El dolor de un final

La torre apenas estaba iluminada por la tenue luz que se filtraba por las ventanillas, dándole al lugar un aspecto aun más lúgubre del que poseía.

Lo único que se distinguía con precisión era el brillo de dos cuerpos, pues la penumbra era casi absoluta. Pero para el diestro ojo de un vampiro esto no era un impedimento para ver aquello que deseaba.

- No sigas resistiéndote. Sabes que te tengo bajo mi poder... no lo olvides mi queridísimo ángel-. Aquellos largos y blancos dedos sujetaban con fuerza el rostro del joven que tenía a su merced y que luchaba por librarse de las ataduras que lo aprisionaban.

-¿Por qué no te callas maldito bastardo?!-. La furia se reflejaba en los ojos del rubio, pues profesaba una inmensa indignación al no poder hacer nada para librarse de las garras de su opresor.

El joven de hermosos cabellos dorados sentía que el aire apenas entraba en sus pulmones y que las fuerzas le flaqueaban, incluso su voz era un hilo de lo que siempre había sido.

El imponente captor comenzó a dar vueltas a paso lento y seguro en torno al joven, acariciando su rostro y pasando sus dedos por entre lo sedosos cabellos de éste.

-Jamás cambiaras mi testarudo amante-. Dijo sujetando con fuerza el cabello de su victima y obligándolo de ésta forma, a que lo mirara a la cara. -Me gusta que me mires a los ojos cuando te hablo, aún, cuando en ellos solo puedo ver reflejado tu odio hacia mi.

-¿Todavía no me explico cómo pudiste llegar a sentir tanto odio por quien una vez solo sentías respeto y admiración?.

Tú y tus sentimientos son muy frágiles y maleables, y así, como ahora me odias llegarás a amarme nuevamente... Solo tengo que eliminar de nuestro camino cualquier tipo de distracción-.

El poderoso vampiro no cesaba de admirar la belleza de aquel hombre, que le había hecho recobrar la vitalidad luego de tantos años de vagar por el mundo sin otro sentido, más que el de beber sangre.

Yuki apartó el rostro con desprecio, no soportaba seguir mirándolo, era como si sus ojos tuvieran el poder de quemarle la piel.

-No te preocupes mi querido Eiri- san yo te salvaré de la perdición mortal, y cuando lo haga llegarás a ser un epítome de todas las perfecciones, al igual que yo-. Agregó el antiquísimo inmortal.

- Yo no quiero nada de eso – contestó con desprecio. - ¿Qué no te das cuenta?. Te dices un ser supremo, el más potente sobre natural que halla existido jamás, pero aun así no puedes comprender que te aborrezco, que me das asco... detesto el día en el que sucumbí a tus encantos y dejé que me sedujeras, convirtiéndome en lo que ahora soy ¡UN MALDITO VAMPIRO!-.

-No puedes ser tan cruel conmigo. Que duras palabras son esas para quien solo te ha amado y te ha entregado lo mejor de si-.

-¡¡Cállate!!-. Espeto enfurecido el rubio.

-Eiri? (dijo a modo de sorpresa), no deja de sorprenderme que todavía sigas con las fuerzas suficientes como para gritar de esa manera. Parece que el castigo que te he dado no ha sido suficiente para calmarte. Te lo repetiré una vez mas, "estas confundido", yo soy lo único que te conviene, lo único que de verdad tienes en este mundo.

Aquel vampiro infundía un gran temor y fortaleza, a pesar de su corta estatura, cualquiera que lo mirara podría notar en él un increíble poder, además sus finas vestiduras le daban un aspecto magnifico e irresistible.

Poseía una belleza celestial, su piel blanquecina relucía a la luz de las antorchas dando la impresión de estar ante una aparición, su cabellera larga y rubia peinada hacia atrás quedaba en perfecta armonía con su inquebrantable rostro de sonrisa pintada. Era como un personaje sacado de otra época.

-Parece que debo acabar de una vez con este muchacho, ya que no quieres entender mis palabras. El único que puede estar en tu vida soy yo, y cualquier otro que interfiera entre nosotros debe desaparecer-. Dirigió una mirada despectiva al joven que se encontraba sujeto con cadenas de sus extremidades contra la pared y cuyo cuerpo pendía inerte debido a los golpes y rasguños que había sufrido por las manos del poderoso vampiro.

