Había terminado al fin.
Al fin la guerra había terminado, ahora todos los que habían fallecido podrían descansar en paz. Las familias al fin podrían estar tranquilas y los niños vivir la infancia que se merecían sin el terror que se había sembrado por mas de 30 años.
Hacia dos días que había terminado y ahora habíamos terminado de buscar los cuerpos y las familias las preparaban pues hoy al atardecer sería el entierro.
Yo había pasado la mayor parte de los dos días en la sala de menesteres con Teddy, había huido lejos, me dolía ver a todos, ver las ruinas del lugar donde por años fue mi segundo hogar, ver a los cuerpos, descubrir que había conocido a muchos, me había dado cuenta que perdí la alegría y emoción que la magia me transmitía, ahora simplemente quería irme lejos olvidar todo.
También había huido de Ron, el beso que me había dado en la cámara había sido un error, no lo amaba, creo que nunca lo hice simplemente quería creer que así era y no pensar en quien realmente amaba, en quien estaba enamorada desde mucho antes de entender que significaba.
Pero ahora, con Teddy en una cuna durmiendo a mi lado y yo con aquella carta, debía tomar una decisión, una que cambiaría mi vida.
Salí indecisa de la sala de los menesteres para ir hasta la sala común de gryffindor, donde pensaba charlar con los chicos para que me ayudaran, aunque antes debía esclarecer las cosas con Ron y contarles a ellos sobre él.
Antes de llegar encontré a Harry con el rostro en el mapa del merodeador aunque así que lo vi el subió su rostro y me ofreció una sonrisa alegre aunque cansada.
-Hey Herms, como estas? Donde habían estado?- me pregunto mientras se acercaba y besaba mi frente, mientras agarraba a Teddy que estaba dormido después de cerrar el mapa.
-Estoy… cansada y tu?- no podía decir que bien pues no lo estaba, además era muy pronto y la adrenalina recién empezaba a caer por lo que estábamos empezando a asimilar todo.
-Yo también…
-Estábamos en la sala de los menesteres, no quería que Teddy viera a los cuerpos… y yo no me sentía muy bien, ya sabes…
-Lo se… y esa carta?- vi como me miraba mientras yo me ruborizaba sin alguna razón- no será de un tal Spencer…
-Que?… Como?- pregunte muy sorprendida, vi como se ruborizo antes de contestarme.
-Bueno… después de que Ron se fue te oía llorar por las noches, y en una de esas entre y vi que estabas dormida con una carta… pensé que era de tus padres y la leí por curiosidad… cuando vi que en realidad era de Spencer… quien es?
-Es… cuando tenia 9 años mis padres fueron invitados a un seminario de dentistas en Las Vegas, había un parque frente del local del seminario por lo que yo me sentaba allí a leer mientras ellos estaban adentro. Al segundo día vi como había un chico de unos 11 años leyendo el mismo libro de Física que yo estaba leyendo por lo que me aproxime, desde entonces todos los días charlábamos o leíamos algún libro. Al séptimo día tuvimos que irnos pues había terminado el seminario y le di mi numero y mi dirección por lo que seguimos charlando por cartas hasta los veranos, a los cuales les pedía a mis padres ir a Las Vegas. Cuando entre a Hogwarts el me apoyo en el cambio, además me comprendió y siguió a mi lado cuando le dije que era bruja, dijo que sabia que yo era especial. Recuerdas que recibía dos cartas a la semana de mis padres? Siempre venia acompañada con cartas de el…
-Y te enamoraste de el?
-Yo… no lo se… se que es tonto e intente evitarlo...- dije mientras me sentaba en las escaleras que habían cerca de donde estaba.
-Porque es tonto? Por lo que leí el parece entenderte como yo nunca pude, además te quiere mucho y te acepta tal cual eres…
-Lo se, le cuento todo desde que lo conocí, me hace sentir cómoda y especial… me apoya mismo por cartas. La ultima vez que lo vi fue cuando tenia 16 y el 18…
-Es por eso que intentas enamorarte de Ron?
