Hola xD! Eeehm, bueno... siento miedo. Primero que todo, es el primer fic que hago con este tipo de temática (light, para pasar un buen rato... casi rayando en el humor) y debido a mi constante depresión que aflora cuando menos lo quiero, no sé si lo logre. De hecho, ahora mismo quisiera cortarme las venas porque estoy resfriada y eso me frustra, pero recordé que soy un homúnculo y no muero fácilmente ¬¬ así que desistí.
Pasando a las propiedades fanfictionicas de esta nueva empresa mía, he de aclarar que es un universo totalmente alterno, ambientado cada quién elija dónde. Eso no es relevante. Lo que importa es que aquí todo (y cuando digo todo es TODO) puede pasar. Habrá muchos enredos y líos que no le recomiendo a nadie, y en cuanto a parejas... digamos que no es bueno que enfermos cardiacos lo lean xD. Puede que haya cualquier género prohibido, entiéndase por shounen-ai, shoujo-ai (puede, no estoy diciendo nada seguro), incesto... y el más prohibido de todos: parejas hetero (noooooooooooooooooooooooo! X.x... (Mileena se tapa bajo las cobijas de su cama. Porque sí, estoy en cama TT)).
Como última cosa aclaro que, gracias al Toukan Koukan que todo lo hace muy bien, FMA no es mío. Y la idea está basada en un antiguo fic que hizo una amiga mía que NO LEERÁ esto nunca xD así que no tiene mayor importancia.
OK... adelante! Y espero sus reviews x3
----- ----- ----- ----- ----- ----- ----- ----- ----- ----- ----- ----- ----- ----- ----- -----
Entrelazados1 – Buscando apartamento y amante.
Suspiró. Apretó el papel que tenía en sus manos al tiempo que en su expresión se leía claramente una mueca de frustración y cansancio. Era el último lugar que le faltaba por visitar. Se había pasado todo el día en ello, y siempre encontraba fallas de tipo "soy un maldito perfeccionista y esto no me sirve" en los lugares que acudía, tachándolos finalmente de inútil para sus propósitos.
Sí. Porque aunque quiera evitarlo, Edward Elric es un tipo perfeccionista para sus cosas, y no podía vivir en cualquier cuchitril. Ni mucho menos con una vieja de ochenta y dos años, ni con una pareja de homosexuales, ni en un condominio habitado por extranjeros, ni al lado de un jardín infantil. No. Tenía que ser un sitio apropiado a sus gustos y exigencias.
El aviso que yacía entre sus dedos, completamente arrugado, ponía una dirección encerrada en un círculo de lápiz tinta rojo; la misma sobre la cual estaba Ed parado al frente. Suspiró de nueva cuenta, miró al cielo brevemente como rogando piedad, y se animó a tocar el timbre.
El tiempo de espera lo llevó a recordar los últimos acontecimientos en su vida.
Hace dos semanas más o menos, se había quedado solo en la tremenda casona en la que vivió con su familia en su infancia. Completamente solo. Era, en cierto modo, doloroso recordar cómo su familia se había ido separando conforme pasaba el tiempo, pero qué se le iba a hacer... ya tenía veintidós años y había logrado sobrevivir con creces al desafío.
Cuando apenas tenía siete años sus padres se separaron, y su madre abandonó todo, hastiada de su incompetente marido, para marcharse lejos. Recordaba con mucho apego el último beso que ella les dio al irse, diciendo "recuerden que los amo mucho". Él no lo había dudado un solo momento, de manera que no la odiaba. Pero a su padre sí. Más que a nadie. Porque él, con sus comportamientos de vago irresponsable, impulsó a la dulce mujer con la que se había casado a dejarlo todo. Y como castigo, se había tenido que quedar a cargo de sus dos pequeños hijos...
...hasta que murió cuando Edward tenía diecisiete años.
¿Creen que el chico se sintió entonces solo, triste y desamparado? Pues NO. Únicamente se había muerto su padre, a él le quedaba Alphonse, su hermano, y muuuuuuuuuuuuuucha vida por delante que no pensaba perder llorando.
Pero resulta que ahora, Alphonse también se había ido. ¿Qué maldita manía tenían todos de dejarlo solo? Pero esta era sólo otra prueba de las mil quinientas sesenta y nueve que tenía que pasar antes de morirse, seguramente, y no se enojó por eso. Además, Al volvería. Sólo se había ido por unos seis meses al extranjero, porque en la Universidad donde estudiaba le ofrecieron un intercambio estudiantil que él no pensaba desaprovechar aunque tuviera que entregar su cuerpo y vivir sólo en alma atado a una armadura vieja y oxidada... Eehh, ¿muy fantástico? Bueno, no importa.