-¡No te atrevas a tocarlo!-. Dijo el novelista, quien de inmediato cambio su tono de voz, pues sabía que no lograría nada con altanerías. – Ya ha sido suficiente, haré lo que quieras, pero no le hagas más daño. Estoy dispuesto a seguirte por toda la eternidad. Pero... por favor Tohma-.

-Me gustaría creerte-–. Dijo el vampiro. - Pero como están las cosas, me temo que este mocoso ya te ha envenenado demasiado contra mi, no hay otra solución más que deshacernos de él; es la única manera de que te deje en paz y puedas regresar a tu antigua vida. ¿Recuerdas lo felices que éramos cuando salíamos por las noches a cazar?... ahhhhhh!, que buenos tiempos aquellos-. (Suspiró Tohma) -Pero no te preocupes mi amado Eiri- san, todo volverá a ser como antes-. Se dirigió hasta el joven pelirosa y lo sujeto del rostro para mirarlo mejor. Estaba inconsciente, y sus facciones lucían completamente encantadoras y atractivas, aún, cuando su rostro estaba marcado por rasguños y golpes.

El vampiro adopto una expresión sombría.

-Valla que descortés, quedándose dormido en un momento tan importante, justo ahora que voy a darle el beso vampírico-. Hizo un movimiento de desaprobación con los dedos al tiempo que le dirigía una mirada a Yuki.

-Debo admitir que tienes un exquisito gusto para tus presas Eiri, este joven posee una belleza inigualable, es una lastima que su vida se pierda en estas circunstancias, es un verdadero desperdicio...-.

-¡No tienes por qué hacerlo!-. Lo interrumpió el rubio -. El no tiene nada que ver en todo esto-.

-Claro que si tiene que ver!, si no fuera por él...

-Pero esto es tu culpa amor, ya que confundiste tus sentimientos y llegaste a pensar que amabas a este joven cuando en un principio no era más que tu alimento y tu juego... no me lo negarás Eiri-san... sabes que es cierto. Por eso te permití permanecer tanto tiempo a su lado, solo para que perfeccionaras tus técnicas de caza, para que disfrutaras de tus poderes.

Abusaste de la confianza que deposité en ti, y no solo eso, pusiste tus ojos en tu presa, más de lo que corresponde. Haz violado una de las reglas más importantes para un vampiro: Jamás involucrarse sentimentalmente con un ser humano-.

-¿Y qué fue lo que tú hiciste conmigo?. No me dirás que no te involucraste demasiado conmigo, que no me deseabas más que a cualquier otra cosa?-.

-Eso es muy diferente, yo ya tenia planes para nosotros, desde el primer momento que te vi decidí lo que haría contigo... jamás flaquee, sin embargo tú, tú nunca podrás convertirlo a él-.

Ambos sujetos se encontraban completamente enardecidos, por poco salían chispas de sus ojos.

-¿Por qué, por qué tenías que escogerme a mi siendo que hay tanta gente sobre la tierra, por qué yo?-.

-Por algo muy simple queridísimo ángel; nosotros los vampiros nos dejamos llevar muy fácilmente por la belleza y caemos rendidos a ella; de eso, ya debería saber hace tiempo. YO MISMO CAI ANTE ELLA AL CONOCERTE; llegue hasta a ti y me perdí en tus ojos, me enamoré de tu cuerpo, de tu seriedad, de tu semblante frió e inigualable fortaleza, te desee como a nadie y me decidí a tenerte, decidí que serias mío, que serias mi compañero, mi discípulo y mi amante al mismo tiempo y lo conseguí... siempre obtengo lo que4 deseo.

-Somos muy diferentes. Yo no soy como tú, no pienso y no deseo vivir como lo haces tú-.

-No te engañes a ti mismo, sabes que nosotros tenemos muchas más cosas en común de las que te gustaría admitir. Tú y yo somos como dos gotas de agua, poseemos la misma esencia, lo único nos podría hacer diferentes, es que tú amaras a un humano...pero ambos sabemos que eso no es así, aquel muchacho solo es un juguete para ti, de lo contrario lo habrías hecho inmortal hace ya mucho tiempo. Eso hice yo contigo, te ofrecí el don oscuro apenas te conocí porque te amaba, y así me agradeces.

