wow, LES TRAIGO UNA HISTORIA FUERA DE LO COMUN, PUES PONDRE EN JUEGO LOS SENTIMIENTOS DE SHADOW POR MARIA, SU HERMOSA PRINCESA, CONTRA SONIC, EL ERIZO MALVADO. MAS QUE NADA ESTA HISTORIA SURGIO POR MI CONFUSIION ENTRE SI ERA MEJOR EL SONADOW O EL SHADARIA. PERO PUES YA CADA QUIE TIENE SUS GUSTOS.
DISFRUTEN DE ESTA HISTORIA, ES DE MI PARA USTEDES.
LA MAYORIA DE LOS PERSONAJES SON PROPIEDAD DE SEGA, SONIC TEAM Y EL MUNDO DE ARCHIE (HABLANDO POR SCOURGE).
Capítulo uno
El rico sufre lo de los pobres.
Nevaba, la fría nieve caía sobre su pecho casi desnudo, y su pies estaban enterrados en las montañas absorbentes de nieve; sin embargo no dejaba de correr. Ella sabía muy bien que iba a morir, no había más remedio, después de todo ella había aceptado ser una bruja y haber usado un hechizó para curar a la esposa del rey.
-Que pedazos de mierda son- dijo con un gruñido al recordar que ella había usado un hechizo muy poderoso para curarla y ahora era la razón por la que la buscaban. Deseaban matarla por el solo hecho de ser una bruja. Unos fuertes latigazos se escucharon a lo lejos y acompañados de ellos el relinché de un gran grupo de caballos. Aceleró el pazo hasta darse cuenta que estaba llegando a la sima de una montaña. No tardaron demasiado en llegar los grupos de caballos armados con espadas, látigos y trinches. Pero no venían solos, junto a ellos venía una hermosa carroza con el rey y la reina dentro. Con espada en mano, bajo el rey y se le acercó; en un momento ella deseaba atacarlo, pero su brujería era pura y ella misma no podría perdonarse hacer algo realmente maligno, pues si una bruja pura cometía algo así, ardería en las llamas del infierno. Pensó en un hechizó de sueño pero estaba agotada y se sentía asustada, pues los ojos enormes y claros del rey la perforaban con un odio radiante.
-Su majestad, acabemos con esta bruja de una vez por todas.-gritó uno de los caballeros a la vez que batía un látigo ferozmente.
-Ella morirá como el monstruo que es, decapitada.-Dijo y todos los demás gritaron eufóricos.
En un intento desesperado intentó decir algo pero fue detenida por una bofetada del rey.
La reina miraba en shock aquellas horribles escenas.
-No se que es mas repugnante-comenzó a decir el rey.-¿Saber que le hiciste magia negra a mi esposa embarazada o ver tu cara asquerosa de perra?-Acto seguido tomó su espada en alto e intento clavarla en su cara. La joven en un acto de reflejo logró salvarse pero resbaló y se goleo la cabeza.
Los caballeros aprovecharon la oportunidad y clavaron sus espadas en brazos y piernas. La joven solo dio un grito desgarrador, el dolor era insoportable. El rey tomó una antorcha y la clavo en su rostro para dejarle la carne al rojo vivo.
Ya no podía sentir nada, estaba entrando en shock, buscó una mirada piadosa en alguno de los caballeros pero nadie la tenía, pero fue mas su impresión cuando miró hacia la carroza y diviso a al reina con una sonrisa placentera por verla en tal estado. El dolor, la desesperación y el llanto, pronto se convirtieron en odio; miró a la luna y pensó en alguna manera de vengarse. Sus ojos se volvieron completamente negros y su voz de ser dulce se volvió demoníaca.
-¡La bruja va a atacar!-gritó el rey apartándose. Una sombra negra comenzó a emanar del cuerpo de la joven y poco a poco se levanto desprendiéndose de las espadas dando camino a chorros de sangre que a ella parecían no importarle.
