Días de primavera

Capítulo 1

La primavera trae consigo el nuevo año escolar, y para mí, mi último año en la Preparatoria Otonokizaka. La primavera también significa el florecimiento de los cerezos a finales de marzo, la llegada de las tan deseadas agradables temperaturas, las celebraciones con los amigos y la familia, pero también los nuevos inicios y consigo las inevitables despedidas. Esta vez fue distinto para mí, deseaba que el tiempo se detuviera, que los meses no llegaran, no quería ver florecer los cerezos, ya que con ellos traerían las despedidas que acabaron llegando y que ahora lamento.

Recorro los pasillos ya tan familiares para mí, buscando a alguien que sé de sobras que no estará aquí. Escucho las risas y saludos de mis compañeras a mi alrededor, pero hago caso omiso de todo lo que me rodea, simplemente dejo que mi cuerpo avance por instinto hacia mi destino.

Finalmente me detengo al llegar a la tan familiar puerta del consejo estudiantil. Se que cuando abra la puerta la persona que más ansío ver no estará ahí, pero aun con un fuerte dolor en el pecho, me decido a abrirla sin más titubeos.

Mis ojos tardan en acostumbrarse a la luz que entra por las ventanas totalmente abiertas y es debido a esta ceguera momentánea que no logro distinguir de inmediato la figura que se encuentra sentada en la silla que usualmente es ocupada por la presidenta del consejo estudiantil. Por unos segundos me da un vuelco el corazón deseando que sea ella, pero mi fantasía acaba rápidamente al acostumbrarse mi vista a la claridad y ver claramente de quien se trata realmente. Se trata de la nueva presidenta, Kousaka Honoka.

Honoka me sonríe al verme y yo me fuerzo a devolverle la sonrisa, aunque se que se ha visto forzada y ella seguramente se ha percatado.

- ¡Buenos días Umi-chan! – me saluda con su usual y característico tono alegre de voz.

- Buenos días. – Respondo sin más, intentando parecer lo más normal posible – Es raro en ti llegar tan temprano. – Digo mientras me acomodo en mi lugar como vicepresidenta para empezar con mis labores como parte del consejo estudiantil.

- No podía dormir por los nervios. ¡Es nuestro último año en Otonokizaka, debemos hacerlo memorable! Por eso he pensado en venir antes y adelantar algo de trabajo. Pero sin Kotori o sin ti se me hace muy difícil… Suerte que por fin has llegado tú. – Lo dice con su tan característica sonrisa… y yo, simplemente, dejo escapar un suspiro de resignación y me pongo a ordenar todo el papeleo y darle las instrucciones pertinentes a Honoka.

El día pasa más lento de lo que había imaginado. No tengo deseos reales de que acaben las clases, ya no hay más reuniones del grupo ni sesiones de práctica, solo asistir al club de tiro con arco y hacer los quehaceres pertinentes del consejo estudiantil para, finalmente, llegar a casa y esperar un nuevo día. Simplemente rutinario y aburrido.

Me sorprendo a mí misma pensando de este modo, puesto que he vivido años siguiendo la misma rutina estricta y nunca antes me había parecido mal o había deseado cambiarla. Pero ahora es distinto. Formar parte de Muse y conocer a tan maravillosas personas logró cambiarme. Entre todas ellas hicieron mi corazón más cálido y mis días más divertidos e imprevisibles, y yo, simplemente, me acostumbre a ello pensando que sería así para siempre. Tonta de mí, debí anticipar que después de disolver Muse voluntariamente nada volvería a ser lo mismo.

Debo admitir que adoraba pasar mis días en ese grupo alocado que de vez en cuando me hacían renegar e incluso enojar en algunas ocasiones. Pero todas ellas se volvieron amigas importantes para mí que jamás olvidaré. Pero sobre todo una de ellas hace que mi corazón se encoja de dolor al recordar la distancia que ahora nos separa. Me duele no verla ni saber cuando podre hablar con ella. Quiero regresar a mi segundo año de preparatoria y que jamás finalice. Este es mi más sincero deseo.