El rubio lo miro con desprecio y dijo:

-¡Cómo podría agradecerle a la criatura que me destruyó la vida, que sólo me ha dado sufrimientos!-.

-Esta bien, quizás no fue tan fácil hacerte entender lo favorable que era ser un vampiro, eres muy necio de cabeza y desde un principio te negaste a aceptarme, pero fui paciente y cauteloso hasta que logré "convencerte" y te convertiste en mi fiel amante... hasta ahora-.

-Tus palabras no hacen otra cosa que demostrarme una vez más lo desquiciado que estás-. Dijo Yuki mientras forzaba las cadenas de sus manos para librase de ellas. Y luego prosiguió:

-Es increíble como puedes confundir las cosas para hacerlas ver a tu favor, yo nunca he aceptado ser tu pareja, ni menos que me convirtieras en un vampiro, yo jamás te ame como tu deseabas que te amara, y tu tampoco me has amado como en realidad se ama (hizo una pausa en donde sus ojos se llenaron de amargura)...de lo contrario, no me habrías convertido en el monstruo que ahora soy-. Luego de unos segundos de completo silencio prosiguió:

-A diferencia de ti, yo... ¡si amo a Shuichi, por eso no lo he hecho un muerto en vida como lo somos nosotros, por eso no lo he condenado a caminar por entre los vivos bebiendo su sangre. Y cuestionándose día tras día sobre su propia existencia!. Porque lo amo es que permito que continúe con su vida y disfrute de ella hasta su ultimo suspiro. Por eso, es que no permitiré que viva una vida interminable, en donde todos los días son como el anterior, y en donde la vida de quienes amas acaba frente a tus ojos, para no regresar jamás, dejándote en una soledad aún mas grande de la que jamás has sentido -. El escritor movía su cabeza en señal de negación mientras de sus ojos caían lágrimas mezcladas con sangre.

-Oh... no sabía que te sintieras de esa manera, y mucho menos que me creyeras un loco. Creo que estas aun peor de lo que imaginé, necesitarás de todos mis cuidados para regresar a ser el inquebrantable hombre que siempre has sido, no creas que no me duele verte en este estado; llorando por un joven mortal y sintiéndote tan mal acerca de tu existencia. Yo te ayudaré, todo tu sufrimiento cesará cuando compartas conmigo cada uno de tus interminables días-.

-Ahora, volviendo a nuestro problemita, ¿qué debo hacer con este muchachito?-. Acerco su rostro al del joven inconsciente hasta que solo quedaran unos centímetros de separación entre los dos, y con suavidad deposito un beso en sus labios.

-¿Qué haces?-. El rubio se encontraba en un estado visiblemente colérico, no soportaba más la interminable situación y el suplicio que le provocaba el ver a su joven amante en manos de quien fuera una vez su cruel mentor.

-¿Estas celoso de mi cercanía con este hombre?- Dijo el milenario vampiro esbozando una picara sonrisa-. - ¿Quieres ser tu el que lo tenga entre sus brazos y pueda sentir el calor de su sangre correr por sus venas?-. De verdad es una lástima que una criatura tan encantadora deba perecer tan luego, pero... su sacrificio valdrá la pena con tal de recuperar tu amor.

-Mnnn ( se regocijaba al olfatear el cuello del joven, de cabellos del color de las frambuesas), que exquisita sangre corre por estas venas, es un verdadero elixir de vitalidad-. Le dirigió una mirada a su creación Vampírica y dijo: - No te preocupes, mi amado, si quieres te dejaré beber de él por última vez, después de todo tu lo descubriste... solo que..., ya debes estar acostumbrado a su sabor y quizás ya no se te apetezca (hablaba con un marcado sarcasmo mientras esbozaba una de sus mejores sonrisas). Después de todo te has alimentado de el durante tanto tiempo, que ya debes estar aburrido de su sabor-.

Yuki no se atrevía a hablar, sabía que si decía algo, solo lograría hacer enfadar a quien ahora tenia todo el poder, y que si este lo deseaba podía matar ahora mismo, a su preciado pelirosa.

