¡Hola!
Solo un pequeño Drabble que se me ocurrió al pensar en estos dos.
Espero que os guste :3
— DE DETECTIVES Y ASESINOS —
Kira.
Ese era, sin duda, el nombre de moda.
Nadie sabe quien es realmente, nadie sabe donde está, ni de donde vino.
Pero existe.
Los millares de muertos (y subiendo) por ataque al corazón en todo el mundo criminal son prueba suficiente.
Tal parece que un delincuente había tomado la decisión de hacerse ver como un justiciero, y sin ninguna duda estaba logrando hacer temblar a la humanidad.
Tal parecía estar en todas partes... incluso en la cabeza de L.
El mejor detective del mundo jamás olvidaría esos ojos rojos, sin cuerpo, que le obvserban desde la oscuridad de su mente, al cerrar los ojos las pocas noches que dormía.
— Incluso el mejor detective del mundo sueña conmigo —la primera vez, Kira tenía la ronca voz nasal irónica de un hombre, tan típica de los villanos de las películas—. Que gran honor hablar contigo, L.
Y, en ese momento, él despertó bañado en sudor.
Cada vez que se dormía, seguía viéndole, los mismos ojos abismales, pero distintas voces. Voces de hombre, voces de mujer, voces de adolescentes, incluso niños. De distintos timbres y distintos acentos, ninguna se repitió.
Las desconocidas voces jamás le dijeron ser Kira, ni nada parecido, pero él lo sabía.
¿Quién si no el asesino omnipresente lograría trastornar le hasta ese punto?
— ¿Crees que yo soy Kira, no es así? —decia— Entonces ven y demuestralo.
— ¿Por qué haces esto? —le había preguntado una vez.
— Porque quiero matar el aburrimiento —le había contestado como si fuera obvio.
Y, tras despertarse de nuevo, con esas palabras, comenzó a investigarle.
Por aburrimiento
Todas esas personas muertas... por aburrimiento.
No podía permitirlo.
— ¿Quieres jugar conmigo a detectives y asesinos, L? — Kira le había preguntado con la voz cargada de burla, cargada de desden.
Esa voz.
La voz de un chico, que lucía un acento oriental, seguramente japonés.
Había algo en esa voz que le hacía estremecerse en sueños, la última de las voces de Kira en su cabeza, la que a partir de ese momento sería la única para él.
¿Jugar? ¿Kira creía un juego tal poder para matar? Pero, sobretodo, ¿debía de fiarse tanto de las palabras de un sueño?
— Te advierto que estoy acostumbrado a ganar...
Y, al despertarse, podría haber jurado que esa voz le había acariciado como alguien acaricia a un difunto, en espera de que encuentre paz lejos de si.
No pudo evitarlo. Aceptó el desafío.
Y cuando volvió a escuchar esa voz, esta vez en el mundo real, ya podía ponerle nombre y apellido: Light Yagami.
Quiero decirte que soy L
Sospecho fuertemente que tú eres Kira
Y todo lo que vio en los especiales, únicos, ojos marrones de ese joven, fue una única frase no pronunciada, pero que si siempre se quedaría grabada en ambos.
Que empiece el juego