-Humanos, ustedes son asquerosos al igual que las demás criaturas que osan decir que tiene capacidad para pensar.-dijo con voz diabólica mientras comenzaba a caminar hacía la reina.-Yo ya no viviré mas ni aquí ni en el cielo, si no en el infierno, pero… ¡no sere la única!- De pronto la enorme sombra que emanaba se abalanzó sobre los soldados y cuando esta los toco se pulverizaron. Al final solo quedo la reina y rey impactados; la reina comenzó a gritar desesperada.
-Talus!, vamos antes de que le haga daño a mi bebé.- Lloriqueo la reina a la vez que el rey comenzaba a retroceder pero la bruja ya estaba delante de el en un parpadeo. Sin pestañear levanto su espada para acabar con ella pero su cuerpo perdió el control y la espada terminó por atravesarle su propio abdomen. Su cuerpo calló sin movimiento a la fría nieve. La reina dio un alarido y un grito de miedo, sin pensar mucho bajo del carruaje y sintió como una mano hirviente la tomo. Su brazo comenzó a chamuscarse y dejaba ver una quemadura de tercer grado.
-Miserable sea tu vida de porquería humana. El dinero es lo único que te hace vivir. Te salve la vida a ti y a la criatura que llevas en tu interior y así es como me lo pagas. ¿Quién es la verdadera bruja? Siempre tratando a los demás como basura, mataste a millones de mujeres juzgándolas como brujas cuando no lo eran, pero ahora que estas frente a una real quiero que veas las consecuencias-Dijo y con un brusco golpe la derribó.
La reina cayó al suelo gimiendo. La bruja la giro dejándola boca arriba, le recorrió el vestido dejando ver sus piernas.
-Yo me encargaré que tu hija sufra lo que sufre un ser humilde y puro; nacerá en luna llena, el mismo día y momento en que otra criatura en circunstancias miserables nacerá; sufrirá todo el hambre que pase ese ser humilde, sentirá su dolor y cuando la muerte lo alcance, tu hija sucumbirá junto con él.-Terminado esto con sus filosas uñas dejo una marca sangrienta en cada una de las piernas de la reina. Esta chilló y la bruja iba a darle un golpe mas pero en un parpadeo la cabeza de la bruja salió desprendida de su cuerpo. Detrás suyo estaba el rey jadeando y con la espada en mano.
Meses después, la reina estaba a punto de dar a luz, ya era luna llena; todo el reino estaba cerrado, los caballeros buscaban a todas las mujeres humanas embarazadas y las llevaban a un aposento cálido, sin embargo, ninguna de las madres ya encontradas tenia la pinta de que daría a luz al dia siguiente.
-Mi rey ya hemos traído a todas las mujeres embarazadas.-Afirmó un caballero.
-Esto no tiene sentido, la bruja dijo que nacería mañana, pero ninguna esta en esa situación a menos que…
-¿Si mi rey?
-¡Traigas a todas las criaturas no humanas que estén embarazadas!
-Pero…Rey Talus, esas criaturas son repugnantes en este reino, además nunca han entrado al palacio a excepción de los reyes del otro reino.
-Es una orden, quiero ver a todas esas criaturas embarazadas aquí ahora mismo.
Los caballeros recorrieron el reino a toda prisa, hasta que encontraron a todas las criaturas embarazadas y la llevaron al palacio.
El rey analizó de una por una con desagrado, ya que en su reino a las criaturas así las trataban como basura o esclavos. Hasta que se detuvo con detenimiento en una eriza negra demacrada, estaba tirada en el piso jadeando de dolor.
-Su majestad, a esta la encontramos sola, su esposo la abandonó y tiene todas las características.-Le aseguró el caballero de la vez pasada.
-Rápido llévenla con mi esposa, si es cierta la maldición no podemos permitir que mi hija muera por las malas condiciones de la horrible criatura que dará a luz esta cosa.
Y sin cuidado alguno se llevaron al la eriza al cuarto de la reina, donde esta jadeaba y lloraba de dolor. A su alrededor había una gran cantidad de sirvientas con mantas y agua, acostaron en el piso a la eriza y en menos de lo esperado ambas comenzaron a dar a luz. Sorprendido por lo que pasaba el rey miró como ambas madres daban a luz en el momento exacto, hacían los mismos movimientos y para su sorpresa, los dos recién nacidos lloraron al unísono. Las enfermeras tomaron a ambos, cortaron el cordón umbilical y los limpiaron.