-Ohhh- Dijo con tono visiblemente mordaz -Que pálido esta, míralo Eiri, no es una desgracia que un joven tan rebosante de energía se encuentre ahora en este deplorable estado, se nota que está muy débil y carente de sangre... claro eso tu ya lo sabes, después de todo, tu se la has quitado toda-. Esta vez miro al rubio mortecino con un marcado cinismo.

-¿Y se supone que, debería creerte cuando me dices que lo amas?, ja, ja ,ja ,ja-. Soltó una estrepitosa y sarcástica carcajada-. No me hagas reír, ¡TU ERES IGUAL A MI!, ambos somos criaturas de la oscuridad y la maldad-.

Luego de esas palabras Tohma soltó las cadenas de las manos y pies del joven de cabellera rosa, y no evitó de modo alguno que el cuerpo de éste se estrellara contra el suelo, produciendo un golpe seco que resonó en las paredes de la torre. Con un movimiento apenas perceptible incluso para Yuki (que se había convertido en un vampiro poderoso gracias a la intensa sangre de su creador y a los largos años que había vivido como inmortal), el rey vampiro se puso a su lado rodeándolo con sus largos brazos por la cintura.

-Será mejor que observes muy bien a tu amiguito antes de que sea mi alimento. Ahora, disfrutemos de la velada-. Con su dedo índice y su afilada uña hizo un profundo corte en el cuello del joven de cabellos dorados, quien al instante soltó un grito de dolor. De la herida recién abierta manaba la sangre que formaba un hilo por el cuello del rubio. – Ves lo que te ganas por ser desobediente, quiero que se te grabe muy bien en la cabeza y que no se te olvide jamás: YO SOY TU CREADOR, TU ÚNICO AMANTE, TU DUEÑO, ME PERTENECERAS POR TODA LA ETERNIDAD-. Al finalizar estas palabras acerco su rostro hasta la herida y con la lengua limpio la sangre que de a poco comenzaba a cesar.

Al otro extremo de la torre (en donde yacía el cuerpo inerte del pelirosa), una rata salió de una grieta en la pared y olfateo de cerca el cuerpo del chico, tocándolo con sus largos bigotes en la cara, al percibir esto el muchacho comenzó a reaccionar y a abrir los ojos con dificultad. Al abrirlos por completo dejó al descubierto su hermoso color y profundidad.

El joven poseía unos ojos grandes y perspicaces de un increíble color violeta, que sin duda en un tiempo habían poseído una gran luminosidad, pero en esos momentos lucían opacos y decaídos.

Shuichi se incorporó con cuidado, sentándose con dificultad. A pesar de la penumbra que presentaba el lugar, el pelirosa logró vislumbrar la figura de Yuki, pero cuando iba a decir su nombre se percató de lo que estaba sucediendo y su corazón dio un vuelco. Se sintió inmensamente dolido, no por las heridas que cubrían casi la totalidad de su cuerpo sino, por la escena que estaba presenciando y habría preferido evitar; Tohma besaba el cuello del rubio y se aproximaba hasta su boca. De forma imprevista cogió su labio inferior entre los suyos y lo rasgo sin reparo comenzando a besarlo con una ferocidad que Shuichi nunca había visto, ni siquiera en los besos que el novelista le propinaba.

Tohma era conciente de que el muchacho había vuelto en si, y por lo mismo intensifico aun más sus besos, obligando con su lengua a que Yuki le dejara más espacio. Con su mano libre acariciaba sus sedosos cabellos dorados, para luego bajar hasta su pecho en donde buscó las delicadas tetillas para torturarlas. Al sentir esto el joven no pudo evitar dejar escapar un gemido de dolor que resonó en toda la habitación.

-Basta Tohma, detente!!-. El novelista luchaba por librarse de los brazos del poderoso vampiro; pero le resultaba imposible, debido a la gran fuerza sobre natural que poseía Tohma, luego de vivir incontables años.

El poderoso vampiro cogió la delicada mano del escritor y la acercó hasta su boca en donde introdujo dos de los largos dedos y se puso a juguetear con ellos.

-Ahhgg!-. Exclamó el rubio. -Basta... mgg-.