-Seria mucho mas simples creo… jmm como si el pudiera enamorarse de una chica fea y ratón de biblioteca que todavía es bruja y esta al otro lado del océano, además menor que el…
-Hey, calma ahí… el seria un idiota si no lo hiciera, eres hermosa, y que te guste leer no tiene nada de malo… por lo que entendí a el también le gusta leer. Y el ya te acepta por ser bruja, y la edad no es inconveniente… sino mira a Teddy, es la prueba física de que la edad y las diferencias no existen.
-Lo se… tu eres mi hermano, pero el… con el me siento diferente, especial, es mi mejor amigo y mas antiguo… el me invito ir a los Estados Unidos a conocer el lugar y que si yo quisiera podría quedarme con el pero…
-Pero que Herms… tu lo quieres ya sea como un amigo o como algo mas. Tal vez sea la mejor opción para ti…
-Iba a hablar contigo y con Ron, aunque antes debo arreglar algo con el.
-Entonces vamos, yo estoy buscando a Ginny… había visto que estaban en la sala común.
Así nos dirigimos a la sala común, cada uno metido en sus pensamientos. Al llegar agarre a Teddy que se había vuelto a dormir para que Harry abriera el retrato, pues este estaba sin contraseña por lo que había que hacer un hechizo.
Al pasar por la entrada oímos voces y antes de que pudiéramos presentarnos oímos nuestros nombres por lo que nos miramos y decidimos oír mientras seguíamos escondidos.
-...Tenemos que encontrarlos Ginny, yo tengo que hacer a Hermione mi novia y en unos meses le pediré casamiento, todo el dinero que tenga ira para mi y yo podré seguir con mis amantes- era Ron, se escuchaba frio, no podía creer lo que el decía- y tu Ginny deja de engañar a Harry…
-Engañarme?- agarre la mano de Harry para impedirlo seguir, además para que supiera que estoy aquí.
-… tienes que conseguir que te proponga casamiento en estos meses, así toda su fortuna tanto la Potter como la Black será nuestra, como debió ser.
-Ya lo se, ese mestizo no tiene idea de lo que le cae, solo estoy con Dean pero el ni sospecha que estoy con Harry a la vez, tu también tienes amantes deja de recriminarme…- dijo Ginny de forma aburrida y monótona
-Lo se, pero la sangre sucia de Granger tiene mucho menos que el idiota de Potter así que tu debes cuidarlo, además debemos hacer que esos dos peleen para que así Harry se ponga de nuestro lado como siempre…- dijo Ron, oímos movimiento por lo que decidimos salir antes de que nos descubran.
Salimos corriendo sin hacer ruido hasta el despacho del director. Estábamos trastornados, no podíamos creer que nuestros supuestos amigos habían dicho eso de nosotros, aunque algo me impedía estar totalmente sorprendida. Cuando veía como Ron peleaba conmigo y de alguna forma hacia que Harry se pusiera de su lado, no lo culpaba, eran chicos y yo una chica. Cuando veía a Ginny junto a Harry, se supone que era mi amiga pero cuando los chicos se alejaban de mi ella también lo hacia.
Al subir las escaleras y a punto de tocar la puerta de la directora oí un suave murmullo y al darme vuelta me sorprendí al ver a Harry con lagrimas en los ojos y sollozando.
-Harry?- lo llame mientras buscaba en el corredor, hasta que vi un pequeño banco al cual lo lleve y nos senté- Harry, por favor contéstame.
-Lo siento Herms, lo siento mucho… tienen razón, fui un pésimo amigo y hermano. Siempre te consideraba una hermana pero nunca me comporte como tal.
-Harry no…
-Si, tu siempre me apoyaste, siempre… Ron a cualquier momento me abandonaba pero tu siempre estuviste para mi. Me dabas tu opinión mismo sabiendo que no la oiría y si salía mal tu me consolabas y apoyabas…
-Oh Harry
Antes de que pudiera intentar consolarlo o decirle algo oímos la puerta del despacho de la directora McGonagall por la cual salió, aunque antes de que pudiera dirigirse a la gárgola nos vio y pude ver que se sorprendió pero apenas se pudo notar en su rostro.
