La canción no es mía, ni los personajes de FF. Se agradece cualquier review, reseña, comentario y reclamo.
Y si, esta pareja me gusta mucho porque se ven bien, porque se pertenecen y sobre todo por otra razón muy personal. Espero les guste
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La noche era preciosa en el balcón de la habitación en el Inn de Costa del sol. Una linda chica de cabello negro y ojos color rubí esperaba que las nubes se despejaran y pudiera ver estrellitas en el cielo. Su vestido de bodas blanco perla brillaba a la luz de la luna casi llena que se quería asomar sobre las nubes. Su cara mostrando mucha felicidad, y a la vez algo de nervios. Los invitados seguían en el banquete, todos tomados y haciendo destrozos en el lugar. Tanto elixir de champaña ayudó a que nadie viera cuando la pareja decidió subirse a su lindo cuarto.
Escuchó que un poco de música sonaba al fondo de su habitación. No volteó a ver porqué, solo cerró los ojos y suspiró. Escuchó sus pasos salir de la habitación y ella suspiró de nuevo. No tardó en sentir sus brazos rodeando los suyos en un cálido abrazo. Ella se dejó ir y se recargó en su pecho. Olía muy bien. Su perfume llenaba sus fosas nasales. Lo quería ya.
El se acercó a ella y la abrazó. Olía precioso, a ese perfume que le recordaba su vida pasada, en Nibelheim. Ese perfume de frutas y flores preciosas que le hacía recordar la pureza de su ahora esposa en su linda juventud. La abrazó más fuerte. La quería ya.
¿Cómo te atreves
A mirarme así,
A ser tan bella,
Y encima sonreír?
Cloud la volteó para tener su cara de frente. Sus lindos ojos verde mako encontrando un espejo en los de ella. La mirada más tierna y bella que Tifa jamás le había mostrado. Ella era hermosa, deslumbrante, lo era todo.
Cerraron los ojos y sus labios como imantados se buscaron los unos a los otros. Un beso muy tierno, su primer beso a solas como marido y mujer. El primero de muchos. Miles. Millones. Infinitos besos que nunca se agotarían. Besos de amor y de ternura y de cariño y de deseo, de distintas longitudes y formas, cada uno con su propio significado, esperando a ser dados por estos dos amantes unidos en alma para siempre.
Y a ese beso le siguió otro, igual de tierno pero con un incremento de pasión. Ya no solo rozaron sus labios, los saborearon, los recorrieron de lado a lado, desde la orilla hasta la comisura, los atraparon, los mordieron e incluso los apretaron entre los suyos. Con los labios ocupados era el turno de sus manos, las cuales comenzaron a sentir el uno al otro, a recorrer la ropa buscando sentirse más atraídos. Habían esperado mucho mucho tiempo, y hoy era el día en el que por fin la espera rendiría fruto.
Mía, hoy serás mía por fin
Cloud tomó a Tifa de la cintura, al mismo tiempo que ella aferraba sus manos a su espalda cubierta por aquel traje sastre blanco. Él había pedido utilizarlo y ella no le puso ningún pero. Después de todo, el traje de gala de verano de un SOLDIER no se le veía nada mal a su ahora esposo. Cloud comenzó a dar tímidos y juguetones besos en el cuello de su esposa, provocando una leve reacción en ella. Tifa suspiraba y Cloud recorría su cuello alternando los besos con suaves movimientos de su lengua. No había duda de que él la deseaba, y las caricias de Tifa sobre su espalda que se hacían más duras y agitadas con cada suspiro de la pelinegra le hacían saber que ella sentía lo mismo.
Cierra los ojos
Déjate querer
Quiero llevarte
Al valle del placer
Cloud comenzó a subir hasta que llegó al oído de Tifa, y después de dos suaves mordiditas que inquietaron a su mujer le susurró muy despacito: -Te gustaría entrar a nuestro cuarto mi cielo?-. Ella respondió con tres ricas mordidas cariñosas en el cuello del güero.
-Pensé que nunca lo pedirías-
Cloud inmediatamente colocó sus brazos en posición y alzó a la niña de sus ojos en sus brazos, cargándola como indica la tradición. Tifa no le pesaba nada a él y ella se sentía cómoda en sus brazos. Sus grandes ojos rubí mirando fijamente los ojos esmeralda de su esposo. Ambos portando enormes sonrisas de felicidad con un toque de deseo que solo ellos dos podrían notar. Mujer en mano Cloud entró a la recámara.
Mía, hoy serás mía lo sé
Cloud dejó a su amada en la cama y se quitó el saco. Hacía un poco de calor dentro del cuarto, y el saco era estorboso para lo que el peliamarillo tenía planeado hacer. Se acostó suavemente a un lado de Tifa y la miró a los ojos. Eran cálidos y honestos. Eran preciosos. Tifa tenía su cabello recogido en un nudo salvo por dos mechones a los costados de sus sienes. Se veía hermosa en verdad y Cloud no podía dejar de notarlo. Con un tímido beso se acercó a ella y cerró los ojos. Dos, tres, cuatro y muchos besos más le siguieron a ese. El deseo podía más que los nervios y ellos lo sabían.
Se aferraron y rodaron por la cama King size besándose cada vez con mayor prontitud, cada beso más apasionado y caliente que el anterior. Hasta que al fin se quedaron en una misma posición. Sus cuerpos insistían en unirse, pero algo estorbaba.
Déjame robar
El gran secreto de tu piel
Déjate llevar
Por tus instintos de mujer
Cloud dejó caer a Tifa boca abajo sobre la cama y rápidamente se colocó detrás de ella. Un cierre muy largo de la espalda a la cintura lo aguardaba para ser abierto, y Cloud lo iba retirando mientras con la boca daba dulces mordidas pequeñas en el rastro que dejó el cierre sobre la espalda de su mujer. Y mientras Cloud hacía esto la espalda de Tifa se arqueaba como respuesta a esas sensaciones tan placenteras que los dientes de su marido le provocaban. Y así continúo hasta que abrió toda la cremallera, la cual terminaba convenientemente en la cintura de Tifa, donde Cloud metió las manos para zafar ese vestido que aprisionaba el cuerpo de su mujer. Tifa temblaba al sentir el tacto cálido de las manos de Cloud pasando de su espalda hacia su vientre.
Entrégate
Aún no te siento
Deja que tu cuerpo
Se acostumbre a mi calor
Cloud deslizó el vestido lentamente, cuidando de no rozar mucho la piel de Tifa para que ella pudiera seguir disfrutando el momento. Tifa fue girando lentamente hasta que Cloud pudo despojarla por completo del vestido blanco. Lo colocó cuidadosamente a un lado (Si lo estropeaba Tifa nunca se lo perdonaría) y al fin pudo admirar a su esposa como se la había imaginado. Un sostén blanco con encaje cubriendo el amplio busto de Tifa y unas pantaletas blancas complementaban el atuendo. Cloud sonrió pícaramente y Tifa le devolvió la sonrisa.
-Tifa, te amo-
-Y yo a ti-
Entrégate
Mi prisionera
La pasión no espera
Y yo no puedo más de amor
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Si les gusta subiré la continuación
(Posible lemon, quedan advertidos)
Matta ne!
