Avatar: La nueva leyenda
Libro:1 Agua de vida
EL SECRETO DEL AVATAR
Mi nombre es Kaia, tengo 15 años y vivo en la tribu de agua del polo sur, aquí comparto mi existencia con mi madre, quién es la líder de la aldea y una de las últimas maestras agua que quedan en el mundo; con mi tío Sokka hermano de mi madre la tía Sukki su esposa y las muy constantes visitas de mi tía Toph, o cómo suelen llamarla en el reino de tierra, la bandida ciega. Considero que hablarles de mi padre sería como hablarles del universo infinito puesto que no sé nada de él, no sé su nombre, no sé su edad, ni siquiera sé en que momento de la vida de mi madre se convirtió en alguien tan importante como para que ella accediera a tener un hijo con él, y no es que me queje, de no ser por ese hombre yo no existiría en este mundo pero aparte de saber que mi mamá lo sigue amando no tengo más idea de quién pueda ser él. Bueno mencionaba que vivía en la tribu agua del polo sur, ¿mencioné que soy una maestra de agua?, Es extraño pero no sólo puedo manipular el agua para transformarla en hielo sino que puedo transformar el hielo en agua y además la nieve, mi madre dice que es un talento natural, yo reafirmó su idea pues ella es una gran maestra del agua control y no sólo considero que mi habilidad sea genética sino que además mi madre me ha enseñado todo muy bien.
-Kaia, Kaia…ven, tu tía Toph está aquí.- ahí estaba mi madre llamándome.
-Ya voy mamá.-contesté y decidí dejar mi entrenamiento para otro día, ahora debía ir con mi madre y con mi tía Toph. A decir verdad me encantaban sus visitas siempre traía algo nuevo que contar, todas sus historias son grandiosas y me gusta mucho escucharlas. A pesar de eso ella tampoco me ha contado nunca nada sobre mi padre, sé que lo conoció pues a veces he logrado escuchar pedazos de conversaciones entre mi mamá y ella sobre él sin embargo ninguna me ha revelado nada, a veces me preguntaba que sería tan grave sobre mi origen como para que a estas alturas no supiera nada se aquel que contribuyó a darme la vida.
Estaba ya frente a la tienda a punto de introducirme en ella cuando de pronto pude escuchar la plática que mi madre y mi tía sostenían, no hice ruido y puse atención a las palabras.
-¿No crees que ya deberías decírselo?-era la voz de mi tía Toph.
-Pienso que debería esperar un poco más, aún es muy joven y …-ahora hablaba mi mamá.
-¡Por favor Katara, tiene 15 años, es hora de que se entere!-
-Es demasiada responsabilidad Toph me preocupa que no pueda con la noticia.-
-Su padre pudo con la noticia que cambiaría su vida a los doce, y sé que ella podrá con lo que sea ahora, ¿No confías en tu hija?-
-Claro que sí, Kaia tiene la gran fortaleza de Aang, sé que al igual que él ella jamás se dejaría vencer.-
En cuanto escuché el nombre de Aang sentí una opresión en mi corazón, yo sabía quién era es tal Aang, era el legendario Avatar, el último maestro aire que logró derrotar al señor del fuego y restablecer la paz, nadie ignoraba la importancia de ese gran héroe; Sin embargo su nombre había sonado tan natural de boca de mi madre, tan cargado de amor, justamente cómo cuando me decía algo como " Tu padre era maravilloso". La duda me asaltó, ¿entonces, por que mi madre lo mencionaba así?, ¿Por qué hablaba como si lo conociera?, Las dudas se arremolinaban en mi mente y no permitían que mis pensamientos se concretaran con claridad, fue entonces que decidí entrar a la tienda sin importarme nada más que aclarar todo lo que había acudido a mi.
-Madre , ¿es que acaso tú conociste al Avatar Aang?- pregunté al momento que miraba a las dos mujeres sentadas frente a mi mirarme con sorpresa ante mi entrada tan repentina y mi pregunta tan brusca.
-Kaia…-murmuró mi madre, ahora me miraba con ternura.
-¡Dícelo ya o se lo diré yo!-amenazó mi tía con seriedad, mi madre se volvió a verla con el seño un poco fruncido.