-Oh, justo los iba a buscar- dijo mientras se acercaba a nosotros, pude ver de reojo como Harry se limpiaba las dos pequeñas lagrimas que habían caído de su rostro.- Sr. Potter, Srta. Granger si pudieran acompañarme
Al decirlo se posiciono a un lado de su puerta para que entremos.
Al entrar no pude evitar un nudo en la garganta al ver el despacho del difunto profesor Dumbledore, al ver sus retratos inmóviles, tanto el de él como el del Profesor Snape.
-Tomen asiento- dijo mientras esperaba a que nos sentáramos, por lo que me senté en la silla que tenia a un lado una pequeña cuna mientras que Harry a mi lado.
- Bien, primero quería decirles que el entierro y homenaje a los caídos será hoy al atardecer como habíamos acordado. Lo segundo, el ministerio me entrego este pergamino- dijo mientras extendía uno hacia nosotros- ahora son oficialmente los tutores de Edward Remus Lupin Tonks.
-Enserio?… pero como?- estaba sorprendida, por un momento en estos dos días había pasado por mi mente el tema de que ocurriría con Teddy pero nunca imagine que terminaría conmigo, aunque eso no me desagradaba, sino que me alegraba y mucho.
-Remus y Nymphadora dejaron la tutoría a Andrómeda caso algo les pasara y si le pasaba algo a Andrómeda ustedes serían los encargados de cuidarlo, si lo desean…
-Si, si por supuesto que lo deseo- dije antes de que terminara, después mire a Harry el cual estaba abatido a mi lado, por lo que tome su mano para que me mirara y le di la mejor sonrisa que me salía, aunque esta era minúscula y parecía mas una mueca.
-Si yo también lo deseo… ahora que nos iremos, es bueno tener eso arreglado.
-Iremos?… se van?- pregunto McGonagall sorprendida.
-Bu-bueno Hermione planeaba irse con un amigo de su infancia en Estados Unidos muggle y reiniciar y si ella me permite, al igual que su amigo me gustaría acompañarla.
-Oh Harry, me encantaría que fueras conmigo y puedo asegurar que Spencer no tendrá problema con que vayas también- dije mirándolo a los ojos para que me creyera y luego lo abrace fuerte.
A los minutos nos separamos pero con buena sensación, me ruborice un poco al ver como la profesora McGonagall nos miraba con una pequeña sonrisa.
-Puedo preguntar lo que ocurre con los señores Weasley? Ronald y Ginebra?
Antes de que pudiéramos contestar Teddy empezó a llorar, imaginaba que era porque tenia hambre así que antes de que pudiera hacer algo la profesora llamo a un elfo y pidió un biberón y me lo ofreció aunque como sabia que Harry no querría contestar le ofrecí el biberón, a lo cual el me miro agradecido y algo torpe se fue a un costado con Teddy en brazos.
-Nos enteramos que en realidad no son nuestros amigos, al parecer están con nosotros solo por el dinero… y bueno, nos eran infieles y nunca nos quisieron como una familia o amigos, a diferencia de nosotros…
Creo que sonaba algo fría pero aun estaba algo aturdida por lo que habíamos oído, por el hecho de que mis supuestos mejores amigos me llamaran sangre sucia y me estuvieran usando por todos estos años, pero de cierta forma lo esperaba, Ronald siempre discutía conmigo o me había sentir mal y Ginebra era mi amiga solo cuando los chicos estaban cerca, pues había notado que cuando los chicos no estaban a mi lado ella me ignoraba.
Spencer tenia razón, un amigo no te lastima de esa forma, una cosa era pelear como amigos o hermanos otra era que me hiciera sentir mal, me insultara y se burlara de mi.
