Capitulo 1: La invitación
Recostado, como normalmente solía hacerlo, de la ventana de su pequeño y desastroso cuarto, estaba un chico de 16 años, pelo negro azabache, ojos verdes y penetrantes y una marca con forma de rayo en la frente.
Harry Potter miraba por la ventana esperando la respuestas de las cartas que había enviado a sus amigos Ron y Hermione, hace más de dos semanas. Pensaba sobre todo lo que había ocurrido en estos últimos dos años: la muerte de Sirius, la traición de Snape a la orden, y por último, la muerte de Albus Dumbledore, a manos del llamado "Príncipe Mestizo" que no era otro que el mismo Snape. La rabia lo embargaba, se sentía impotente por todas las cosas que pasaban a su alrededor y el no podía hacer nada. Las lágrimas rodaban por sus muy enrojecidas mejillas, pensando que de no haber sido por su culpa, Albus Dumbledore, aún seguiría vivo.
Los pensamientos daban vueltas en su cabeza una y otra vez, mientras él, ya harto de esperar, decidió recostarse en su cama. En ese momento, recordó su última conversación con Dumbledore: Los siete Horcruxes de Voldemort. Buscó en el bolsillo de los jeans rotos que cargaba puestos, y allí estaba aquel medallón que le había costado la vida a Dumbledore; un medallón falso el cual seguramente lo había dejado alguien que conocía muy bien a Voldemort, pues en su interior, en un pequeño pergamino, estaba escrito "Al Señor Oscuro: Se que moriré mucho antes de que leas esto. Pero quiero que sepas que fui yo quien descubrió tu secreto. Me he robado el auténtico Horcrux e intentaré destruirlo lo antes posible. Me enfrento a la muerte con la esperanza de que cuando te enfrenten, Serás mortal una vez más. R.A.B" Entonces comenzó a pensar quien pudo haber sido R.A.B.
En ese momento, un ruido interrumpió sus pensamientos, eran cuatro lechuzas las cuales picoteaban el cristal de la ventana. Inmediatamente corrió y les abrió la ventana. Había 2 lechuzas pardas, las cuales dejaron dos cartas sobre su cama y luego se marcharon. Otra de las lechuzas, era Hedwing y traía un gran paquete, el cual también dejo sobre la cama y luego se apoyo sobre el alfeizar de la ventana, como esperando a que Harry lo abriera. La última lechuza era el pequeño Pigwidweon, el cual apenas podía mantenerse en el aire, por el pesado paquete que traía. Harry lo tomó y luego lo dejo en la jaula de Hedwing y en lo que esta, chillaba indignada.
Ante la perspectiva de que la carta de Pigwidweon era de Ron, esta fue la que abrió primero. La carta decía:
Querido Harry:
¡Feliz cumpleaños! No se cuando te llegará el paquete, pero de todas maneras, te digo por si acaso. Bill al fin ha despertado. La boda de él y Fleur, se llevará a cabo en una semana. Nadie quiere que te la pierdas. Además, como ya tienes 17 años, nada te lo impide, aunque mi padre piensa que seria abusar, el que vallas a venirte tu solo a nuestra casa. Él hablo con Tonks y ella ira a buscarte el sábado en la tarde, como a las 2. Hermione llega mañana y cuando llegues podremos hablar.
Nos veremos en unos días.
Saludos
Ron
P.D.: Espero que te guste tu regalo. Fred y George, ayudaron a comprarlo. Por cierto, tráete el traje de gala que usaste en el torneo Tri magos. Creo que lo vas a necesitar.
Harry recordó en ese instante que faltaban pocas horas para que él cumpliera 17 años y por fin pudiera irse de casa de los Dursley. Este pensamiento alejo a los otros tristes. Decidió entonces pensar en que pronto se podría ir a la casa de su mejor amigo y ya nunca más tendría que regresar a casa de los Dursley.
Decidió entonces abrir el paquete. Era un juego completo de bromas de la tienda de Fred y George. Tenia todo para hacerle la vida imposible a otros estudiantes en Hogwarts; caramelos longilinguos, galletas de canario, sombreros escudos, plumas correctoras de ortografía, un grupo surtido de Skiving Snackboxer (N/A: Para los tarados que no saben nada de Harry Potter, son las pastillas que te hacen enfermar), entre otros montones de cosas. En ese momento, pensó que no se arrepentía de haberles dado el premio del torneo Tri magos a los gemelos.
En ese momento buscó el otro paquete sobre su cama, este era de Hermione, al parecer no traía carta, así que lo abrió inmediatamente. Era, Harry suponía que lo era, una pequeña agenda, la cual entre varias paginas, tenia hechizos muy útiles y la explicación de para que servían. Mientras revisaba algunos, una carta calló de la agenda, junto con un viejo articulo de El Profeta. El leyó la carta:
Querido Harry:
Espero que te encuentres bien. Mañana voy a casa de Ron, para la boda de Fleur y Bill. También estoy invitada ¿Lo Sabías?
