DISCLAIMER.- Ninguno de los personajes me pertenecen. Son propiedad de Masashi Kishimoto-sama.
N/A: ¡Hola, hola Narufans! ¿Cómo están? Espero que muy bien :3 . Etto… Es mi primer fic de Naruto, espero no decepcionarlos, y más aún: espero que les guste, ¡de veras! Aprecio mucho que le estén dando una oportunidad a esta novata, no sé cómo me saldrá pero tenía que intentarlo :B. Dejo de molestar y ¡a leer!
Capítulo uno.- El peor error de todos
Pantalones blancos, camiseta azul…
—¿Qu-quién es él?— preguntó una niña de pelo rosado y ojos jade totalmente deslumbrados. Era la primera vez que su mirada se negaba a acatar sus órdenes, pues estaba consciente de que él ya se había percatado de que estaba embobada mirándolo.
Entraste por la puerta, haciendo mis ojos arder.
Un golpe no tardó en llegar a su rosada cabeza.
—¡No lo mires así, Sakura: lo espantarás!— gruñó molesta otra niña, rubia y de ojos azules, mientras que la otra se quejaba de dolor. La rubia volvió su vista a aquel niño, poniendo irónicamente la misma expresión perdida que le había reprochado a la otra. — Es Uchiha Sasuke, es bastante misterioso y no habla con nadie… — explicó con brillo en sus ojos, al parecer el hecho de que Sasuke no socializaba parecía atraer la atención no sólo de la rubia de nombre Ino, sino también la de Sakura y las demás niñas de la clase, a excepción tal vez de Hinata.
Era como ver un príncipe, tenlo por seguro.
—¿Uchiha… Sasuke?— repitió con inocencia Sakura, viendo como aquel niño volteaba la vista al parecer tratando de ignorarlas. El tono de voz dulce y suave con que lo dijo hizo que Ino desviara la vista hacia ella.
—Sasuke-kun me gusta, Sakura— le confesó, haciendo que los ojos jade de la otra se abrieran de par en par. —Somos amigas, ¿verdad?— preguntó con seriedad y la otra asintió despacio, asumiendo que Ino no quería que se fijara en él, pero eso ya era inevitable. —Haré mi mayor esfuerzo para conquistarlo, espero tu apoyo— dijo esto último con una sonrisa que Sakura devolvió, aunque internamente sintió que su cuerpo se achicaba mientras que el de Ino se hacía más y más grande.
Adictivo a morir, y destruyes todo como cáncer.
—¡Muy buenos días, Sasuke-kun!— saludó una muy alegre y algo sonrosada Sakura. El aludido simplemente la miró con cierto rechazo y no respondió nada. Pero aunque a la pelirosada le dolía aquello, no le sorprendía para nada: Uchiha Sasuke era un -en esos entonces- joven de doce años bastante frío y malhumorado. A pesar de ser el más sobresaliente de la clase, no tenía amigos ni se interesaba en hacerlos. Muy a contrario de Sakura, quien siempre estaba alegre y, a pesar de que no era su intención, a veces hacía alboroto (ese día había entrado al salón de clases a empujones con Ino), aunque no tanto como Uzumaki Naruto: ése sí que era un dolor de cabeza. Las diferencias entre Sakura y Sasuke eran infinitas, e irremediablemente ella se había enamorado.
Es como si fueras punk rock, y yo fuera hip-hop,
Pero me quedas mejor que mi suéter favorito.
Tal vez Sasuke no soportaba estar cerca de alguien tan pesada y enamoradiza como Sakura, así como ella no soportaba al travieso e inmaduro Naruto pero, para bien o para mal, ellos tres acabaron en el mismo equipo. Y eso (sin duda obra del destino, la suerte, los dioses o de lo que sea), iba a cambiar por completo la vida de los tres.
Y yo sé que el amor es cruel, que el amor lastima…
—De verdad que… eres fastidiosa— ¡demonios! Esas simples palabras hicieron que el mundo de Sakura que tan cursi y estúpidamente se había armado en su imaginación con la esperanza de que Sasuke pudiera llegar a sentir siquiera la milésima parte de los sentimientos que le causaba a ella, se viniera abajo.
