¡Hola! Esta es una historia que escribí en un momento de aburrimiento. Y bueno, no se que me pasa últimamente pero pienso solamente en pones, todo es pones y más pones. Así que bueno a ver si os gusta.

Esta historia cuenta con dos partes. Espero que os guste.

Title: I'll be your man

Autor: adjones

Género: Romance

Pairing: Pones

Advertencias: +18

Argumento: La historia de Danny y Dougie.

" - Enano, enano, enano, acércate –sonrió Danny la primera vez que fueron a ver la casa donde los cuatro vivirían juntos. Dougie lo miró mal, estaba harto, así que se acercó y por primera vez en la vida le plantó cara.

Ya vale –le miró mal- estoy harto de tu "enano, enano" solo tengo un año menos que tú, ¡joder!

Y por primera vez en la vida, Danny le miró sonrió y no volvió a decir, por lo menos en todo el día, enano a Dougie."

Murmura algo mientras se prepara un café, no hace mucho que se ha despertado y no le apetecía estar mucho más en la cama. Hoy hace 7 años desde la primera vez que empezaron a vivir juntos y aunque las cosas han cambiado mucho, por supuesto cada uno ha hecho su vida, Dougie tiene momentos que recordará siempre en su cabeza, hay muchísimas anécdotas con todos pero por supuesto uno de ellos es el que se lleva la "palma".

2004

No hacía más de 10 meses que vivían juntos. Para elegir la habitación, todos hicieron una carrera escaleras hacia arriba y quien llegara a la habitación se quedaba con ella. Ese día se rieron muchísimo cuando Harry y Dougie cayeron escaleras hacia abajo, mientras que Danny y Tom corrían escaleras hacia arriba y elegían las habitaciones más bonitas. Cenaron pizza como chicarrones solteros y se pusieron a ver películas, que por supuesto Tom seleccionó cuidadosamente. No recuerda cuanto duraron despiertos, pero cree que no mucho. Estaban sentados tal y como habían caído cuando el repartidor de pizza había hecho acto de presencia y había traído seis pizzas, de las cuales habían sobrado 2 trozos por parte de Dougie. En el suelo se hallaba Tom, que tenía un cojín entre los brazos. Harry había decidido que uno de los dos sillones individuales que se hallaban en casa era para él, vamos que tenía su nombre escrito al dorso. Mientras que, Dougie y Danny compartían el sofá grande. Al principio los dos estaban sentados, pero mientras transcurría la película, Dougie había ido escurriéndose hasta tener la cabeza apoyada en los muslos de Danny, el cual había tomado la forma más cómoda y pasaba los dedos por el cabello rubio.

A las 3, después de estar durmiendo cómodamente, Dougie abrió los ojos y vio que solo estaban ellos dos. Danny debería tener el cuello desencajado porque lo tenía colgando sobre el respaldo de aquel sofá, aun así, seguía durmiendo tranquilamente y solo cuando el pequeño se levantó, abrió los ojos.

¿Qué pasa enano? –Dougie se molestaría pero en todo el día parecía que lo había escuchado poco. Negó con la cabeza y se aclaró la garganta

Nos hemos dormido en la película –Danny le miraba expectante con unos pequeño ojos que le hacía mucho más adorable de lo que podía pensar Dougie jamás- deberíamos irnos a dormir

Danny tosió y echo el cuerpo de Dougie otra vez hacia abajo y le acarició de nuevo el pelo.

Y ¿Qué estábamos haciendo, enano? –sonrió y miró los ojos de Dougie entrecerrarse- así cierra los ojos y dormimos

Danny te vas a romper el cuello si duermes aquí- intentó levantarse pero una mano de Danny no le dejaba

En peores sitios he dormido, enano –sonrió y Dougie bufó pero Danny siguió- vamos, pero si piensas eso, pues –se levantó por lo que Dougie pensó que era la hora de ir a dormir, pero Danny se hizo un hueco y se tumbó a su lado – ahora ya podemos dormir

Dougie rió y se acurrucó cerca de Danny que tenía y tiene un olor especial, pues Dougie podía identificar al menos 5 olores característicos de Danny Jones. Danny olía a sexo, a hombre, a sudor, a colonia y a esa mezcla de alcohol.

Cree que nunca había dormido tan bien, él se había acurrucado, y en un principio Danny estaba recto, pero a lo largo de la noche se había movido y había quedado de cara al enano, con la boca entre abierta y soltando pequeños suspiros.

