Los personajes de Inuyasha no me pertenecen, sólo la trama del drabble es mía.


Número de palabras: 500, sin notas antes y después, sin título y resumen.


Éste drabble es para la unión oficial del Foro "Hazme el amor" de Inuyasha, el link pueden conseguirlo en mi perfil.


"Amar es una de las razones que te mueven a vivir, cuando el amor es tan grande, eres capaz de soportar duras pruebas."

Razón de Vivir

Sintió un suave movimiento a su lado en la cama y, eso la despertó. Enfocó la vista en su despertador, las 2:30am. Era muy extraño que él se metiera a la cama a esa hora. La azabache sonrió amorosamente cuando lo vio, era increíble todo el amor que sentía solamente con contemplarlo dormir plácidamente a su lado. Desde que lo vio por primera vez, observarlo tan tranquilo se había convertido en su actividad favorita, aunque él no lo supiera.

Él se revolvió un poco debajo de las sábanas y lo vio fruncir el ceño en sueños. ¿Tendría alguna pesadilla? Hizo un movimiento gracioso con sus labios y luego su expresión se relajó nuevamente, sumergiéndose una vez más en un sueño calmante.

¡Cómo lo amaba! Era su rayo de luz, la razón por la cual se mantenía firme en momentos de necesidad. Él era la razón por la cual había aprendido a luchar sin importar el sacrificio o si salía herida en el proceso.

Su cabello corto y negro, que a la luz de la luna que se colaba por la ventana se veían destellos plateados. Sus cejas espesas que contorneaban hermosamente sus dorados ojos, cuales soles, ahora cubiertos por los párpados que lo mantenían en calma.

Sintió la necesidad de tomar un poco de agua, ahora que estaba despierta se le haría un poco difícil volver a conciliar el sueño. Se sentó al borde de la cama y tanteó con los pies sus pantuflas, evitando hacer el mayor ruido para no despertarlo. Aunque él parecía tener una super audición y un sueño muy ligero.

— ¿Mamá? — La llamó el pequeño a su lado— ¿A dónde vas?

Giró su cabeza hacia él, haciendo que sus rizos se movieran graciosamente sobre la seda del camisón azul de dormir.

—Sólo iré a tomar un poco de agua, en seguida regreso, cariño — Sonrió cuando su hijo rascó su ojo derecho y asintió aun atontado por el sueño. Le dio un beso en la cima de su cabeza y lo volvió a recostar, cubriéndolo con las blancas sábanas.

Ver a su pequeño nene de siete años dormido allí, en esa cama tan grande, la llenó de nostalgia. Nunca había sentido tanta soledad. Su esposo se había ido de viaje por trabajo. Una semana y sentía que era una eternidad.

Salió de la habitación y tomó un vaso con agua. Extrañaba sentir el calor del hombre que amaba y por ahora, su hijo la acompañaba. Se alertó cuando escuchó el movimiento en la puerta de entrada de su hogar, para luego ver entrar una figura y escanear la habitación con la mirada.

—Inu-Inuyasha…

El hombre sonrió y se aproximó a su esposa, abrazándola fuertemente.

—No podía estar más tiempo sin ustedes, Kagome. — Le dijo suavemente en el oído.

Inevitablemente las lágrimas asaltaron sus ojos, ahora estaban juntos y los tenía a ambos, a sus dos razones de vivir. El niño salió de la habitación y corrió a los brazos de su padre.

Tan iguales, tan suyos.


N/A: Ay, me gustó tanto escribir este pequeño fic. Espero lo disfruten.

Las invito y los invito a pasarse por el foro, para que se diviertan y puedan entretenerse con todas las actividades y fics que las fabulosas escritoras crean.

¿Este nenito merece un review? Me haría tan feliz sus comentarios, son mi gasolina para andar.

Nos leemos pronto, besitos.