Muy buenas gente de todo el mundo, les traigo una bienvenida a una historia para la comunidad de Pitch Perfect (yay). Primero que nada debo decirles que esta historia es una continuación de otra con el mismo nombre: Sobrevivientes Aéreos, que al mismo tiempo es una historia que he subido hace dos años atrás. Para aquellos que han leido sobrevivientes aéreos y saben de que trata es posible que recuerden, o quizá no, no importa en realidad, que por razones de tiempo tuve que ponerle un final muy temprano a la historia y tuve que dejar algunas ideas que tenía en la cabeza fuera y que yo había dicho en algún momento que me gustaría subirlas aunque sea como un oneshot, pero nunca lo hice.
Bueno aquí está la respuesta a esos dos años. El otro día recibí un PM de alguien que le gusto Sobrevivientes Aéreos y entonces me puse a leer la historia de nuevo y mientras la leía me di cuenta de que nuevamente mi cabeza se llenaba de ideas para los momentos en los que los personajes estuvieron en la isla y fue como aarg... ¿qué pasó luego? Pues se me ocurrió hacer una secuela. Así es, la secuela que nadie pidió ha llegado.
Básicamente, esta secuela tiene la trama inversa a la original, ¿qué quiero decir? Pues, seguro recordaran que mientras los personajes estaban en la isla habían flashback de ellos fuera de la isla, pero en este caso es al revés, los personajes están fuera de la isla y tienen flashback de momentos que sucedieron dentro de la isla, de esa manera puedo poner las ideas que tenía en mi cabeza en lugar de hacer oneshots.
La verdad no sé cómo vaya a resultar esta historia, ya han pasado dos años desde que escribí la primera parte y me da un poco de miedo, no lo niego, pero al mismo tiempo quiero escribirla. No sé cuando volveré a actualizar, espero que pronto la verdad así que estaré esperando sus opiniones. ¡Y! A aquellos que llegaron aquí buscando un fics, pero no han leído la primera parte, no sé que están haciendo porque esto es una secuela... dice II en su titulo... jeje, espero que les guste esta historia.
Resumen: Tres meses tras el accidente, Beca Mitchell intenta seguir adelante con su vida queriendo enterrar los recuerdos del pasado, pero todo se vuelve de cabeza cuando las personas que menos quería ver vuelven a su vida queriendo formar parte de ella. Con una nueva isla esperando a ser descubierta por sus ojos, Beca sabe que aceptar la idea de Amy de tener vacaciones en hawaii era una mala idea desde el comienzo.
Disclaimer: Pitch Perfect es una comedia musical dirigida por Jason Moore y escrita por KayCannon con la producción de Elizabeth Banks. También basada en el libro corto de Mickey Rapkins
~ Sobrevivientes Aéreos II ~
Día 141:
Recuerdos
Dejó escapar aire de sus mejillas infladas mientras levantaba la vista hacia el cielo. El día era bastante soleado y despejado por lo que cuando la gente pasaba cerca suyo no podían evitar mirarla de pies a cabeza y preguntarse si esa chica se encontraba bien mentalmente, o era que el sol ya le había derretido el cerebro.
Era comienzo del verano y las clases se habían terminado finalmente. Beca había tenido que pasar por una tortura desde que ingreso a las últimas semanas de clases. Gente hablándole, pareciendo amigable y únicamente queriendo conocer los detalles de la isla. La policía sobre ella. Un abogado. Su abuela regañándola por el bronceado que traía en su piel. Ella había deseado quedarse en la isla más de una vez. Eso era seguro.
Comienzo del verano solo podía significar una única cosa: el sol.
Golpeaba tan fuerte en ese momento que si no fuera porque Beca había pasado un tiempo considerable en la isla, poco más de un mes, bajo ese atormentador sol que bañaba todo el lugar paradisíaco le parecía imposible que ella pudiera sobrevivir al sol que se encontraba sobre su cabeza en ese momento con una chaqueta de cuero.
Tenía una mano en el bolsillo de su chaqueta negra mientras revisaba su teléfono celular esperando algún mensaje o llamado, pero no tenía ninguna de esas dos cosas en su bandeja de entrada. Resopló guardando el celular en su bolsillo y luego alzó la mirada hacia el cielo.
Se encontraba en un pequeño parque siendo bañada por el silencio. Pocos murmullos se escuchaban a lo lejos, quizá algunas risas, pero si Beca cerraba los ojos y ahogaba los sonidos de fuera, ella podía encontrarse a sí misma nuevamente en la isla en la cual se habían estrellado tiempo atrás.