Todavía puede recordar los dedos del hombre lleno de pecas pasear por entre su pelo y que lo hiciera adrede para el enano volviera a cerrar los ojos.

2005

Danny salía de la ducha, todas las pecas que salpicaban su piel estaban impregnadas de agua. A Dougie le hacía gracia cuando salía de la ducha, pues ese pelo que en todas las fotos salía, tan planchado y brillante, en realidad era una mata de rizos desobedientes que Danny maldecía y planchaba todos los días a conciencia para que las chicas se derritieran con solo verle. Cuando Danny veía la sonrisa divertida de Dougie ponía mala cara y le empujaba contra la pared. Dougie emitía un quejido y enseguida Danny le ayudaba poniendo su voz de enfado mítica, aunque Dougie sabía que él no estaba enfadado.

Joder Enano deja de reírte de mí –suspiraba mientras los desplazaba de la pared.

Dougie asentía pero en cuanto Danny se daba la vuelta, la sonrisa volvía a sus labios y soltaba una pequeña carcajada intentando que no sonara mucho y caminaba detrás de él. Hacia un año que habían comenzado a vivir los cuatro juntos y como en toda familia tenían sus costumbres. Dougie se sentaba en la cama de Danny siempre que quería, aunque el otro estuviera desnudo o vestido y esperaba a que le diera conversación. Ese día Danny se sentó a su lado y Dougie llevo sus dedos al pelo.

No entiendo el ¿por qué te da tanta rabia tu pelo? –sonrió mientras enredaba sus dedos en el pelo- a mí me gusta, eres una escarola

Por eso –miro a los ojos a Dougie que sonreía mientras tocaba suavemente el pelo de Danny- porque siempre me han llamado rata o escarola

A ver Danny, si eres un poco rata da igual como sea tu pelo –Dougie soltó una sonora carcajada mientras Danny le atacaba a basa de cosquillas en los costado. Dougie emitió algún que otro gemido ya que se estaba quedando sin aire, Danny le miró y paró.

Te vas ahogar –sonrió apartándole el pelo de la frente

Siempre estaban igual, todos los días las mismas bromas o los mismo enfrentamientos, las mismas manos, las mismas caricias y por supuesto, Danny. Que ya era una razón por sí solo. Dougie intentaba no darse cuenta, omitir ciertos aspectos, como que se le erizaba el pelo cada vez que Danny susurraba algo en su oído o que tenía una especie de "mariposas" revoloteando por la zona baja de su vientre cada vez que Danny decidía dormir a su lado o ponerle una mano encima. Aun así, todo era más fácil cuando Danny recordaba lo mucho que le gustaban un par de tetas y un buen culo.

Es día parecía que todo era diferente, tumbados juntos, con las manos de Danny sobre su torso y mirándose a los ojos. Parecía que habían parado el tiempo, que los relojes habían dejado de hacer "tic tac" y no tenían nada mejor que hacer que mirarse a los ojos. Danny subía lentamente las manos por debajo de la camiseta de Dougie, así que un leve suspiro salió de su boca. No sabe cuál fue el momento, pero Danny bajó su torso y dispuso sus labios tocando los de Dougie. Era un beso puro, solo carne con carne, una leve presión del mayor hacia el pequeño, caricias debajo de la ropa y la separación de los dos, rojos como tomates, al oír un ruido al final de las escaleras. Ese fue el primer beso.

Esto hizo que durante dos días no se hablaran, porque cada vez que Dougie decía algo Danny se ponía rojo y viceversa, que no se miraran pues los dos se acordaban de ese momento y sentían demasiada vergüenza y por supuesto que la casa fuera mucho más silenciosa sin sus risas o sus ridículas peleas. Todo terminó cuando Danny le llamo "enano" de nuevo y olvidaron lo que había ocurrido días atrás.

2006

No había vuelto a ocurrir nada, aunque sus bromas, lametazos y besos habían sido constantes, pero no se miraban a los ojos cuando ocurría cualquier situación incómoda por miedo a que volviera a ocurrir lo mismo.

Dougie caminaba por casa en calzoncillos. Esa semana en Londres era lo más calurosa en los últimos dos años, por lo menos. Una ola africana había llegado hasta la capital de Gran Bretaña y no había quien respirara por ningún lado.

