Disclaimer: Ichigo y Rukia son propiedad de Tite Kubo, porque si fueran mios, ya estaria haciendo una orgia masiva con ellos 8D (?) Ok, no u_u.


DEDICADO A ALE-NEE-CHAN PRR~ (L) Y A MI SEXY NOVIA DE FACE Y.E. (L) LAS AMO MUCHO :3


Recomendacion: Escuchar este capitulo con esta cancion: h t t p : / / w w w . y o u t u b e . c o m / w a t c h ? v = o _ R 9 o 2 2 k b B I & f e a t u r e = B F a & l i s t = F L H e K B c S k H W S h x s Y E S 8 0 o 5 8 w & l f = B F p (unir los espacios)


No more love.

Sunmary: AU. Cuando una relación se vuelve monótona e indiferente, el amor se acaba. Eso fue lo que paso con ellos dos, sencillamente dejaron de enamorarse. Basada en la canción "se desintegra el amor".

1.

Él.

Se había levantado esa mañana, como todas las demás, de un genio de las mil patadas. Masajeó su sien e intentó abrazar a la persona que tenia a su lado. Cruda y real fue su sorpresa al ver que no había nadie a su lado, que solo almohadas blancas cubrían el espacio en esa cama matrimonial en la que se encontraba. Solo.

Siempre era lo mismo. Cada mañana le pasaba lo mismo: Se despertaba e intentaba a abrazar a la hermosa mujer a su lado para decepcionarse al ver que solo había un trozo de tela blanca sin vida que lo acompañaba. La extrañaba, eso era verdad pero más que una realidad, era el sentimiento. El sentimiento de abandono que sufrió al ver que su relación se enfriaba, que las cosas ya no funcionaban, que se herían y que, al final, tuvieron que terminar por la paz mental de ambos.

Ichigo Kurosaki se había convertido, con el paso de los años, en un reconocido medico con varias maestrías en diferentes áreas de su especialidad. Codiciado por mujeres que solo veían una oportunidad para mejorar su vida, codiciado incluso por personas de su mismo sexo –lo cual le asustaba más de lo que podía imaginar-. Ser medico le había dado una satisfacción que solo había sido superada por haber estado a punto de casarse hace aproximadamente siete años.

"Hace siete años..." Pensó con nostalgia, mientras se levantaba de la cama, desordenaba su cabello y abría las persianas de su habitación para ver el soleado cielo de mayo. Se acercaba la fecha, lo sentía en su corazón y su mente no paraba de marcarlo en el calendario. Su aniversario.

Aquel día, hace siete años, conoció a la persona que, a pesar del tiempo, aun seguía amando.

Se froto los ojos con las manos y camino directo al baño. Necesitaba una ducha urgentemente para poder aclarar las ideas y pensamientos que tenia cada mañana. Ya en la ducha, decidió que necesitaba su esponja de baño favorita –porque tenia una en especial que le hacia mas efecto que las demás- pero, que raro, no se encontraba donde normalmente estaba. Alterado por no encontrar su esponja de baño, salió de la ducha todo enjabonado, como dios lo trajo al mundo, y se puso a buscar la esponja por todo el metro cuadrado que comprendía el baño.

Finalmente, después de unos minutos, encontró la esponja en una de las repisas sobre el lavabo. La cogió, se metió a la ducha y comenzó a pasar esa esponja con forma de conejo "Chappy" por su cuerpo. Aquella esponja se la había regalado ella, y aun sonreía cada vez que recordaba el momento en que recibió esa esponja por primera vez.

Flash Back—

¡Y una mierda! ¡No voy a utilizar esa cosa horrenda para frotar mi cuerpo! —fue la áspera respuesta del pelinaranja al ver el obsequio que le entregaba.

¡Chappy no es "esa cosa horrenda"! ¡Es un icono de la sociedad mártir, imbécil arrogante! —le propino un fuerte puntapié en la canilla e hizo que el chico viera a judas en todo su esplendor de dolor.

