De más esta decir que los personajes, detalles y trama de Hellsing le pertenecen a Kota Hirano, hago este fic solo con el propósito de esparcimiento así que no me demanden por favor.

Prólogo: Viejos recuerdos

-¡Alucard! ¡Alucard! ¡Despierta Alucard!

-¿Quién me llama? Estoy durmiendo no molestes.

-¿Quién crees que soy? Estas recostado sobre mí

-¡Ah! Eres tú ¿Qué quieres?

-El chico está en problemas, deberías hacer algo.

-¿Qué chico? ¡Ah Walter! No te preocupes puede arreglárselas solo, es un chiquillo pero es fuerte.

-Pero esta vez el enemigo es diferente, es muy poderoso y no es vampiro.

-¡Qué has dicho! ¡Eso suena interesante! Mejor vamos a echar un vistazo.

-¿Pero saldrás en esa forma? Siempre creí que eras raro, pero ir de mujer no le queda a un Conde.

-Tú cállate y haz solo de ataúd, que para eso es que te construyeron.

-Esta bien "Condesa"…

Después de una interesante charla Alucard acababa de salir de su ataúd, que lo había acompañado desde que había nacido como el Rey no muerto, solo para encontrarse con una escena que el no había imaginado. Walter el "Shinigami" estaba perdiendo contra un tipo que no parecía duro en lo absoluto, pero al observarlo bien pudo darse cuenta que no era humano, y que su compañero en realidad estaba en peligro. En ese momento tomo su arma y disparó contra las manos que estrangulaban el cuello del joven mayordomo, destrozándolas por completo.

-¿Qué pasa ángel de la muerte, no te vez muy bien? Preguntó con sarcasmo el vampiro.

-¡Llegas tarde idiota! ¡Casi me matan y tú tomando una siesta, deberías tomarte esta guerra más en serio!

-Jamás creí que el famoso Shinigami alguna vez diría eso, pero no importa, el apoyo a llegado, ¡carguémonos algunos lobos!

-¿Como que lobos? Explícate.

-Tranquilo pequeño ángel, el no es humano pero tampoco es vampiro, no es más que un hombre lobo…pensé todos se habían extinguido pero ¡mírate! Justo uno como yo, dos monstruos en el campo de batalla.

-¡Fantástico, siempre pensé que algo así pasaría! Bueno basta de charla, ¡Vamos Alucard, a por él!...emm…¿Alucard?

-Ahh! Lo siento chico pero dos contra uno no me parece.-Dijo Alucard Bostezando.- Además hay que resguardar el honor Ingles ¿No crees?

-¡No vengas con estupideces! ¡Alucard!.- Gritaba el joven mayordomo pero ya era tarde, el vampiro y su fiel amigo ataúd se habían ido para entonces, cerrando la puerta de la sala tras de él.

Bien ataúd, dejemos que ese chico maneje la situación, de nada sirvo allí adentro.- le dijo Alucard a su fiel compañero mientras fumaban un cigarrillo, pero eso no duro por mucho tiempo ya que una persona se les acerco tímidamente.

Era una chica de trenzas que no representaba más de veinte años, sostenía un mosquete en una mano mientras caminaba somnolienta, parecía una chica tonta e inútil, pero extremadamente bella, tanto que hizo que el frío y muerto corazón de Alucard se sacudiera de emoción, era la primera vez que al Rey de los no vivos le pasaba esto, y por un momento de dio el tiempo de disfrutar el espectáculo de ver a una chica alemana tan hermosa caminando tan torpemente; para mala suerte de él, ella era una enemiga y tuvo que enfrentarla.

-¡Hey!, ¿es que no vas a hacer nada?

-Emm ¿Que? ¿Que cosa?- respondió la chica torpemente.

-Yo, yo soy tu enemigo, ¿no harás nada?

-¿Enemigo? ¡Ah! Tu estas con ese chico ¿cierto?

-Jajajaj.-Río Alucard al ver lo distraída que era su interlocutora, por mucho tiempo había sido tenebroso y temido por todos, pero esta chica se veía tan inocente que Alucard dejó a un lado su crueldad y se animó a conversar un rato con ella.

-Mira yo soy tu enemigo, aunque me veas como una chica debes dispararme.

-Oh cierto.-dijo la chica reaccionando ante tal comentario.- pero tu no pareces tan temible.-dijo inconcientemente sin saber con quien trataba.

-Puede ser. Pero si no lo haces tendré que matarte, ¿entiendes a lo que me refiero, no?

-Ah si entiendo, pero si tú eres mi enemigo y yo soy el tuyo, ¿por qué aun no me has matado?