Sabían que ese sería el último verano todos juntos, pues Tom ya había dicho que a principios de otoño se iría a vivir con Giovanna, su novia desde el instituto. Harry había conocido a Izzy y bueno no había puesto ningún impedimento en que vivieran juntos, aún así a Harry le gustaba su paz y vivir solo. Dougie sabía que cuando Harry estaba ofuscado valía más que nadie le dijera nada, él solo tocaría su batería y se tranquilizaría con darle dos veces a un tambor. Sin embargo, ni Danny ni Dougie se habían pronunciado en lo de irse de casa. Habían estado hablando sobre el futuro, pero habían sido conversaciones de antes de irse a la cama. Danny quería una casa grande, como la que tenían en Bolton, una que tuviera jardín para, por lo menos, dos perros. A Danny le encantaban los perros. Y un estudio para hacer su música, sabía que si en su casa tuviera un estudio, estaría todo el día metido allí.

Por otro lado, Danny sabía que a Dougie le daba igual donde vivir, si en esa casa podía tener a Zukie y demás lagartijas. Sabía que quería una habitación para el solo con muchos instrumentos y que no le gustaría vivir solo. Odiaba estar solo.

Danny dirigió su mirada en cuanto lo vio. No sabía que había ocurrido ese último año, pero el "enano" había crecido, es decir sus músculos habían crecido, tenía unos abdominales mucho más desarrollados. Se sentó al lado del mayor y suspiró.

Joder con la puñetera ola de calor africano –miró hacia Danny que recorría su torso con la mirada- me voy a quedar más esquelético como siga sudando como un cerdo

Yo no te veo muy esquelético –sonrió

Ya me he dado cuenta –rió y tocó los rizos del pecoso- estas sudando hasta por la cabeza, ¿por qué no dijimos que queríamos piscina en nuestra casa?

Bueno –susurró ante el tacto del pequeño sobre su cuero cabelludo. Hacía demasiado que no estaban así, siempre las bromas, pero no estos momentos de caricias y amor –pues no lo sé, me quitaría este calor.

Yo creo que –paro de tocar el pelo del pecoso- me voy a dar una ducha de agua helada.

Danny asintió y miró de nuevo a la televisión en la que estaban dando una película de los años 30. Se tumbó en el sofá, cogió una revista de propaganda sobre un supermercado y comenzó a darse aire. El momento en que ocurrió, no lo recuerda muy bien, pero comenzó a pensar en Dougie totalmente desnudo en la ducha, en su torso desnudo, en su pelo goteando, en sus labios llenos de gotas de agua que lamería dos minutos después, en su pene mojado y ¿erecto? Danny miró el bulto de su calzoncillo y con la mano libre aproximó un cojín. Nadie lo estaba viendo, pero se podía observar un rojo escarlata en sus mejillas, ¿por qué diablos estaba pensando de esa forma en el "enano"? Condujo su mano hasta debajo del cojín y comprobó la dureza de su pene. Volvió a pensar en su torso, en los abdominales, en su "esquelético" cuerpo y sin darse cuenta, su mano estaba dentro de sus calzoncillos y masajeando su pene hacia arriba y hacia abajo. Subiendo hasta la punta de su pene y rozándola con la yema de los dedos. Estaba excitado, más que nunca y no podía dejar de pensar en que ojala ese fuera el pene de Dougie. En algún momento de su éxtasis, cuando el ritmo de su mano ya era mucho más rápido, se dio cuenta de que estaba ocurriendo y que por supuesto, estaba en una zona común. Corrió hasta su habitación, cerró la puerta y suspiró, de los nervios ya no estaba duro pero todavía recordaba por que lo había hecho, ¿qué había pasado, Danny?

Final de 2006-principios de 2007

Nochevieja, nueva casa y por supuesto invitados. Se moldeaba un poco los rizos en el espejo de la entrada de la casa. Celebraban esta noche todos juntos, porque han decidido que del 2006 al 2007 tenía que haber esta nueva tradición. Ya que desde que se mudaron, cada uno a su respectiva casa con sus respectivas novias o sin ellas, se ven mucho menos. En realidad no, se ven todos los días a todas horas, pero ya no tienen momentos de ver películas después de la cena o jugar largas partidas al Xbox.

Se vuelve a mirar en el espejo y piensa en Dougie, ese día no ha ido a grabar, esperaba que no estuviera mal, lo había llamado pero el "enano" no le había cogido el teléfono. Harry había dicho que necesitaba descansar, ya que había salido anoche con una amiga y había vuelto demasiado temprano por la mañana, o que por lo menos eso le había dicho a él.