Una mujer pequeña, de cabellos negros y ojos extravagantes se encontraba frunciendo el ceño y cruzando los brazos de forma exasperante ante la actitud infantil de su novio para con su presente de aniversario. Ella e Ichigo llevaban exactamente un año y medio saliendo. Dieciocho gloriosos meses de pura dicha y felicidad... y peleas, puños, patadas y eso. Aun así, ella creía que estaba en el séptimo cielo cada vez que lo veía. Una mujer siempre se ilusiona un poco más que el hombre y ella estaba "estúpidamente enamorada del cabeza de zanahoria" que era su novio.

Habían pasado por mucho para poder estar juntos de esa manera pero, finalmente, habían logrado su cometido y podía ver los resultados de sus logros en cada acto que Ichigo hacia por los demás. Antes de conocerla, Ichigo se había dedicado a ser el busca problemas de la universidad, el chico inmaduro de primer año, el pandillero de los barrios bajos que consiguió entrar a la prestigiosa Todai por una beca de dudosa procedencia. El marginado de la sociedad.

E Ichigo siempre lo decía a sus amigos: "Si no fuera por Rukia, yo hubiese seguido en ese mismo camino". Y a ella se le formaba una sonrisa cada vez que lo decía. Aunque no lo admitiera frente a ella, sabía la verdad: Ella le había convertido en mejor persona y viceversa. El pasado de ambos los torturaba pero no se pusieron a pensar en eso y simplemente decidieron intentarlo; por ellos.

Perra... —susurro mientras se retorcía de dolor y tocaba su canilla herida— No había necesidad de hacer eso.

Sí, si había —se remango las mangas de su blusa y le ayudo a levantarse— Vamos, que si no fuera por estas peleas seriamos como esos cursis chicos enamorados que vemos todos los días en el campus.

Ichigo se estremeció de recordar eso — Ni de joda digas eso. Jamás me veras escribiendo poemas de amor y tocándote la guitarra frente a todos. Eso es sencillamente enfermo y perturbador.

Rukia se rio bajito ante su comentario. A veces podía ser tan arisco y anti-social — No es enfermo, es romántico y deberías ponerte las pilas en ese departamento que espero algo grande para nuestro aniversario.

¿No te basta con mi presencia? —Le dijo mientras tomaba su cintura y hundía su rostro en la curva de su cuello provocándole cosquillas.

Me gusta tu presencia pero a veces necesito un incentivo mayor —mostro nuevamente la esponjita de Chappy— y esto te va a ayudar a conseguirlo.

El chico cogió la esponja y lo vio receloso ¿Qué pretendía que hiciera su novia con una esponja deforme? Una picaresca idea se le ocurrió de inmediato y al ver el brillo picaron en los ojos violetas de Rukia pudo darse cuenta que estaban pensando en lo mismo. Vaya, jamás pensó que su novia tendría ideas de ese calibre pero no se quejaba, por el contrario, le gustaba y mejor si fueran seguidas y no solo para una fecha especial.

Veo que ya entendiste la idea que tengo para pasar una noche maravillosa en nuestro aniversario —le dijo la morena, mientras se mordía el labio inferior con sensualidad.

El pelinaranja la asió a su cadera y empezó a hacer fricción en la unión de ambos cuerpo, haciendo que gimieran de placer.

¿Para que esperar hasta mayo?

Fin de Flash Back—

La televisión se encendió a penas el reloj marco las 7 de la mañana. Estaba programado para despertarlo a esa hora pero por alguna razón, había estado con insomnio todos esos días y no había podido conciliar el sueño por las noches. Al término de bañarse, se puso el uniforme del hospital y comenzó a ver las noticias matutinas. Todas acarreaban muerte y destrucción, todas decían lo mismo: Murió niño de 6 años por avalancha en tal lugar, madre de niña desapareció después de haber matado a su hijo y cosas por el estilo.

Ya se estaba cansando de ver tragedias cada día, suficiente tenia con su vida como para ponerse a pensar en esas cosas. Ya cambiado, fue a la cocina y se preparo un desayuno express, o por lo menos así los llamaba Rukia a los desayunos a base de café con leche y una tostada.

A pesar de no querer hacerlo, cada cosa de su vida le recordaba a ella, cada matiz de él estaba aferrado fuertemente a ella. A Rukia. A su tonta e ingenua Rukia. Muchos de sus amigos aun le preguntaban que como era posible que haya podido dejar ir a una chica como ella, que nunca encontraría a nadie más valioso. Tuvieron razón, hasta la actualidad, no había podido encontrar a nadie que reemplazara el vacio que había dejado la imperiosa Rukia en su corazón.

El timbre sonó y le hizo darse cuenta que su desayuno express ya estaba listo. Preguntándose quien podría ser, fue a abrir la puerta y un chico de cabellos azules con gafas rectangulares estaba parado sobre el marco de la puerta.

— ¿Ishida...? ¿Qué estas haciendo aquí? —pregunto el pelinaranja mientras dejaba entrar a su amigo a su recinto.

Ishida Uryuu era uno de los pocos amigos que había tenido en la universidad y que había conservado por obra y gracia de Kami-sama. Él le había apoyado en todo con respecto a Rukia y prácticamente le había sacado la estupidez a golpes cuando la dejo ir.

—Vengo a ver como estabas —respondió y vio con tristeza como Ichigo comenzaba a comer su desayuno express. A pesar de los años, no había perdido esa costumbre que le impuso Rukia.

— ¿Debería de estar mal? —pregunto extrañado.

—Sí, bueno, ya se acerca la fecha y tú... ¿no has visto las noticias? —le consulto. Ishida, después de ver las noticias de esa mañana, había corrido a ver como estaba su amigo porque sabía que, a pesar que lo negara rotundamente, ver "esa" noticia le afectaría demasiado.

— ¿Acerca de las muertes que ha habido? No es novedad, nos avisaran en el hospital si algo malo ocurre de todas maneras.

Sí, al parecer no había visto "esa" noticia en específico y prefirió dejarlo así. Era mejor que no se enterase por ahora.

— ¿Hay algo que debería de ver en las noticias? —la actitud de su amigo era sospechosa y temía que algo mas grande que "muerte y destrucción" se viera por la pantalla de la caja boba.

Ishida solo suspiró— No, no es nada importante —Cogió el folio de Kurosaki— Vamos, ya se hace tarde.

—Sí, déjame termino el desayuno express. Lavo y nos vamos.

"Como hubiese dicho Rukia..." fue el súbito pensamiento que le encogió el corazón al peli azul al darse cuenta que la noticia le destruiría por completo a su amigo.

Flash Back—

Ichigo, tranquilízate, ella va a estar bien —intentaba tranquilizarlo pero era imposible. Caminaba de un lado a otro en la sala de esperas del hospital de Tokio, como si fuera un animal enjaulado.

¡Mierda, mierda, mierda! ¡Si yo hubiese estado ahí, esto no hubiese sucedido! —se recriminaba— Si yo hubiese estado ahí...

No hubieses podido hacer nada, Ichigo. No pudiste haber evitado que el asaltante la hiriera y aun si fuera así, tu estarías dentro del quirófano y ella igual que tu. No es sano para ninguno de los dos.

¡Pero fue mi culpa Ishida! ¡Si yo no me hubiese enojado con ella por esa estupidez, la hubiese acompañado a comprar y ella estaría sana y salva!

No pudiste evitar lo que sucedió. Quisiste, pero no pudiste, ya esta aquí y saldrá de esta.

Pero Ichigo no entendía razones en ese momento. Él solo deseaba ver a su novia sana y salva, con sus ojos brillantes mirándole con superioridad, con esa débil sonrisa que le calentaba el corazón. Ichigo se había enojado con ella por una tarea en la que había estado trabajando hace bastante tiempo y que, por el don artístico que ella poseía, había adornado con sus oleos y pinturas. Ichigo prácticamente le había botado del departamento que ambos compartían. Ella, para darle tiempo a que reflexionara, salió a comprar unas cosas a la tienda de veinticuatro horas.

Hubiese sido una inocente compra de noche de no ser por el pequeño detalle que eran las 3 de la mañana cuando Rukia había salido. Y a esas horas, el mal estaba al acecho en cada esquina.

Una hora después, el chico se había preocupado por ella y salió en su búsqueda. Atónito se quedo al ver a su novia tirada en el suelo de la tienda de veinticuatro horas y a varios paramédicos atendiéndola y llevándosela a la clínica.

Y así fue como llegaron a ese punto en el que Rukia estaba en el quirófano e Ichigo esperaba, algo impaciente, respuesta alguna por parte de los médicos. Un mal recuerdo inundaba su cabeza al revivir con demasiada nitidez la muerte de su madre cuando apenas él tenia seis años. Todo era real pero esta vez Rukia era quien estaba en la camilla y no su madre. Y eso era mucho peor porque, después de verla inconsciente y desangrada en el piso de la tienda, se dio cuenta que ella era la persona mas importante en su vida y que perderla seria el fin para él.

¿Los familiares de Kuchiki Rukia son ustedes?

La voz del cirujano hizo reaccionar al chico, el cual se levanto rápidamente y se dirigió al medico que tenia las manos cubiertas con látex y sangre.

¿Cómo esta? ¿La podemos ver ahora? —pregunto de manera rápida el chico.

Ella estará bien, es una chica fuerte y sana y se pondrá bien. Por el momento no puede ver a nadie, la dejaremos unas horas en observación y luego la subiremos a piso, ahí la podrá ver.

Dicho esto ultimo, el cirujano se fue, dejando a Ichigo con una paz interna que no sabia como expresar. Ella iba a estar bien.

Vamos —le dijo el peli azul—, debemos de firmar los papeles para la internación de Rukia.

Sí.

Luego de un par de horas de puro papeleo, subieron a Rukia a piso, ya consciente. El pelinaranja apenas se entero que ya estaba despierta, corrió a ver como estaba. Entro a la habitación, prácticamente azotando la puerta y la vio sentada acomodando su cobertor lila sobre sus piernas.

Rukia...

La aludida subió la cabeza y vio a su novio, el cual tenía una cara de sumo terror. Esto le hizo reírse, a veces su novio se expresaba con las caras más graciosas.

¿Acaso te causa gracia que estuviste a punto de morir? ¿Te da risa eso? —Le dijo con una vena saltona en su sien. De verdad que no entendía el motivo de su risa.

No, me da risa la forma en que frunces el ceño y la vena saltona aparece en tu frente. Es como si fueras un tomatito cherry —Dicho esto se volvió a reír, esta vez con más fuerza pero tuvo que reprimir la risa con un quejido de dolor. Aun había salido de la operación y le dolía hasta el último hueso de su cuerpo.

Tonta, deja de reírte como una idiota y ve lo que te paso por imprudente ¿Qué tienes en la cabeza para salir a las tres de la mañana a comprar? ¿En que pensabas?

Ella suspiró —Pensaba en dejar que te desahogaras con la pared en vez que conmigo —bajo la cabeza—. Veo que no salió como lo planee.

No, la verdad es que no —se sentó en una silla al lado de la cama de Rukia y le cogió la mano. Estaba fría y se decidió a darle calor con la suya—. Me preocupaste mucho, Rukia.

Lo siento, no lo vuelvo a hacer.

Mas te vale, no quiero volver a verte en un charco de sangre. Sencillamente, no dejare que pase de nuevo.

-Vas a ser medico, Ichigo. Debiste haber previsto que no te gustaba la sangre antes de meterte de eso como profesión.

No es por eso —susurró y luego la miró a los ojos, los cuales habían estado ocultos por su cabello—. Por un momento, volví a ver la muerte de mi madre frente a mí... pero esta vez te perdía a ti. No quiero perderte Rukia, de ninguna manera.

La afonía y el mutismo se instalaron entre ellos. De pronto, Rukia llevo la mano de Ichigo a sus labios y le beso en los nudillos.

Antes de perder la conciencia, pensé en que quiero compartir más momentos únicos contigo. Y que los que viví, no son suficientes... necesito mas —Cerro los ojos—. Hagamos una promesa, Ichigo.

Él abrió sus ojos— ¿Cuál?

