Hola a todos. Si pudieran leer mis notas antes de comenzar a leer solo para ubicaros un poco en esta historia.
Bueno la historia es un AU que parte de la siguiente premisa. En el primer capítulo de la temporada siete "Meet the new boss" Castiel, antes de liberar a las almas que tomó del purgatorio le dice a Dean que quisiera tener oportunidad de hacer algo para que Dean le perdonara. Bueno, partimos de esa base. Si Castiel no hubiera muerto ¿qué hubiera hecho para que Dean le perdonara? ¿Dean le habría perdonado? ¿Que sucedió? Bueno está es la historia como a mí se me ocurrió.
También tengo que decir que perdí una apuesta con mi adorada Violette Moore que cometió la Alta Traición de apostar contra mi equipo de futbol y peor tuvo el descaro de ganarme XDDD. Así que aquí está el pago. Muuuy retrasado, lo sé, pero aquí está. Te quiero Nena, ojalá sea lo que esperabas.
DISCLAMER.- Los personajes no me pertenecen, son de Kripke, de la CW y no sé de quien más, yo solo escribo como pasatiempo y no gano nada con ello. La canción que Dean escucha al principio pertenece a Hammerfall y se llama Between Two Worlds, si no la han escuchado se la están perdiendo es una joya.
El Perdón Para Castiel
por
Adrel Black
1. Penitencia
Cuando Dios creó el Edén jamás pasó por su cabeza que la penitencia sería necesaria. Claro que tenía una vaga idea de ello, pues él ya había establecido el purgatorio y encerrado ahí a los leviatanes; de modo que no era del todo ajeno a la idea de la expiación. Lo que él nunca pensó fue que sus queridos ángeles y sus amados humanos fueran a necesitar incorporar dicho concepto a sus vidas.
Mi cuerpo sin dudas ha mejorado en apenas un momento, se puede entender que es una gran mejoría ya no estar al borde de la evaporación, aun así me siento exhausto. Estoy bastante seguro que nunca, en la historia de la creación, desde que mi padre comenzó con todo esto, jamás un ángel se ha sentido tan agotado como yo en este momento.
Es en estos momentos cuando extraño aquel leve espacio de tiempo en el que fui humano, justo antes de encerrar a Lucifer en su jaula, esos momentos en los que era capaz de dormir, en los que podía, solo cerrar los ojos y, con algo de esfuerzo claro, desconectar la mente de lo que me rodeaba. En los que sabía que tarde o temprano el cansancio o el dolor colapsaría mi mente y podría caer en un leve olvido. Pero incluso ese momentáneo alivio me ha sido vedado, y estoy aquí, hecho polvo en el asiento trasero del Impala, con Bobby a un lado y mirando la parte posterior de las cabezas de Dean y Sam, escuchando a un hombre susurrar desde la radio una canción sobre un ángel con las alas rotas. Nunca creí que los humanos pudieran ser tan acertados en lo que un ángel quebrado como yo siente: "I am an angel, on broken wings. I am the beast, the devil and all in between. Nothing at all."
Dejo caer la frente contra el vidrio de la ventana, está frío, lo cual es bueno, no siento ningún dolor pero aun así me reconforta, cierro los ojos en un vano intento de aislarme, de todo, de la culpa, de los hombres que me rodean de las barbaridades que cometí, incluso de la estúpida canción: "Just like the rainbow, between mist and sun. Feeling like I'm trapped between two worlds".
Dean apaga la música, quizás la canción no le gusta, quizás entiende que no es algo que quiera escuchar ahora… Dean, la más extraña e intrincada criatura de la Tierra.
Suelto un suspiro aun con la frente pegada al vidrio de la ventana. Puedo ver en los movimientos de Dean que está intentando encontrarme en el reflejo del espejo retrovisor, sin embargo yo estoy fuera de su alcance y así quiero quedarme, no quiero mirarle a los ojos, aun no, lo haré en algún momento, pero no ahora.
El ambiente dentro del Impala, en el silencio que ha dejado la ausencia de la música es aplastante y yo en mi calidad de "burda imitación de un ángel" siento todo, la maldición a la que Sam se ve sometido por mi culpa, el infierno que atenaza su cabeza, sus intentos vanos de dormir, el cansancio avasallante de su cuerpo. La desconfianza de Bobby, el hombre viaja muy despierto y muy recto en su asiento con una mano bajo la chamarra, sé que tiene empuñada un arma en ella y que esa arma está apuntada a mí, soy el culpable de poner a sus chicos en la línea de fuego de nuevo. Es más que obvio que está dispuesto a dispararme en cuanto haga cualquier movimiento en falso. Solo Dios sabe qué clase de arma tendrá en la mano si espera con ella dañar a un ángel.
Y Dean, las emociones de Dean son aún más confusas, una maraña de hilos creando una enorme madeja en su pecho, culpa, dolor, tristeza, confusión, traición, decepción. Y todos ellos por mis decisiones.
Sé que debería de estar haciendo penitencia, que debería aislarme de la humanidad y quedarme solo, lejos, en un lugar en donde no pueda dañar a nadie más. Pero antes de poder hacerlo, tengo que enmendarme con Dean. Los lastime a todos, lo sé, pero Dean…, quizás sea el peor ángel de la creación, pero en este momento de dolor, todos mis pensamientos son para Dean.
Francamente quién podría resistirse a Dean.
Adrel Black
