Bueno, he tenido esta idea hace algún tiempo, espero les guste.
Verdad
Kenai estaba tumbado en el suelo mirando hacia la montaña, en su mente buscaba la manera de decirle a Koda la verdad, pero no se atrevía. ¿Cómo decirle que he matado a su madre? se decía a sí mismo. Por el momento estaba solo con sus pensamientos, pero sabía que pronto aquel cachorro que había llamado su hermano hace unas horas atrás lo encontraría y tendría que hacerle frente. Podría ocultarle la verdad y tratar de fingir de que nada pasó o huir de ahí y tratar de escapar de los problemas; sea como sea, tarde o temprano Koda se preguntaría a donde habría ido su madre; mantenerlo con la duda sería muy cruel. No, tengo que decirle la verdad, él merece saberlo, pero, ¿y los demás? Pensó. Esa era otra cuestión, todos esos osos lo habían recibido como a uno de los suyos y decir la verdad seria como una traición, a pesar de que nació humano, ahora se sentía como uno de ellos, Koda fue siempre parte de esa familia y por ser su hermano, ahora él también pertenecía allí. Sí, tengo que decírselo. Cuando uno quiere a alguien debe ser honesto con él y consigo mismo; dijo esperando que hacerlo fuese tan fácil como pensarlo.
El sol se levantaba en el horizonte y los únicos que estaban despiertos tan temprano en la mañana eran Tug y Koda; la noche anterior, Kenai había desaparecido después de que Koda contó su historia y nadie lo había visto hasta entonces; Koda pidió la ayuda de Tug para encontrarlo, ya que sus habilidades de rastreo estaban bien desarrolladas, pero a pesar de buscar toda la noche, sus intentos fueron inútiles, para ser un oso joven, Kenai tenía un olor singular, el olor de un oso por lo general es un olor fuerte reconocible al instante, incluso el olor de un cachorro como Koda podía ser detectado a kilómetros por otro oso; pero el olor de Kenai era débil, y de eso se había dado cuenta la primera vez que lo olió cuando llegó al Salto del Salmón. Parecía que nunca lo encontrarían pero finalmente parecía que habían hallado un rastro, o mejor dicho, unas huellas que se adentraban en el bosque.
Creo que lo hemos encontrado -dijo Tug oliendo las huellas, detrás de él, Koda lo miraba impaciente y feliz al mismo tiempo
¡¿Donde?!-pregunto Koda
Por allá - Tug levanto una pata señalando las huellas que se adentraban en el bosque.
¡Vamos! - dijo Koda.
Está bien, pequeño cachorro -Tug
Los osos siguieron las huellas hasta que por fin lograron ver a Kenai acostado cerca de una saliente rocosa.
Parece un poco deprimido - Tug
Si- Koda- ¿Qué le habrá pasado?
No lo sé, pero creo que será mejor que alguien vaya a hablar con él – Tug - Cuando alguien está deprimido necesita la ayuda de sus seres queridos más cercanos.
Pero él no tiene familia - Dijo Koda con una voz apagada - su hermano murió, o eso es lo que me dijo.
Tal vez es por eso que esta tan triste - Tug - tal vez si su hermanito va a hablar con él se anime un poco.
¡Tienes razón!- Koda- Iré a animarlo
Yo estaré detrás de ti Koda, si necesitas mi ayuda - Tug -solo llámame y allí estaré
Ambos subieron la colina. Una vez allí, Tug se escondió detrás de unos arbustos, mientras que koda se acercó a Kenai; pronto Kenai y Koda comenzaron hablar, todo parecía normal, hasta que Kenai mencionó a un monstruo. Tug siguió escuchando y su corazón se estremecía cada vez más mientras Kenai continuaba con su historia.
Finalmente, Tug comprendió todo cuando oyó esas palabras "Tu madre no vendrá"; ahora todo tenía sentido, por qué Kenai no había hecho ninguna de las cosas que cualquier oso haría y por qué no olía como uno, trató de guardar la calma mientras observaba como Koda corría a través de los árboles para subir luego a uno de ellos mientras que Kenai caminaba en la nieve diciendo: ¡Koda!
Koda no respondía a sus llamados, todo esto había sido duro no solo para Koda sino también para Tug; Aga, la madre de Koda y una amiga para todos, no volvería a casa, y el responsable estaba allí frente a él pidiendo perdón; sus palabras parecían sinceras, pero no podía confiar en él, después de todo, este oso había sido un cazador. Tug observó cómo dibujo una huella con su pata en la nieve para luego darle la forma de una mano humana.
Perdóname Koda, perdóname... dijo Kenai antes de partir hacia la montaña donde las luces tocan la tierra, o eso es lo que pensaba hacer. Detrás de él estaba aquel oso que lo había recibido como uno más de la familia con una mirada de decepción.
Tug observó como Kenai pedía constantemente perdón sin respuesta alguna, notaba el arrepentimiento en sus palabras. Tal vez... tal vez... este diciendo la verdad, quizás esté realmente arrepentido, pudo haber ocultado la verdad, pero prefirió decir la verdad; pero, entonces ¿a dónde va?, no está huyendo, pues si hubiera querido escapar no le hubiera dicho nada a Koda; Esto no tiene sentido; pensó para sí mismo. De lo único de lo que estaba seguro es que Kenai le debía una explicación no solo a él sino también a los demás osos, reflexionó un instante y decidió darle el beneficio de la duda. Lentamente se acercó a Kenai y cuando este estuvo a punto de partir lo miró y dijo:
Tenemos que hablar...
Y este fue el primer capítulo, la próxima actualización será después de actualizar "Un nuevo hermano", esta historia no será demasiada larga, creo que tendrá unos 4 capítulos, aunque no descarto la posibilidad de extenderla. Hasta el próximo capítulo.