La reina solo dio un suspiro de alegría al ver a su hija. Pero la eriza negra no fue lo suficientemente fuerte y murió minutos después de dar a luz. A nadie pareció importarle, ya que sacaron su cuerpo sin decir nada.
-¡Martha, mira que hermosa es nuestra María!, nació bien y esta sana.-Dijo el rey con la niña en sus brazos y acercándose a su esposa.
-Mi María, es hermosa, jamás creí que algo así existiría.-La reina atrapó en sus brazos a su bebé y sonrió.
-Su majestad.-Llamó una de las sirvientas. El rey se dio cuenta de para que era.-La madre de la criatura murió, ¿que haremos con él?-Dijo enseñándole al rey a un erizo negro con betas rojas en partes de su cuerpo, el cual descansaba en un sesto de sabanas llenas de sangre en el piso. El rey puso una mueca de asco al verlo, a pesar de ello se acercó y lo levantó.
-Esta cosa asquerosa de aquí no debe morir, pero no lo quiero dentro de mi reino y mucho menos cerca de mi María, ustedes críenlo como sirviente, pero que sea sano, no lo quiero enfermo. Pero que nunca entre a este castillo. Vivira en el establo con los puercos y vacas.
-¿Cómo lo llamaremos?-Le preguntó a sus espaldas la reina con disgusto.
-Es inferior a mi hija, no merece un nombre, pero eso será, se llamara Shadow; es la sombra de mi hija pues no puede vivir sin el. Pero será solo eso, una sombra, la sombra de María.
Horas después, la reina falleció pues un extraño calor se apodero de su cuerpo y la consumió mientras nadie la miraba. El rey maldijo a la bruja y prometió proteger a su hija.
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Los años pasaron en el reino de la luna y María creció, se volvió una princesa muy hermosa, sus ojos azules como el agua resplandecían y captaban la mirada de todo aquel hombre que la mirará, su cabellera rubia era similar al oro y su cuerpo era sano y delgado. Sin embargo lo mas hermosa de ella había crecido en su interior pues a diferencia de sus padres, ella se había vuelto una persona muy amble y dulce, era amiga de todas las sirvientas e incluso las ayudaba a cocinar y a limpiar su cuarto. Pero nunca tenía permitido abandonar ese castillo ella sola, pues su padre la atemorizaba con historias de brujas malignas, le hablaba de los Mobianos y de como ellos no servían para nada más que para ser esclavos. Pero ella no pensaba así, pues había conocido al príncipe del otro reino llamado Sol, el príncipe Silver, un erizo plateado de ojos oro que venía una vez cada año con sus padres para negociar asuntos entre los reyes y evitar problemas, pues las criaturas como Silver eran conocidas como Mobianos y los humanos como su padre los despreciaban, pero el odio era reciproco. A pesar de ello, María quería conocerlos más de cerca y no solo por negocios, pues no veía diferencia alguna entre ellos y los Mobianos.
Pero durante esos años, en las caballerizas y establos del castillo, Shadow creció rodeado de tareas como sirviente pero sin entrar al castillo, las sirvientas, quienes lo criaron, le hablaban de lo hermoso que era el castillo por dentro y que ellas tenían habitaciones sencillas pero cómodas ahí mismo; pues a diferencia de ellas, Shadow siempre había vivido dentro del mismo establo con los cerdos. Razón por la que siempre olía mal y se bañaba con frecuencia en con agua de un pozo. Pues por alguna razón el rey no le permitía entrar al castillo, pero tampoco salir del los establos, no quería que estuviera en el pueblo ni que nadie lo viera. Pero lo peor para él era que algunas veces las sirvientas o el mismo rey lo trataban como si se tratase de un animal, y eso lo confundía, pues el jamás había visto otro ser como él, había crecido rodeado de humanos; a pesar de ello el no se sentía como un animal como lo eran los cerdos, vacas y toros con los que vivía. Recuerda como una vez un desconocido lo vio trabajando en las caballerizas y le gritó una serie de insultos, le lanzó trozos de pan, le silbó e incluso intentó colocarle un bozal. Ese día no hizo nada más que refugiarse en el establo hasta que se marchara aquel sujeto.
