Los personajes de Naruto no me pertenecen. Son propiedad de Kishimoto. Yo solo los utilizo para escribir sobre ellos sin ánimo de lucro.

El fin de la luz

La oscuridad de la noche bañaba la tétrica habitación de hospital, las vendas ocultaban sus ojos y parte de la nariz, también envolvían su brazo derecho y pierna izquierda. Su increíble energía parecía haber descendido a cero, estaba agotado y sus miembros le repartían pesadez. Así que optó por quedarse quieto, intentó relajarse y pensar con tranquilidad. Había sido una pelea intensa, se transformó en Kyubi y consiguió acabar con Orochimaru, cuando a rastras buscó a Sasuke este no se encontraba allí como le quisieron hacer creer, después de todo su esfuerzo, no sirvió de nada. Suspiró vaciando la mitad de sus pulmones apaciguándolos. El Uchiha en estos momentos podría estar siendo asesinado por su hermano, "Si tan solo hubiera llegado un poco antes!" se reprochaba a sí mismo.

Sintió un dolor agudo en sus ojos, con esfuerzo alzó su mano y se tocó al fría venda, sentía que algo iba mal, lo presentía aunque nadie se lo quisiera afirmar. Se incorporó con el mayor cuidado que pudo en la cama, sintiendo varías molestas en riñones y trasero. Sujetó el extremo de la venda, quitando con anterioridad el adhesivo que la unía, tirando de ella con tranquilidad, dio pequeñas vueltas hasta que se aflojaron y cayeron en su cuello. Seguía con los ojos cerrados sin atreverse a abrirlos, un escalofrió se acopló en su pecho encogiéndolo notoriamente. Echando ese valor que le caracterizaba alzó sus parpados minimamente, pero la luz seguía sin acudir a sus lindas orbes azules, se impacientó notando como su corazón latía acelerado y los abrió completamente. Empezó a temblar cuando todo lo que le rodeaba era oscuridad, febril y tenebrosa, esa soledad a la que tanto le temía se hacía en esos momentos con el control de su vida.

Se quedó paralizado, con una cara completamente desencajada, diversas lágrimas comenzaban a fluir de aquella vacía mirada. Sentía pánico y como loco empezó a tocarse la cara, se colocó de rodillas en el centro de la cama y palpó con desesperación las sabanas. Tenía la esperanza de que todo fuera momentáneo, pero pasaban los minutos y su ceguera seguía intacta.

Deslizó sus manos hasta el filo de la cama para intentar bajar, su respiración se hacía cada vez mas acelerada y su desesperación crecía a pasos agigantados.

-Dios… dios…-, pronunciaba con la voz casi perdida, disminuyendo en intensidad.

Se intentó bajar cayendo cara al suelo, su cuerpo dolía con exageración y su temor crecía con la penumbra, poco tardó en romper en llanto, completamente consumido en un miedo atroz se abrazó a sí mismo para intentar protegerse, aislarse de la soledad que ante él se presentaba.

-SASUKE!-, gritó en un chillido desgarrador, intentando expulsar todos sus temores con él.

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Una linda pelirosa conversaba acaloradamente con la Gondaime, estaba nerviosa y su cuerpo temblaba con estrépito. Agarró con desesperación los hombros de su sensei para clavar sus ojos en los contrarios.

-Por favor Tsunade-sama…, dime que no es verdad, dímelo!-, gritó sollozando y apretando con fuerza a su maestra.

Esta le rehusó la mirada, la alegría de su vida Uzumaki Naruto se había apagado, y le dolía en lo más profundo de su alma, tanto que le costaba hablar. Sus labios se encontraban entumecidos y sus ojos rojizos, más aún que los de Sakura.

-Para que quieres que te lo confirme, eres la segunda mejor medic nin, lo sabes de sobra, lo más probable… es que Naruto… no pueda volver a ver más-, logró decir junto a una flojedad que la obligó a sentarse.

Todos los presentes se sorprendieron, Hinata se tapó la boca y comenzó a llorar acogiéndola Neji en sus brazos, Ino dio unos cuantos pasos hacia atrás para quedar junto a Chouji que había dejado de comer sus dichosas patatas fritas. Kiba recogió a Akamaru y miró intentando reconfortarse a Shino que acarició su hombro seriamente. Tente estaba abrazaba a Lee, pero este solo contemplaba la reacción de la pelirosa.

Sakura no se había movido, solo descendió su cabeza y diversas lágrimas chocaron en el suelo justo frente a sus pies.

