Título: El mejor para mí.
Autora: Freedom Released.
Género: Tragedia.
Clasificación: Todos los públicos.
Advertencias: UA, muerte de personaje.
Serie: One Piece.
Personajes: Sanji & Roronoa Zoro.
Extensión: Drabble/345 palabras.
Notas: No es Yaoi.
Resumen: No importa cuántos lleguen, para mí siempre serás el mejor.
Publicaciones: Sólo aquí y en MSS.
Disclaimer: Tanto One Piece como sus personajes son propiedad de Eiichiro Oda, eso sí, la historia es totalmente de mi propiedad.
El mejor para mí
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La noche cayó en un monte de una isla del West Blue. Las estrellas y la luna ya se hacían visibles en el oscuro cielo en esa noche de soledad. El viento hacía danzar las hojas de los arboles cercanos a un pequeño saliente de montaña que se encontraba justo encima del pueblo principal de la isla. Pequeño, sencillo, digno de lo que fue: una civilización dónde antiguamente vivieron los Samuráis más grandes de la historia, en donde ahora se formaba a pequeños espadachines que, quién sabe, podrían llegar a ser los mejores de su época.
En la cima de ese saliente, un rubio cocinero veía con tristeza una pequeña pieza de piedra con una inscripción grabada:
"Si muero aquí será porque no estaba destinado a llegar más lejos."
Roronoa Zoro. Noviembre, 1559. DEP.
El joven llevaba en sus manos una pequeña botella de sake con dos pequeños vasos. Uno lleno al lado del trozo de piedra, y otro en sus manos llenándose de sake. También, había un periódico al otro lado de la pieza, enrollado, y aparentemente leído ya por más personas dado que sus páginas estaban muy arrugadas. El cocinero pirata tenía una sonrisa de tristeza en un rostro, como si lo que estaba haciendo le causara algún tipo de dolor. En sus ojos se notaba nostalgia, y un brillo especial que se veía reflejado aún más por la luna llena que había salido esa noche.
Al acabar de servir el sake, se sentó al lado de la tumba y empezó a hablar con voz entre cortada:
—¿Sabes, Marimo? —habló con dolor—. He leído que… hay un espadachín que tiene capacidad para ser el mejor del mundo. Pero, ¿sabes? Yo no les hago caso, no importa cuántos lleguen...
Detuvo su discurso al notar que unas rebeldes lágrimas, que anteriormente amenazaron salir por sus ojos, al final ganaron la batalla y caminaron por las mejillas del muchacho hasta perderse en su barbilla, cayendo varias a la hierba, empapándola levemente.
—Tú siempre serás… —se detuvo a sollozar un poco y después volver a continuar— el mejor espadachín para mí.
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Fin.
Nota Autora: ¡Tan triste! *^* Es una de las pocas historias que he logrado hacer de One Piece y realmente me dio hasta pena. La vi en un viñeta hace un tiempo y decidí escribirla (: Cualquier crítica es bien recibida, gracias por leer.