Pero sigo recordando el día de diciembre que nos conocimos y, cariño:
—Fui tan estúpida…— se lamentaba, sentada sola en una banca. "¿Cómo pude pensar que él se fijaría en mí? Es decir… ¿Qué tengo de especial? ¡Ah, sí! Una frentesota…". Tal vez si dejara de perseguir a Sasuke, existiera la posibilidad de que se fijara en ella…
Te amaré hasta el fin de los tiempos...
Esperaría incluso un millón de años.
Ah, pero eso sí que requeriría esfuerzo.
Grandes sueños, venganza…
Dijiste que te tenías que ir para "empezar de cero".
—Si… ¡Si te vas, para mí será lo mismo que estar sola!— exclamó una muchacha, llorosa, cerrando con fuerza los ojos y logrando con esto expulsar de ellos abundantes lágrimas.
Te dije "por favor, no… Quédate aquí.
No necesitas eso, puedes salir adelante".
Bien sabía que nada de lo que dijera podía hacer que Sasuke cambiara de opinión. Y eso era porque lo conocía bastante bien. Pero aún consciente de ello, tenía que intentarlo de alguna u otra forma. Es más, ya ni siquiera podía controlar sus acciones: su cuerpo lo estaba haciendo automáticamente. Probablemente lucía patética: llorando inconsolablemente y temblando como niña pequeña, y eso no era algo bueno, dado que desde el principio quería que el Uchiha la viera como mayor. Como la joven fuerte y bonita en la que tanto deseaba convertirse.
Pero te marchaste un domingo.
Me dije: "volverá a casa el lunes".
Él, quien rara vez abandonaba su temperamento frío y distante ni se dejaba llevar por emociones, no parecía estar harto o asqueado por la actitud de Sakura, aunque esto tampoco podía ser comprobado, dado que estaba de espaldas a ella.
"Si se ha quedado quieto, es porque aún hay un rayito de esperanza… ¿Cierto? ¡¿Cierto?!" se repetía en su mente con desesperación desde el momento en que lo vio detener sus pasos, al parecer escuchando atentamente sus inútiles palabras. Sakura abrió los ojos con temor y Sasuke, que hace unos momentos estaba frente a ella, desapareció. Su corazón se estrujó dolorosamente y sus rodillas temblaron. Estaba a punto de buscarlo con la mirada cuando un susurro, justo detrás de su oído, la hizo paralizar todo su cuerpo de pronto.
—Gracias… Sakura— sintió un escalofrío recorrer desde la punta de sus pies hasta la de sus cabellos, con tremendas ganas de darse la vuelta para observar al dueño de aquella voz, y quizá también de abrazarlo tan fuerte como para no dejarlo ir nunca más, pero sus fuerzas flaquearon, y de repente todo se oscureció.
Y me quedé esperando, agonizando e ilusionándome.
Pero estabas persiguiendo objetivos.
—Así que… Finalmente decidió ir con Orochimaru— concluyó en un suspiro Kakashi.
—Sasuke… ¿Por qué…?— musitó Naruto, realmente no entendía nada. Y tampoco creía que su amigo se hubiera marchado a buscar a alguien tan vil y asqueroso. No, definitivamente eso no era la realidad.
—¿Qué es lo que…? ¿Por qué… ?¿Qué pretende hacer con él-?— decía entre llanto Sakura, limpiándose torpemente las lágrimas que salían desaforadas de sus ojos ahora apagados y sin pizca de alegría.
"Atrapado en sus garras" fue lo último que escuché.
Los otros dos la miraban apenados, y aunque no lo demostraran, estaban igual de dolidos ante la pérdida de un integrante como Sasuke.
—Cálmate Sakura… — dijo Naruto, acariciando el brazo de Sakura. —Éste es el lugar donde pertenece y confío en que, tarde o temprano, se dará cuenta.