El caso es que Ed había decidido mudarse porque realmente, no quería estar solo en aquella enorme casa. La vendió a un precio más que decente, y ahora buscaba un apartamento pequeño, cómodo y acogedor donde pasar las noches.
Y justo cuando creía que no iba a encontrar ningún lugar donde poder vivir, y ya estaba resignado a agarrar sus cosas e instalarse debajo del puente... le abrieron la puerta donde estaba parado. Recordemos que al pobre Ed le quedaba una sola opción: la que estaba escrita en el papelito de su mano. Igual y no le tenía mucha fe, pero las cosas cambiaron radicalmente cuando...
—Hola... —una muchacha rubia, de unos ojazos azules profundos, de cuerpo nada feo, le abrió la puerta, saludándolo soñadoramente. —¿En qué te puedo ayudar?
Edward se quedó estupidizado dos segundos, en que recorrió indecentemente a la muchacha con la mirada.
—Esto, bueno... —reaccionó. —Vengo por el aviso del periódico... ¿Es aquí donde arriendan un departamento...?
La chica abrió mucho sus ojos, y un tanto apenada y confusa, abrió la boca para contestar:
—Sí, bueno... ¿quieres pasar?
VVVVVVVVVVVVVVV—Bueno, disculpa por el desorden, pero es que con mi amiga estábamos reorganizando todo para desocupar el apartamento que arrendaremos...
Edward ya había notado eso. Se había estado entreteniendo, para disipar la tensión que había entre él y la chica rubia, en recorrer con la vista el lugar, examinándolo. Una sonrisa interior se apoderó de él... ¡¡Era el lugar perfecto! ¡¡El que siempre había imaginado para vivir! Sin duda su racha de mala suerte se había acabado, ¡este era el sitio donde iba a establecerse sí o sí, nadie se lo impediría!
—¿Quieres servirte algo? —lo sacó de sus cavilaciones la anfitriona.
—B-bueno, muchas gracias.
—Toma asiento entonces. —y volteándose, vociferó hacia una habitación un tanto apartada algo que a Ed le crispo más aún los nervios. —¡¡Riza, ¿podrías traer tres vasos de jugo, por favor! ¡Y vienes, que quiero discutir algo importante contigo!
—"Demonios, no es una... ¡son dos! Jeje, esto es suerte..." —pensó el chico algo diabólicamente.
—Bien, mientras esperamos, me presento: Mi nombre es Winry Rockbell, tengo veintidós años, y soy la...
—¿Veintidós? ¡Ja, que coincidencia, yo también! —al segundo, Ed se maldijo internamente. "¿No tenías una acotación más estúpida que hacer? ¬¬" se dijo. Para una vez que se encontraba con una mujer estupenda, venía él y lo arruinaba con su falta de tino.
—Oh... ¿Y dices que vienes por el asunto del apartamento?
—Sí. A decir verdad, ya había perdido las esperanzas, pero al parecer encontré el mejor lugar que...
En el acto, llegó a interrumpir una magnífica presencia. Era otra jovencita, parecía algo mayor que Winry, y traía con ella una jarra de jugo y tres vasos de cristal en una bandeja. Haciendo uso de su adormilada memoria, Ed pensó que aquella debía de ser Riza, la otra chica que vivía allí. La miró largamente: tenía el cabello de un dorado más claro que Winry, hasta algo más arriba de la cintura, suelto. Ojos canela. Sonrisa amable, piernas bronceadas y bien torneadas, cintura pequeña... ¡EPA! ¬¬ muchas cosas para una sola mirada, dejémoslo hasta eso de la sonrisa amable.
Tomó asiento junto a su amiga, y saludó alegremente.
—¡Buenas tardes! —y extendió una mano cordial hacia el embelesado Edward.
—Buenas... Edward Elric, mucho gusto.
—Riza Hawkeye. ¿Eres amigo de Win, o algo así?
—No. —interrumpió la otra. —En realidad viene por lo del apartamento, es lo que te dije que quería discutir contigo...