Dougie camina por casa mientras su nueva novia se peinaba. Ese día iba ser el día que la presente y la verdad es que sabe que Harry y Tom no van a tener ningún problema. El que realmente le daba miedo es Danny, nunca sabe cómo va reaccionar. O le dará dos palmadas y le dirá lo buena que está o se cojera una rabieta de niño de 5 años y no le mirará en toda la noche. Estaba sintiendo algunas nauseas. Nunca se ha encontrado tan mal, ni cuando le dijo Danny que por supuesto que sería el nuevo bajista del grupo. Nunca ha estado tan nervioso, ni cuando conoció a ese pecoso de ojos azules y dientes grandes. Ni el día del beso y mucho menos días después. Ni el día que Danny se enfadó tanto con él por tirarse a una rubia y dejo de llamarle "enano" durante una semana. Pero ese día estaba nervioso, le encantaba Louise, pero tenía tanto miedo a la reacción del pecoso, que no sabía qué haría si la voz diciendo "enano" dejará de sonar.

Ese día le había llamado 3 veces y no había sido capaz de cogerlo. Hacía semanas que no hablaban, que no se contaban cosas y que no tenían conversaciones como al principio.

Dougie se paró en una de las fotos donde están los 4 y mira al pecoso, ¿qué pasa Dougie? ¿Cuánto echas de menos a Danny?

Vamos "pequeño" –en la cabeza de Dougie resonó "enano" y asiente mirándola

Claro -¡uf! No sabía si iba a poder conducir hasta la casa de Danny, resulta que tenía muchas ganas de vomitar. Recogió las llaves y caminaron hasta al coche. Allá vamos, le tocaba dar la cara.

Harry y Tom hablan mientras que Danny preparaba unas cervezas y un bol con una patatitas. Giovanna se acercó a él y lo miró fijamente mientras se apoya en la encimera.

Danny –llamó su atención- ¿estás nervioso?

¿Por qué?

Por que llevas más de cinco minutos abriendo ese paquete de patatas

Bueno –sonrió y mostró sus dientes torcidos- es solo que se me resiste.

Danny sabes que, a mí, me lo puedes contar. Llevas algunos días un poco raro y es entendible, desde que os mudasteis, todos estáis raros.

Imagino que todo será eso.

El timbre suena y solo quedan dos personas por venir. Una de ella es Vicky, la hermana de Danny, que le había prometido que estaría allí en la cena que su hermano ha montado. O Dougie, que aunque Danny no lo crea le echa muchísimo de menos, aunque lo vea todos los días, y lo que Danny no sabes es que Dougie está nerviosismo.

La puerta vuelve a sonar y Danny camina hasta la puerta. Dougie piensa que va vomitar, siente que las piernas le fallan y que Danny se va enfadar muchísimo. Ese día en cuanto se ha despertó, notó que algo iba salir mal, después se le pasó, pero en cuanto se hicieron las 5, parecía que iba a llegar el fin del mundo. Y eso ocurrió, Danny abre, mira a Dougie y le sonríe y entonces la mano de Louise sale de detrás de Dougie y la sonrisa de Danny se desvanece.

Hola Dan –sonrió Louise

Hola –suspiró y miró a Dougie intentando que le explicara, pero lo único que vio es la cabeza gacha de Dougie- entrar, Tom y Harry están en el salón.

Genial –dijo Louise- que casa tan bonita y amplia.

Danny caminó hasta la cocina y miró a Giovanna.

Acaba de llegar Dougie con su novia –si comenzaba a ser borde de esa manera, Giovanna se daría cuenta y le preguntaría que ocurría.- Ve con ellos, yo voy a coger alguna cerveza más.

Giovanna no dijo nada, asintió y salió de la cocina. De alguna manera, ella conocía perfectamente a esos chicos y sabía que Danny necesitaba estar solo. Ella siempre había pensado que algo ocurría ente esos dos, y que Danny no aguantaba que le quitaran al "enano", así que no aguantaría ni a Louise, ni a otra que se acercará a él.

Cuando Danny hizo acto de presencia, todos se reían de algo que Harry había encontrado gracioso y había contado. Hasta Vicky ya estaba allí.

Pues menos mal que traes cerveza –rió Harry- me estaba quedando un poco seco.

Es que he tenido que bajar a la nevera del garaje –rió- me dejáis totalmente sin existencias, cada vez que venís a mi casa.

Todos rieron. Dougie lo miró, esperando a que riera con él, pero no pasó. Danny bajo la mirada y siguió la conversación que hacia un instante había sido interrumpida por Danny.