Al oír aquel gemido Shuichi lo interpreto de forma errónea, pues pensó que su ex rubio estaba disfrutando con la situación, ya que no sabía que Tohma había hecho cortes en los dedos del joven y ahora succionaba su sangre sin compasión.

-Mnn, mnngg, Eiri-san, yo también estoy excitado-. Tras estas palabras lamió su cuello y buscó los labios del rubio, pero éste corrió la cara para evitarlo. -No tienes por qué hacerte el virginal conmigo y reprimir tus gemidos. Aunque ya estoy acostumbrado a que juegues a lo mismo. Me dices que me detenga cuando lo único que quieres es que siga hasta acabar dentro de ti...te conozco mi hermoso aprendiz-.

El rubio no pudo evitar sonrojarse cuando Tohma rozó con sus dedos su miembro ya rígido. No sabía por qué su cuerpo le jugaba tan malas pasadas, aún cuando estaba frente al hombre que más odiaba y detestaba en el mundo, su cuerpo le pedía que lo tocara, se sentía inmensamente estimulado por aquel hombre. -Que repulsivo soy-. Pensó y dejo escapar nuevamente un gemido, pero esta vez de placer contenido.

-Ya, ya-. Dijo el antiquísimo vampiro dándole golpecitos de consuelo en el hombro.- Sé que deseas que continuemos, pero tendrá que ser en otro momento, porque ahora tenemos a un observador inoportuno y bastante indiscreto-.

Para Yuki aquello fue una gran sorpresa, y sin esperar ni un segundo miro hacia donde estaba el joven cantante ( lo que no le fue para nada difícil debido a su poderosa visión obtenida con el don oscuro), y se percató de que éste, había estado despierto desde hacía un rato y había podido observar la escena. Su corazón dio un salto, pues sabía muy bien lo que el pequeño debía estar pensando; y él por supuesto no sería la victima en el asunto.

La mirada que el pelirosa le dirigió, le dejó el corazón helado; en sus ojos nunca se había reflejado para él tanto rencor y aversión, al contrario, esas violetas solo le dedicaban amor y entrega.

-Shuichi- dijo el novelista apenas con un hilo de voz, quizás ya era demasiado tarde para hacer entender al pelirosa que estaba equivocado, que él de verdad solo lo amaba a el y que había sido un baka, orgulloso y vanidoso al nunca confesárselo.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de Tohma.

-Nos ha estado observando desde hace un rato. Con paso lento camino hasta el pelirosa y con una sola mano lo agarro del pelo levantándolo del piso, aun con esto el joven le sostuvo la mirada con firmeza. -¿No te han enseñado nunca que es de muy mala educación observar a las parejas en su intimidad?-. Una sonrisa malévola se dibujo en su rostro mientras miraba con desprecio al joven que sostenía sin dificultad debido a la delgadez de su cuerpo. Luego, sin ninguna indicio lo golpeo en la cara con tanta fuerza que le desencajó la mandíbula y le rompió el labio. De su boca salía sangre a borbotones y su vista estaba desorbitada.

-Y esto( dijo el vampiro), es para que aprendas que jamás puedes mirarme de esa manera tan insolente -.

-¡BASTA!-. Con las últimas fuerzas que le quedaban Yuki rompió las cadenas que lo sujetaban de brazos y pies contra la pared, y empujo al vampiro lo más lejos que pudo del cuerpo del joven cantante. - ¡Shuichi, Shuichi!-. Lo sostenía entre sus brazos mientras intentaba hacer que reaccionara, el olor de su sangre era algo que lo provocaba, que lo llenaba de energía, deseba con todas sus fuerzas poder salvarlo de todo aquello. Con el puño de su ropa limpio como le fue posible la sangre que no cesaba de salir de la herida y luego, con gran agilidad llegó hasta Tohma y lo agarro de la levita. -¿Cómo puedes ser tan siniestro Tohma...?-.

-Esas son cosas que se aprenden con la vida, no te será difícil alcanzar mi nivel-.

-¡Yo jamás seré como tu, entiéndelo de una vez!-.