Las miradas de ambas chicas se ensombrecieron en el minuto. Miraron a Edward de soslayo, se miraron mutuamente, bajaron la vista, avergonzadas por algo que el chico no alcanzaba a entender... y Riza fue la primera en hablar.
—Bueno, no quisiera parecer descortés... pero con Win habíamos quedado en algo desde que pensamos en arrendar... y creo que me parece correcto respetar.
—¿Qué sería aquello? —a Ed le daba lo mismo tener que seguir un horario, o cumplir con peticiones extravagantes de mujeres (como ordenar su habitación, no dejar mojado el baño al ducharse, o tirar la cadena después de usar el inodoro... bah, tonteras sin sentido en realidad, pero que a las chicas les daba por insistir en que eran buenos modales) con tal de quedarse a vivir allí.
Winry tomó la palabra ahora. Habló con una voz tan condenadamente sexy (en opinión de Ed) que tuvo dificultades para seguirla.
—Lo que pasa es que nosotras vivimos solas... y bueno, no es bien visto...
—Más bien no es correcto —incluyó Riza.
—Eso... que aceptemos a un hombre viviendo con nosotras.
Ed escuchaba callado, bebiendo de su jugo con toda tranquilidad hasta que escuchó la parte en que aceptaban de todo menos hombres como arrendatarios. Y casi escupió el jugo.
—¡Es que después de publicado el aviso reparamos en ese detalle!... lamentamos haberte hecho venir en vano, Edward.
El rubio muchacho las miró estupefacto. No podía ser posible, al fin había encontrado el lugar perfecto para habitar, y ahora va y resulta que a las mujeres les da vergüenza vivir con un hombre. No podía perder, tenía que hallar una manera de quedarse con el apartamento... Pensó y pensó (lo que se puede pensar en tres segundos y con la mente sobrecalentada y estupidizada de un hombre con dos rubias estupendas frente a él)... hasta que se le ocurrió una idea... bastante osada, todo hay que decirlo. Pero era buena.
"Dios, ayúdame ToT" pensó, antes de largarse a su perdición. Y sin detenerse a analizarlo mucho, exclamó:
—Eeeeh... bueno... —se frotó los dedos, incómodo y nervioso. —En ese caso... ¡no hay problema...! Soy gay. —"Edward estúpido, ¡¿CÓMO DICES GAY! ¡TÚ NO ERES GAY! O.ó"
Ambas chicas se miraron, pasmadas. Luego lo miraron a él como un bicho raro. Ed se incomodó aún más... y finalmente, las dos sonrieron, complacidas y felices.
—Bueno... si la cosa es así, entonces supongo que... no hay ¿problema? nnU —Winry intentó mirar a Riza buscando algún tipo de aprobación... y la encontró. La mayor asintió, satisfecha.
Edward suspiró, abochornado.
—Y... ¿tienes novio, o algo así? —preguntaron después.
—Esto... ¿novio? Eh, claro...¡novio! —"Vamos, Ed... sé realista!" —Sí, sí tengo...
—¿Y se puede saber cómo se llama? Si es que no es indiscreción, claro...
Edward se mordió la lengua. Tenía que pensar, de donde demonios sacaba un maldito novio a esta hora... al menos tenía que decir un nombre de hombre para no levantar sospechas. ¡Pero no se le ocurría ninguno!...
Bueno, se le ocurrió UNO. Y esperaba poder vivir para contarlo.
—Eh... se llama Roy.
VVVVVVVVVVVVVVV—¿¿¡¡QUÉ COSA? —gritó Roy, cuando escuchó a Edward. Y de paso escupió su cerveza.
—Que si podrías ser mi novio... nnU —le repitió el rubio, con una sonrisita nerviosa.
—¿¡QUIÉN ERES TÚ? ¡DÓNDE ESCONDISTE A EDWARD! —y comenzó a zarandearlo y menearlo del cuello.
—¡Tranquilo! Soy yo... ¡pero escúchame! ¡Y suéltame!
— ¬¬ —Roy se separó más por miedo a contagiarse que por la petición de su amigo.
—¡Escúchame, por lo que más quieras!
El moreno miró disimuladamente hacia su entrepierna...
—Bueno... ¬o¬
—OK. —Ed tomó aire de nuevo. —Por favor, sé mi novio. Lo necesito.
—¡¡Por qué te desviaste! O.o!
—Espera un poco, déjame explicarte...
