne de una mujer que lamentablemente ya estaba muerta -Por dios...es...es un monstruo...- Murmuro sintiendo sus piernas temblar, pero entonces aquella horrible criatura se giro hacia ella, sus ojos brillaban por la sed de sangre. Trago saliva y sacudió la cabeza, acomodando su arco y flecha, rápidamente le disparo y por suerte sus poderes aun estaban despiertos, por aquella flecha atravesó aquella criatura en un enorme rayo de luz que lo desintegro.
Sus piernas finalmente fallaron, pues aquel era un acto horrible, sentía deseos de vomitar. Ya no había ningún peligro, pero aquel cuerpo destrozado, en el pasado Inuyasha le hubiera sostenido, consolado, para evitar que viera tal atrocidad. Se iba a desmayar, era demasiado para ella, no tendría que haber salido de casa, no tendría que haber hecho eso.
Entonces sintió como unos brazos la rodeaban, unos brazos cálidos y amables, y entonces escucho una dulce voz. -Tranquila... todo estará bien...- Y luego, no fue consciente de nada mas.
...-Parece una humana común y corriente-
-Pero no lo es, tu mismo viste lo que fue capaz de hacer-
-Es una estudiante de secundaria, como fue capaz de hacer algo así-
-De la misma forma que nosotros somos capaces... debe ser descendiente de un demonio- En ese momento los ojos de la joven se abrieron con sorpresa, estaba en una cama, y a su alrededor habían muchas personas, extrañas. Un alto muchacho, bastante feo de cabello anaranjado, una joven de pelo celeste que estaba sentada junto a ... un bebe? También había dos chicos de cabello negro, uno lo tenia parado y era mas bajito que el otro, y luego había un... muy atractivo muchacho de cabello rojo como el fuego y unos atrapan tes ojos verdes.
-Que esta pasando aquí?... Ustedes... quienes son? Como llegue aquí?...- Estaba totalmente desorientada, se acaricio la cabeza lentamente, moviendo su cabello hacia atrás mientras se acomodaba en la cama para poder observarlos mejor. Entonces aquella mujer tan extraña de cabello celeste se acerco a la muchacha tomando asiento en el colchón a su lado.
-Tranquila, todo esta bien... nosotros no estamos aquí para hacerte daño, solo queremos hablar de lo que te paso en el callejón...- La muchacha le hablaba con suavidad, mientras apoyaba un mano en su espalda para intentaba calmarla, su voz era tan suave y su rostro era tranquilo, le recordaba un poco a Sango, cuando ella intentaba animarla y cuidar de ella.
-Tu venciste a un demonio, no eres humana... no es verdad? La cantidad de energía espiritual liberada por ti es demasiada para que seas humana- Entonces escucho al bebe hablar y se dio cuenta que estaba completamente loca.
-Ese... ese... ese bebe me esta hablando- Solo recordaba un bebe que hablaba y era aquel descendiente de Naraku, y no había sido nada bueno, por lo que los bebes parlantes significaban un gran peligro.
-Tranquila, es Koenma, el es inofensivo, y esa no es su verdadera forma, no es un bebe- Aquella muchacha intentaba explicarle aunque Kagome seguía bastante confundida, claro que no era peor que el primer día que cayo en el mundo antiguo, nada seria peor que eso.
-Esta bien... creo... que seria bueno que me explicaran que esta pasando aquí...- Soltó un suspiro y solo miro a aquellos desconocidos, dispuesta a escuchar las explicaciones que tenían para ella. Entonces su mirada vago ligeramente y choco en forma directa con aquellos ojos verdes, haciéndola sentir extraña, como si sus piernas temblaran suavemente y su corazón palpitara con mas fuerza. Quien era ese chico?
