Aclaración: los personajes del universo SCC no me pertenecen, son propiedad de CLAMP
Capítulo 1: ¿Problemas en el paraíso?
Se miró nuevamente en el espejo. Sonrió. Se veía espectacular.
—Señora, el chofer se encuentra aquí—avisó su ama de llaves desde la puerta. No tenía permitido entrar, de hecho, nadie lo tenía. Aquel vestido negro debía ser el secreto mejor guardado de la noche.
Cogió su largo abrigo negro y se lo colocó, revisando con recelo que ni un solo milímetro de tela se asomara. Sonrió al espejo dándose ánimos.
—Tú puedes Sakura— acomodó un mechón que se soltó de su peinado—Estas perfecta—decretó.
Salió de su habitación y tomó el pequeño bolso que descansaba sobre una silla.
—Qué tenga una bella velada señora—deseó la mujer de unos cincuenta años.
—Gracias Ágata. En cuanto me vaya puedes retirarte—sonrió.
Al salir de casa una imponente limosina propiedad de Li Industries la esperaba.
—Buenas tardes Wei—saludó al hombre de unos 55 años que le abría la puerta.
—Buenas tardes señora Li—se tensó al ser llamada así, pero recobró rápidamente la compostura al subir al vehículo.
—Asumo que su joven amo ya se encuentra en el evento—soltó con veneno.
—Así es. Me pidió que lo disculpara por no poder venir a buscarla, pero estará ahí para ayudarla a salir del coche—Wei la miro por el retrovisor y sonrió.
—Shaoran, siempre tan atento—comentó con sarcasmo.
El resto del viaje fue silencioso. Sakura sabía que no era culpa de Wei que su esposo fuera un completo idiota, pero no podía evitar lanzar un poco de veneno cuando hablaba sobre él. En cierta medida era terapéutico insultarlo cuando no estaba presente.
Suspiró una vez que divisó la alfombra roja desde la ventanilla del vehículo. El lugar estaba atestado de gente, reporteros principalmente. Li Industries cada año organizaba un evento de alta convocatoria.
—Hemos llegado señora—avisó el chofer.
—Gracias Wei—le sonrió. Estuvo a punto de abrir la puerta, pero alguien desde afuera se le adelantó.
Ahí estaba él, ante ella vistiendo un esmoquin Armani ofreciéndole la mano para ayudarla. Aceptó. Sabía bien que una vez que saliera del auto tenían que ser una pareja feliz.
—Gracias— dijo con una sonrisa al joven el cual solo respondió con un movimiento de cabeza.
Él se acercó a Sakura, la abrazo por la cintura y acerco su rostro al de ella.
—Nos quieren entrevistar—susurró en su oído. Estaba tan cerca de él que podía sentir perfectamente el olor de su perfume. Se sintió embriagada por el aroma.
—Perfecto—respondió con una sonrisa. Ya se había vuelto experta en sonreír.
—Nos esperan en la entrada—dijo mientas caminaban, él seguía abrazándola por la cintura. Cada cierto tiempo se detenían para posar ante las cámaras.
—Y aquí tenemos a una de las mejores parejas del mundo empresarial. Sakura y Shaoran Li. ¿Qué tal han estado chicos? —saludó una mujer rubia acompañada por un chico con una cámara a la entrada de las oficinas de Li industries.
—Muy bien gracias—respondió Shaoran estrechando más su abrazo.
—Bueno, es un honor que puedan regalarnos un poquito de su tiempo para contestar estas preguntas—sonrió la entrevistadora—Sakura, te hemos visto este último tiempo despampanante por aquí y por allá, entre reuniones de beneficencias y fiestas de la alta sociedad. Pero hoy, hoy eres la figura central de este evento, cuéntanos porqué— finalizó.
—Como ya se sabe, este evento consta de una subasta de diversos artículos para recaudar dinero para la fundación y uno de esos artículos es un vestido Versalle diseño único. El cual traigo puesto en este momento—sonrió la muchacha.
—¿Shaoran, has podido ver el vestido? —la entrevistadora se dirigió al joven castaño.
—No, sólo dos personas en el mundo han visto el vestido, el diseñador y mi bella esposa—contestó depositando un suave beso en la coronilla de la chica.
—Vaya que monada. Ustedes hacen una pareja perfecta—sonrió la entrevistadora. "Si supieras" pensó Sakura.
—Siento que vivo en una luna de miel permanente— dijo en conferencia la castaña de ojos verdes.
