Disclaimer: Hetalia ni sus personajes no me pertenecen, si no al awesome Hidekaz Himaruya –sama 8D
Y así, en estos momentos, cuando Lovino lo mandaba a volar con una patada "ahí abajo", se preguntaba por qué lo amaba. Antonio no dudaba de su amor, eso está más que seguro…pero había veces que él no entendía su adoración a Lovino…y lo recordaba tomando una copa de vino, ese vino que tenía Lovino y que ocasionalmente (y con un gran sonrojo) obsequiaba a Antonio para que tu paladar de mierda sepa lo que es bueno, porque en teoría comes mierda.
Y el degustaba el vino, esté helado, o cuando se le olvidaba refrigerarlo, algo caliente por el sol de España, ese sol reluciente causante de su gran estado de ánimo.
Finalmente, llegaba a la conclusión de que el amor de Lovino era como el vino.
Era como el vino helado cuando era un trago frio e inesperado, y un tanto agrio. En esos momentos cuando Lovino se enojaba tanto con él, olvidándose que ese maldito bastardo que sólo sabe joder todos los días tenía sentimientos. A veces sobrepasaba sus límites, poniéndolo triste, algo que para él era difícil disimularlo. Y se volvía inesperado cuando Lovino balbuceaba unas pequeñas palabras de perdón, para que luego Antonio, como buen conquistador, conquiste a Lovino embriagándolo con besos españoles, tal y como el país de la Pasión sabían darlos.
Y era como ese vino caliente, que tenía un trago pesado pero tremendamente dulce. Como cuando Lovino decía demasiados insultos, y lo que en verdad el no sospechaba es que esas malas palabras eran pequeñas indirectas. Hasta que el no entendía y Lovino se desesperaba, obligándolo a que este último lo besara frenéticamente, pero Antonio ya se lo venía venir, porque él se hacía el desentendido a propósito. Así que no lo tomaba por sorpresa, pudiendo ganar el beso y ser él el que lo dé, terminando con una tarde (y quién sabe, el resto de la noche) tremendamente amorosa y con un desenlace en donde ambos entregaban su cuerpo al otro, sellando así su promesa de amarse.
Pero no importa qué, el vino sigue siendo dulce y agradable, pero con dos finales distintos.
Y dicen que mientras más añejo, más delicioso. Es por eso que la promesa de amor con Lovino nunca terminará, ya que podrá disfrutar más su amor de esa manera, sabiendo que era para siempre.
FIN.
Sí, se supone que debería continuar con mi otro fic.
Pero….se me murió mi hámster –depresión total-
Él era el que me inspiraba y ahora ya no sé qué hacer.
Buen…hoy estaba recordando cuando tomé como siete o seis (tal vez ocho) copas de vino en la casa de mi tío, primero tomé copas heladas, que me gustaron mucho, pero no eran tan dulces D8, y luego copas calientes, eran tremendamente dulces pero me quemaban demasiado xD. Así que se me ocurrió este fic.
Bleh, trataré de salirme de mi depresión extrema.
¿Me dejan un review? (:
