Nota de Autora: No pude resistirme al ver las películas de La Bella y La Bestia y El encanto de la bestia. Se que debería estar actualizando los otros fics, pero esta historia recorre mi mente hace mucho. Y bueno, aquí estoy, escribiéndola.

Los personajes aquí nombrados, pertenecen a la autora Rowling. Yo los tomo prestados para el siguiente fic. La historia es de mi autoría, así que no la permito que la publiquen en otro lado que no sea esta plataforma o Wattpad.


Capítulo I : Tragedia


En una sociedad en donde el dinero y el poder iban de las manos,el joven Draco Malfoy sabía en qué lugar de la "cadena" se encontraba y en donde siempre debería permanecer: en el más alto. Su padre, Lucius Abrax Malfoy, luego de la pérdida de su amada Narcissa Malfoy (Black de soltera), le había enseñado a su hijo el cómo desenvolverse en aquel nuevo mundo, cómo no dejar que nadie le pasara por arriba. Lucius, había pagado las mejores escuelas, donde entre las muchas cosas que se le enseñó a Draco a hablar en varios idiomas, a como se debería comer en una mesa. También aprendió con que clase de gente juntarse, para siempre tener lo mejor.

Pero uno se preguntaría... ¿cómo es que llegaron ambos Malfoy a ser dos personas con el mejor estatus en la sociedad alta?

Pues se debía retomar el tiempo en el que Draco con tan sólo cinco años, descubrió que los monstruos existen no solamente en las historias, si no también, el vida real.

Había que retomarse a una noche de verano, en la cual Lucius Malfoy tenía que irse de viaje sin su amada pequeña familia, puesto que su mujer Narcissa, estaba cursando un avanzado estado de embarazo de alto riesgo. No podía hacer nada que pudiera conllevar afectarla a ella y a la bebé que estaba por nacer. Con pesar, tuvo que dejar a su mujer y a su pequeño hijo Draco. Decidieron quedarse en la casa que Narcissa había adquirido de parte de una tía lejana, ya que era la más cercana al hospital.

Lucius con pesar subió al carro que lo llevaría hacia el aeropuerto, donde un avión lo llevaría a Francia, a cerrar un trato importante que podría volver, aún mejor, la vida que ya poseían. Pero una pequeña parte suya sentía que era una mala decisión, más no hizo caso. Nada podía salir mal mientras él no se encontrará, ¿verdad'.

Eso de las cinco de la mañana, cuando Narcissa se despertó por el ruido de la ventana al ser rota. Se asomó desde la planta alta y pudo vislumbrar a dos figuras moverse en la pequeña sala de estar. Eso significaba una sola cosa: ladrones. Lo primero que hizo, fue correr, sin hacer ruido, hacia la habitación de Draco. Con cariño, le dijo que mamá quería jugar a las escondidas, que dos amigos habían ido a jugar. Que si ganaba, le iba a comprar lo que él quisiera. Con la inocencia que tenía, Draco aceptó el juego.

Narcissa abrió la pequeña trampilla que se encontraba oculta arriba del armario de su hijo. Le dijo que sólo tendría que salir cuando ella se lo pidiera, que a pesar de todo los ruidos y gritos que escuchará, serían sólo artimañas para que el perdiera. Le dio un beso y por último, le pidió que cerrará la trampilla del otro lado.

Jamás en la memoria de Draco se iba a borrar la sonrisa y los ojos llenos de lágrimas de su madre. Aún podía escucharla gritar por los golpes producidos por los ladrones. No salió de aquel lugar, hasta que su padre llegó por él.

Lucius jamás pudo olvidar la imagen que vio, cuando al regresar a su casa a buscar unos papeles que se había olvidado, se encontró con las luces de la Policía y un perímetro cercando su casa. Salió corriendo del auto y pidió ver a su mujer. Le comentaron que unos jóvenes que iban a una fiesta, y que justo pasaban por ahí, oyeron los gritos de una mujer y luego un disparo. Cuando una patrulla llegó, se encontró con la puerta abierta y una ventana rota. Al ingresar, vieron todo revuelto, subieron arriba y en una habitación de niño, se encontraron con una mujer embarazada herida de bala, rodeada por su propia sangre.

Lucius escuchaba todo, mientras lloraban. El oficial le informo que cuando se acercaron a ella, la encontraron ya sin vida. Le habían informado que los médicos habían hecho todo lo posible por salvar al bebé pero que fue muy tarde.

Lucius siguió llorando, hasta que recordó a su hijo. Cuando le pregunto al oficial por Draco, éste le informó que estaban esperando por los peritos y que no podían tocar la escena del crimen. Hizo todo un escándalo hasta que pudo conseguir recorrer la casa, a buscar su hijo. Rogaba que no estuviera herido.