-Está bien, está bien, ahora calmate Toph.-después regresó su mirada a mi igual que antes.- Kaia, hija siéntate por favor, lo que te tengo que contar es muy importante.-
Suspire profundamente y me senté frente a ambas maestras, a pesar de que a amabas las quería mucho ( y como no) me inspiraban siempre un gran respeto, ellas eran poderosas y yo apenas empezaba con mi entrenamiento, me sentía muy insignificante a su lado, sin embargo ese día la historia que mi madre me contaría cambiaría todo lo que conocía hasta ese momento.
-Cuando yo tenía 14 años vivía en esta tribu con tu tío Sokka, estábamos en medio de una guerra que se había prolongado y en la cual habíamos perdido a nuestra madre y por la cual tu abuelo se había tenido que separar de nosotros, quedándonos tu tío y yo ayudando a Gran Gran a cuidar la tribu. Un día Sokka y yo nos encontrábamos intentando pescar, bueno él…-la cara de mi madre había adquirido un tono un tanto alegre ante los recuerdos y una sonrisa se había dibujado en su rostro, luego de ese momento continúo su historia.-Yo me encontraba practicando mi agua control, que en ese entonces no era muy buena, entonces al hacer un movimiento, empapé a tu tío logrando que él se molestara conmigo, empezamos a discutir puras tonterías y en tanto mis brazos se movían con furia durante la discusión el hielo a mis espaldas comenzaba a romperse, fue entonces que descubrimos cómo un niño se
encontraba atrapado en el iceberg, corrimos hacia él y en un segundo una intensa luz proveniente de aquel muchacho lo liberó de su prisión de hielo, cayó inconsciente, sin embargo yo pude sostenerlo en mis brazos mientras esperaba a que despertara, entonces el abrió sus ojos… fue esa la primera vez que vi esa mirada… fue la primera vez que pude ver a los ojos a Aang.-Una vez más pude notar el tono de mi madre sobre ese nombre, era aquello lo que inquietaba mi curiosidad más que nada y el hecho de saber que mi madre había conocido al Gran avatar me había Shokeado.
-¿Qué paso después?-pregunté ansiosa por que mi mamá continuara su relato.
-Tú sabes quién es Aang, el poderoso avatar, él último nómada aire, un héroe, podría contarte todas sus hazañas pero eso es algo que tú ya sabes por las leyendas que se formaron en torno a él, pero yo no te voy a contar sobre eso, yo más bien te contaré su lado más humano, el que yo pude conocer plenamente. Después de ese primer encuentro Sokka y yo viajamos junto a él buscando la paz, y ayudando al control que él necesitaba sobre los elementos, nos hicimos buenos amigos y con el tiempo tu tía Toph se nos unió, luchamos contra la nación del fuego en varias ocasiones y también Zuko formó parte del equipo, en ese tiempo Aang comenzaba a hacer evidentes sus sentimientos por mí, aunque yo lo sospechaba no estaba segura del todo, después de derrotar al señor del fuego él me dio una determinante declaración que yo correspondí, me di cuenta de que también lo amaba y comenzamos una relación, con el tiempo la relación se fortaleció y llegamos a casarnos y…-
Mis ojos se abrían a cada vez más a cada momento que las revelaciones llegaban a mis oídos, todo me parecía tan increíble que no podía asimilarlo del todo, ¿Mi madre casada con el avatar?, ¿Significaba eso realmente lo que yo creía?
-¡Al grano demonios!-exclamó en ese momento mi tía ya desesperada haciendo que tanto mi mamá como yo la mirásemos.-¡El punto es que Aang es tu padre!-confesó mi tía adelantándose por completo a mi madre, esta confesión hizo que volteara a ver a mi madre con un rostro que estaba segura era inenarrable.
-¿Eso es verdad?- pregunté a mi mamá completamente sofocada por la verdad, no podía creerlo, todo esto estaba cambiando mi mundo tan rápido que no sabía cómo reaccionar.
-Sí Kaia.-confirmó mi madre.-Tú eres la hija del Avatar Aang.-
Sentí que todo me daba vueltas, no sabía qué hacer o cómo reaccionar, de lo único que estaba segura era de que esta noticia iba a cambiar mi existencia para siempre.
Continuará…
Espero que sea de su agrado, hago esto sin fin de lucro, los personajes no me pertenecen y cualquier comentario, queja o sugerencia será bienvenido, gracias por leer.