Ella, igualmente, abrió sus ojos, le tendió el meñique y dijo: —Aunque estemos lejos, separados o nos ocurra algo, siempre nos querremos y nos protegeremos. Tú estarás conmigo aquí — se señalo el corazón— y yo estaré aquí —señalo el corazón del chico—, ¿de acuerdo?

Él se sorprendió de ese extraño pacto pero quería creerle y así lo hizo— Hecho —estrecho su meñique con el de ella—. Siempre te protegeré, de ahora en adelante, serás mi principal paciente.

Eres un tonto —se rió bajito.

Sí, pero igual me quieres con todo y tonterías.

Esa es mi triste realidad —se rió nuevamente.

Fin flash Back—

El hospital del centro de la ciudad de Tokio había recibido más pacientes de lo esperado debido al masivo accidente en la carretera que había habido. En serio, ¿no podían sencillamente conducir bien? ¿Tenían, necesariamente, que ocasionar un accidente?

—Dr. Kurosaki, lo necesitan en emergencias —Le llamo la enfermera en turno.

—Estoy en camino, solo dame un minuto —dijo.

La enfermera salió del despacho del chico y él se quedo viendo una vieja receta médica de Rukia, de aquella vez en la cual casi muere por su inconsciencia. Guardo la receta y se dirigió a emergencias para atender a quien fuese que estuviese mal en ese turno.

Vio a Ishida de espaldas conversando con un paciente y no le tomo demasiada importancia debido a que ya había visto donde lo requerían. Un accidente múltiple había sido ocasionado por un conductor imprudente. Eso sí, no previó lo que salió por la televisión de emergencias en ese mismo momento. Estaban dando un reportaje de las personalidades mas importantes en Japón, todo sobre la alta alcurnia y familias ricas, chismes y farándula... pero se esperaba todo menos eso.

"Y, ¿quién esta enamorada ahora? Pues, nada más ni nada menos que la famosa diseñadora de modas, Rukia Kuchiki, hermana del exitoso magnate de exportación Byakuya Kuchiki. Sabíamos muy poco de esta celebridad en asenso que ha estado dejando huella con sus diseños en pasarelas parisinas y finalmente ayer, después de una cena de 'negocios' junto a Byakuya Kuchiki y la familia Shiba, se dio a conocer la gran noticia de la década: Rukia contraerá nupcias en menos de veinticuatro horas con el heredero del clan Shiba, Kaien Shiba, quien esta absolutamente feliz por la noticia.

Por otro lado, a la pequeña Kuchiki no se le ve muy animada por esta noticia y todos sabemos la razón pero eso es agua pasada y ella no hablo de eso con nosotros. Pero ¡Oh, no es la única noticia! ¿No habría estado Rukia un tiempo fuera del país? Bueno, al parecer, finalmente se revelo el secreto de la pudiente Kuchiki Rukia. Al parecer, estuvo fuera del país para evitar que la molestaran en su 'delicado' estado y ¿Cuál es el delicado estado? Kuchiki Rukia, estuvo embarazada y dio a luz a su hijo en el extranjero para evitar problemas aquí en Japón.

Kuchiki Byakuya opinó lo siguiente: La decisión que tomo mi hermana fue la correcta por muchos motivos y la apoye en todo lo que podía. Grandes palabras del magnate pero ustedes dirán ¿Cómo no salió tremendo secreto a la luz por casi cuatro años? Bueno, al parecer entre sus viajes no tuvo tiempo de sacar a su hijo a pasear por el parque y nadie la ubicaba hasta hace unos meses que se la vio con Shiba Kaien, quien ahora, será el padrastro de ese niño.

La única duda que tenemos todos los televidentes y me incluyo es: ¿Quién es el padre?"

El folio con los papeles de los pacientes se le resbalo por las manos y las inyecciones que tenia en brazos cayeron quebradas por los suelos. Ishida y todos los presentes se giraron a ver quien había ocasionado tal desastre y solo podían ver a un Ichigo con los ojos abiertos como platos, pálido tirando para fantasma y con las manos temblando. Uryuu giro su cabeza a la pantalla de la televisión donde la presentadora seguía hablando del matrimonio Kuchiki-Shiba que se iba a llevar a cabo esa noche en la catedral de Tokio.