La chica no se dio cuenta, pero al formular esa pregunta hizo que la mente de Alucard se estremeciera por completo, y es que ella tenía razón, si ella era su enemiga ¿por qué no apuntó su arma contra su cabeza y disparó en el mismísimo momento de haberla conocido? Algo en el se había removido cuando la había admirado por primera vez, y es que su belleza era increíble, su talla era imponente y aunque se veía algo sumisa sabía por experiencia que ella era tan peligrosa como cualquier otro vampiro que el halla conocido. Entonces ¿por qué? Fue entonces que recordó que hace cientos de años atrás también había sentido algo similar por otra mujer, su primera esposa y quien fue la primera humana que él había convertido en vampiro, en ese instante pudo entender que era lo que sucedía con su cuerpo entumecido y su mente paralizada…era amor, amor a primera vista, pero eso era imposible para él, él era un vampiro, el rey de los vampiros, un asesino a sangre fría que bebía ese fluido rojo de sus victimas con tanta crueldad como lo había hecho hace cientos de años atrás, no podía permitirse el lujo de ser benevolente, y menos el enamorarse, pero eso ya no tenía sentido para él, aunque solo habían compartido algunas palabras, ella ya lo tenia a sus pies.

-Chica, ¿sabes quién soy yo?- Preguntó el vampiro con inusual inseguridad y es que según la respuesta que obtendría sabría que hacer.

-Alguna niña que han enviado a matarnos…supongo, pero no quiero hacerte daño, por alguna razón creo que nos podríamos llevar bien.

-¿Niña, eh? Creo que es hora de que conozcas mi otra forma por la cual todos me conocen.- al decir esas palabras algo parecido a unos tentáculos salieron desde sus pies subiendo hasta su cintura y luego cubriéndolo hasta la cabeza, después de eso su forma había cambiado totalmente, ya no era más una niña que a simple vista se veía apacible, sino un hombre que rondaba los dos metros y cuyo torso cubría un sobretodo rojo como la sangre, luego de eso el vampiro preguntó:

-¿Ahora sabes quien soy?- Preguntó seriamente el vampiro.

-S-si Alucard el Rey no muerto.-tartamudeó la mujer.-"es tan hermoso y a la vez peligroso" pensó mientras sus rodillas empezaban a temblar, y es que solo el oír el nombre de la criatura que tenía al frente la hacía sentir calosfríos.

-Chica, ¿Cuál es tu nombre?-Preguntó el hombre acercando su rostro poco a poco a la de su interlocutora.

M-me llamo Rip Van Winkle.-dijo difícilmente la mujer

-Y ahora que sabes quien soy, ¿que vas a hacer?

-¡Eso es obvio! ¡Lucharé contigo hasta la muerte!-Gritó tratando de ocultar su miedo, aunque no lográndolo.

-¿Aunque sepas que vas a perder?

-¡No perderé! ¡Mi rifle no hace distinciones entre sus blancos, si eres mi enemigo no dudes que lucharé hasta el final!-Exclamó mientras apuntaba su rifle justo entre los ojos de Alucard, pero entre su nerviosismo y miedo no se había dado cuenta que cierto artilugio mobiliario se había colocado justo en su espalda y que con un solo manotazo en su nuca la dejo inconciente.

-No tenías por qué hacer eso.- le reprendió el vampiro a su objeto encantado.

-Ella iba a dispararte, ¿que querías que hiciera?

-Esta bien, no importa hay una guerra ahí afuera y muchos nazis que eliminar, vamos!

El ataúd salió primero corriendo a todo lo que daban sus patas mientras Alucard se agacho a ver el rostro de su enemiga inconciente.

-Es tan hermosa y valiente, lucharía conmigo incluso sabiendo que eso la llevaría a la muerte, creo que de verdad me he enamorado…solo espero, no toparme con ella otra vez..

¡Alucard!,¡Alucard!

-Ya voy, maldición que mueble tan antipático.

Alucard, Maestro Alucard!

El vampiro poco a poco abría sus ojos dandose cuenta que todo era un sueño… no, más bien el recuerdo de algo pasado hace medio siglo atrás.

-"¿Yo? ¿Soñando? Desde cuando"…

¡Maestro Alucard! Al fin despertó.- Comentó Seras al ver a su maestro con los ojos abiertos.-¡Hace un buen rato que lo he estado llamando Maestro!

-¿Qué es lo que deseas Draculina, aun es de día por que no duermes?

-Es que la Señora Integra ha llamado pidiendo su presencia en la junta militar, creo que dijo que han raptado un barco de guerra y han asesinado a toda su tripulación…¿eh? ¿Maestro?

-Esta bien chica policía puedes retirarte, iré enseguida.-Dijo Alucard levantándose de su silla.

-Está bien Maestro.- Dijo la blonda chica antes de retirarse de lúgubre cuarto del vampiro.

--Muy bien, hora de asesinar nazis.- dijo preparándose antes de desaparecer por un muro del cuarto.

Continuará

Bien este es mi primer fic de Hellsing y esta inspirado en una "relación" entre Rip y Alucard, y por si no entendieron la primera parte está sacada casi textual del manga "Hellsing the dawn" asi que para los que no lo han leído háganlo son solo seis caps.