Los pétalos de cerezo nos acompañan gran parte del camino a casa después de finalizar las clases. Parece que quieren hacerme compañía y animarme revoloteando a mi alrededor y posándose delicadamente en mis ropas o cabello. Sin quererlo pienso en que sería hermoso verlos junto a ella y regresar a casa juntas como solíamos hacer.

Últimamente me pierdo con facilidad en mis propios pensamientos, por eso no es de extrañar que no haya escuchado a Honoka llamarme en repetidas ocasiones y finalmente con insistencia y desespero.

- ¡Umi-chan! ¿me escuchas? ¡Tierra llamando a Umi-chan! – doy un brinco al oír su grito justo al lado de mi oído y me giro de inmediato hacia ella con cara de asombro y un poco sonrojada por la vergüenza al verme descubierta pensando en mi mundo.

- Disculpa Honoka, ¿qué decías? – me apresuro a responder mientras intento ocultar mi rojez mirando hacia otro lado.

- Decía que si no sería fantástico quedar todas para ver los cerezos en flor y hacer tal vez un picnic y así tener una excusa para vernos todas. ¿No os parece una buena idea? – eso me toma tan de improviso que me giro apresurada a mirarla con asombro y hago la primera pregunta que se me pasa por la mente sin procesarla antes ni verificar si es correcta o adecuada.

- ¿Con que todas te refieres cuando dices todas? – maldición. Me maldigo mentalmente al percatarme de la estupidez que acabo de decir y el tono ansioso con el que me he expresado. Espero que Kotori o ella entiendan a que me refiero y no le den mayor importancia a mi apresurada respuesta.

- ¿Ehh? – Honoka solo llega a pronunciar eso y a mirarme con cara extrañada mientras ladea un poco su cabeza sin entender lo que he dicho. Normal. Soy extremadamente estúpida. El sonrojo empieza a subir hasta mis orejas y deseo con toda mi alma que la tierra me trague y nunca más me deje ir.

Pero entonces escucho a Kotori reír y decir seguidamente:

- Con todas se refiere a todos los miembros de Muse. Hace tiempo que no vemos a Niko-chan, Nozomi-chan o Eli-chan. – Dice mientras me mira con cara divertida. – Umi-chan estas muy distraída últimamente. Juraría que estas así desde la graduación de las de tercero… - dice esto en un susurro acompañado de una pequeña sonrisa pícara para rematar. Lo noto, Kotori sospecha algo, pero no quiere decírmelo aun, se divierte más torturándome y viendo mis reacciones.

- Por mi parte me parece una idea fantástica Honoka-chan. Tengo muchas ganas de verlas a todas y podamos pasar maravilloso momentos juntas como antes. ¿Qué te parece a ti la idea Umi-chan?

- M-me parece b-bien. - se me escapa medio tartamudeando. No puedo creer que tenga tanta suerte. Hasta hace unos momentos estaba pensando en que desearía volver a reunirme con todas, y como si de un milagro se tratase justo Honoka sale con esta brillante idea… este debe ser mi día de suerte.

- ¡Decidido entonces! Hoy mismo me pondré en contacto con todas creando un grupo de Line y así decidimos que día nos va mejor a todas. ¡No puedo esperar!

- ¡Yo tampoco puedo esperar Honoka-chan!

- Yo tampoco… - lo digo en un susurro tan imperceptible que ninguna de las dos se percata. Por suerte para mí ninguna ha oído mi comentario, de no ser así habrían visto mi sonrisa de lado a lado y mi más que notable sonrojo.

Podre verla por fin… no sé porque siento una imperiosa necesidad de que ese día llegue. No puedo esperar más y realmente no sé el motivo por el cual me encuentro así. Solo sé que deseo verla en este instante. Estoy extremadamente feliz e impaciente, no creo poder dormir esta noche.


Hola a todos :) Solo quería comentar que este es mi primer fanfic tanto escrito como publicado, que aun sigue en desarrollo, pero que tengo intención de terminar. Estoy muy contenta de finalmente haber publicado mi trabajo y espero de todo corazón que lo disfrutéis.