Tras otra media hora conseguimos que ella transfiriera nuestros promedios de los seis años en Hogwarts a notas reales, para que estuvieran listas por si deseábamos entrar en una universidad u algo. Teddy era legalmente nuestro hijo y Harry había insistido como el gran cabeza dura que es a que a partir de ahora fuera conocida como Hermione Potter Granger.
De ahí salimos directo a Gringotts que había sido reconstruido, el cual Harry transfirió una gran parte de su herencia a dinero muggle y las demás quedaron totalmente selladas hacia los demás, por lo que cualquier cosa que ocurriera debía pasar primero por su aceptación. Estaba por anochecer por lo que fuimos a Londres Muggle a comer algo y conseguirnos algo de ropa ademas de algunas previsiones temporales para Teddy, como pañales, biberones, toallas, shampoo, acondicionador y jabón para bebes… todo para que pudiera sobrevivir en estos días mientras hacíamos el gran cambio.
Estando en Londres Muggle podíamos sentir la otra atmósfera, nadie nos miraba, o sea si nos miraban pues teníamos la ropa algo andrajosa y probablemente estábamos con heridas o cicatrices evidentes aunque nadie pasaba mas de una mirada.
Al llegar al local donde seria el funeral nos aproximamos con cautela y nos mantuvimos a distancia de los Weasley, aunque al finalizar y después de que nos despidiéramos directamente de cada uno de los fallecidos, después de llorar por todos nos fuimos sentando de nuevo para el final de la despedida y al terminar vimos que tanto Ronald como Ginebra se acercaban nos fuimos como desentendidos.
Al llegar al castillo le conté mi idea, aunque cobarde sería efectiva.
-Harry, iré a mandarle una carta a Spencer mientras que tu ve a la sala común y guarda todas nuestras cosas, simplemente tienes que abrir la ventana de tu habitación y decir Accio a mis cosas. Pon todo lo que compramos y lo que tengas en mi bolso de cuentas, así nadie desconfiara.
-Claro, después de eso vamos a la sala de los menesteres y en la mañana al llegar tu carta vemos como irnos.
Al llegar a la lechucería use uno de los pergaminos y plumas que se encontraban allí para mandar la carta.
"Querido Spencer
Tenias razón, estaba por contarles sobre ti a los chicos cuando me encontré con Harry y le fui a contar aunque el ya sospechaba de ti, pues al parecer leyó una carta que me mandaste por error creyendo que era de mis padres. Esta feliz y agradecido de que te tenga en mi vida. Cuando estábamos por entrar a nuestra sala común oímos a Ronald y su hermana Ginebra hablar de nosotros… no necesitas saber que dijeron con que te diga que en realidad no eran nuestros amigos y solo nos usaban por el dinero que podrían sacar de nosotros te digo todo. Aunque una parte de mi se siente feliz pues descubrí que no amo a Ronald sino que simplemente quería crear una idea y forzar el sentimiento.
En fin, te extraño mucho y realmente te necesito aunque se que no puedes venir por lo que me alegra y alivia decirte que, sin aun esta disponible, aceptare ir a vivir contigo. Aunque sea por un tiempo, no quisiera ser una molestia, si no puedes dímelo, no ocurrirá nada. También quería preguntarte si hay alguna posibilidad de que Harry se quedara con nosotros… hasta que cumpla sus 18 que será el 31 de julio…
Ademas te tengo una sorpresa aunque no se si te gustara mucho… es algo que ahora estará conmigo de por vida.
Gracias por estar siempre para mi, por apoyarme, por oírme (leerme mas que oírme), por ser mi mejor amigo, mi apoyo en este mundo. No tienes idea de cuanto te amo, de todo que hiciste por mi con simplemente responder mis cartas.
Siempre tuya, Mia.
P.D: Como te va en el FBI? Y tu equipo como te trata? Tendré que ver si te están cuidando sino ya me conocerán..."
Sonaría raro pero de veras éramos unidos, a pesar de tener un océano de distancia y vivir en mundos diferentes.
Fue el primero que me hizo ver que no era extraña, ver que no había mal alguno en ser inteligente, en que me gustara leer.
