Vampire Knight no me pertenece, si fuera así, hubiera tenido un final totalmente diferente, como se darán cuenta en esta pequeña historia.

Futari no ai wa eien ni naru

-¿No puede ser de otra manera Kaname?-

-No Yuuki, no la hay-

-¡Tiene que haberlo! ¿Por qué tiene que ser tu corazón?-

-Lo siento Yuuki-le respondió Kaname apenado.

-Tiene que haber otra manera-agregó Zero-como mi corazón-

-No-mencionó Yuuki-¡tampoco quiero eso!-

-Tu corazón tampoco puede ser, Kiryu-kun-

-¿Por qué no?-

-Tiene que ser de un sangre pura-

-Pero ya he bebido sangre de un sangre pura y soy un cazador-

-Es imposible, entiéndanlo-

-No dejaré que lo hagas, Kaname-Yuuki estaba decidida a evitar aquello.

-Kuran, debo advertirte, yo tampoco dejaré que lo hagas, no por ti, si no por Yuuki-

-Hoy será el día y no podrán detenerme-

-Ya veremos-

Zero salió decidido de la habitación.

-¡Zero!-le gritó Yuuki.

-Tranquila, él no podrá hacer nada-intentó tranquilizarla Kaname-ahora ve a cambiarte-

Yuuki obedeció. Después de todo seguía en camisón.

Pasaron su última mañana juntos y Yuuki solo pensaba en la manera de detener aquélla tontería.

-Kaname-sama, Yuuki Cross digo Yuki-sama-llegaba Aidou corriendo y gritando.

-¿Qué sucede Aidou, por qué tanto escándalo?-

-¿Qué sucede Aidou-sempai?-

-¡Es Zero Kiryu!-

-¿Zero? ¿Qué le pasa a Zero?-Yuuki se preocupó, ¿qué demonios hacía ese tipo?

-¡Maldición!-gritó Kaname y salió rápidamente de ahí.

Kaname llegó a la fundición justo en el momento en el que el corazón de Zero Kiryu desaparecía en ella.

-Kiryu ¿qué hiciste?-

-Tú no puedes dejar sola a Yuuki-

-¿Y crees que ella me perdonará por no haber evitado esto?-

-Lo hará-

-¡Kaname!-gritaba Yuuki llegando a ellos, seguida por Aidou-¿qué sucedió?-

-Yuuki, vive con Kuran-declaró Zero.

-¿Qué? Zero, ¿qué dices?-

-Yo desapareceré y dejaré de intervenir entre ustedes-

-Zero…-

-Yuuki, Kiryu ha arrojado su corazón-explicó el sangre pura.

-¿Qué? Pero…Eso es imposible-

-Lo hizo…-

-Zero…-ella se acercó al cazador-es verdad…tu corazón…-

-Yuuki vive, vive feliz al lado de Kuran-

-Pero Zero… ¡Zero!-

Él comenzaba a convertirse en simple cenizas.

-¡Zero!-

Sus cenizas volaban por el aire y ella no pudo hacer nada para evitarlo.

Kaname se acercó a ella-Lo siento-le dijo arrodillándose-lo siento, no pensé que fuera hacerlo-

Las lágrimas resbalaban por las mejillas de la sangre pura, pero sonrió le gentilmente a Kaname.

-No fue tu culpa-

Kaname la abrazó por la cintura.

-Yo no quería esto-

-Fue su decisión, pero…-

-¿Pero?-

-¿Qué pasará con las armas anti-vampiros?-

-Aún no lo sé, tengo que investigar-

-Pero, ¿tú no lanzarás tu corazón también, verdad?-

La voz rota de Yuuki le dolía en lo más profundo de su ser.

-No. ¿Crees que podría dejarte sola?-

-No lo hagas, te necesito…-

-Yuuki…-

Unos días de lo ocurrido, Kaname llegó a casa exhausto.

-¿Encontraste algo?-le preguntó su amada apenas lo vio.

-Al parecer, el corazón de Kiryu funcionó, aunque aún no estoy seguro de porqué, me parece que es debido a la sangre pura que había bebido, además él no era cualquier cazador-

-Tienes razón, solo espero que su sacrificio no sea en vano-

-Ya verás que no lo será-

Kaname siguió siendo el líder a pesar de las críticas de la comunidad vampírica en general.

Para Yuuki fue igualmente difícil todo ese proceso y lo empeoraba ese cansancio permanente que tenía.

-Yuuki, me preocupas, ¿estás bien?-

-Sí Kaname, no te preocupes-

-¿No quieres sangre?-

-En realidad sí-le confesó avergonzada.

-Sabes que puedes tomarla cuando quieras-

-Lo sé, pero has estado ocupado-

-Pero para ti siempre estoy disponible-

Kaname se sentó junto a ella y le ofreció su cuello.

Yuuki sintió su garganta arder. Clavó sus colmillos en la nívea piel ofrecida y chupó y chupó.

¿Por qué sentía tanta sed? Eso era raro. Deseaba realmente esa sangre, pero esta vez era demasiado.

-Yuuki, ¿acaso tenías tanta sed?-

La vampira se detuvo.

-Lo siento-

-Solo déjame tomar un poco a mí también-

Kaname la tumbó en el mueble, lamió un poco su cuello y clavó sus colmillos.

Solo necesitó un trago para percatarse de algo y detenerse.

-Yuuki, tú…-

Ella quedó confundida por su reacción.

-¿Yo? ¿Yo qué?-

Kaname acercó su mano al vientre de su amada.

-No puede ser…estás…-

-Dímelo ya, ¡me asustas!-

-Estás esperando un bebé-la cara de Kaname al decir esto era digna para un cuadro.

Yuuki abrió los ojos por la sorpresa y se quedó callada unos momentos mientras procesaba la información.

-Yo estoy… ¿embarazada?-

-Sí-

-¿Por eso me siento tan cansada?-

-Probablemente-

-No me lo puedo creer-Yuuki sonrió desde el fondo de su corazón-¡Estamos esperando un bebé!-

Ahora su felicidad y emoción era muy notable.

-¡Un hijo! ¡Nuestro Yuuki!-

-Oh, aún no me la creo-

Muchos meses después, una bella niña vampiro llamada Ai llegó al mundo.

Sus padres no cabían de la felicidad. Era bastante notorio que Kaname adoraba a su hija. Acostumbraba sentarse en una mecedora bajo la sombra de un árbol, teniendo a Ai entre sus brazos.

-Te amo Yuuki-

-Y yo a ti, Kaname-

Con un beso sellaron esa promesa de amor eterno que vivirían junto a su pequeña Ai.