Intereses Personales

Introducción

(Nota del Autor: La Historia se sitúa en el episodio "Tip of the Day")

(Nota del Autor 2: Durante todo el documento llamaremos a las puntas de plástico o metal de los pasadores de los zapatos, "Aglets", ya que no hay una palabra en español para esta frase. Además, algunas cosas son traducidas sin más, ya que el episodio no ha sido emitido en español aún.)

Era el día del concierto por el "Interés de los Aglets". El concierto tenía toda la masa que deseaba, ya que Isabella y los demás habían hecho un buen trabajo difundiendo a la gente lo importante de reconocer a los "Aglets", que eran quizá el invento más utilizado y menos comprendido de todo el Siglo XX.

Through the eye of the needle
It's time to loosen your tongue
Got a tip how to make ends meet

(Por el ojo de una aguja, es hora de aflojar la lengua, un truco para unir las puntas…)

A-G-L-E-T, AGLET! don't forget it.

(A-G-L-E-T, Aglet, ¡No lo olvides!)

It's the soul/sole of our feet, yeah, yeah, yeah

(Es la punta / alma de nuestros pies)

(Nota del Autor: No estoy seguro de que diga Phineas aquí. Entiendo "soul" y "sole")

We're tyin' the world together

(Estamos uniendo al mundo, juntos)

De repente Phineas se quedó sin palabras. Miraba a la multitud y todo lo veía borroso, inverosímil, confuso. Miraba a las luces y sentía como un rechazo a las mismas.

- ¿Phineas? – preguntó Isabella - ¿Estás bien?

Phineas seguía abstraído en su propio dolor. Entonces Isabella cometió el error de tocarlo. Su amigo le respondió golpeándole el rostro, antes de perder el equilibrio y caer al suelo. Era consciente todavía de lo que estaba haciendo y de todo el entorno a su alrededor.

- ¡Este concierto se acabó! – dijo Candace - ¡Ferb, llama a una ambulancia!

En medio de la sorpresa general de ver lo que había pasado, se llevaron a Phineas rápidamente, a las afueras del Estadio de Danville, donde la ambulancia aguardaba.

- ¡No puedo ver! – gritó Phineas.

- Tranquilo – dijo Candace – Estamos en una ambulancia. Ya no verás a la multitud.

- No es eso… - respondió Phineas – No puedo ver. No los veo ni a Ferb ni a ti.

- Tranquilízate – respondió Candace – Ya llegamos al hospital.

- Esto si no puedo explicarlo – se limitó a decir Ferb.

Capítulo I

(Los 2 Hermanos y 1 familiar)

Phineas había llegado al Hospital General de Danville y había sido atendido rápidamente. Los médicos se sorprendieron del cuadro que vieron. ¿Cómo alguien podía quedar ciego de repente? Candace no tardó en llamar a sus padres… pero no para acusar a sus hermanos, sino para salvarlos.

- Jamás hemos visto este caso – explicaba un médico – Estoy tan sorprendido como ustedes.

- ¿Qué le ha pasado a mi hijo? – preguntó Linda Flynn

- No lo sabemos – dijo uno de los médicos – Su hermana lo trajo en una ambulancia.

- Candace… ¿donde estaban Phineas y Ferb?

Era el momento perfecto para acusarlos, si lo deseaba. Si decía que habían organizado un concierto, podía explicar el misterio y a la vez hacer que su madre tomara acciones de una vez por todas. ¿Pero podía decírselo, cuando su hermano estaba ciego? No sabían nada. Era demasiado… incluso para ella, decírselo en esas circunstancias.

- Estábamos en el patio trasero. No hacían nada importante.

- Necesitamos ver ese patio – dijo uno de los médicos – Busquemos por toxinas.

En ese momento, Ferb se acercó a los médicos.

- Cualquier cosa que hayan hecho es importante. ¿Han ido a campamentos?

- Han ido con su abuelo a un camping.

- Trátenlo para Oncocercosis – dijo Ferb sin más preámbulo.

- ¿Pero quién eres tú? – preguntó uno de los médicos.

- Ferb – dijo Linda Flynn - ¿Cómo sabes que…?

- Estuvimos en un lago… así que se parece el hábitat de dicho parásito. Altas dosis de Ivermectin y Doxiciclina para matar al parásito y recuperará la visión en pocos días.

Sin decir más, se retiró y volvió a la habitación de su hermano.

- ¿Pero cómo demonios supo más que nosotros…? – dijo uno de los médicos.

- No se preocupe – dijo Linda – Tienen una imaginación muy activa. Ni siquiera esos medicamentos existen…

- Señora… - dijo uno de los médicos – Su hijo ha dado un diagnóstico real y las medicinas que se usan para tratar esa enfermedad. Los dos medicamentos que mencionó existen.

- Pep… pero…

- Debe sentirse orgullosa de tener hijos así – dijo otro médico – Son unos genios.

- Estoy… tan orgullosa.

- Comenzaremos a tratar a su hijo contra la Oncocercosis. Se pondrá bien.

Linda Flynn dio un suspiro de alivio.

Por otro lado, un chico llegaba al hospital y se detenía en recepción.

- ¿El paciente Phineas Flynn?

- Está en su habitación – respondió la recepcionista - ¿Es usted algún familiar?

- Soy su primo Phillip Flynn. ¿Cuál es su habitación?

- La 402 – respondió la recepcionista.

Phillip se despidió y tomó el ascensor para ver a su familiar. Trasladémonos por un momento al baño de mujeres. Candace había ido al lavabo y no se había movido de ahí.

- ¡Maldición! – dijo ella – Al fin estuve a punto de atraparlos…

- ¿Estás segura? – dijo Stacy entrando al lavabo.

- ¿Cómo sabías que estoy aquí?

- Los seguí tras el incidente. Sólo hay un Hospital General en Danville. En recepción supe donde estaban y te seguí al lavabo de esta planta.

- Stacy… era la oportunidad perfecta. Al fin podía atraparlos…

- ¿Estás segura que eso querías?

- Stacy… yo siempre he querido que me dejen de tomar por loca.

- Pero no acusarías a alguien que está totalmente indefenso. Hacerle eso a Phineas sería…

- ¡Cruel! – respondió Candace - ¡Lo sé! Pero… no sé porqué no pude decirlo… todo era…

- No lo dices porque lo quieres. Es tu hermano menor y no harías nada para dañarle…

- Gracias, Stacy.

Volvamos a la habitación de Phineas.

- ¡Mira quien viene a verte! – dijo Phillip.

- No puedo ver nada – dijo Phineas con acritud.

- Lo lamento tanto. Soy Phillip, tu primo, Phineas. ¿Qué es lo que te ha pasado?

- No lo sé realmente. Perdí la visión, pero creen que es un parásito. Los médicos están en eso.

- Te mejorarás. No puedes dejar un solo día de verano sin disfrutar. ¿No es así?

- Claro que no – respondió Phineas – Oye Ferb, saluda a mi primo.

Ferb lo saludó, pero con un gesto frío y con desinterés.

- Es de pocas palabras, ¿no?

- No te preocupes Phillip. Es de pocas palabras. Prefiere actuar…

Ferb salió de la habitación sin decir más.

- Se ha ido… sin despedirse.

- Déjalo – dijo Phineas – También debe estar preocupado por lo que me esté pasando. Si es verdad que tengo un parásito… pronto me recuperaré.