-Debes estar ciego para no notar que estas siguiendo exactamente el camino que yo tracé para ti, desde el primer día en que te conocí. Desde aquel entonces, yo ya había decidido que serías mío, que no harías nada que yo no hubiera deseado con anterioridad, que seguirías mis ordenes para toda la eternidad-.

-Eso no es así, yo he hecho todo lo que he querido, he amado a quien escogí y me he alejado de ti porque así lo decidí-.

-Mi hermoso Eiri- san, aun eres muy joven y no conoces los poderes de un vampiro. Tu solo has sido libre hasta cierto punto, pues yo jamás dejo que se me escape aquello en lo que ya he puesto mis ojos. Yo permití que te acercaras a ese joven porque así lo desee, yo permití que te alejaras de mi, porque así lo desee, y yo decidí que hoy estuviéramos hablando en este lugar y en este momento, en conclusión, yo he decidido todo sobre tu vida como vampiro y desde tus inicios no has dado ni un solo paso sin que yo este detrás-.

-¡Mientes!, tu no tienes tal poder, eso es imposible, nadie puede manejar la vida de otra persona, además, tu, ¿qué beneficio obtendrías de mi relación con Shuichi?. Yo sé muy bien que tu no das ni una puntada sin hilo-.

-Estas en lo correcto, yo jamás hago algo sin tener una buena razón para ello. Yo te puse en el camino de ese joven hace 1 año en Tokio, ¿lo recuerdas?, ahora me dirás,¿con qué fin?, pues eso aún no puedo decírtelo...pero calma, que cuando todo esto acabe, te enterarás de los motivos-.

-Maldito bastardo, pagaras por todo esto-. Yuki intento golpear al antiquísimo vampiro, pero este logró esquivar el golpe con un movimiento increíblemente rápido.

-¿Qué dices?, ¿Acaso tiene algún precio el amar con todas tus fuerzas a un solo hombre?, ¿por qué me tratas de este modo Eiri?, que no entiendes que deseo nuestra felicidad y por eso hago todo lo que hago, TODO ES POR TI, ¡todo!, te amo tanto que deseo que aprendas todas las reglas que se necesitan para vivir como vampiro, que aprendas que solo puedes confiar en mi, porque todos los otros querrán hacerte daño, querrán destruirte, incluso aquellos que tu crees que te aman-.

-¿De verdad crees que alguien podría confiar en ti?, eres un monstruo, todo lo que tocan tus manos es destruido, solo traes desgracia y sufrimiento, ¿A qué imbécil se le ocurriría creer en tus palabras Tohma?-. Shuichi no pudo evitar responder a sus palabras, y haciendo muestra de una sorprendente fortaleza interior se pueso de pie a pesar de la debilidad de su cuerpo,.

-Así que por fin te dignas a hablar... ¿Con qué derecho me tratas de mentiroso?, y peor aun me hablas en ese tono tan insolente, se nota que todavía no te das cuenta en la posición en que estás, te tengo en mis manos, estas a mi merced, cuando se me de la gana puedo matarte, y puedo hacerlo de la forma más larga y dolorosa posible si es que así lo deseo-.

-¡Tohma!, basta, no sigas con esto... te lo pido por favor, te lo imploro, deja que se valla, el problema es conmigo, puedes castigarme todo lo que quieras, haré lo que desees con tal que lo dejes ir con vida-.

-¿Harás lo que sea, todo lo que yo te pida?, ¿me seguirás para siempre como un lacayo obediente?-.

-Si, haré lo que quieras, estaré contigo en las tinieblas para siempre; siempre y cuando no le hagas mas daño a Shuichi-.

-¡Cállate Yuki!, no necesito que me protejas, ya he tenido bastante contigo y no quiero tener que deberte mi vida, porque no lo soportaría... prefiero odiarte con todo mi corazón antes de deberte algo-.Shuichi no podía seguir en silencio necesitaba soltar de algún modo toda la amargura que tenía en su interior

-Que sabias palabras pequeño... A mi tampoco me gustaría deberle mi vida a quien me la destruyó-. Dijo Tohma con gravedad.

-Maldito, no vuelvas a hablar sobre mi vida, porque yo, ya no tengo vida gracias a ustedes, y si ahora decides matarme, no me importaría en lo más mínimo, al contrarío, creo que hasta lo agradecería, porque así, no tendría que seguir viviendo, sabiendo que existen monstruos como ustedes-.