—Maravilloso, pero Sakura necesitamos saber algún detalle sobre el vestido, cualquier cosa que ayude a aguantar la espera hasta las 12—el vestido sería lo último en subastarse y hasta entonces nadie podía ver nada.
—El vestido es talla S, pero es ajustable a un cuerpo más pequeño—Sakura sonrió—Fue donado por Shaoran y por mi—en realidad Shaoran fue quien pagó por el vestido, pero para ella eso era lo de menos. Se mordió el labio debatiendo si decir o no lo que estaba pensando—Y... No sé si puedo contarlo—jugueteó con la entrevistadora, ya sabía manejar las apariciones mediáticas.
—Esto es ultra confidencial, nadie se va a enterar—siguió el juego la rubia— Te lo prometo. Palabra de Scout—levantó la mano. Sakura miró coquetamente a Li. Él inmediatamente entendió el mensaje por lo que se encogió de hombros y le regaló una sonrisa de cómplice.
—Bueno, solo diré una palabra, pero de mí no lo supiste—hizo una pausa y se acercó al micrófono—Diamantes—retrocedió y sonrió.
—Vaya, eso nos deja con más intriga, pero lo dejaremos hasta aquí para no seguir retrasándolos—finalizó la entrevistadora haciendo una señal de corte—Muchas gracias por sus palabras— agradeció.
—No hay porque, ahora si nos disculpas debemos entrar—se despidió Shaoran.
—Adiós, que tengan una linda noche—deseó la entrevistadora.
Siguieron caminando abrazados y sonriendo.
—¿Cuánto me costó el vestido? —le preguntó sutilmente en el oído.
—Lo suficiente para dejar seca la BlackCard—sonrió mientras posaba para el fotógrafo oficial.
—Joder—murmuró—Creí que tenías un presupuesto. Incluso Daidouji me dió un aproximado—la reprendió mientras caminaban por un pasillo desocupado. Todos los invitados ya habían llegado y se encontraban en sus respectivos lugares.
—Lo siento—murmuró sin una pizca de arrepentimiento—El diseñador me pregunto si quería un diamante grande o muchos pequeños, y ya sabes. Los diamantes son los mejores amigos de una mujer—sonrió con malicia.
—Prima—llamó una joven de cabello amatista y ojos a juego.
—Tomoyo querida—inmediatamente cambió su semblante a uno relajado.
—Ya está por empezar la ceremonia, deben darse prisa—explicó mirando al castaño—Li—hizo una pequeña reverencia y se marchó. El castaño no era santo de devoción de la muchacha.
Caminaron en silencio, ahora tomados del brazo. En cuanto entraron al salón los invitados se pusieron de pie y los recibieron con aplausos. De vuelta las caretas.
Avanzaron hasta la mesa central donde los esperaban Daidouji Tomoyo y Hiiragizawa Eriol socios de la empresa.
—Pero si es el enigma de la noche. Lady Sakura— saludó Eriol besando la mano derecha de la joven.
—Siempre encantador Eriol—sonrió al inglés mientras tomaba asiento entre Shaoran y Tomoyo.
—¿Puedes dejarme ver el vestido? —sonrió Eriol. La amatista le dio un pequeño golpe en el brazo.
—¿Qué te hace pensar que te dejará ver el vestido si ni yo lo he visto? —regañó Tomoyo.
—Lo siento, pero ya queda poco pare revelar el vestido—se disculpó la castaña tomando la mano de su prima—Prometo que los próximos vestidos que use serán diseñados por ti—Tomoyo, aparte de ser accionista minoritaria de Industrias Li, era directora de jugueterías Daidouji y diseñadora ocasional.
—No te preocupes por eso querida. Ya vendrán otros eventos—sonrió.
La subasta empezó y uno a uno diversos artículos de lujos fueron siendo subastados. Cada vez que Sakura levantaba su paleta Shaoran se tensaba a su lado. Disfrutaba hacerlo sufrir, hasta el momento había adquirido un par de pendientes de jade y una pintura donada por Tomoyo.
—Es por la caridad—le susurró.
—¿No basta con lo que donamos cada mes? —contestó el susurro y le tomó la mano.
—Jamás es suficiente—sonrió a la cámara que estaba frente ellos.
—Algún día nos dejaras en la ruina— susurró una vez que el fotógrafo se fue.
—Ya vivimos en la ruina—murmuró para sí.
—Ahora, lo que todos estábamos esperando—anunció el presentador—Dejo con ustedes a don Li Shaoran—los aplausos no tardaron en llegar. Shaoran besó la mano de su esposa y subió al escenario.