A pesar de ello Shadow no entendía nada, pues jamás se le enseño nada más que tareas del hogar, no sabía leer, contar, escribir, nada de historia, ni cultura; esas cosas solo eran para los humanos. Una vez cada mes, el Rey lo visitaba junto con un doctor y le realizaban un examen medico de pies a cabeza, lo median y pesaban. Pero eso no tenía ninguna impresión en Shadow, pues no sabía que era la medicina, por que lo analizaban y ni tenía permitido cuestionar al Rey de lo que le hacia.
Un día calló una terrible nevada y el Rey no le brindó importancia alguna pues estaba en una reunión con los burgueses la cual culminó en una fiesta real dentro del calido castillo. Las mas alta clase de la raza humana brindaba, bailaba y festejaban por el acercamiento del cumpleaños de la princesa María; la jovencita ya estaba próxima a cumplir dieciocho años, y como consecuencia tendría la oportunidad de escoger un caballero personal. Esa era una de las razones por la cual la mas alta clase estaba ahí reunida, pero otra de las razones era de la negociación del rey sobre la posible compra de tierras cercanas al reino del Sol.
-Rey Talus, te aseguro mi viejo amigo que no te arrepentirás para nada de adquirir esas tierras. Le dijo un hombre con una extensa barba castaña y cuerpo regordete.
-No veo nada especial que me llame la atención.- Respondió mientras se dirigía a una mesa con un gran bufete en sima.
-Talus, esas tierras tienen manantiales y posibles fuentes de oro. Imagínate cuantas riquezas podemos sacar de ese lugar. Es simplemente una gran oportunidad.-Intentó convencerlo el hombre. El rey solo se limitó a tomar un trozo de pollo entre sus dientes y devorarlo.- Piensa, si adquirimos esas tierras nos volveremos el reino mas poderoso.
-Escucha Gorgias, es impresionante ese lugar. Pero… esta cerca de el reino del Sol y ya hemos tenido suficientes problemas.- Dijo intentando darle un ultimátum a su amigo.
-Lo entiendo, pero eso no es tan grave. Si sería un riesgo si ya se hubiera llevado una guerra antes pero aún no ha sucedido ni sucederá. Además recuerda que no son más que animales.-A pesar de lo que dijo, Talus continuaba tragando aparentando no escuchar nada de lo que le decía. Georgias se molestó y se le ocurrió una forma de provocarlo.-Bueno mi viejo amigo, como no te interesa en lo mas minimo, tendré que ofrecerlo al Rey Ivo.
Talus soltó de sus manos su bocado y se volvió a Gorgias.
-¿Ivo?, ¿Acabas de mencionar el nombre de ese ingenuo?
-Así es. Creo que el no sabe nada aún, pero yo creo que si se llegará a enterar no dudaría en ir adquirir esas tierras.-Dijo en tono amenazador. Gorgias, desde siempre había resultado ser un gran genio en los negocios entre los reinos y siempre se veía muy bien beneficiado., pues siempre sus negocios terminaban en el éxito y pedía cosas increíbles a cambio de sus labores.
Por lo regular trabajaba para Talus, pero otras veces trabajaba para el rey Ivo. Ivo era un rey regordete, calvo y con un bigote muy peculiar; era el sobrino de Talus, primo de María, pero a pesar de ello Talus lo despreciaba por sus actitudes ingenuas y fanáticas por la alquimia y la herrería; a diferencia de Talus, él era mas amable con sus súbditos incluso con los Mobianos, pero de vez en cuando se aprovechaban de su nobleza para sacarle dinero en grandes cantidades. Por esta razón Talus lo despreciaba, lo consideraba un idiota con dinero.
-Tendría que ponerme ebrio para decir que no. Aceptó el negocio, solo dime cuando nos vamos.
-Por supuesto mi querido Talus.- Dijo con una sonrisa en los labios.-Partimos mañana.