– ¡Beca!
Suspiró.
Finalmente.
Se volteó encontrándose con una muchacha pelirroja corriendo hacia ella con una sonrisa. Cargaba con un bolso en el hombro, su cabello peinado en una sola trenza, vistiendo de una forma muy veraniega a diferencia de ella. Al llegar a ella, la chica la rodeó con sus brazos alrededor del cuello y besó sus labios fugazmente.
– Lo siento, mi hermano no me dejaba salir – Se rió la chica mientras se alejaba – ¿Esperaste mucho?
– Oh, no acabo de llegar – Mentira. Beca había llegado hace media hora atrás como habían acordado reunirse, pero la morena jamás lo diría para no hacer sentir mal a la chica.
– Estupendo – Sonrió la pelirroja entrelazando sus dedos con la chica – ¿Nos vamos?
Beca tuvo que aguantar la risa ante la personalidad tan despreocupada de la muchacha. Ambas chicas comenzaron a caminar hacia el centro comercial donde se suponía que verían a las demás. La sonrisa de Beca no duró mucho tiempo recordando aquello, sus amigas (?). Si, ella no sabía cómo llamarlas realmente. A la mayoría de las chicas que vería ese día las había conocido en la isla, pero había otro pequeño grupo de chicas que Beca solo había conocido cuando volvió a clases luego de una semana de descanso tras el rescate y aunque solo las conocía de paso, jamás había tenido interacción con ellas como con las demás.
Una sonrisa se dibujó en sus labios mientras recostaba sus brazos tras su cabeza. La hamaca suavemente se balanceaba de un lado a otro dándole la sensación de encontrarse en un arrullo provocado por las olas del mar. La marea tenía un intenso aroma que parecía mezclarse el aroma tropical y silvestre de la niebla verde que la rodeaba. No podía oír nada más que su música y gracias al cielo que la comandante rubia no había llegado a ella para molestarla como de costumbre.
¿Cuánto tiempo llevaba en esa isla atrapada junto a otros nueve chicos que no conocía para nada? ¿Cinco días? En realidad no hacía las cuentas, pero sabía que alguien más lo hacía y juraría haber oído gritar a una de las chicas que llevaban cinco días.
Para su desgracia, ella nunca podía tener un minuto sóla puesto que cada vez que lo conseguía era interrumpido por alguien más.
Abrió los ojos molesta y con los brazos se apoyó en la hamaca mientras presionaba la mandíbula mirando hacia su invitado indeseado.
– ¿Qué quieres? – Preguntó con cara de pocos amigos.
Frente a ella una muchacha de cabello rubio largo la miraba con una expresión indescriptible en su rostro. Era regordete y vestía con una camiseta ancha que decía «i'm cool and spice». La muchacha sonrió mientras chasqueaba los dedos y apuntó a la morena más pequeña con ambos dedos índices formando unas especies de pistolas con sus manos.
– Muy bien, shawshank, es mi turno en la hamaca.
Beca frunció el ceño ante el apodo. Se preguntó qué diablos tenía el agua que los demás jóvenes estaban bebiendo porque todos tenían la tendencia a llamarla por un apodo diferente. Quizá había alguna droga, un alucinógeno, quizá simplemente estaban todos locos. Lo que Beca sabía era que tendría mucho cuidado al beber agua y comer su comida para no terminar como ellos.
Volvió a ponerse los lentes oscuros sobre sus ojos y se recostó nuevamente en la hamaca.
– Lo siento, pero no recuerdo haber establecido un horario para el uso de mi hamaca.
– Lo sé, lo sé – La australiana dijo con un tono fuerte de voz – pero los compañeros comparten y estoy cansada de tener mi trasero en la arena. Siento que es más cuadrado que antes y eso no es agradable
– Vete.
– Pero…
– Vete – Repitió Beca de mala gana.
– Está bien. Sin compartir. Lo entiendo. Si fuera Chloe…
– ¿Por qué sigues aquí? – Murmuró sin interés.
– Porque somos amigos.
¡DEFINITIVAMENTE HABÍA ALGO EN EL AGUA! ¿Desde cuándo ella y esos nueve chicos eran amigos? Desde nunca, ella creía recordar claramente. Herviría su agua tres veces antes de beber, la filtraría tres veces solo para asegurarse de que no estaba consumiendo lo mismo que los demás. Lo mismo iba para la comida.