Sin darme cuenta había ido perdida en pensamientos hasta la sala de los menesteres.
Por lo que al pasar tres veces pensé en dos habitaciones y una de ellas con cosas para un bebé.
Al entrar vi una pequeña sala con sillones y una chimenea de piedras con un pequeño fuego que terminaba calentando el lugar. Al costado había dos puertas por lo que me senté en uno de los cómodos sillones a esperar a Harry mientras miraba como el fuego se movía de forma lenta e hipnotizante.
Unos cinco minutos después oí como la puerta de la sala se abría y me levante alerta con la varita en mano.
-Hermione? Soy yo Harry
-Como se que eres tu?- no sabia muy bien porque lo hacia pero era algo que llevaba haciendo por tanto tiempo que aun tenia que adaptarme a estar en calma.
-Te gustan los libros de Física pues a los 9 años conociste a Spencer Reid. Cuando murió Cedric me secuestraste un día después y me llevaste cerca del lago donde me abrazaste y no me dejaste ir hasta que sacara todo lo que sentía, donde había llorado y te dije que me sentía culpable por su muerte y te conté exactamente todo lo que había visto en el cementerio.
-Pasa Harry, siento mucho haberte hecho recordar todo esto yo solo… aun no…
-No te preocupes, yo también lo hubiera hecho. Linda la sala, Teddy se durmió apenas llegamos, no había nadie todos estaban en el comedor.
-No tengo hambre, si quieres puedes ir yo me quedare con Teddy…
-No, no tengo hambre solo quiero dormir y olvidar…
Sabia que el lo necesitaba, era por eso que sin se consciente eligió ese recuerdo por lo que me levante y con una sonrisa suave y triste agarre a Teddy que dormía y fui a la primera puerta que por suerte era la mía, pues había una cama con doseles y se notaba muy cómoda y a un costado estaba una cuna alta donde después de colocarle limpiarlo y colocarle un pañal le puse un bodie cruzado de manga larga pues tenia miedo de herirlo al pasar su cabeza, después le coloque unos pantalones parecidos a los deportivos que eran abrigados pero algo holgados por lo que podría moverse a disposición, ademas de algunas medias para calentar sus pies. Lo tapé con una frazada y apague la luz mientras dejaba una tenue iluminación gracias a una lámpara de mesa, y deje la puerta abierta para oírlo.
Mire por arriba del hombro mientras salía, no estaba acostumbrada a cuidar de bebes y sabia que cometería muchos errores pero esperaba poder hacer lo correcto.
Al llegar vi a Harry sentado en el sillón con las manos tapando su rostro, sabia lo que tenia se estaba culpando de nuevo por algo que no podía evitar, y que no eran su culpa. Pero sabia que para iniciar esta nueva vida tendría que sacar todo de adentro ahora. Sería difícil y no sería pleno pues en algún momento recordaríamos todo esto pero debíamos superarlo.
-Harry… oh Harry ven aquí- dije mientras me sentaba a su lado y lo pujaba hacia mi para abrazarlo. Sentí como el me devolvía el abrazo y soltaba un sollozo.
-Porque Hermione? Porque nos hicieron eso?- mientras hablaba soltaba sollozos y creía sentir alguna lagrima en la curva de mi cuello, donde el había escondido su rostro.
-No lo se Harry… hay gente que siempre será mala… simplemente no lo se…
-Solo quería una familia, terminé ilusionándome tanto que no me daba cuenta de las cosas, como Ron siempre te buscaba pelea, como Ginny siempre estaba cerca y siempre en las ultimas vacaciones se mostraba mas provocativa, mas seductora… y yo me hice la ilusión de amarla sabes.
-Ilusión?
-Si, me di cuenta que no es el hecho de que no me amara lo que me decepciona y duele sino el hecho de que perdí a una familia, siempre creí que los Weasley eran una familia, la primera que habría tenido pero simplemente era una farsa por mi dinero… un dinero que habría entregado entero solo con poder tener una familia.