—Primero que todo es un honor para mí dirigirme a ustedes en nombre de Li Industries. Lamentablemente ni mi madre ni hermanas han podido asistir, sin embargo me solicitaron que les de su más profundo agradecimiento. Sin ustedes la Fundación Li no hubiera podido ayudar como lo ha hecho este último año—siempre se le han dado bien lo discursos—Bueno sé perfectamente que no es a mí a quien quieren ver ¿no?—se escuchó una risa— Todos, y me incluyó, estamos expectantes para saber cómo será lo que viene a continuación, por lo que sin más preámbulos invitó a subir a mi bella y espectacular esposa Li Sakura—aplausos por doquier, ella se levantó de su asiento y saludo.
Caminó hacia el escenario con una sonrisa, Shaoran le tendió la mano para ayudarla a subir los escalones, agradeció en susurro.
—Cada día esta mujer luce más espectacular— dijo y la besó generando aplauso de los espectadores. Sakura se quedó estática. Hace meses que no probaba los labios de Shaoran, al separarse el gusto de tabaco y menta quedaron impresos en sus labios. Sonrió, porque se supone que eso era lo que debía hacer. Sonreír y asentir— Volveré a mi lugar, no quiero seguir alargando la espera—se retiró dejándola sola al lado del podio hasta que llego el subastador.
—Bien, aquí tenemos una pieza de una renombrada marca, consta de 6 metros de seda y al menos 50 incrustaciones de diamantes— esa era su señal para dejar caer el abrigo. Juró que había escuchado el "oh" de la audiencia y sonrió. Había logrado la respuesta que esperaba. Un vestido completamente negro, con escote en la espalda y un medio cinturón de diamantes adornaba el bajo busto, bajo los diamantes el tul negro delgado daba la ilusión de vestido de princesa. Giro sobre sí misma y caminó de un lugar a otro para que la gente pudiera apreciar bien el vestido—comenzaremos la puja con cien mil dólares
Decenas de paletas se levantaron, poco a poco empezaba a subir la puja y las paletas disminuyeron, vio a Shaoran, pero este no parecía verla realmente, se encontraba idiotizado, cuando hicieron contacto visual el pareció despertar del trance y levanto su paletilla.
—Doscientos mil dólares— ofreció, el mundo alrededor quedo en silencio.
—Doscientos mil a la una—anunció el subastador, nadie parecía decir nada—A las dos—levantó el martillo en señal de venta concretada.
—Doscientos cincuenta mil dólares— otro suspiro inundo el lugar, un joven misterioso levanto su paletilla en una de las mesas del fondo.
—Trescientos mil dólares—contra atacó Shaoran levantándose.
—Quinientos mil dólares— el misterioso muchacho también se usó de pie, Sakura miró al chico, pero no pudo distinguir de quien se trataba. Un sombrero cubría gran parte de su cabellera y rostro.
—¿Sabe de quien se trata? —Le susurró el subastador.
—Ni la menor idea— confesó, miró a Shaoran el cual se encontraba serio, como si debatiera entre seguir pujando o no.
—Quinientos mil dólares a la una—anunció nuevamente el subastador.
—Setecientos cincuenta mil dólares—Shaoran la miraba directamente a los ojos de una manera que ella no pudo descifrar.
—Un millón de dólares—el extraño se acercó un poco más al escenario— Y si alguien hace otra puja súmele cien mil hasta que se cansen—sonrió de medio lado. Sakura miró a Shaoran y negó con la cabeza, dándole a entender que no siguiera con eso. Shaoran dejó caer su paleta en señal de rendición, se encontraba molesto y frustrado por haber sido ridiculizado por un don nadie en su propio evento.
—Entonces un millón de dólares a la una, a la dos y a las tres— finalizó el subastador—Vendido al caballero de sombrero—el aludido inmediatamente se despojó del sombrero revelando una corta cabellera plateada. Poco a poco el joven, ya nada desconocido para Sakura, se acercó al escenario. —Recuerden que a continuación viene una celebración donada por Li industries—avisó el subastador.
—Solo tú eres capaz de hacer una entrada así—susurró Sakura con ternura mientras aceptaba la mano que le era tendida.
—Sé cuánto te encanta el drama, y, ¿Qué más dramático que una subasta en contra del dueño de casa? —sonrió—Venga. Vamos a saludar a Tomoyo—sugirió. Sakura y el recién llegado caminaron hasta la mesa donde los aguardaban los demás.
—¿Cómo no sé me ocurrió que serias tú? —se regañó la amatista, levantándose de la mesa para ir a saludar al recién llegado.