– No somos amigos – Le recordó – Ni siquiera sé cómo te llamas
– Eso me duele. – Dijo con un tono fingido de dolor – Yo me molesto en aprenderme tu nombre y tú ni siquiera sabes quién soy. Me ofendes.
Beca resopló – ¿Por qué no me dejas sola, Amy?
– Es Gorda Amy o Fat Amy. ¡Eh! Sí sabes cómo me llamo – La rubia sonrió con emoción dando un manotazo en el brazo de la morena. La chica gruñó volteándose – Sabía que no me olvidarías. ¿Quién puede olvidar a esta belleza rubia, cierto?
Cerró los ojos y le subió el volumen a su música para no escuchar la voz de la rubia, pero le parecía sorprendente cómo era posible que ella aumentara más y más el volumen de su voz.
– ¡Está bien! – Gruñó la morena sentándose en la hamaca molesta. Dio un salto al suelo y luego señaló el trozo de tela elevado gracias a dos árboles cocoteros – Es toda tuya, solo… déjame sola…
La rubia le dio otro golpe en el brazo con una sonrisa de oreja a oreja antes de caminar hacia donde se encontraba la hamaca.
– Sabía que éramos amigas.
– Amigas – Beca dijo entre dientes con una mueca. Resopló antes de marcharse.
Jamás debió haber aceptado ir con ellos.
Amigos. Beca realmente nunca había considerado a alguien amigo alguna vez. Siempre eran «conocidos» o «familiares», nunca «amigos» y ahora parecía que de pronto tenía una tonelada de amigos que ella ni siquiera había pedido.
Bueno, siendo sincera ella tampoco entendía qué veían ellos en ella. Era una chica sarcástica, cruda y jamás había temido expresar sus pensamientos. Ni siquiera podía contar con los dedos la cantidad de veces que le había dicho a esos nueve chicos en la isla que no eran amigos.
Ella no estaba hecha para tener amigos. Ni siquiera entendía cómo tenía una novia, pero ahí estaba ella. Con una sonrisa de oreja a oreja.
Beca no creía en el amor.
Ella tenía problemas para confiar en alguien o para creer que el amor incondicional en realidad existía. La única persona a la que Beca había amado en su vida era su abuela, quien había sido la única persona en demostrar algo de interés en ella. Incluso con la familia de su madre, su tía y su primo, que le habían demostrado que la querían demasiado (muy a diferencia de su madre) Beca había tenido problemas para sentirse cercana a ellos. Probablemente porque le recordaban a la única persona que le había hecho más daño de lo que ningún terapeuta podría curar.
Pero, de nuevo, ahí se encontraba ella, caminando hacia el centro comercial de la mano de su novia Chloe Beale.
Ella no entendía qué vio Chloe en ella o qué vio Beca en Chloe, ya para el caso, porque recordaba claramente como ella le había sido indiferente a la muchacha durante tanto tiempo en el campamento como con todos los demás, pero Chloe de alguna manera milagrosa había roto las barreras que Beca había creado y antes de darse cuenta, la morena ya estaba enamorada de la chica.
– He estado esperando por esto toda la semana. Hace mucho que no nos juntamos todos. ¿Qué piensas que Fat Amy quiere decirnos?
– Lo que me preguntó es por qué tengo que ir yo – Beca gruñó.
– Ella dijo que quería a todo el grupo.
– ¿Y yo cuándo me convertí en parte del grupo?
Chloe rió suavemente deteniéndose. Beca sintió su mano ser jalada debido a que la chica se detuvo en seco y sin que la morena supiera qué estaba sucediendo, la chica se acercó a ella y besó sus labios en un beso más largo que el anterior.
Beca tenía que admitir que el mayor beneficio de salir con la pelirroja eran los besos.
Beca en realidad amaba a Chloe. Amaba todo de ella, desde la manera en como fruncía su ceño cuando estaba confundida hasta la manera en como sonreía infantilmente por algo tan insignificante. Amaba besar cada peca en su cuerpo y adoraba besar los labios de Chloe. Eran suaves y delicados, húmedos y cálidos. Hacían que su estómago se revolviera y sintiera cosas que jamás había sentido. Era como besarla por primera vez, cada vez que lo hacía. Y dios la ayude, Chloe era muy buena besadora.