—¡ALTO! ¡No te me acerques...! ¡OH DIOS, QUÉ HE HECHO YO PARA MERECER ESTO! —se arrodilló en el suelo y alzó los brazos al techo, como buscando iluminación para comprender.
—Espérate un momento... —insistía Ed, tratando de explicarse.
—¡¡ARGH! ¡Y PENSAR EN QUE ME DESVESTÍA EN FRENTE TUYO EN LOS CAMARINES DE LA SECUNDARIA...! ¡¡PERO SI HASTA DORMIMOS JUNTOS CUANDO TE QUEDABAS EN MI CASA! O.O
Era verdad. Roy Mustang había sido el mejor amigo de Ed desde que ambos iban en primaria. Habían compartido muchas cosas juntos, y ahora el moreno recién se venía a dar cuenta de las extrañas tendencias de su amigo...
—¡Por todos los santos de los hombres, Roy! ¡Yo no me he desviado!
—¿Entonces por qué mierda quieres que sea tu novio? ¬¬
—Si te callaras, pedazo de imbécil, podría tratar de explicarte ¬¬
Roy cedió medio desconfiado, a escuchar a Ed. Se sentaron en los sillones, uno en frente del otro, y Roy reaccionó de inmediato al sentir la excesiva cercanía del rubio. Agarró lo primero que encontró (un calcetín en un estado higiénico dudoso) y lo levantó en el aire, interponiéndolo entre ambos.
—Hoy estaba buscando apartamento, —comenzó Ed, tapándose la nariz. —ya sabes que vendí la casona donde vivíamos. Era muy grande para mí solo ahora que Al se fue de viaje. Ya había perdido todas las esperanzas de encontrar algo decente, cuando voy y llego a la última dirección que me quedaba por revisar. ¡Era perfecto! Pero a las dueñas les daba vergüenza vivir con un hombre, así que para poder quedarme les inventé que era gay.
Mustang lo miró largamente, y con cautela fue bajando el calcetín. Cuando eso pasó, Ed fue libre de volver a respirar como la gente otra vez.
—Las dueñas aceptaron bajo ese pretexto, y me preguntaron si tenía novio. Como tenía que ser realista, les dije que sí. Y el primer nombre que se me vino a la cabeza fue... el tuyo nnU...
—Con todos mis respetos, Ed... ¡¡¡Eres un jhvbdfuy tf82345gui2fb987cy6hj! ¬¬... pero aún así, te entiendo...
—Entonces ¿me ayudarás? ¿Serás mi novio? n...n
— ¬¬
—¿Sí? n...n
— ¬¬
—Di que sí... n.n
— ¬¬ sólo porque eres mi amigo, casi un hermano...
—¡Gracias! nOn ¡Te quiero mucho:3
—¡EEEEPA! Alto ahí ¬¬
Roy volvió a levantar el calcetín. Pero lo bajó un segundo después, resignado.
—Bueno, no creo que sea tan malo...
—¡Qué bueno que estés así de optimista! Porque me invitaron a comer mañana para cerrar los detalles del apartamento, y les dije que iría contigo n.n
—¡¡¡PERO TU ERES TARADO O ENSAYAS!
—¡Jeje, nos vemos mañana!
Para cuando Roy quiso seguir replicando, Edward ya había salido del inmueble, más feliz que unas castañuelas.
C o n t i n u a r á . . .
----- ----- ----- ----- ----- ----- ----- ----- ----- ----- ----- ----- ----- ----- ----- -----
Notas: ¿Y? ¿Qué tal? Por si acaso, no respeté las edades de los chicos, digamos que todos redundan en un lapso etario más o menos similar para hacer más amena la cosa n.n Por otro lado, si creen que los personajes están algo fuera de contexto, es porque yo decidí ponerlos así deliberadamente. Personalmente creo que merecen tener algo de vida normal ¬¬... igual díganme si eso les molesta. Tengan en consideración eso sí que aquí NO verán ninguna tontera que tenga que ver con alquimia, así que no los necesitamos tan tensos tampoco xD
Para el próximo episodio: La cena. Veremos los dotes actorales de Edo y Roy, y ciertas primeras impresiones de las chicas que rayan la paranoia. Alguien encontró muy guapo a Ed, y dice que es un maldito desperdicio el que sea gay.
¡Espero que les haya agradado! Y comenten. Quiero ver qué tal se me da este género tan poco serio xD
Matta ne! Los quiero!
-Mileena.
End: 21/09/06 – 19:24Edit: 21:06 del mesmo día