—Tan guapa como siempre Tomoyo—beso la mano de la joven generando un sonrojo de esta.
—¿y tú eres? —interrumpió Shaoran.
—Yukito Tsukishiro, un gusto conocerte Shaoran Li—sonrió amable—Sakura querida, déjame decirte que ese vestido te sienta fenomenal—hizo girar a Sakura generando un sonrojo en ella.
—No es para tanto, cualquier persona con este vestido se vería fantástica— le restó importancia Sakura— Pero dime, ¿Qué haces aquí? No sabía que volvías a Japón— consultó tomando la mano del joven y llevándolo hacia los asientos.
—He venido con una orden explicita— sonrió mientras tomó asiento donde hace unos minutos estaba sentado Shaoran, generando molestia en el castaño.
—¿Y la orden es? —preguntó curiosa sin percatarse del estado anímico del castaño. En esos momentos ella solo tenía ojos para el joven de lentes.
—Cito textual "Comprar el vestido que lleva el monstruo y regalárselo por su cumpleaños"—se tensó al escuchar eso.
—Touya siempre tan considerado—comentó con una sonrisa falsa.
—Ya falta poco para tu cumpleaños número 25, y bueno Touya quiso estar presente a su manera—sonrió— Tu esposo se ve algo molesto— le susurró al oído. Sakura volteo para ver como Shaoran miraba la escena con cara de pocos amigos mientras hablaba con Tomoyo y Eriol, posiblemente la amatista estaba explicando la relación que tenía con el joven de cabellos plateados.
—Da igual— sonrió Sakura sintiéndose algo mejor al saber que Shaoran se encontraba disgustado— Asumo que mi hermano pronto vendrá a visitarme ¿no es así? —el muchacho le desordeno el cabello desarmando por completo el peinado.
—Siempre has sido muy lista Sakura. Así es Touya vendrá, pero dentro de dos semanas, tiene que arreglas ciertas cosas antes de venir. Aunque él no lo admita sé es espera con ansias que se reencuentren— confesó Yukito. Hace 5 años que no ha visto a su hermano en persona siquiera había podido asistir a su boda. Normalmente hablaban vía Skype, pero no era lo mismo. Touya se encontraba trabajando en una prestigiosa clínica, había partido hace 5 años con su novio a Londres para especializarse cirugía en traumas y ortopedia.
—Lo extraño—confesó. Había tantas cosas que quería contarle sin embargo no hallaba la forma de hacerlo a través de una pantalla—Lo extraño demasiado.
—Ven—Yukito la abrazo acariciándole el cabello—Él también te extraña. No hay día en que no mencione tu nombre—le susurró al oído. —Creo que tu esposo viene hacia nosotros—Sakura rápidamente se secó las lágrimas que sin querer habían escapado de sus ojos.
—Sakura es hora de irnos—ordenó seco Shaoran. No solía comportarse así con ella en público, siempre se mostraba amable y atento cuando había gente alrededor pero ahora no se encontraba de humor para actuación.
—Está bien—dijo sin protestar—Adiós Yukito, espero verte pronto. Debemos cenar algún día— propuso.
—Por supuesto, aunque debes invitar tú, he gastado un millón de dólares en una excentricidad por lo que ando corto de efectivo—sonrió y volvió a abrazar a la castaña.
—Dalo por hecho— contesto al separase— ¿nos vamos? —Shaoran solo asintió.
—¿Te marchas Sakura? —preguntó Tomoyo sosteniendo una copa de champan.
—Así es Tommy, me encuentro cansada, este vestido pesa demasiado—confesó—Pero tu disfruta la fiesta, ha sido todo un éxito esta subasta por lo que debe ser festejado—alentó.
—Cuídate—se abrazaron—Mañana te llamaré para saber de ti—prometió.
—Está bien. Eriol, un gusto verte—se despidió con un beso en la mejilla— No dejes que beba en exceso—advirtió apuntando a Tomoyo que ahora se encontraba animosamente hablando con Yukito.
—Haré lo que pueda, pero no prometo nada. Shaoran, un gusto verte amigo—se estrecharon las manos como despedida.
Caminaron en silencio por el pasillo hasta llegar al vehículo, esta vez no era la limosina de la compañía, sino el auto particular de Shaoran. Wei les abrió la puerta.
—Tu pintura, los pendientes y tu abrigo ya fueron guardados—avisó monótono Shaoran.