– Creo que todo el mundo concuerda en que eres parte del grupo – Murmuró la pelirroja con una sonrisa – Vamos, será divertido
Tenía una sonrisa en su rostro y desde luego Chloe había logrado hacer que ella aceptara inconscientemente como una boba.
Chloe se aprovechaba del efecto que ella le causaba, Beca lo sabía y aun así se lo permitía. Simplemente porque la amaba.
Cuando llegaron al centro comercial se dirigieron hacia una cafetería donde se suponía que se encontraban sus amigos. Ella tenía que hacer una mueca cada vez que se encontraba con una multitud de gente y Chloe no había parado de bromear diciendo que le daría un infarto y tendrían que llevarla al hospital.
– No juegues con eso, estoy segura de que sucederá – Le respondió Beca salir el aliento.
Ella rió – Mira eso, ahí están.
Beca alzo la mirada hacia el lugar que señalaba Chloe. Por fuera la cafetería parecía bastante pequeña y los colores amarillo y naranjo predominaban en ella. Un gran letrero que decía «Manny's» se encontraba sobre la entrada escrito con letras blancas. Se veía algo rustico, pero elegante. Ambas chicas entraron al lugar que por dentro era mucho más grande. Había un intenso aroma a café y a pastel de chocolate.
Buscando con la mirada, Beca logro divisar al grupo de chicas más grande que se encontraba dentro, en una esquina sentadas. Rápidamente se acercaron y ella pudo notar que eran las últimas llegar.
– ¡Eh, por fin llegan! – Fat Amy alzó ambas manos al ver a las dos chicas. Chloe rió ligeramente mientras abrazaba a Aubrey que se había acercado a ella y tras sentarse al lado de la rubia saludo a todas las chicas.
Por su parte, Beca fue más reservada dando un asentimiento de cabeza a las chicas cuando le hablaban.
Tomó asiento y luego le pidió al muchacho que las atendió rápidamente una taza de café negro y un muffin de arándanos, Chloe por su parte pidió cosas más dulces.
Alzó la mirada reconociendo a todas las chicas. Ahí reunidas se encontraban Aubrey, Stacie, Cynthia Rose, Emily, a quienes Beca había tenido el placer de conocer cuando habían pasado un tiempo en una isla desierta. Ellas iban en el mismo vuelo que ella; al otro lado de la mesa estaban Flo, Jessica, Ashley y Lilly, a quienes Beca conoció cuando volvieron del rescate; y evidentemente, Fat Amy, la anfitriona y razón de que se hubieran juntado ese día.
– Estoy segura de que tenían razones de sobra como para hacernos esperar tanto tiempo – Stacie dijo mientras alzaba un vaso grande con lo que parecía ser crema y unas galletas, el líquido era de color café – ¡Un salud por las tijeras!
– Amen – Se rió Cynthia Rose.
Beca rodó los ojos mientras Chloe rió sonrojándose.
– Nada de eso – Sacudió la cabeza la pelirroja – Mi hermano no me quería dejar salir a menos que le dijera donde había escondido mi mamá su palo de hockey
Emily frunció el ceño – ¿Por qué escondió su palo de hockey?
– Porque está castigado – Chloe se encogió de hombros despreocupada mientras el muchacho había regresado con sus órdenes. Ella ni siquiera lo miro a los ojos, pero por la expresión fulminante que Beca le daba a él, ella podía decir claramente que ni cinco segundos habían pasado y Beca lo quería muerto y lejos de ella. – Algo sobre una fiesta y un auto incendiado. No lo sé, realmente no pregunté
La muchacha parpadeó intentando procesar la información antes de beber de su café de vainilla aturdida.
– ¿Qué? – Finalmente pregunto.
Chloe sacudió la cabeza pidiendo en silencio que dejará el tema.
– Entonces… – Beca dijo entre dientes apretando la mandíbula. Volteó a mirar hacia la muchacha rubia que estaba a su lado y tomó su taza de café en sus manos – ¿Qué es tan importante que tuve que interrumpir mis mezclas para venir aquí?
– Tsk, relájate Shawshank – Amy la rodeó con un brazo mientras sonreía – apenas llegaron y ya te quieres ir
– ¿Sí?
– Es un día agradable. No tiene nada de malo pasar el tiempo con tus mejores amigas.
Por supuesto Amy la estaba ignorando.
– He de decir que por mí está bien. Quería salir de mi casa, mi hermano me tenía cansada – Chloe dijo con una sonrisa.
