Black.
Ambos estaban sentados en un gran sofá negro, abrazados mientras veían el atardecer cuando él se acerco lentamente a la cara de ella mientras que a su vez la abrazaba con delicadeza como si fuese de porcelana y ella se fuese a romper, tras un momento de titilación se besaron lenta pero apasionadamente, probablemente solo hubiesen transcurrido unos segundos en ese beso, pero a ellos les pareció que durante siglos solo habían existido ellos y sus labios entrelazados.
Tras separarse lentamente ella se abalanzó sobre el tirándolo hacia el otro lado del sofá y le beso pero de una forma más agresiva que antes mientras le abrazaba con todas sus fuerzas como si temiese que se fuese a escapar y nunca más lo volviese a ver, en ese momento el se incorporó aun con ella agarrada a él y la tumbo contra el sofá lentamente.
Se miraron unos instante a los ojos y tras comprender que ambos deseaban lo mismo empezaron a desvestirse el uno al otro lentamente sin dejar de besarse, cuando ambos ya habían acabado ella lo miro con una mezcla de miedo, vergüenza y a la vez excitación en los ojos, entonces el sonrió y le acarició una mano y fue subiendo hasta llegar al pecho con lo cual ella dio un respingo y agarró con fuerza el sofá.
Ella ya estaba preparada para el siguiente paso asique lo guio a él hasta su interior, cuando entró ella agarró con más fuerza aun el sofá soltó algunas lagrimas debido al dolor pero enseguida se unió al placer que él estaba disfrutando, y le abrazo con más fuerza que ninguna de las otras veces mientras no paraba de besarle apasionadamente, se sentían como si no existiese nada más que ellos, congelados en el tiempo sido todo y nada a la vez.
De repente ella empezó a gemir con más fuerza y se estremeció, y a su vez eso provocó que él se estremeciese aun más y que súbitamente ambos se sintiesen como un solo ser. Después de eso ellos se abrazaron y estuvieron así hasta que súbitamente ambos se durmieron, pasando así toda la noche juntos.