La cena no había estado nada mal. Danny había encargado un pavo relleno, había hecho una ensalada y unas patatas al horno receta de su madre. Además había tenido ayuda, Vicky había hecho tarta y había comprado helado en grandes proporciones para acompañar a la tarta. Danny en un principio cuando abrió el congelador, pensó que su hermana se había pasado pero luego, parecía mejor así, se deprimiría mañana porque era el único que estaría solo el día de año nuevo y comería todo el helado que había sobrado de esa noche. Danny cerró la nevera y oyó esa voz a su espalda.

Oye Dan –susurró- ¿Por qué no hablamos?

Eh? –lo miró y pensó en que se helado iba arreglar sus propósitos para el año que entraba- tengo que preparar esto…lo de…bueno es noche vieja

Pero tenemos que hablar –dice el "enano" y se acerca a él.

Mira Doug –no le había llamado "enano" sabe que está enfadado– no creo que ahora mismo sea el momento sabes

Dime Pecoso –Danny se giró hacia donde Dougie no lo veía y sonrió- porque no me dices ya que te molesta que Louise esté aquí, entonces yo me explico y te doy mil y cien razones y te doy un abrazo. Pero ninguno de los dos nos enfadamos.

No estoy enfadado –exclamó Danny- solo un poco ajetreado, he tenido que preparar esta cena y no encuentro el Champagne.

Si claro –se acercó mucho más Dougie- entonces porque estás tan normal con todos y a mí, no me has dirigido la palabra, ni me has mirado.

Dougie caminó hasta Danny y lo abrazó por detrás. Danny suspiró y Dougie dio un pequeño beso al pecoso en el cuello. Dougie se quedó abrazado a él, pero Danny rehuyó y se soltó.

Tengo que llevar el postre y el champagne.

Claro cómo no –se quejó Dougie- para que vamos hablar, para que …

Danny caminó hasta el salón y dejó la bandeja

Genial, brindemos –rió Danny- que corra el alcohol

¡Bien dicho Dan! –gritó Harry mientras abre la botella de champagne. En el momento que la botella se abrió, Dougie hizo acto de presencia.

Digamos que en fiesta como estas, siempre se bebe mucho y se cuentan anécdotas que hace mucho que han pasado. Harry rió mientras le contaba a Vicky anécdotas de los conciertos o de la casa que habían compartido los cuatro.

Danny se levantó corriendo, había bebido demasiado y su vejiga ya no aguantaba más. ¡Qué manera de mearse! , pensó el pecoso. Al verlo, Dougie también se levantó, no aguantaba otra media noche sin que Danny ni le mirara, así que dijo que era hora de hablar, le daba igual que el "pecoso" no quisiera, él quería.

¿Dónde vas, cariño? –preguntó Louise

Voy al baño, me hago mucho pis –le sonrió y ella asintió. Ni por asomo se hacía pis, lo que le pasaba es que le comía por dentro que ese capullo no le hablara y que cuando más agusto estaba abrazándolo, el tonto del culo se había deshecho del abrazo.

Llego al piso de arriba y abrió la puerta del baño. Danny silbaba la nueva canción, "Too close for a confort" le encantaba su voz en esa canción. Dougie tosió y Danny se giró.

Joder "enano" –se quejó, lo había hecho, le había llamado "enano". Dougie sonrió

¿Hablamos? –pidió a media voz. Danny le miró, miró sus labios y asintió

Claro porque no –dijo sentándose en la bañera- ¿quieres que te diga que no me gusta Louise? –Dougie no dijo nada- no me gusta, es rubia y tonta. Chilla mucho y te quita tiempo …

¿Me quita tiempo? –susurró Dougie

Si –chilló y se pasó las manos por el pelo, esto lo hacía mucho Danny y era algo que a Dougie le encantaba- te quita tiempo para estar conmigo, como antes, para dormir en la misma cama, para hablar de sueños, para jugar, para tocar, para componer, para estar conmigo todo el tiempo.

Dougie le miró y sonrió, se mordió el labio. Buscó la mirada de Danny que miraba hacia la alfombrilla del baño y Danny siguió hablando.

¿Esto es lo que querías saber? –Danny suspiró- pues bien, ya lo sabes.

Nunca lo hubieran imaginado, ni mucho menos Dougie, el también lo echaba de menos, pero nunca se atrevería a confesarlo y aunque sabía que él lo había confesado por todo el alcohol ingerido, su corazón había dado un vuelco. Así que no lo pensó mucho, le cogió de la barbilla y le miró a los ojos. Segundos después sus labios buscaban a los del otro y se tocaban mutuamente.

Danny sonrió cuando se separó un poco del "enano" y suspiró: ¡Feliz año nuevo, "enano"!