Aubrey sonrió divertida mientras mordía un trozo de su media luna – A mí me alegra que llegaran. Estaba cansada de oír las bromas de Fat Amy.
– Mis bromas son buenas.
– No lo son – Beca alzó la mirada hacia la chica rubia que se encontraba junto a Lily. Ella no estaba segura de sí se llamaba Ashley o Jessica. Las había conocido durante un almuerzo en la cafetería de la escuela. Como de costumbre se había sentado sola, sin que nadie la molestase… hasta que Chloe y todo su grupo llego a la mesa y la obligaron a estar con ellos. Las cuatro chicas que Beca no conocía se habían presentado, pero Beca no tenía interés de conocer más gente así que rápidamente las había confundido a ambas y ahora tenía un lío en su cabeza. En cuanto a Lily y a Flo eran más fácil saber quién es quién porque Lily habla tan bajito que necesitaría un megáfono para que su voz se escuchó a un tono moderado y normal, en cuanto a Flo… la chica decía cosas extrañas así que era más fácil todavía saber quién era ella, además tenía un aspecto de latina por lo tanto a Beca no le parecía un problema.
– Es como escuchar a una gallina dar a luz a unos huevos – Flo dijo de pronto – no es divertido
La morena se movió incomoda en su silla mientras bebía el café. El sabor amargo curaba todas sus heridas y por heridas ella se refería al haber tenido que abandonar la comodidad de su casa para reunirse con esas chicas.
– Está bien, según ustedes no soy graciosa, pero estoy segura de que querrán cambiar esa actitud cuando les tenga que dar una noticia que impactara sus pequeñas e insignificantes vidas. No te ofendas shorty, tú ya eres pequeña de por sí.
Beca resopló rodando los ojos.
– ¿Listas?
– Será mejor que lo digas pronto antes de que me haga vieja – Cynthia Rose dijo mientras movía una mano – y no es gracioso esperar en una cafetería llena de blancos por una hora para una noticia, así que espero que sea buena
La Gorda Amy sonrió de oreja a oreja, alzó ambas manos y tomó los bordes del cuello de su camisa levantándolos ligeramente con los dedos pulgar e índice mientras movía la cabeza.
– Resulta que me acabo de enterar de algo fuerte en mi familia. Ya saben que me mudé de Australia cuando a mi padre lo arrestaron por traficar con dingos, ¿no?
Beca frunció el ceño – No.
Las demás asintieron – Sí.
– La cosa es que hoy mismo me he enterado de que soy la orgullosa dueña de más de cien millones de dólares – Dijo la rubia golpeando la mesa con sus manos y una gran sonrisa en el rostro – Así es, perras, soy millonaria
Las chicas alrededor de la mesa miraron a la rubia con una expresión sorprendida. Beca alzó una ceja despreocupada mientras bebía de su café.
¿Traficaba a los animales o traficaba con los animales? Ella ni siquiera sabía por qué se estaba haciendo esa pregunta, pero bueno considerando que estaba hablando de Fat Amy no podía esperar algo diferente.
– Amy, eso es asombroso – Chloe dijo con una sonrisa – Me alegro por ti
– Sí, ahora la universidad está sobrevalorada.
– Pensé que ya te habías inscrito – Cynthia Rose frunció el ceño – Creía que todas iríamos a Barden cuando comiencen las clases
– Meh, que el tiempo lo decida – Se encogio de hombros la muchacha – De todos modos, tengo el placer de decirles, mis querías amigas, que tengo tanto dinero para dar y regalar que no se me ocurre otra mejor idea de en qué gastarlo que yendo de viaje a ¡las Bahamas!
– No – Todas las chicas respondieron al unísono.
– Pero es un paraíso tropical – Amy dijo mirándolas a todas – Es el mejor lugar al que podemos ir
– Amy… – Beca sacudió la cabeza colocando una mano en su hombro – Ya estuvimos en una isla por más de un mes. ¿Por qué quieres ir a otra isla?
– Porque nos divertimos ahí – La muchacha dijo con una sonrisa en su rostro – Las noches de chismes, las risas, las peleas fingidas.
– No yo recuerdo que hubieran peleas fingidas – Aubrey sacudió la cabeza.
Beca asintió apuntando a la rubia – Ella tiene razón, no eran fingidas.
– No puedo creer que estés de acuerdo con Aubrey, Becky – Stacie se burló presionando con el apodo que le había dado a la muchacha.
