Sinopsis: Toda amistad tiene un final, no importa que tan fuerte sea el vínculo que los une, todo se termina.
Y fue justo en ese momento, cuando terminó de decirle a Lily que huya y se esconda junto con Harry, que James Potter se dio cuenta de que había sido traicionado por, hasta unos segundos atrás, su amigo.
Aquella persona tan indefensa, que a menudo se preguntaba por qué el Sombrero Seleccionador lo había colocado en la casa de los orgullosos leones, aquella persona algo pasada de peso, aquella persona que conocía todos sus secretos y, de la que James creía conocer todos los suyos, claro estaba, que él joven de gafas se equivocaba.
En aquel instante una duda comenzó a asfixiarlo por dentro, ¿Desde cuándo esa pequeña rata se había pasado al bando contrario, el que amenazaba a toda la comunidad mágica?
Pero James sabía que nunca iba a obtener esa respuesta, sabía que nunca más iba a poder abrazar a su pequeño hijo, sabía que nunca más iba a poder besar a su bella esposa, que nunca más iba a poder decirle a Sirius lo mucho que lo quería, también el reconocía que nunca más iba a poder ayudar a Remus con su pequeño problema peludo. En definitiva, él sabía que todo iba a terminar. Porque nunca más iba a poder respirar, ni escuchar su corazón palpitar. Todo su cuerpo quedaría inmóvil, a metros bajo tierra.
En ese momento, agarrado a la vida por un hilo muy fino, que con cualquier movimiento erróneo se rompería, él se dio cuenta de lo preciada y poco valorada que era la vida, lo poco valorado que era reírse a carcajadas o llorar, porque, aunque lo hagas de tristeza o de alegría, estas sintiendo emociones, y sentir significa estar vivo.
Con su último suspiro James Potter decidió pelear, pero, sus intentos fueron en vano. A nadie se le ocurriría, ni por un instante, desafiar al mejor hechicero de todos los tiempos sin varita, pero, de ninguna manera, él más orgulloso león de su generación, iba a morir sin luchar, a pesar de estar muriéndose por dentro a causa de una traición, una traición que, a pesar de que en ese momento no lo sabía, iba a cambiar drásticamente el rumbo del Mundo Mágico.
- ¡Avada Kedavra! - Gritó Lord Voldemort. Pero ese grito no fue un grito cualquiera, fue lo que provocó que el delgado hilo que ataba a la vida al joven merodeador se rompiera.
El 31 de octubre, día mundialmente conocido como Halloween, James Potter y Lily Evans dejaron de respirar y su corazón dejó de latir; Sirius Black fue llevado a Azkaban; Peter Pettigrew inició su vida como la rata que era; Remus Lupin se quedó sólo en el Mundo, sin amigos y repudiado por su condición; un niño de apenas un año y medio quedó sólo en el Mundo, con una carga muy grande sobre sus pequeños hombros. Pero lo más importante es que a partir de ese trágico día, esos cuatro amigos nunca más volvieron a decir "Travesura Realizada".