Tu regalo te será muy práctico, espero. Te lo regale para que empieces a fijarte en la magia que usas, si es que me entiendes. Estuve buscando algunas cosas cuando terminaron las clases, y encontré esto
Espero que te sea de utilidad para encontrar los horcruxes que faltan.
Besos
Hermione.
Cuando termino de leer la carta, se fijó en el artículo de El Profeta, el cual decía:
Último heredero de los Black
Se ha descubierto hace pocos días el cuerpo de Régulus Alexander Black, único hijo de la familia Black. Al parecer ha sido asesinado por algún mortífago, debido al estado en el cual encontraron su cuerpo, aunque también sea ha descubierto, la pertenencia de este a los mortifagos. La causa de su muerte acaba de ser descubierta recientemente: Fue muerto por haber intentado proteger a su esposa y a su único hijo de el ataque de Greyback (N/A: Para los que no lo saben, y no han leído el libro 6, el es uno de los hombres-lobo, más poderosos). Por ello, se le ha retirado, la pena que su hijo, debería haber llevado a Azkaban y se le ha otorgado una Orden de Merlín de Quinta Clase. Su funeral será efectuado el miércoles de esta semana. Nuestro sentido pésame a todos los miembros de la familia Black. Su esposa, una fina bruja japonesa llamada Megumi Yamamoto y su hijo Ryoko Alexander, serán escondidos por el ministerio, hasta nuevo aviso.
En ese momento, Harry recordó haber leído ese nombre, Ryoko Alexander… Entonces lo recordó, lo había leído en El Profeta hace dos días. Inmediatamente, buscó debajo de su cama, hasta que lo encontró, el articulo decía que varios magos americanos estaban emigrando hacia acá en este momento, mencionaba a Ryoko Alexander, a una famosa auror de nombre Victoria, otro auror llamado Esteban, y una gran cantidad de nombres más. Entonces al releer el artículo se dio cuenta: Régulus Alexander Black—Ryoko Alexander Black, ambos tenían las iniciales R.A.B., eso podía significar que pudo haber sido el hermano de Sirius quien dejo aquel Horcrux falso en la cueva. Al fijar su pensamiento en Sirius, sintió retorcer su estomago. Sirius siempre había dicho que su hermano Régulus era un incompetente y que se había echado atrás al descubrir los planes de Voldemort. Quien sabe si realmente Sirius hubiese tenido la razón.
Pensó en lo que Hermione tuvo que haber hecho para descubrir ese viejo Profeta. Se alegró de tener a una gran amiga como ella, aunque todos dijeran que era una sabelotodo insufrible. Anotó en su nueva agenda el nombre del hijo del Régulus, el hermano de Sirius, y lo dejó como un posible sospechoso de su lista de Horcruxes.
Entonces decidió abrir las cartas que yacían sobre su cama. Una era la lista de los libros de Séptimo Curso, al cual Harry decía que no iba a asistir.
La otra era una carta del ministerio. En esa carta se le recordaba que al cumplir los 17 años, ya era mayor de edad en el mundo mágico y que pronto, en una sede del ministerio, habría un examen de aparición, al cual él estaba invitado si deseaba asistir. También le recordaban que aunque cumpliría 17 años, aún no le era permitido hacer magia fuera del colegio, debido a que el vivía con muggles.
Al recordar que pronto cumpliría los 17, el corazón le dio un vuelco. Por fin podría dejar a Los Dursley. Se iría a vivir en casa de su mejor amigo, como lo había hecho Sirius, pero cuando se acordó de esto, una lágrima rodó por su mejilla y deseó que su padrino estuviese acompañándolo.
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¡Hola, Hola!
Bueno en este primer capítulo, es como la continuación a lo sucedido en el libro 6, pero luego lo iré rehaciendo a mi manera. Y como soy Gran fan del animé, tenía que meter algún Japonés por algún lado, luego verán en que termina todo.
"El aprecio general, ha sido siempre mi única ambición" Rómulo Gallegos.
Les pido que me digan hasta ahora, por lo menos que les parece el principio, y luego me dirán como va la historia, así que dejen unos comentarios.
"Es importante premiar al tiempo" Simón Bolívar.
Voy a continuar esta historia y va a ser, probablemente, (y PROBABLEMENTE porque no les aseguro nada), bastante larga, porque los capítulos son bastante cortos, así que no se tardarán mucho en leerlos. Y el próximo, tendrá un personaje inesperado como protagonista.
Y sin más que escribir por hoy, solo les digo… SAIYONARA!
"Todo lo que se puede mejorar, aún no está terminado" Arturo Uslar Pietri