Beca se estremeció visiblemente antes de mirar su taza de café – Parcialmente. No te emociones.
– Por favor, todo era broma – Amy se rió – Como cuando Shorty me dijo que si rompía su hamaca iba a despertarme flotando en el océano
Hubo un silencio en la mesa. Beca hizo mueca desviando la mirada por su hombro izquierdo, Chloe que estaba sentada a su izquierda aguanto la risa mirando a la morena con una ceja alzada.
– Yo no creo que haya sido broma – Emily murmuró ocultándose tras la taza – Estoy segura de que las peleas eran muy reales
– Creo haber dicho específicamente que hicieras algo y no que te quedaras ahí sin hacer nada mientras tomas el sol.
Beca gruñó mientras alzaba la cabeza hacia la rubia que acababa de aparecer en la zona del campamento.
– Estoy haciendo algo. Ayudo a Emily a hervir agua.
– No se necesitan dos personas para hervir agua.
– En realidad sí, porque ella no puede cargar con las botellas. ¡Tiene la pierna herida!
– Lo siento, Bree, pero fue mi culpa. Yo le pedí ayuda a Beca y ella dijo que no tenía nada que hacer.
La joven rubia frunció el ceño mirando a la morena molesta mientras ella desviaba la mirada fingiendo inocencia.
– Oh, ¿en serio? Conque nada que hacer…
– Bree, ya déjala tranquila – Una chica se acercó al trío de jóvenes que se encontraba discutiendo. Beca alzó la mirada hacia la joven pelirroja que sonreía mientras cargaba con algunos troncos de leña – Beca está ayudando a Legado, así que en realidad no es que no esté haciendo nada, ¿cierto Beca?
La morena observo a la pelirroja por un instante con una mueca en su rostro. Desvió nuevamente la mirada mientras se ponía en pie y luego alzó una mano hacia los troncos que traía la pelirroja en sus brazos.
– Si tanto quieres que haga algo entonces traeré leña, pero deja de molestarme. He visto tu cara cerca de diez veces en los últimos treinta minutos y francamente creo que tendré pesadillas contigo esta noche – Dijo con desinterés Beca mientras dejaba los troncos en el suelo. Miró a Chloe y luego resopló – Tú quédate con Emily, yo buscaré la leña
– Oh, si – La pelirroja se sonrojo ligeramente. Beca no lo notó, pero eso no pasó desapercibido por la mirada de Aubrey.
La muchacha se alejó del grupo de chicas que se encontraba junto a la fogata. Estaba casi segura de que Aubrey le había dicho algo más, pero ella en realidad no tenía las energías como para seguir escuchando a la rubia mandona que todo lo que sabía hacer era meterse con ella.
A ver, si bien era cierto que Beca también se metía mucho con ella, pero ella estaba cien por ciento segura de que Aubrey era un perro rabioso que buscaba una presa y ella era aquel gatito indefenso que huía de una criatura feroz. Sí, en su cabeza era esa la imagen que se pintaba cada vez que pensaba en Aubrey.
En fin, lo mejor para ella era simplemente asentir con la cabeza y mantener la mente en blanco cuando la rubia hablara, solo así podría sobrevivir.
– Como sea – Amy sacudió la cabeza mientras miraba a sus amigas – Chicas, dentro de unos meses más entraremos a clases y todo se habrá acabado (para ustedes porque yo no pienso dejar que mi vida social muera) por lo que el momento de disfrutar es ahora. Tengo el dinero, ustedes solo tienen que aportar su presencia y alagarme cuando esté deprimida, nada más que eso. Y no tenemos que ir a las Bahamas, me conformo con ir a Hawaii también. ¿Qué dicen, una última aventura tropical juntas?
Las muchachas guardaron silencio mientras consideraban lo que la chica les estaba proponiendo. Beca tenía clara la respuesta en su cabeza, pero no la había dicho en voz alta porque sabía que todas aceptarían y había aprendido que ir contra la corriente no le ayudaría salvo cuando está peleando con alguien.
Hizo una mueca pasando entrelazando su mano izquierda con la mano de Chloe bajo la mesa, casi la podía sentir temblar y la chica estaba nerviosa. Sabía que desde aquel accidente, la mayoría de los que estaban ahí temían volver a volar en un avión y Beca no los culpaba, ya que un gran pájaro de metal se había estrellado con ellos como carga preciada. Ella recordaba haber abrazado a Chloe en el vuelo de regreso a casa y haberle prometido que se mantendría despierta toda la noche para asegurarse de que nada sucedería así como si algo volvía a suceder la abrazaría con fuerza y no la soltaría hasta que estuvieran a salvo.
