No poseo los derechos de ningún personaje presentado aquí.
Hola, Raven. Sí recuerdo tu nombre. ¿Cómo olvidarlo? Dejé una docena de rosas en tu tumba hoy. Estoy arrodillado en el pasto mientras limpio tu lápida de las hojas secas que han caído. Sólo quiero hablar un rato. Hay varias cosas que necesito decirte.
Todo ha terminado para ti. Y por un lado me alegra que ya no tengas que sufrir todo el rollo de atrapar personas y ser lastimada en las batallas. Y me encanta que ya no tengas que sufrir por... ya sabes, Trigon. No merecías pasar por algo así, tú no tenías que ser usada de esa manera por él. Pero no soporto la idea de ya no tenerte cerca. Te necesito. No quiero no tenerte. No quisiera que estuvieras... así.
Raven, aún me acuerdo de tu cumpleaños. Y recuerdo que lo odiabas. Recuerdo que te encerrabas todo el día, antes que lo supiéramos. Nadie te lograba sacar de tu cuarto, no importa cúantas veces te llamáramos.
Recuerdo tu rostro. El rostro más bello que alguna vez yo vi. Definido, delicado y pálido. Parecías de porcelana. Eras hermosa. Y tú no lo sabías.
Me enamoré de ti. Me enamoré de una manera en la que nunca creí que podría. Haría todo por ti y contigo. Eras mi complemento. Esa pequeña pieza que faltaba en mi interior. Te necesitaba para vivir, por muy exagerado que fuera. No lo sé, si no estabas sentía que algo me faltaba. Estaba, y estoy, perdidamente enamorado de ti, Raven. Y nunca tuve el valor para decírtelo. Te veía tan lejana a mí, que siempre creí que alguien como tú, con tu belleza y tu inteligencia, jamás voltearía a ver a alguien como yo.
Y ahora que todo terminó, sólo quiero sostenerte. Daría todo el mundo, sólo para verte un segundo más devolviéndome la mirada. Y aquí estás. Y nunca quise más que estuvieras en mis brazos. Pudimos haber estado caminado de la mano si me hubiera atrevido a decirte. Pudimos haber vivido otra manera. Pudimos nunca haber terminado. Pero no fue así. Ahora sólo tengo un ramo de rosas que ofrecerte, y sé que eso no me ayudará a arreglar las cosas. Y si tú no estás aquí, no tengo idea qué diablos hago amándote.
Y aquí estoy, listo para un nuevo inicio; viendo la vida que pudimos haber tenido. Tengo que vivir con las decisiones que he tomado, que fue callar todo lo que quise decirte. Lo haría todo de otra manera, si tuviera la oportunidad, ¿sabes? Y por no haberlo hecho, ahora no puedo vivir conmigo mismo.
Supongo que te veré en otra vida, en donde jamás tendré que decirte adiós. En donde pueda decirte todo lo que no te dije ahora.
Hola, Raven. Aún recuerdo tu nombre.
