La Familia Black… y su fin.
Alexander Black se unió al MI6 cuando apenas tenía 20 años. Tenía habilidades muy especiales que lo hicieron destacar como agente de campo.
Corría el año de 1941; la Segunda Guerra Mundial se encontraba en su apogeo y los rumores de la creación de un ejército de súper-soldados eran lo único que le daba un poco de esperanza a la gente. En 1942 el proyecto pudo ser concretado por primera vez, a manos de un doctor alemán; Abraham Erskine, por lo que fue enviado a Estados Unidos, en compañía de la agente Peggy Carter, para supervisar el proyecto de selección del hombre a quien utilizarían como conejillo de indias.
Para la gran sorpresa del agente Black, el doctor Erskine tuvo la maravillosa idea de seleccionar a un muchacho enclenque y debilucho en su opinión, aunque para la agente Carter, fue la mejor decisión, dado que si bien el chico parecía no dar el ancho en cuanto a fuerza física, superaba a todos sus compañeros en valentía y coraje.
¡Menuda idea! Pensó el agente Black, ¡Como si las guerras se ganaran sólo con eso!
Sin embargo, llegado el momento tuvo que reconocer que el suero creado por el doctor Erskine no era para todos y que podía ser un arma de dos filos, en las manos equivocadas. Pero no en las de Steve Rogers, el hombre enclenque que se transformó en alguien grande y musculoso, capaz de rescatar a un ejército de hombres completo y de llevar a HYDRA a su destrucción.
El doctor fue asesinado el mismo día del exitoso experimento con Steve Rogers, que en adelante sería conocido como el Capitán América, por lo que en lugar del imponente ejército que se habían propuesto crear obtuvieron a un solo hombre, que en la opinión de la agente Carter valía por 3 ejércitos. Y finalmente Black tuvo que concederle la razón; Rogers valía por 3 ejércitos, pues no sólo era fuerte y grande, sino leal y con más coraje que el mismo Black.
La última vez que habló con Rogers, justo antes del operativo que llevaría la caída de HYDRA y el fin de la guerra, tuvo la oportunidad de preguntarle algo que lo había dejado intrigado;
- Capitán, quisiera hacerle una pregunta; ¿Por qué el Doctor Erskine le señaló pecho justo antes de morir? – Steve lo miró por unos segundos, inexpresivo – Lamento si lo ofendí – se apresuró a decir.
- No, descuide – dijo el capitán de inmediato – es que no pensé que alguien lo hubiera notado… el doctor señalo mi corazón en realidad. Verá agente Black, la noche anterior le pregunte porque me había seleccionado a mí… y el doctor me dijo que era porque… alguien que siempre ha sido fuerte, pierde el respeto por el poder, pero quien no lo ha sido, lo aprecia y sabe su verdadero potencial. Me dijo que pasara lo que pasara, siempre recordara quien soy… en mi corazón…
- ¿Sabe qué? – Dijo Black, con una sonrisa sincera – Cuando el Doctor lo seleccionó a usted… pensé que era una pésima idea… que usted no daría el ancho y que nos dejaría colgados en medio de la operación… pero creo que no pudo haber elegido mejor persona que usted.
- Gracias agente…
- Y lamento mucho la muerte de su amigo, el sargento Barnes… ahora creo que es momento de vengar su muerte… Mucha suerte, aunque creo que no la necesitará…
- Todos necesitamos algo de suerte… Muchas gracias.
Se despidieron sin imaginar que sería la última conversación que tendrían. El Capitán se perdió en medio del Atlántico, intentando desviar un avión que estallaría en las ciudades más importantes de Estados Unidos. Todos estaban seguros de que lo encontrarían, incluso organizaron equipos de búsqueda y rescate, encabezados por Howard Stark y Peggy Carter. El agente Black participó, junto a un numeroso grupo de personas, aunque con el paso del tiempo el número de personas se fue reduciendo, hasta que finalmente quedó sólo un grupo de seis.
Dos años después de la desaparición de Steve, el agente Black también abandono la búsqueda y regresó a Londres, continuando con su labor como agente del MI6.
El tiempo siguió su marcha y en una misión en Gales conoció a la agente Marie Phelps, de quien se enamoró profundamente. Se enteró de que Marie había escapado de su casa cuando apenas tenía 15 años y que jamás había vuelto a ver a su familia, debido a los malos tratos que recibía de esta.