-Porque… porque a él… mierda!-, exclamó arrodillada mirando al techo, -porque te ensañas con él, yo no te valgo, castígame a mí por lo pecados de Sasuke, pero no a él, NO HA NARUTO!-, chilló golpeando el suelo y llorando amargamente.

Todos se acongojaron ante la desesperación de la joven, adelantándose Lee para abrazarla de rodillas a su lado.

-Tranquila Sakura-chan-, le consolaba acariciando sus rosados cabellos y admirando la tristeza de sus ojos, -Naruto-kun es fuerte, envidiablemente fuerte, lo superará y todos estaremos a su lado para apoyarle-.

La ojiverde se limitó a abrazarlo y acallar su sollozo en aquel pecho tranquilizador. De repente un gritó desgarrador se pudo escuchar, Haruno se sobresaltó y miró hacia el pasillo.

-Esa voz…, el nombre de Sasuke… Naruto!-, reconoció al instante, sus ágil cuerpo se levantó de momento y con desesperación corrió hacia el cuarto del kitsune.

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Se quedó parada frente a la puerta, dudaba si entrar o no, su corazón se agitaba violentamente, ella quería locamente a aquel rubio que tantas veces la había salvado la vida, apartó al Uchiha de sus pensamientos alojando a ese zorrito revoltoso y gentil, se había ganado su corazón sin esfuerzo, comprendiendo que lo único que lo ataba al vengador era su belleza y popularidad. Agarró temblorosa el pomo y lo volvió abriéndose con un chirrido, la habitación yacía completamente a oscuras, dio un paso nerviosa introduciéndose en ella, cuando algo pasó justo delante de su cara estrellándose contra la pared. Volvió la cabeza y observó como una bandeja se encontraba desquebrajada en el suelo.

-Quién… quién… anda ahí?-, preguntó un fiero y algo asustado Naruto, recogiendo ahora otro objeto que pudo alcanzar. Un aroma a flor de cerezo le vino a su agudo olfato, descendiendo el despertador y entrecerrando sus ojos con cara de resignación, -Sakura-chan eres tu?-.

-Si soy yo-, dijo acercándose, lo miraba cohibida por el hundimiento moral del rubio, se veía horrible y destrozado.

-Sa-Sakura-chan…-, hablaba en llantos, -acer… acércate que te toque…, no puedo verte…-, esta se dejó caer de rodillas frente a él, que desesperado tocaba su rostro, pasó una mano por su cabello, -nunca más podré ver tu hermoso pelo rosado…-, descendió hasta sus cejas, la curvatura de los ojos y los delicados labios, -tus ojos… verdes y… esos labios que siempre me han atraído…-, lágrimas perladas recorrían el rostro de Haruno bañando las morenas manos, -eh? no llores… Sakura-chan… no merezco que nadie se apene por mí… por un vulgar ciego… ya… no valgo nada…-, siguió sollozando.

La pelirosa enfurecida por su falta de voluntad le agarró fuerte de las muñecas y le zangaleó, le partía el alma verlo así y no lo iba a consentir.

-Naruto!-, lo llamó para que reaccionase, -tu saldrás adelante y a pesar de todos tus problemas te convertirás en el mayor Hokage que haya existido, lo juro por mi vida, yo te ayudaré a conseguirlo-, soltó muy segura de sus palabras tragándose las últimas lágrimas.

El kitsune se quedó impresionado palpando su cuello para abrazarse a él, esas palabras le llenaban de nuevo el alma de futuras esperanzas, el siempre había salido de los problemas y seguido adelante por muy gordos que fueran. Apoyó su rostro en la curvatura de su cuello oliendo de nuevo aquel agradable aroma a flores que le purificaba.

-Gracias… Sakura-chan-.

-Tu… tu me… quieres?-, preguntó la ojiverde averiguando si había echo bien.

-De que forma te refieres…?-, respondió retirándose y limpiándose las lágrimas que ya escocían sus ojos.

-De la que sea, me conformo con que me quieras de alguna manera…-, le sonrió esperando que el chico se alegrara, cuando se acordó de que no podía verla se burló de sí, recogiendo la mano del Kitsune y llevándola a sus labios, -toca, notas como te sonrió?-, preguntó sonriendo mas abiertamente.

Naruto se concentró en sentir aquellos cálidos labios y delineó la sonrisa perfilando toda su comisura, notó como la ternura que desprendía aquella chica se le introducía por los poros de sus yemas hasta invadirle el cuerpo.

-Si, lo noto Sakura-chan. Desde hace algún tiempo se que me miras con otros ojos y yo me siento muy feliz, es lo que siempre me habría gustado, pero os quiero igual a los dos yo… dios quiero verte!-, comenzó a llorar de nuevo.