-Mmm… es un día antes del cumpleaños de María, pero supongo que no habrá problema si la dejo a cargo de las sirvientas. Entonces así será.
Mientras tanto, las sirvientas entraban y salían de la cocina con banquetes en manos. La música sonaba enérgica y todos reían y bailaban. A acepción de María, ella se mantuvo sentada en el trono mirando como todos se divertían, una que otra vez se acervan jóvenes para mirarla y saludarla, incluso la invitaban a bailar pero ella se reusaba. Cansada se dirigió a la cocina a ayudar a las sirvientas a cocinar.
-Querida, deja que nosotras nos ocupemos tu tienes que ir a divertirte.-Le dijo una anciana sirvienta que preparaba una fresca ensalada.
-No lo se. Por alguna razón me siento muy desanimada. Además los chicos que vienen quieren que baile con ellos y no se si pueda seguirles el ritmo. No se bailar.-Dijo con algo de melancolía.
La anciana solo se extraño de esa actitud pues la joven por lo regular era muy activa y feliz.
-Mi niña María…-comenzó con ternura-tu nunca piensas en esas cosas. Lo más probable es que estés triste por algo. Además tú siempre has sabido bailar.
-No lo creo. No hay razón para estar triste. Menos que ya se acerca mi cumpleaños y tendré mi caballero personal.-Dijo elevando el tono de voz e iluminando su rostro de felicidad.- Tienes razón. Deja salgo y voy a bailar y comer de tus deliciosos banquetes.
-Me parece perfecto.
La princesa abandonó la cocina y se paró en la zona de baile; de inmediato varios chicos se le acercaron para bailar con ella. Comenzó a bailar con uno que jamás había visto en su vida pero le pareció tierno por sus enormes orejas que se expandían en su cabeza. A pesar de todo, sentía una extraña depresión en su interior, su felicidad estaba combinada con tristeza, pero no sabía como era eso posible. Además comenzaba a sentir algo de frió, un extraño cosquilleo comenzó a pasar por sus manos y piernas, comenzó a perder la coordinación en el baile que realizaba. Minutos mas tarde, cambio de pareja pero al momento de hacer contacto con el chico, este la soltó asustado.
-Princesa, esta usted helada.-Dijo el joven.
María no escucho nada y se derrumbó en el piso. El chico pidió ayuda y rápidamente todo el mundo estaba agrupado a su alrededor. El rey fue de los últimos en llegar.
-¿Qué le sucedió a mi hija?- pregunto desesperando abriéndose paso entre la gente. Se inclino para levantarla.
-¡Majestad espere!- gritó un ciudadano, a la vez que hacia que el rey se detuviera.
-¡Doctor!- dijo el rey dándose cuenta de su presencia.-¿Qué le sucede a mi hija? ¿Por que esta helada?-Preguntó desesperado y agitando al doctor. Este lo obligó a soltarlo y se colocó la mano sobre la niña.
-Hipotermia...
-¿Pero como?, ella no ha estado expuesta al frío, no ha salido en todo el día.
-Su cuerpo esta entrando en shock...
-¡Traigan agua caliente y sabanas!- gritó el rey mas desesperado que antes.
-¡No!, eso solo va a matarla. No podemos calentar su cuerpo así de repente.
Todos los demás solo estaban asustados, unos murmuraban plegarias y otras simplemente susurraban cosas inentendibles.
El doctor pensó unos segundos antes de levantarse de golpe y mirar al rey directamente.
-¿Dónde esta él?- le preguntó en un susurro.
El rey por un segundo no entendió a que se refería, pero después lo recordó y puso una cara de confusión, se levantó y corrió a las afueras del castillo.