Después de la muerte de su mujer, Lucius había cambiado mucho. Había utilizado sus influencias para que eliminarán todo rastro de lo que pasó y se mudó a Francia un tiempo, para alejarse de todo. Decidió que los restos de su esposa fueran cremados y fueran esparcidos al mar.

Draco no entendió que pasó. Luego que su padre lo había encontrado, le dijo que se irían por un tiempo a Francia. Siempre que Draco preguntaba por su madre, su padre le decía que no sabía de lo que le hablaba. Con el correr de los años, fue dejando de preguntar, de querer saber e incluso, llegó al creer la mentira que le dijo su padre: que su madre se fue con otro hombre. Fue así, como Draco supo que los finales felices no existían, que las mujeres eran todas unas mentirosas. Fue así que le llegó a tener odio a las mujeres.

Así es como Draco creció. En una sociedad, donde descubrió rápidamente que lo único que importaba y te hacia fuerte, era el dinero y que los sentimientos eran para débiles.

Pero... ¿de verdad el dinero y el poder, es más importante que los sentimientos?

Draco descubrirá, que no siempre es así. Y lo descubrirá, cuando se metiera con la persona equivocada...

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Hermione se levantó, gracias al sonido de su despertador. Se preparó para ir a la escuela y bajo a hacer el desayuno. No se sorprendió de ver a su padre, tirado en el sofá con latas de cerveza alrededor suyo. Nada quedaba del padre amoroso y trabajador que algún día fue.

Tomás Granger, había ejercido la profesión de dentista durante gran parte de su vida. Fue así, que conoció a su amada y difunta esposa, Jane Granger (de soltera Madison)

Ella había empezado a trabajar para él, como su asistente, cuando un día Tomás no pudo más con la clientela que lo frecuentaba. La amistad pronto surgió entre ellos, al pasar el tiempo y darse cuenta que tenían muchas cosas en común. Más nunca imaginaron que el amor surgiría de tan bella amistad.

Tomás supo que Jane era la mujer indicada y por eso, dos años después, le pidió que fuera su mujer. Todo para la pareja era de color de todas, más con la llegada de su primer hija. Tomás, se sentía dichoso de la familia que armó.

Pero no todo en la vida puede ser de color de rosas. A veces, suceden cosas malas a los que mejor les va.

Era una fría noche de invierno, cuando Tomas y Jane habían salido a cenar. Habían dejado a su hija, Hermione, en la casa de su compañera de colegio, Elle Wilks. La madre de Elle, les había asegurado que no era un problema cuidarla, que Hermione era una nena muy encantadora y que aprovecharán ese momento para sólo ellos dos.

Habían ido a cenar al restaurante favorito de Jane. Se la estaban pasando tan bien, que las horas pasaron sin ellos haberse dado cuenta, hasta que el mesero les informo que ya iban a cerrar. Iban caminando por las calles casi desiertas, salvo por algún que otro auto o transeúnte hubiera, pero mucha gente ya estaba en su cálido hogar.

De la nada, un hombre se les apareció. Portaba un arma y se notaba claramente que estaba bajo los efectos de algún estupefaciente. Tomás notó que era un ladrón casi inexperto, así que trató de persuadirme, ante la negativa de su mujer.

Jamás pensó que el arma estuviera cargada. Mucho menos que al forcejear con él, la misma se iba a disparar y que le iba a dar de lleno en el pecho de Jane. El ladrón corrió, mientras que Jane estaba tendida en el suelo, rodeada por un charco de sangre y a Tomás llorando desolado a lado suyo. Prontamente una ambulancia y la policía llegó, gracias al llamado de un vecino que había oído el disparo. Aunque para Jane fue tarde, ya que murió rumbo al hospital.

Se llevó a cabo un velorio simple. Tomás le contó la verdad a su pequeña hija, más le prometió que iba a buscar al asesino de su mamá y se iba a vengar. Hermione jamás imaginó que su padre iba a cumplir con esa promesa. Dos años después, su padre se metió en el mundo de las drogas y pudo asesinar a la persona que mató a su madre, más nunca imaginó que iba a ser el hijo de un famoso mafioso y que iban a tener que ser testigos encubiertos. Los que lo llevó a mudarse a Francia, para poder escapar.

Le dejó el desayuno, y el almuerzo, junto a su nota. Se fue a tomar el tren al colegio Hogwarts.

Por suerte, Hermione nunca cambió su forma de ser, luego de lo que pasó. Solamente tuvo que madurar de golpe y hacerse cargo de su padre. Gracias a su inteligencia, había conseguido una beca completa para estudiar en Hogwarts, una de las mejores y más costosas instituciones de París. Obviamente, la trataban de "muggle" por no pertenecer a una familia adinerada o ser una "sangre pura", más a ella, eso no le importaba. En poco meses, terminarían sus estudios y podría ser estudiando para ser abogada.

Ella era amor, paciencia y dedicación, a pesar de su conducción. Eso ¿la ayudaría a que alguien la quisiera por sus sentimientos?