De pronto la muchacha agarró fuerte la mano del rubio, y mirándolo a los ojos, pronunció:
—Naruto: trae a Sasuke… De vuelta a mí— él sorprendido, abrió los ojos. — Prométeme que lo harás… por favor…
—Sakura…— dijo él, esbozando una cálida sonrisa.— Yo entrenaré duro, y lo lograré, así tenga que traer a ese teme de los pelos. ¡Lo prometo-ttebayo! No me rendiré hasta conseguirlo.
La pelirosada se esforzó por sonreír.
Te me ibas cada vez, pero cariño, eso está bien.
Porque te dije que no importaba qué hicieras, me quedaría a tu lado.
—Sasuke, así como sé que Naruto está dando su mayor esfuerzo, yo también estoy dando el mío…— dijo Sakura, mientras estaba sola en su cuarto, mirando la luna a través de la ventana. Se estaba curando las heridas que el entrenamiento con Tsunade le habían generado.
Porque te hubiese apoyado a muerte, así triunfabas o no.
Pero, ¡demonios! Al menos lo habrías intentado.
—Yo sé que no estás del todo perdido… Sé que te encontraremos, que todo volverá a ser como antes… Espero, porque mi corazón no se rendirá contigo, no importa lo que pase…
Pero cuando atravesaste la puerta, una parte de mí murió.
Te dije que quería más de lo que tenías en mente.
—Aún conservo la esperanza, de que logré llegar a tu corazón… Pero donde sea que estés, espero que estés bien— terminó antes de quedarse dormida.
Quería que fuera como antes, y permanecer juntos.
Y después te llevaron lejos, te robaron de mi vida.
Sólo necesitas recordar…
Que te amaré hasta el fin de los tiempos.
—Cada día estamos más cerca de alcanzar a Sasuke… Daremos nuestro mejor esfuerzo, ¿verdad, Sakura?
La aludida miró a Naruto con una firme sonrisa y asintió.
Te esperaría un millón de años.
Promete que recordarás que eres mío.
—¡¿Qué Sasuke acabó con Orochimaru?!— exclamó Naruto, con los ojos bastante abiertos. Recibió una afirmativa por respuesta.
Cariño: ¿acaso no ves a través de las lágrimas?
"Si Sasuke derrotó a Orochimaru, quiere decir que ahora es bastante fuerte… Pero tengo un mal presentimiento de esto" pensó Sakura, con un nudo en el estómago del cual desconocía su procedencia. "Ahora es un asesino…Sasuke asesinó a su maestro".
Te amé mucho más, que todas esas cualquieras juntas.
Al ver la reacción de Naruto, iba a decirle unas palabras para reconfórtalo, porque tal vez él también estaba incómodo con aquella noticia de su amigo, si es que aún se podía llamar así.
—Narut-
Di que recordarás, di que recordarás…
—¡Eso significa que Sasuke volverá a Konoha y todo será como antes! — exclamó muy emocionado el rubio, y los demás a su alrededor lo miraron con una mezcla de incredulidad y lástima. —¡Piénsenlo! ¡Sin Orochimaru él ya no tiene donde ir, y reconocerá que éste es su lugar-dattebayo!
—No creo que sea así… Esto no es una buena noticia, al contrario: ahora podemos considerar a Sasuke como alguien demasiado peligroso— anunció Kakashi, y la expresión que puso Naruto a continuación hizo que a Sakura le dieran punzadas agudas de dolor en el pecho. Era como si primero hubiese reconocido que era verdad, causándole gran dolor, y posteriormente la cambió por una de enfado.
—¡¿Cómo puedes decir eso, Kakashi-sensei?! ¡Él es parte de nosotros…!
—Naruto…— llamó Sakura, acaparando la atención del aludido. Lo miró con tristeza infinita —yo creo lo mismo. Sé que dijimos que haríamos cuanto esté a nuestro alcance por traerlo, pero ahora…
—¿Ahora qué? ¡Yo no me rendiré con Sasuke! Si tú quieres hacerlo, está bien, pero yo no lo haré jamás-ttebayo!— interrumpió un enfadado Naruto. —Te hice una promesa, Sakura-chan, y la voy a cumplir.