Alexander y Marie se casaron en 1949 y continuaron trabajando en la agencia. Marie adoptó su apellido de casada y en adelante fue conocida como Marie Black, olvidando por completo su pasado. Un año después de su matrimonio, nació su primer hijo, a quien llamaron Shane y dos años más tarde nació otro niño, a quien llamaron Sirius.
Cuando cumplieron diez años de casados, Marie cometió un error que casi le cuesta su matrimonio; se involucró de más con un terrorista español. Iñaki Vidal supo enredar a Marie, se volvieron amantes, y casi le cuesta la vida de la familia y la integridad de todo el MI6, sin embargo, llegado el momento, ella supo lidiar con sus errores y le tendió una trampa a Iñaki que lo puso finalmente tras las rejas. Aunque olvidaron un pequeño detalle; Iñaki tenía un hermano mayor, que no descansaría hasta liberar y vengar a su hermano…
Alexander amaba profundamente a Marie, pero por encima de ella, amaba a sus hijos, e incapaz de arrebatarles a su madre, hizo lo posible por salvar su matrimonio. Marie estaba arrepentida de verdad, por lo que puso todo de su parte para que las cosas fueran como antes.
Cuando sus hijos estuvieron en edad, también formaron parte del MI6 como agentes de campo. Shane era un hombre con los pies bien puestos sobre la tierra, que comprendía a fondo los riesgos de convertirse en agente, sin embargo, Sirius era todo lo contrario. Era soñador, excéntrico y casanova… se enamoraba con la misma facilidad con que se desenamoraba, hasta que conoció a la chica ideal, a su chica.
Su nombre era Jane Combs y trabajaba como diseñadora de interiores. Sirius no descansó hasta conquistarla, aunque decidió ocultarle que era un agente del MI6 y se presentó como Consultor Empresarial. Logró casarse con ella y, a pesar de la desaprobación de su hermano y de su madre contó con el apoyo total de su padre.
Sirius Black logró lo que parecía increíble en él: sentar cabeza y formar una familia, conformada por su esposa Jane y por los tres hijos que tuvieron; Mauro Alexander, Emily Jane y Holly Marie. Sin embargo, nunca dejó el MI6 y después del nacimiento de Mauro, decidió que no podía seguir mintiéndole a su esposa, por lo que le contó toda la verdad.
Jane no lo tomó muy bien al principio, pero después decidió que su amor por Sirius era más grande que cualquier cosa, por lo que se mantuvo al lado de su marido, agradeciendo su confianza y suplicándole que dejara de ser agente y que buscara un trabajo "normal". Cuando él comenzó a pensar en esa posibilidad fue justo después del nacimiento de Holly, su hija menor, aunque no lo hizo, debido a la fuga de Iñaki de prisión.
Shane y Sirius buscaron a los hermanos Vidal, sin éxito. No fue hasta que Shane le sugirió que se dedicara a su familia, mientras él se ocupaba de los Vidal, que Sirius abandono la búsqueda.
Lo hizo, volvió a casa y tuvo la vida "normal" que Jane tanto insistía. Como siempre, contó con el apoyo de su padre y ahora de su hermano, pero con la desaprobación de su madre.
Fueron los doce años más tranquilos de su vida. Pudo ver crecer a sus hijos, pudo disfrutar a su esposa… pudo tener una vida… una vida tranquila… que terminó cuando Iñaki Vidal lo encontró.
…
Sirius decidió llevarse a su familia de vacaciones a Montana, Estados Unidos. Para ese entonces, Mauro tenía ya dieciséis años, Emily tenía catorce y Holly doce.
Los tres parecían tener claros sus objetivos en la vida. Mauro tenía un gran amor por la medicina y soñaba con llegar a ser, algún día, un cirujano reconocido mundialmente. Emily por otra parte, estaba enamorada de la ciencia, la astrofísica y las matemáticas; ella quería trabajar en la NASA algún día, investigar otros mundos, conocer el universo… A Holly le apasionaban las artes y era una excelente bailarina de ballet. Al igual que su hermano, soñaba con el reconocimiento mundial, pero como la mejor bailarina de la historia.
