No andaba muerte, estaba de parranda xD. He vuelto con esta serie de Drabbles de Ron y Hermione. ¡Disfruten!
Disclaimer: Ni Harry Potter ni sus personajes me pertencen
Drabble: Miedo
Palabras: 365
Ambientación: Momento perdido del último libro.
Miedo
Luego de aquella discusión, ni a Harry ni él les quedaba ganas para seguir hablando del tema, por eso, cuando lo vio regresar a la casa con la mirada en el suelo, no hizo nada por evitarlo. Volvió los ojos hacia Hermione, que suspiraba, para después clavarle la mirada.
—¿Nunca puedes quedarte callado verdad?—Era más un reproche que una pregunta. Ron no pudo evitar abrir los ojos a todo lo que daban
—¿Pretendes que me quede callado mientras veo como mi hermana sufre?—Las mejillas se le pusieron coloradas, al igual que las orejas. ¿Por qué ella no entendía que lo único que quería era mantener a Ginny al margen?
—Harry también está sufriendo… —Su voz se volvió un susurro, mientras miraba furtivamente hacia la casa a sus espaldas.
—¿No lo entiendes Hermione? ¡Si las cosas siguen así pronto querrá irse con nosotros! —Simplemente no podía callar más aquel miedo que lo había estado azotando día tras día, desde que se entero de que su mejor amigo estaba con su hermanita. —¡No pienso dejar que arriesgue su vida!
—Harry no dejara que…
—Ya no confió en su fuerza de voluntad, Hermione. – Ella dio un respingo al oír la seriedad de las palabras del chico frente a ella y observar aquel rostro desencajado por el dolor y la preocupación. Sin pensarlo mucho se acercó a él y lo abrazó con fuerza, intentando que se calmara. Sintió como seguía rígido, pero al cabo de un instante la rodeaba con los brazos.
—Él no expondrá lo que más quiere Ron, de eso puedes estar seguro. —El pelirrojo hundió el rostro en la cabecera de la chica, llenando sus pulmones de aquel olor que tanto le gustaba.
—Como me gustaría poder hacer eso Her… —La tarjó más hacia él, levantándole el mentón con la mano. Ella evitó su mirada.
—Pero no puedes Ronald, no puedes. —La voz de la chica sonaba casi suplicante.
—No quiero perderte.
—No lo haras, nunca. —Y a Hermione se le iluminó la cara con una sonrisa, se puso de puntillas y le beso la mejilla.