Y en ese preciso instante, como si la idea la golpeara, Sakura se dio cuenta:
"Naruto: trae a Sasuke… De vuelta a mí. Prométeme que lo harás… por favor…"
Hacerle prometer eso a Naruto, fue el peor error de todos. No sólo había hecho que Naruto desviara su enfoque del sueño de ser Hokage al de rescatar al ya perdido Sasuke, sino que día a día había puesto en peligro su vida, y el rubio era de esas personas que primero van con el corazón y el coraje antes que con la cabeza y la lógica. Lo había cargado con una gran responsabilidad en los hombros, y Naruto probablemente se culpaba cada día que no conseguía alcanzar a Sasuke. Sakura se sintió la peor escoria del mundo.
Te amaré hasta el fin de los tiempos.
De todos los recuerdos anteriores, Sakura podía sacar una conclusión acerca del tiempo vivido con Sasuke y sin él: había sido el dueño de su corazón, culpable de sus tristezas y gran parte de sus lágrimas. La primera cosa que se le venía a la mente al despertar durante mucho tiempo, y la última antes de dormir. ¿Cuántas veces había buscado estrellas fugaces, por más tonto que pareciera, para pedir que él regresara? ¿Cuántas veces se había presionado a sí misma y a Naruto para lograr el objetivo? ¿Cuántas veces se había sentido vacía?
No, eso tenía que parar. No podía seguir así, porque había más posibilidades de que Chouji se pusiera a dieta antes de que Sasuke regresara.
Porque seguir tratando algo imposible, al final sólo causa más dolor. Y tampoco quería ver sufrir más a Naruto; él de verdad que no lo merecía.
Ya hacía bastante tiempo de eso. Desde que Sasuke se había ido de la aldea, habían pasado cuatro largos años, y los pocos encuentros que tuvieron con él no fueron para nada agradable. Pero el tiempo había hecho favores a Sakura, permitiéndole dejar ir de una vez por todas al Uchiha, aunque no para Naruto, quien con cada día su deseo de volver el sueño realidad se hacía más latente.
Muchas cosas habían cambiado durante ese tiempo, así como las personas y los sentimientos…
Ahora, Konoha se veía amenazada nuevamente, y eso que apenas habían logrado reconstruirla después del ataque de Pain. Había costado demasiado, pero finalmente lo hicieron. Eso hacía que los habitantes quisieran defenderla hasta morir, porque no permitirían que pasara de nuevo.
La joven pelirosa dormía intranquilamente. Una de sus manos pellizcaba sus sábanas, mientras que con la otra se oprimía el pecho con fuerza, al parecer estaba teniendo una pesadilla. Su frente estaba empapada en sudor.
—Naruto-kun…— pronunció débilmente, aún sin despertar.
Alguien entró a la habitación y se sentó a su lado, poniendo un pañuelo mojado en la frente de la joven. Al sentir una mejoría en su temperatura, la muchacha abrió los ojos, con tanta mala suerte que el sol de mañana le dio de lleno. Los cerró con fuerza y eso alertó a la persona que se encontraba allí, que se apresuró a cerrar las cortinas.
Ahora, un poco más protegida, se aventuró a abrir los ojos que extrañamente le pesaban. Primero su vista era bastante nublosa, pero poco a poco pufo enfocar bien. Shizune se encontraba allí, mirándola con ternura. Aquel no era su habitación: era el hospital que conocía tan bien.
—¡Sakura-chan! ¡Qué bueno que por fin despertaste!
Sakura abrió los ojos por completo y frunció el ceño. "¿Por fin desperté? Pero… ¿qué ha pasado?" pensó mientras se incorporaba con alg de esfuerzo y notaba vendas en su abdomen. Se exprimió el cerebro tratando de recordar cómo había llegado a ese estado, pero nada le vino a la mente.
—Supuse que no recordarías nada… Ha sido un impacto muy fuerte.
¿De qué estaba hablando? Shizune le pasó un vaso y una pastilla para rebajar un poco el dolor de cabeza, mientras la joven bebía, aprovechó para mandar un mensaje a la Hokage. De pronto, Sakura empezó a recordar un poco. Estaba con Sai y Naruto en el bosque y de pronto vieron a…
—Sasuke— pronunció secamente Sakura, Shizune la observó algo preocupada.