— ¡Kurosaki! —grito el peli azul al ver que Ichigo no reaccionaba— ¡Kurosaki, reacciona!

Pero Ichigo ya no estaba en este mundo. Él había dejado escapar una gran bocanada de aire antes de sentarse en las sillas de emergencias y pasarse las manos por el cabello. Se sentía aturdido, abrumado, colérico, enfadado, triste... roto. Se sentía, más que nada, traicionado.

—Ishida, dime, ¿tu sabias acerca de eso? —susurro con voz de ultratumba.

Mutismo entre ambos hubo.

— ¡Y una mierda, contéstame! ¡¿Sabias que Rukia estaba embarazada? ¡¿Lo sabias? —sin previo aviso y frente a la vista de todos, el pelinaranja cogió a Uryuu por la solapa de su bata de doctor y lo levanto del suelo— ¡Contesta!

Ishida trago grueso. Era hora de decir la verdad— Sí, lo sabía.

Esto solo hizo que el pelinaranja arremetiera un derechazo en la cara de su "amigo" y este, con la nariz sangrando, cayó al suelo. Todos los enfermeros, doctores y empleados comenzaron a hacerle entrar en razón a Ichigo pero él ya no estaba en sus cabales y simplemente golpeaba a Ishida como si su vida dependiera de ello.

— ¡¿Cómo pudiste hacerme esto? —En cada palabra le daba un puñetazo. Ishida ni se defendía, solo recibía el golpe— ¡¿Cómo no me dijiste que Rukia estaba embarazada? ¡Sabias y no me lo dijiste! ¡¿Por qué, maldita sea, porque?

— ¡Cálmate, Ichigo! —Unos brazos fuertes cogieron a Ichigo por las axilas y lo sacaron del regazo de Ishida, quien estaba tendido en el suelo, con la cara llena de golpes y el labio partido— Nada resolverás a golpes.

— ¡Si lo hare! ¡Déjame, Chad, que le voy a partir la cara a este imbécil!

—Antes que me mates, Kurosaki —hablo Ishida fríamente—, debes saber que no fui yo quien decidió no contarte nada. Fue la misma Rukia quien lo dijo y si quieres saber como paso todo... te espero en mi oficina dentro de diez minutos.

— ¿Y si no voy?

—Entonces, perderás la última oportunidad que tienes para recuperar a tu mujer... y a tu hijo.


NOTAS DE LA CURSIAUTORA:

-Jelou~... :3 ¡Vuelve aqui Saa con otra weona idea que se le ocurrio en un momento de su vida en la que esta a punto de cortarse ambas bubis! (?). Ok, no.

-Este es un fic corto de ¿Cuanto? ¿Tres capitulos y un epilogo? ¿4 capitulos? Sí, solo 4 XD.

-NO SE PREOCUPEN QUE LOS CAPITULOS YA LOS TENGO ESCRITOS, ayer la depresion era demasiada y empece a cortarme ambas venas escribiendo este fic.

-La cancion que recomiendo para este capitulo -tanto por la letra como por la melodia- se llama "Se desintegra el amor" de Paty Cantu y Benny Ibarra. Esa cancion demuestra con todas las letras mi situacion actual amorosa que no hace mas que empeorar a cada momento. Estar entre tres chicos distintos es... una joda, y peor cuando regresan fantasmas del pasado que creias haber olvidado. Ese tambien es uno de los puntos de ese pequeño fic.

-Bueno, la verdad, no tengo mucho mas que decir, se me cuidan, que les halla gustado este capitulo y nos vemos dentro de 3 dias, que es el tiempo en el que estare actualizando :).

-Como un adicional, les digo que no tenia ni una puta idea de como llamar al fic. Lo tenia escrito pero el nombre... no daba con el maldito nombre ideal, asi que una disculpa si el name del fic no es tan original u_u

-Dejenme su opinion clickeando en el botoncito aqui abajo que me alimenta 8DD ñammm~