—Gracias— dijo mientras se subía al vehículo seguida por el joven—Estos zapatos me están matando— comentó más para sí misma que para él. Rápidamente se sacó los tacones negros con brillo.
—¿Qué relación tienes con Yukito? —inquirió.
—No es de tu incumbencia— ya no era necesario sonreír ni hablar con dulzura.
—Daidouji dijo que fue tu primer amor—acusó. Ella sonrió. Tomoyo sabía perfectamente como jugar con la mente de las personas.
—¿Qué si lo fue? — lo miro a los ojos, esos hermosos ojos ámbar que solían desarmarla con su brillo ahora se mostraban fríos y distantes.
—Somos esposos, tenemos que mantener una imagen. Estoy en negociaciones con grandes empresas y debemos vender el concepto de familia feliz. ¿Qué imagen representaríamos si la gente se entera que mi esposa tiene un amante? — la invadieron unas profundas ganas de golpearlo, pero se contuvo.
—Vendes una mentira—dijo calmadamente—No somos una familia feliz, ni siquiera somos una familia—contestó tajante.
—No dices que no somos familia cada vez que vacías mi cuenta corriente—sonrío de lado—No dices que no somos familia cuando vistes un vestido de un millón de dólares—contestó ácido. Quería gritarle, ahorcarlo y hacerlo tragar cada maldita tarjeta de crédito, pero nuevamente se contuvo.
—Le doy dinero a los desamparados y diversas caridades, bajo tu lógica ellos también serían mi familia ¿No? Me sorprende que con 26 años no sepas el significado de una familia—suspiró, esta conversación la estaba agotando.
—Ya llegamos— anunció Wei antes de salir del vehículo para sacar de la maleta las pertenencias de Sakura.
—Adiós Shaoran— se despidió cansada mientras se ponía los zapatos, ya no tenía ánimos de seguir discutiendo.
—Adiós Sakura—contestó en un susurro mientras ella se bajaba del auto.
—Gracias Wei—sonrió y entró a la casa sola. Hace ya mucho tiempo que había dejado de invitarlo a pasar.
Caminó hacia el bar y se sirvió un whiskey, por miedo a ensuciar el vestido no había comido ni bebido nada. Fue hasta su habitación con el vaso, lo dejo en la mesita de noche antes de secarse el vestido el cual colgó y guardo en su armario, debía mandarle un mensaje a su hermano agradeciéndole el regalo.
—Vaya noche—suspiró, caminó hacia la cómoda y saco una vieja sudadera de Shaoran, hace más de dos años que no vivían juntos, pero él jamás se llevó sus pertenencias, aunque ella con el paso del tiempo fue guardando la mayoría de sus cosas en cajas en el ático. Se sacó el maquillaje y reviso su teléfono, ahí encontró un mensaje que la hizo sonreír.
"Non someterte di brillare bella Sakura"
—Siempre sabes que decir ¿no Yukito? — susurró mirando al techo lentamente el sueño se apoderó de ella.
Despertó por el bullicio de su teléfono. Ya eran las 9 de la mañana.
—Diga—contesto sin mirar quien era.
—Enciende el televisor—ordenó una voz que la hizo despertar completamente.
—¿Qué está sucediendo Shaoran? —preguntó mientras buscaba el control remoto.
—Míralo por ti misma— en cuanto lo encontró prendió la tv de pantalla plana colgada en la pared.
—Mierda— susurró al escuchar lo que tenían que decir los programas de televisión.
"¿Problemas en el paraíso? La feliz pareja de Sakura y Shaoran Li parecen no estar muy felices, un paparazzi los ha seguido consiguiendo fotos exclusivas donde se ve a una Sakura muy seria y un Shaoran que no paso la noche con ella. Recordemos que esta pareja vio la luz hace cinco años cuando el joven heredero Li Shaoran presentaba, en ese entonces, como su novia para luego un año más tarde contraer matrimonio. Fuentes cercanas confiesan no haber visto a Shaoran siquiera asomarse por la residencia donde habita Sakura. ¿Podrá ser este el fin de una pareja más bella que Bradgelina? O ¿todo ha sido una treta comercial para lograr las ambiciones del actual presidente de la compañía? Siga sintonizado para saber más de esta noticia en desarrollo"
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N/A: Hola corazones, i´m back. ¿Cómo han estado?, espero que bien. Bueno, he vuelto a publicar esta historia la cual borré para poder hacerle ciertos arreglos, aun no me tiene del todo conforme este capítulo, pero supongo que tendrá que quedar así.
Pronto subiré el siguiente capítulo, espero que lo disfruten.
XOXO