—¡No te esfuerces demasiado! Espera un momento y después podrás…— dijo Shizune, pero fue interrumpida.
—Sai… ¡Naruto! ¿Dónde están ellos?
—Sakura-chan, descansa un po-
—¡¿Dónde están?!— exclamó una muy agitada Sakura.
—Están reunidos con la Hokage.
—Necesito ir a comprobarlo— Sakura se desenvolvió de las sábanas y buscó ropa para cambiarse, pero no encontró nada. Un dolor agudo en la cabeza hizo que tambaleara un poco.
—Por tu seguridad, Sakura, quédate quieta un momento— pidió Shizune —viendo que estás tan decidida, iré a buscar tu ropa, sólo espérame aquí— la pelirosa asintió, y Shizune estaba por salir de la habitación, cuando la otra le preguntó:
—Shizune-san… ¿Hace cuánto que estoy aquí?
La aludida lo pensó unos momentos antes de responder:
—No te alarmes, pero hace cuatro días que no reaccionas. De hecho, hoy Naruto se quedó a dormir allí — señaló un sillón en frente de la cama. —No se ha querido marchar hasta hace unos momentos.
Sakura asintió, algo aliviada de escuchar aquello, y Shizune se marchó. La pelirosada se acostó de nuevo en la cama. Miró la mesita contigua a la cama y observó que en un florero yacían cinco hermosas rosas… De tinta.
—Sai…— susurró, esbozando una cálida sonrisa, pasando los dedos delicadamente entre ellas.
Ahora que estaba sola, podía recordar un poco mejor.
—¡¿Dónde están?! ¿Puedes verlos?— ella y Sai se encontraban en una de las aves de éste buscando a Naruto, al que habían perdido de vista después de que se encontrara con Sasuke. Divisaron una gran explosión y se dirigieron allí. Sakura distinguió a Sasuke creando un chidori y corriendo a gran velocidad, seguramente hacia Naruto, que se encontraba en esa dirección de espaldas a él.
"Oh no… ¡Le llegará el ataque!" pensó desesperada.
—¡No lo lastimes, Sasuke! ¡No!
Naruto no parecía ni con la intención de mirar a Sasuke, y aunque eso fuera extraño, Sakura no dudó en interponerse entre ellos dos. No podía permitir que Naruto sufriera, después de todo, por culpa de ella él estaba obsesionado con traerlo de vuelta a la aldea.
Sasuke no la vio venir ni tampoco se detuvo, y el ataque le llegó de lleno en el estómago. El dolor era horrible, y al tiempo que se desvanecía sin poder resistirlo más, escuchó los gritos de Sai y Naruto:
—¡SAKURA!
Shizune regresó, y después de cambiarse de ropa, se dirigieron hasta el despacho de la Hokage. Sakura tenía un presentimiento extraño, que se agravó cuando vio bastantes ANBUS fuera del despacho. Shizune entró primero, anunciando su llegada y Sakura le siguió.
Al primero que vio fue a Kakashi, quien la miró con expresión alegre (lo poco que se podía notar de su rostro) al igual que Yamato. Luego a Sai con su típica sonrisa, a Naruto bastante contento de tan sólo verla caminando, a Tsunade-sama sentada detrás de la mesa y había alguien más. Sakura borró toda expresión calmada de su rostro y la cambió por una aterrada.
—¡¿Sasuke?! ¡¿Qué haces tú aquí?!
N/A: capítulo uno ¡listo! Me salió un poco largo, más de lo que planeaba, pero espero que les haya parecido que toma un buen camino. Cómo verán me gusta incluir de vez en cuando letras de canciones, en este caso es "Blue jeans" de Lana del Rey que no sé porqué me recuerda a Sakura, aunque claro le cambé algunas partes para que se acoplara más a la historia… ¡Oh no! Me huele a demanda :O, me voy a buscar abogados.
Háganme saber su opinión acerca de este primer cap, es muy importante para mí. Acepto críticas constructivas, hasta tomatazos (no sean muy rudos que la moral se me baja xD). Bueno, ta, fuera de bromas, dejen reviews si gustan y … ¡qué tengan lindo día! :3