La pelirroja se mordió el labio y Beca vio que ella quería aceptar, pero estaba tan nerviosa por escuchar a las demás que la morena no tuvo más opción que tomar su taza en sus manos y respirar profundo llamando la atención de todos.
– Bueno, es un viaje gratuito así que… – Alzó la taza – por qué no
Amy apretó los dientes con una sonrisa y le dio una fuerte palmada en la espalda – ¡Así se habla, Shawshank!
Poco a poco las demás chicas parecían aceptar la idea tras considerarla.
– Quizá no sea mala idea que alguien más se haga cargo de encender una fogata o de tener el desayuno listo – Aubrey murmuro mientras sonreía – ¿Nos quedaremos en un hotel?
– Uh, eso es obvio general, no pienso volver a trabajar en mi vida y mis millones me respaldaran.
– ¡Sí! – Flo aplaudió con una sonrisa – ¡Hagámoslo!
Beca vio los labios de Lily moverse, pero como de costumbre ella no sabía que fue lo que dijo la muchacha. Sacudió la cabeza y dio un mordisco a su muffin que estaba casi intacto.
– Ah, una pregunta… – Emily se mordió los labios – ¿Los chicos?
– ¿Qué? No, Legado, no podemos llevar a los chicos – Amy dijo molesta – Es mi momento para disfrutar de una semana sin novios
– Creía que estabas en una relación muy seria – Stacie dijo con el ceño fruncido.
Amy le guiñó el ojo golpeándose el estómago con ambas manos – Hay suficiente Amy para compartir, relájate piernas.
– Entonces está decidido, ¿no? – Chloe sonrió apretando la mano de Beca bajó la mesa – ¡Nos vamos a Hawaii!
Continuará…
Espero que les haya gustado este primer capítulo que empieza interesante. Tengo algunas ideas en mi mente. He visto la tercera película de pitch perfect y yo no sé ustedes, pero me quede esperando más. No en cuanto al tema de Bechloe porque (admitamoslo) no iba a suceder, al menos no en el original que pasarían en el cine, no sé en las escenas extras. En lo que me quede esperando más fue en cuanto a la trama, me gusto, pero habían algunos detalles en el trailer que no salieron en la película, lo mismo son de escenas deleted, pero aún así... ugh y en cuanto a las canciones esperaba mush up. Ya sé que la directora no era la misma, pero... bueno. De todos modos la película igual me encantó, una gran tercera entrega con todo ese tema de USO, el papá de Amy y ¿por qué mencionó todo eso? Porque quiero tomar el tema del padre de Amy y ponerlo en esta historia, ¿cómo? No les diré, es un secreto. Quizá tome algunos detalles de la película y los transforme pero la idea principal de la historia más o menos clara lo que quiero para esta secuela. Habrá momentos Bechloe, Staubrey, quiero que Fat Amy tenga más protagonismo de lo que tuvo en la primera parte, también quiero... quiero muchas cosas y sobre todo, el tema principal de la historia... el por qué Beca piensa (esta en el resumen) que fue mala idea Hawaii... eso está por verse.
Oh por cierto, si llegaron hasta acá es porque ya leyeron la primera parte (Eso quiero creer) y para aquellos que leyeron la primera parte, me gustaría hacerles saber que he corregido errores en ella y en algunos capítulos he agregado algunas escenas, asó como también he cambiado algunos diálogos. La verdad es que no es mucho lo que hice, pero mientras leía esta historia notaba incoherencias entre los diálogos así que los modifique, arregle errores ortográfico (dudo que estén todos cien por ciento, pero sí la gran mayoría espero) y las escenas que agregue no son muchas, la que mejor recuerdo es en el capítulo Un capitán siempre se hunde con su barco, ahí agregue una escena bastante grande que también ayuda a explicar una escena que está más adelante en la que sale Beca con un chico (que en el original no se explica quien es, por eso tuve que mencionarlo en esa escena de ese capítulo cuando lo escribí). Espero que les guste la historia.
Bueno, no tengo más que decir salvo que de momento este es el único capítulo que tengo escrito, realmente espero sus comentarios y nos veremos pronto con más de Sobrevivientes Aéreos II.
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