Disclaimer: Naruto pertenece a Masashi Kishimoto.

Aviso: Este fic participa en el reto San Valentín del foro "La academia Konoha".

Palabras: 469

Summary: Las campanitas resonaron, anunciando la entrada del primer cliente. ―Ha olvidado sus rosas, Capitán –anunció en seguida la rubia. ―No las he olvidado. Son para ti.


Son para ti

Por Lu Hatake

La calle principal estaba atestada de gente yendo y viniendo. Los negocios lucían adornos rojos. Corazones hechos con papel, niños con un arco y flechas recortados en cartón plateado, ositos de peluche de aspecto suave, chocolates, y sobre todo montones de rosas rojas en su esplendor.

Ino frunció el ceño. Le molestaba que se tratara a las rosas rojas como si fueran flores que solo pudieran darse el día de los enamorados, o para citas, o como regalos de aniversario, siempre con el único fin de servir para demostrar amor. Era verdad que para eso se regalaban ese tipo de flores, ella misma se había encontrado recomendándolas en tiempos anteriores, pero justo en aquél día le desagradaba aquello.

Apestaba. Y ella lo sabía. Frunció más el ceño y torció la boca. Solo había una explicación para estar de tan mal humor en un día tan bonito: a ella nunca le habían dado un ramo de rosas en San Valentín. Se sentía tan patética. Una florista enojada por no recibir flores.

Decidió dejarse de niñerías y regresar a la Floristería Yamanaka. Vio el enorme moño negro que lucía la puerta del negocio. Había pasado un año desde la muerte de su padre. Un año desde que la floristería murió con él. Pero el luto había terminado y era tiempo de revivir el negocio familiar. Se había preparado con tiempo desde una semana antes y se había provisto de material de trabajo. Ella inhaló profundamente el aire fresco y luego lo expulsó. Después, con una sonrisa alentadora se armó de valor para abrir la puerta y entrar. Puso el letrero de "Abierto", y después se colocó tras el mostrador, poniéndose un delantal amarillo.

Se sintió nerviosa cuando al paso de unos minutos nadie entraba.

"No ha sido buena idea", pensó. Estaba por ir hacia la puerta para cambiar el letrero cuando de repente, las campanitas resonaron, anunciando la entrada del primer cliente.

―Me preguntaba hasta cuándo ibas a abrir –exclamó una voz gruesa proveniente de un hombre alto y de vestiduras negras.

―Capitán Morino… -lo observó sorprendida.

El hombre miró los ramos de rosas preparados y tomó uno al azar, poniéndolo en el mostrador. Ibiki pagó el ramo y después se giró sobre sí mismo para salir sin tomar su compra.

―Ha olvidado sus rosas, Capitán –anunció en seguida la rubia.

―No las he olvidado. Son para ti –le contestó sin detener su salida.

―¿Por qué? –inquirió confundida.

―Porque lo estás haciendo bien –respondió, saliendo de la tienda.

Alzó las cejas con sorpresa, pero después la comisura de su labio se elevó en una media sonrisa, viendo su ramo de rosas. Luego levantó la mirada hacia la puerta.

Las campanitas volvieron a resonar, y la Floristería Yamanaka se llenó de gente en ese momento, comprando cientos de ramos de rosas rojas.


Notas de Lu: Oh, cielo santo. Pensé que no lograría adecuarme a las 500 palabras. En fin, no pude explayarme como hubiera querido, pero déjenme explicarles algunas cosas. Sí, el pequeño drabble se sitúa después de la cuarta guerra. La razón por la que aparece Ibiki es porque siento como que él cuida de Ino luego de la muerte de Inoichi, pues como saben, Inoichi trabajaba con Ibiki en la División de Inteligencia, y… ya lo saben que me encantan los crack pairings. Siento que quedó muy sencillo, pero me gustó.

Espero que les haya agradado. Y feliz San Valentín, corazoncitos.