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La tormenta era muy fuerte. La nieve se había acumulado en todas partes menos en el establo mediano. Shadow había decidido llevar a todos los animales ahí, pero el espacio no era suficiente y no cabían todos. Corrió durante minutos en la nieve fría buscando hasta al mas mínimo huevo para ponerlo a salvo. Tuvo que meter a las gallinas en el cuarto de herramientas junto con un par de puercos. Al parecer todos los animales estaban a salvo. Pero Shadow había estado mucho tiempo en la nieve y su ropa no lo abrigaba demasiado, ni siquiera su pelaje blanco que tenía en su pecho lo calentaba. Finalmente decidió meterse en un viejo saco para agarrar calor, intentó acurrucarse, pero el frío no se alejaba. Desde ahí escuchaba como los humanos se divertían en la fiesta. Por alguna razón sintió mucha tristeza, pues jamás lo habían invitado; pero lo que mas le deprimía era que nadie se había preocupado por ir a ayudarle con la nieve y los animales. Tal vez si alguien se hubiera preocupado por él no estaría en ese saco congelándose, y tal vez estaría dentro en el baile… "Pero no se bailar" pensó y eso lo deprimió. Que ridículo se sentía pensando en eso, dejo escapar una risa forzada y cerró los ojos.
Minutos más tarde comenzó a sentir sus extremidades adormiladas. Se puso de pie y perdió la coordinación y cayó a la fría nieve. Todo se tornó oscuro y, en lo que pareció para él un segundo, unos brazos lo estaban levantando con cuidado y llevándolo a alguna parte.
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-Necesito que me traigan agua y ropa, pero nada mas caliente de lo normal pero ni tan tibió.-Ordenó el doctor mientras recostaba en una cama a la princesa María. –No muevan a ninguno de los dos de manera brusca o pueden causarle daños.
El rey miraba impaciente como el doctor desarrollaba su trabajo con profesionalismo, pero le inquietaba ver a Shadow acostado en un grupo de sabanas solo a unos metros de María. Sintió odio por dentro.
-Si no hubiera sido por que esa tonta cosa se enfermó, María no estaría sufriendo.
-De hecho su majestad, primero voy a atenderlo a él. Esta realmente mal.-El doctor colocó agua tibia en la frente de Shadow, envolvió sus extremidades con varias mantas, le quito la ropa que llevaba puesta y le colocó sabanas calientes. Acto seguido le tomo la presión y la temperatura.
-¿Cuánto va a tardar en recuperarse?- preguntó Talus.
-Debemos dejar que ambos reposen.-El doctor se percató de una mueca de desagrado del rey.-Si de verdad quiere que su hija este mejor no saque al erizo hasta que mejoré.
-¿De verdad es necesario que estén en la misma habitación?, puedo dejarle una habitación con una de las sirvientas.-Sugirió con mala gana.
-Su majestad, me es de mucha importancia notar los cambios entre ambos, para ellos necesito que estén cerca el uno del otro. Además la temperatura en esta habitación la he adecuado para que ambos se recuperen, afuera el clima no es mas favorable.
Talus lo pensó por un momento y no tuvo más opción que obedecer al doctor. El doctor se acercó al erizo y lo reviso; su respiración esta mas calmada, pero sus parpados aún temblaban, sin embargo ya estaba recuperando la temperatura. El doctor, era una de las únicas personas que conocía de la maldición de la princesa, ya que el era el doctor personal de ambos y era la primera vez que uno de ellos se enfermaba de algo tan peligroso.
-Tan pronto como amanezca, denle un baño a ambos con agua caliente y aliméntenlos con comida en estado semilíquido, de recomendación caldos sin carne roja.
-Doctor…-le llamó una de las sirvientas.-La tormenta esta por empeorar, ya casi todos los demás invitados se han retirado.
-El doctor se quedará aquí hasta mañana.-Aseguró Talus y en un instante las enfermeras ya estaban preparándole una cálida habitación.
Más tarde, Talus ordenó a las sirvientas vigilar a la princesa, pero el doctor sugirió que no era necesario, los medicamentos que le había brindado a ambos los mantendría sanos por la noche. Finalmente convencido, el rey se marchó a despedir a los últimos invitados, incluido Gorgias, dando fin así a su pesada noche.
CONTINUARA...
ESPERO Y LES VAYA GUSTANDO. EN CUANTO PUEDA LES TRAIGO LOS SIGUIENTES CAPS. LES PIDO REVIEWS PARA MEJORAR. GRACIAS.