Jane apoyaba a sus hijos, aunque le molestaba un poco que Holly hubiera elegido ser bailarina, pues en su opinión, eso equivalía a un desperdicio de tiempo, argumentaba que mientras su hija menor fuera joven, el éxito estaría de su parte, pero con el paso del tiempo, lo único que le quedaría sería un boleto directo al olvido. Sin embargo, Holly había heredado el carácter irreverente de su abuela paterna, Marie, de quien además también llevaba el nombre, y sólo para desafiar a su madre, siguió adelante con su carrera de bailarina.
Se hospedaron en un lujoso hotel de Montana y el último día de su estancia, Sirius y su hija Emily salieron a comprar un regalo para Jane, que cumpliría años la semana siguiente. Mauro y Holly se quedaron en el hotel con su madre; entretenidos por sus más recientes adquisiciones; un libro de anatomía y unas zapatillas de ballet, respectivamente.
Jane comentó que las zapatillas no eran más que un desperdicio de tiempo y dinero, lo que puso furiosa a Holly y ambas comenzaron a discutir. Mauro intentó ignorarlas, pensando que su madre sólo conseguiría que Holly se aferrara con más empeño en ser bailarina. Las últimas palabras que Holly dirigió a su madre antes de encerrarse en el baño azotando la puerta fueron: ¡Ojalá murieras!... ¡Así podría hacer lo que yo quiero, cuando yo quiero!
Lo siguiente que ocurrió fue demasiado rápido. Dos hombres entraron, derribando la puerta y amenazando a Jane y a Mauro con un par de armas cada uno. Un tercer hombre entró, y sin más contemplaciones, le dio un tiro a Jane directo en la cabeza, en el momento justo en que Holly, asustada salía del baño. Grito. Mauro también grito y recibió un tiro en la pierna derecha. Los dos hombres que entraron primero, tomaron a los dos muchachos, y se los llevaron, mientras ambos miraban a su madre, inconsciente en el suelo, con un creciente charco de sangre formándose alrededor de su cabeza.
El caos reinaba en el hotel cuando Sirius regresó con Emily. Se sorprendió al ver a su hermano Shane allí. Fue él quien le informó lo sucedido; Iñaki Vidal había reaparecido, le disparó a Jane en la cabeza y secuestró a sus dos hijos. Milagrosamente Jane estaba viva, aunque su estado era crítico. Sirius dejó a Emily con un grupo de agentes para que la protegieran y se fue al hospital con Jane. Se integró al grupo de agentes del MI6 que encabezaba la búsqueda de sus hijos y emprendió la búsqueda de Vidal.
Dos días después, le informó a Emily que su madre había muerto, pero le aseguró que haría todo lo posible por encontrar a sus hermanos. También tuvo que informarle lo sucedido a su suegra, Emma Foster, que de inmediato viajó a Estados Unidos, para asistir funeral de su hija y para apoyar a su nieta. Sirius no llevó un cuerpo al funeral, sino una urna con las cenizas de Jane, argumentando que era lo mejor para evitarle un trauma tanto a su hija como a su suegra.
Luego del funeral y de depositar las cenizas en un nicho, Sirius se reincorporó a la búsqueda de sus hijos y una semana después del incidente, logró encontrarlos y capturó a buena parte de la gente de Vidal, aunque este logró escapar con ayuda de su hermano. Mauro y Holly tenían diversas heridas y pasaron tres días en el hospital, donde se enteraron de que su madre había muerto.
A pesar de la insistencia tanto de su padre, como de algunos agentes del MI6 y de los psicólogos que los atendían, ninguno de los dos quiso hablar de lo que había sucedido durante aquella semana, sólo una cosa era segura; la experiencia los había dejado marcados. Lo único que accedieron a contarle a su padre, fue que Iñaki Vidal les había dicho que sus abuelos paternos, su padre y su tío Shane, eran agentes y que todo lo que había pasado era parte de una venganza planeada cuando había estado en prisión.
Cuando fueron dados de alta del hospital, Sirius los llevó al cementerio a visitar el nicho de su madre, para luego llevarlos de regreso a Londres, donde los dejó en casa de su abuela Emma. No dio más explicaciones y se fue, según dijo, iba a buscar a Iñaki, para vengar la muerte de Jane. Al poco tiempo recibieron la visita de su abuelo Alexander. Él les dio todas las explicaciones que Sirius se había negado a ofrecer… les contó de su pasado, del MI6, de cómo él había sido parte de la Segunda Guerra Mundial, de la caída de HYDRA y del proyecto del súper soldado. A pesar de que los tres hermanos estaban dolidos, decidieron que al menos su abuelo merecía ser perdonado, pues finalmente había sido honesto con ellos.
El nuevo golpe de Iñaki fue la muerte de Alexander, a quien le provocó un accidente automovilístico y después, el asesinato de Shane, lo que llenó de dolor a Sirius y a su madre.
Sirius, sin siquiera detenerse a pensar en sus tres hijos, regresó al MI6, con el objetivo de atrapar o en caso de que fuera necesario, matar a los hermanos Vidal.
Mauro, Emily y Holly, se unieron más, ante la irreparable pérdida de gran parte de su familia. Aunque en la cabeza de Mauro rondaba una duda. Era muy extraño que tanto su abuelo como su tío hubieran tenido un funeral de cuerpo presente, mientras que de su madre no había más que cenizas. No tiene sentido…le repetía continuamente a sus hermanas, la sacaron del cuarto de hotel, Emily vio una ambulancia, no un forense… Tuvieron que haberla llevado a un hospital… ¿a qué hospital…? Papá nunca llevó a Emily al hospital ¿y luego qué?, llegó con los papeles de defunción…llegó con esa urna con las "cenizas" de mamá… nos rescató, nos llevó al nicho… aquí hay algo raro… ¿por qué no hubo un funeral normal? ¿Por qué no espero para que nosotros viéramos el cuerpo?
Sin embargo, Emily y Holly insistieron en que la respuesta de su padre tenía lógica; él no quería causarles un trauma mayor. Pasaron dos años, sin que supieran algo de Sirius y cuando por fin tuvieron noticias suyas, fue únicamente por teléfono. Todo esto, provocó en los hermanos Black un enorme resentimiento hacia su padre. Mauro y Holly habían tomado la decisión de convertirse en agentes, para vengar ellos la muerte de su madre, su abuelo y su tío, pues dudaban que su padre estuviera en ello realmente.
Para cuando cumplió 18 años, Mauro decidió irse a Estados Unidos, con el pretexto estudiar la carrera de Medicina, pero el propósito real, era entrar a una agencia estadounidense, pues sabía que en Londres jamás tendría oportunidad, debido a la influencia de su abuela Marie. Habían decidido que una vez que Mauro lograra establecerse, regresaría por sus hermanas.
La vida en Estados Unidos no fue fácil para Mauro, en especial al principio, pues se encontraba completamente solo. Realizó varias solicitudes a agencias de espionaje, que fueron rechazadas principalmente por la influencia del MI6 y por Marie Black, que trataba de proteger a su nieto.
Un año después, gracias a que se había unido al club de tiro con arco, esgrima y artes marciales de su facultad, llamó la atención de una agencia secreta, misma que se interesó en él por la constante intervención del MI6 para que fuera rechazado.
Con casi 20 años, es reclutado por SHIELD, donde fue entrenado como agente de campo, para la resolución de todo tipo de situaciones. Él les contó su situación y la de sus hermanas y negocio la posibilidad de poder adoptarlas a cambio de que fueran entrenadas. La agencia aceptó; pues estaba en ascenso, tenía suficiente poder y además necesitaba entrenar buenos, nuevos y jóvenes agentes.
Recién había cumplido los 21 años, cuando volvió a Londres, acompañado por dos abogados de SHIELD para solicitar la custodia de sus hermanas. Sirius y su madre se enteraron e intentaron, en vano, evitarlo, pues ni Emily ni Holly quisieron volver con su padre o con su abuela paterna. Holly aceptó irse con su hermano, pero Emily se negó rotundamente, eligiendo a su abuela Emma. Intentó persuadir a sus hermanos para que desistieran de su venganza y al no lograrlo, les dijo que se olvidaran de ella. Ambos lo asumieron, pensando que sería lo más seguro. Esa fue la última vez que hablaron.
Emma decidió adoptar a su nieta y Emily accedió incluso a cambiarse el apellido, por lo que a partir de entonces, y al igual que su abuela paterna hiciera alguna vez, cambio su nombre, sustituyendo el apellido Black, por el de Foster. Además, decidió que en honor a su madre, en lugar de utilizar su primer nombre, usaría el segundo, convirtiéndose así en Jane Foster.
Mauro y Holly se enteraron y acordaron que era lo mejor, pues de esta forma nadie sabría que ellos tenían otra hermana, lo que la protegería de cualquier enemigo.
