EL ABRIGO

"Weno, espero q les guste, otra d mis locuras Muajajajajaja!!! pero esperense a leer el final antes d juzgar...xq ¿no es posible q haya personas tan ególatras vdd?"




El ruido del despertador te obliga a abrir los ojos.
¡¿QUE?! ¿Ya es hora? Jurarías que te acabas de dormir, pero bueno, no te queda de otra y te desperezas, como odias ir a la escuela. Eres guapo, exitoso e interesante ¿qué más hay que desear?

Tienes la cartera y el celular en uno de tus bolsillos, sales a la calle.

Tiemblas. Hace mucho frío; seguramente va a nevar ¿no es ilegal que te obliguen a salir con este clima? Piensas seriamente en levantar una queja; pero será en otro momento, porque el reloj indica que tienes el tiempo justo para llegar. Pero lo mejor será irte por otro camino porque la loca de JUn Motomiya está esperando en la esquina para colgarse de ti y francamente, estás temiendo que te rompa.

Listo, ya estás en el colegio. Cruzas airoso los pasillos y oyes a las chicas lanzar grititos y suspirar apenas te divisan. Algunas se desmayan a tus espaldas. No puedes evitar sentirte orgulloso de tu belleza.

En el salón tomas tu lugar hasta adelante. Desde ese lugar todos pueden verte. Te entretienes viendo las motas de polvo que flotan. De vez en cuando alguna se posa sobre tu piel, atraída por tu encanto, supones.

Ya casi acababa la clase de matemáticas cuando el maestro te señala. No te agrada la idea de acercarte al pizarrón ¡podrías mancharte de gis! Pero no te queda de otra y sales victorioso de la prueba. Al volver a tu lugar Sora te sonrie y te toca. Eso te agrada. Ella te agrada...y mucho. Ojalá fuera ella y no Jun quien se colgara de tu brazo en cuanto te ve.

Al salir al recreo sientes el sol. Por lo general, no te gusta el sol, pero ese día en particular no te molesta. Tal vez, después de todo no nieve.

Última clase del día: deportes. Tú no eres del tipo deportista; así que te quedas en los vestidores. Dormitas hasta que la clase se acaba y todos regresan.

Te preparas para irte. Sales.

El sol se ha ocultado de nuevo. Ahora si es seguro que va a nevar. Que fiasco! Mejor regresar rápido a casa. No te quieres mojar, eso sería terrible.

Mientras te alejas oyes los mismos gritos y suspiros de siempre.

En la calle las personas voltean a verte. Las chicas principalmente. No te importa, estás acostumbrado. Siempre has sido llamativo. Y tu reflejo en los escaparates de las tiendas te lo confirma. Eres bello y tienes mucho estilo.

Dudas que los modelos de los escaparates te superen en algo.

Sí, tienes razón.

Yamato Ishida tiene suerte de tener un abrigo tan apuesto como tú.






"Gracias x leer hasta el final. Jitomatazos y...jitomatazos en los reviews o a mi mail alas_d_angel@hotmail.com"