Dissclaimer: Hija de Humo y Hueso es de Laini Taylor, no mio. Y ca canción "Oye como va" es de Santana.

Aviso: Este fic participa del Reto inaugural "Tu fandom favorito" del foro Retos multifandom.

Salida de rutina

Levantarse, asearse, ir a desayunar, escuchar ordenes de la jefa, ir a hacer lo que la jefa dice, estabilizar el velo, comer en el descanso del almuerzo, estabilizar el velo, aprender magia, comer, llegar a casa, utilizar técnica ninja de los Stelians para tratar de comunicarse ninjamente con Karou, dormir y de vuelta a empezar.

–¡Oh por los Dioses Estrella, Akiva! ¿Cómo sobrevives así? –le preguntó una vez Karou, después de una larga noche de "No-jugar-cartas", mientras amanecía en esas extrañas islas.

–Es un precio que tengo que pagar, y cuanto antes termine, mejor. Lo hago por ti –respondió el Príncipe de los Bastardos, terminando de colocar las espadas en sus vainas–. Cuando termine tu, yo y vacaciones.

–Claro que si –dice la chica del pelo azul en su particular tono de sarcasmo no sarcástico.

Pero bueno, los días que Karou no estaba, o sea nueve de los 12 meses del año, Akiva se aburría a horrores. Antes se intrigaba por la magia, los trucos, como se mejoraba el velo, las costumbres Stelian y esas cosas; pero después de casi dos años le aburría todo. TODO. No había nada en ese conjunto de islas que encontrara interesante.

En su tiempo libre había recorrido cada centímetro cúbico de todo el territorio Stelian y lo conocía mejor que la palma de su mano. Tenía un libro escrito por el mismo sobre la flora, fauna y los hechizos. También había construido una casa, con puertas, ventanas, paredes, dos piezas, cocina, baño y todas las comodidades que logró recordar de la suite de lujo del Hotel en Roma. Hasta construyó un jacuzzi con piedra pizarra que sacó de una de las cuevas marinas cerca de los arrecifes, que tenía agua caliente termal con un sistema de transporte de agua del volcán marino más cercano a la playa donde estaba la casa.

Así de aburrido estaba.

Y un día aparentemente normal, un mes desde la partida de Karou, decidió intentar algo más, algo diferente. Quería salir de esa extraña y aburrida rutina que tenía.

Terminó el trabajo antes del almuerzo y canceló todas las cosas cancelables; habló con la jefa y estableció que su nuevo horario, el cual terminaba antes de almuerzo.

Feliz por tener tiempo libre, Akiva pensó:

¿Qué puedo hacer?

Pensó y pensó y siguió pensando, pero nada se le ocurrió.

Por eso fue a su casa, tomó un pedazo de papel y escribió a Liraz en busca de algo que hacer. Mando la carta vía mensajero y este volvió a la semana siguiente con la respuesta.

Entrena. Ziri dice que puedes hacer cuchillos. También puedes bailar, a ti te encantaban los bailes ¿No?

Oh, eso era mucho mejor de lo que se le había ocurrido.

(…)

Tres semanas después.

–Oye Akiva, mi ritmo, bueno pa' bailar, sin ratas –cantaba el grupo de ranas hechizadas mientras Akiva bailaba de una manera extraña con una Karou hecha de cortinas.

–Oye Akiva, mi ritmo, bueno pa' bailar, Hola-la –y con un rasgeo suave de guitarra entran a casa de Akiva unos Stelians, Ziri y Liraz, seguidos por Karou y Eliza.

–¡Oye Akiva! Llegamos, que linda casa, bailemos –propuso Karou.

Y con esa invasión sorpresa se armó la media fiesta que se llevó consigo a todos los Stelian a una parranda que duró hasta que el velo amaneció.

Cuenta la historia que las habilidades de Akiva para bailar eran tan espectaculares que se lo llevaron a la capital y abrió su escuela de Baile llamada: Akiva y el ritmo de Ertz.

Parece que la salida de rutina fue todo un éxito ¿No?

¿Por qué no lo intentas tu también?