- Shuichi, por favor no digas eso...-. El rubio estaba profundamente abatido y dolido. Pugnaba por recobrar las fuerzas suficientes como para escapar de aquella torre junto a su amado cantante.

-Si tu no deseas seguir viviendo, yo podría ayudarte, pero... eso me quitaría todo el placer y la diversión, porque no hay nada como arrebatarle la vida a aquellos que no desean perderla y luchan por ella, y como sabrás tu no me simpatizas y no deseo hacerte ningún tipo de favor, así que, creo que tendré que buscar otro modo de eliminarte-.

-¿Qué dices?, si todo este tiempo solo has querido matarme, solo quieres que desaparezca para poder quedarte con Yuki. ¿Por qué no terminas con esto de una buena vez?, ¡SI TU NO LO HACES ENTONCES LO HARÉ YO!-. Precipitadamente Shuichi agarró el puñal que siempre traía consigo en el bolsillo del pantalón y quiso enterrárselo en el pecho, pero Yuki lo detuvo antes de que llegara a cumplir con su cometido y lo sujeto de ambas manos levantándolas por sobre sus hombros y obligándolo a que soltara el arma.

-¡NO!, ¡no...lo hagas!..., Shuichi te lo pido... no desees morir por mi culpa, TE AMO, no quiero que mueras, ¡NO QUIERO!...-. Yuki agachó la cabeza y lloró como nunca lo había hecho frente al pelirosa, sus lágrimas manchaban el piso de rojo y hacían dos líneas gruesas en su blanco rostro-. Se encontraba tan abatido y triste, que sentía que ya no podía más, sentía que se desvanecería en cualquier momento si no hacía algo rápidamente-.

Tohma miraba la escena a solo unos pasos de ambos y no pudo evitar sentir nauseas, odiaba a ese estúpido cantante, y se odiaba más así mismo por haber puesto en bandeja a Yuki ante aquel mocoso.

-Que conmovedora escena, ¿Por qué ahora no se besan también?-. Era tal el grado de rabia e ira que sentía el vampiro que su rostro se desfiguró y perdió por completo su "serenidad" habitual, cobrando una voz y expresión aterradora.

Al escuchar estas palabras el joven de cabellos dorados hizo exactamente lo que con ironía le sugirió Tohma y cogió la cabeza del pelirosa con su mano derecha, mientras que con la otra mantenía sujeta la mano del cantante, y lo beso en los labios con tal delicadeza que no le provocó ningún dolor en la herida abierta, que el muchacho tenía en la boca.

Shuichi fue sorprendido por los exquisitos labios del Rubio, pero esta vez pudo sentir en ellos más que deseo, más que pasión, esta vez pudo sentir el amor que sentía el escritor por él, pudo sentir la pureza de sus sentimientos, y sin más se abandonó en sus brazos dejándose envolver por su cuerpo y por la fragancia que tanto amaba.

Ahora ya no le importaba lo que pudiera suceder después, pues sabía que Yuki de verdad lo amaba, quizás todo lo que había pasado desde que lo conoció hacía más de un año valía la pena tan solo para poder vivir ese momento, para poder sentir la seguridad que le procuraban los fuertes e irresistibles brazos del rubio.

Continuará.

(N/A) Fin del Primer capitulo, espero que te haya gustado lo suficiente como para continuar con el que viene.

En el próximo capitulo: Les narraré como fue que Tohma conoció al novelista, y los sucesos que acontecieron en su intento por poseerlo. Es una vuelta al pasado en donde contaré todas las historias que ocurrieron antes de llegar al capitulo anterior. Por ejemplo cuando Tohma convirtió a Yuki en vampiro, cuando el novelista comenzó con sus cacerías nocturnas o cuando éste conoció al pequeño pelirosa y se dedicó a jugar con él, sin importarle sus sentimientos. Así, que para saber qué paso antes del primer capítulo no dejen de leer el siguiente y el subsiguiente, y así sucesivamente, porque de verdad que los siguientes capítulos están muuuuy buenos, -aunque esa es mi percepción-, después de todo yo lo escribí, así que mejor júzguenlo ustedes mismos.