Sakura se inclinó y posó con delicadeza sus manos en las bronceadas mejillas, con una dulzura extrema lamió algunas lágrimas que se desprendían por ella.

-Desde ahora yo me encargaré de hacerte feliz-, pronunció besando fugazmente sus labios, -olvidemos de una vez a Sasuke y convenzámonos que no va a regresar, me dedicaré de lleno a intentar curarte, te lo prometo, prometo que por mucho que me cueste volverás a ver-.

El rubio ahora que no podía ver reaccionada más sensiblemente al tacto, aquel beso aún mantenía el envolvente calor en su boca, aunque le haya agradado tenía seguro que lo único que sentía por ella era amistad y un profundo cariño, era de las pocas personas que lo apoyaría, se sentía tan desprotegido y asustado por lo que se avecinaba…

-Gracias Sakura-chan-, pronunció intentando esbozar una sonrisa agradecida.

-No me la des solo a mí, todos esta aquí para ayudarte-, al decir esto el kitsune pudo escuchar varios pasos que provenían de la entrada.

-Naruto no seas problemático, que nos tienes aquí…-, comentó Shikamaru.

-Eso, tienes que disfrutar de la primavera de la vida, Naruto-kun!-, exclamó Lee.

-Siempre estaremos aquí para apoyarte, no Akamaru?-, añadió Kiba junto a los ladridos de afirmación de su perrito.

-Yo… Naruto-kun…-, La Hyuuga juntaba sus deditos mientras se acercaba.

La dulce y suave voz de Hinata hizo que el chico agitara los brazos para querer tocarla, esta se centro en ellos y arrodillándose le abrazó.

-Hina-chan… Hi…, también….también deseó verte…, no quiero morirme sin volver a veros a todos…-, sollozaba entre aquel moreno cabello.

La ojiblanca, acarició los lindos mechones dorados, observando como aquellas brillantes perlas se desprendían de sus ojitos azul cielo y se dejaban disolver en su pecho. Acarició amorosamente su mejilla y la beso con dulzura, calmando un poco la agitación del zorrito.

-Por ahora deberías descansar-, aconsejó levantándole del suelo con la ayuda de Sakura

Entre las dos lo tendieron en la cama y lo arroparon, el rubio se sintió más amado que nunca, pero le faltaba algo, un sentimiento que solo una persona podía darle, aún así estaba agradecido del apoyo de sus amigos.

-Gracias a todos, muchas gracias-, sus ojos vidriosos se encontraban perdidos pero seguían igual de hermosos, se los restregó un poco con el puñito mientras sonreía.

-Descansa, lo demás se irán pero… yo me quedaré contigo no te preocupes-, explicó la pelirosa saliendo con todos los demás.

-Gracias-.

-Cuídate Naruto-kun, iré a verte cada momento que pueda-, pronunció la morena observándole con tristeza sostenida en la puerta.

-Gracias a ti Hina-chan, estoy seguro de ello-, comentó con otra nueva sonrisa, sacando un hilo de brillantes a los ojos blancos.

La puerta se cerró quedando de nuevo totalmente en silencio, algo asustado se acomodó fetalmente y se tapó completo con las sabanas.

-Porque Sasuke…, por tu culpa he quedado en este estado, si… por lo menos te tuviera aquí sano y salvo habría valido la pena, pero… y si estas muerto… para que he sacrificado mi luz… yo… te quiero Sasuke…, ojala estés vivo en alguna parte pensando en mí-, susurró antes de quedarse dormido, resbalando de sus mejilla la última lágrima de la noche.

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Bueno espero que os haya gustado jeje, he cambiado algo el toque de humor que le suelo dar a los fic por este de angustia, se que no escribo bien ni nada por el estilo, pero no me pidáis mucho, me conformo con que lo disfrutéis. También no se si he conseguido dar ese toque melancólico y un poco de desesperación, no espero que os hayáis hartado de llorar pero algo de tristeza sí, no?

Este va a ser un fic cortito, creo que como mínimo cuatro capis y como máximo ocho.

También quiero dejar claro que este fic no es narusaku solo que lo he puesto así para cuando haga su aparición Sasu, (inner: te vas a enterar por haberle echo sufrir tanto a Naru, jeje como no te lo curres lo lió con otro ¬¬)

Decir que tienen alrededor de unos 17 añitos largos va?

Y por el gran apoyo que me habéis entregado este capi va para ada-chan (mi niña linda) y nekoi (encanto-chan)