-Oh Harry, puede que no sea mucho pero tienes una familia, me tienes a mi, yo siempre te considere el hermano que mis pa-padres nunca pudieron darme y ahora tienes a Teddy, tu ahijado y de cierta forma tu hijo… no es grande, y es incompleta pero la tienes, con el tiempo se agrandará… encontraras a una novia que después se volverá tu esposa y tendrás pequeños Harry
-jajaj oh Hermione, como lo logras, siempre sabes como animarme, y tienes razón, ya tengo una familia… a mi hermanita perfecta y a un ahijado muy especial y amado… como pude no haberte apoyado, siempre estuviste para mi.
-Harry…
-Siempre me has ayudado, mismo apenas conociéndome colocaste tu vida en peligro por mi, me ayudaste a recuperar la piedra solo por que yo creía que podía estar en peligro, impediste que Quirrell me matara al tirarme de la escoba, en segundo fuiste petrificada por estar buscando algo que ni conocías, solo porque creíste en mi al respecto del basilisco, y mismo estando petrificada descubriste el misterio… en tercero, cuando me moleste contigo solo porque deseabas protegerme, siempre estuviste ahí ayudándome, y después igual me ayudaste a salvar a Sirius porque sabias que tan importante era para mi, mismo rompiendo las reglas que McGonagall te puso, mismo siendo tu mayor miedo, subiste en el hipogrifo, en cuarto fuiste la única que me creyó cuando dije que no puse mi nombre en el cáliz, la que me ayudaba a pasar las pruebas, la que siempre estuvo para mi y que me hizo ver que no era mi culpa la muerte de Cedric… en quinto no te molestaste conmigo por descargar mi enojo en ti, dejaste que me desahogara, fuiste la que leyó muchos libros para intentar salvarme de una expulsión, la que lucho para que me creyeran y me enseñaba para que fuera un buen maestro, la que mismo estando en contra me daba consejos para estar con Cho… me advertiste de la posibilidad de que fuera un truco sobre Sirius, no te oí y lo perdí pero no me dijiste te lo dije sino que me consolaste…
-Basta Harry… se lo que hice y lo volvería a hacer si fuera necesario, éramos unos niños… tu mas que yo jajaj- dije con una risa después de separarme de el, pues la situación era tensa y lo que menos quería era que siguiera culpándose por el pasado- pero siempre estaré para ti al igual que tu estas para mi, ahora es hora de que volvamos a ser libres, a ser adolescentes, a tener de nuevo 18 años.
-Yo… gracias por todo, eres lo mejor que me paso al venir a Hogwarts, y no importa lo que digan quiero decirte que te quiero, y eres mi hermana… y siempre te apoyare.
-Lo se, nunca lo dude de ti, ahora vayamos a dormir… mañana tendremos un revoltoso día…
-Lo harás no es así? Harás el cambio de imagen?
-Si, creo que va siendo hora de ser la chica que por mucho tiempo escondí ser y…
-Y?- me dijo con una pequeña sonrisa burlona
-Y… bueno…
-Quieres impresionar a alguien? Tal vez a un tal Spencer Reid?
Sentí como me ruborizaba al ver que lo había adivinado.
-Que cosas dices...- vi como me miraba con una ceja arqueada por lo que suspire mientras me volvía a ruborizar- Bueno… yo…
-Hey, esta bien… no tiene nada malo en que te guste Spencer, y que quieras cambiar… con que sigas siendo tu misma es suficiente, pues eres hermosa…
-Y tu? Te compraras cosas me imagino no? Ahora eres libre de hacer lo que quieras y de tener lo que quieras…
-Si, creo que va siendo hora de que yo cambie también… bueno vayamos a dormir.
-Buenas noches Harry.
-Buenas noches Herms- me dijo mientras besaba mi frente antes de irse a dormir al igual que yo.
Comprobé si Teddy estaba dormido y decidí cambiarle su pañal para que durmiera mas horas seguidas, pues había comprobado que se despertaba a cada cuatro horas mas o terminar bese suavemente su frente y me acosté preparándome para el gran cambio que ocurriría mañana.
