Nota introductoria: Es importante aclarar que la historia es de carácter alternativo, o sea que no se relaciona para nada con la trama de la autora de Ranma ½ Rumiko Takahashi ( a quien pertenecen muchos de los personajes aquí mencionados, autora de la serie original) y que tampoco se relaciona con la obra "Lolita" de Vladimir Nabokov. Es simplemente una historia escrita por una servidora con el único propósito de entretener y entretenerse.
Es importante para mí que si ésta historia va a ser leída lo sea en su totalidad, algunos párrafos serán tediosos (trataré de evitarlos bastante) pero muchos detalles descritos en ello son muy importantes para el buen desarrollo de la trama para el lector y para que la historia pueda gustarles tan siquiera un poco. A pesar de que sólo algunos capítulos estén en línea tengo algunos de reserva por si alguna vez me falla la inspiración y no pueda escribir. Los nombres de personas, ciudades, instituciones y cosas así también son ficticios y si tienen algún acercamiento a la realidad, es mera coincidencia. Ah por cierto, nuestra historia comienza así:
Elle, Lolita
Por nubithaking
Capítulo uno
La Sainte Hélène
Nunca le había ido bien el blanco. Su piel de por sí era pálida y en estos últimos años parecía haber palidecido más. De pronto el blanco se había vuelto un color básico en su vida, siendo que su color favorito era el azul.
Estaba sentada en una banca de la plaza principal, sin reparos, con la mirada puesta en algún punto vacío y rodeada por rosales... cuyas rosas curiosamente también eran blancas. Había árboles también, y una pequeña fuentecilla, a donde llegaban los pájaros a saciar su sed, no muy profunda.
Estaba acomodada en la banca de tal forma que la abarcaba toda, sus pies estaban al final de ella y su cabeza estaba recostada en el respaldo. Seguía sin mirar a nada en específico, simplemente miraba y tarareaba una canción. Su cabello estaba trenzado, era largo y oscuro, muy bien cuidado, pero algo había en aquélla chica que a verla transmitía la tristeza más profunda y el resentimiento más grande.
Lo vio venir, salió de su ensueño para verlo venir, como de costumbre... casi nunca se retardaba, a menos de que tuviera algo muy importante que hacer, pero por lo regular ahí estaba junto a ella, a las ocho quince de la mañana, ni un minuto más, ni un minuto menos. Él caminaba galantemente, con su traje blanco (¿cuál era el problema con el blanco?) y sonriente, al tiempo que pasaba junto a las otras bancas daba palmaditas como de ánimo a las personas y les acariciaba la mejilla a las mujeres con las que se topaba. Un galanazo, un casanova.
Pero sin importar cuántas mujeres se le atravesaran o a cuántos diera palmadas en la espalda, él siempre llegaba a ella, junto a su banca, se paraba a su lado y le decía:
-Buenos días Akane, ¿cómo nos sentimos hoy?
Y ella, sin girar a verlo, siempre le respondía:
-¿Tu cómo crees?
Aquél lugar era una reconocida clínica de rehabilitación mental, "La Sainte Hélène", era afamadísima por sus inalcanzables costos y sus tratamientos en su mayoría eficaces. En los barrios de la clase media la llamaban "La loca Helena" porque curiosamente la directora del lugar se llamaba Helena y decían que se "hacía loca" con desvíos de recursos. Su amplitud era estratosférica, quizá más grande que una ciudad universitaria (y mucho más costosa, también), pero si se tenía que tratar con locos, para "La Sainte Hélène" era indispensable darle su espacio a cada uno. Teníasucursalesen Tokio, Ámsterdam, París, Inglaterra, Québec, Sao Paulo y México; la matriz era ahí, en New York. En "La Sainte Hélène" trabajaban médicos reconocidos en todo el mundo y ahí un encargado de limpieza podía ganar mucho más dinero que un profesor universitario. El lugar era moderno y lujoso, trabajaban con tecnología de punta y se prestaba para increíbles experimentos médicos. Una prestigiosa institución.
-Oí por ahí que casi le rompes la nariz a Susan hoy- El doctor bajó las piernas de la chica de la banca, y así tuvo espacio para sentarse junto a ella.
-Es su culpa, esa estúpida Snell sabe perfectamente que no necesito ningún medicamento-
-¡Hey!¡Hey!¡Hey! Sabes que la orden de administrar medicamentos va de mi parte... ¿Qué tienes contra la pobre Susan? Ella sólo sigue mis órdenes
-Entonces debería romperte la nariz a ti- dijo la chica sin más expresión
-Akane... ¿No te cansas de esto? De siempre estar malhumorada, de no convivir bien con todos, de oponer resistencia a tu tratamiento?
-No me hagas reír... de lo que me canso es de estar aquí, soportándote, soportándoles, que cada día hagan fluir ese estúpido medicamento por mis venas, que me hagan comer lo que ustedes quieren que coma, que me tomen por una loca como a todos los demás, estoy harta de que me lastimen. Malditos vendidos-
-Akane, si estás aquí es por algo... no sólo porque...-
-¿Ah sí? ¿Es que acaso no mi problema es tan grave como para mantenerme aislada? ¿No podría tomar esos medicamentos en mi casa? No, mis padres me dejaron aquí para que de verdad enloquezca-
-Pequeña, tú sabes que es por tu bien. No estás loca y eso todos lo sabemos, pero aunque tus problemas de depresión, son leves, son problemas y hay que atacarlos
-Ay por favor Swaim... no me jodas, si estoy TAAAN bien, ¿Porqué comparto área con una tía que se cree Anastasia Romanov y otro que jura que Elvis Presley es su hijo?.
-Akane, no se trata de eso...
-No, se trata de que mis padres los tienen comprados a todos. Empezando por esa maldita de Helena.
Se sentó en el sofá, agotado... había sido un día difícil y ahora se disponía a hacer unas reservaciones por teléfono. Pero antes, un trago.
Las reservaciones eran para el hotel y el avión... tenían un asunto pendiente, él y su amada viajarían a New York por un asunto de trabajo, y el día anterior había telefoneado a su mejor amigo para reunirse con él cuando llegaran.
Daniel Swaim era el mejor amigo de Ranma Saotome, se conocieron en la universidad de Bretchham, en Londres. Bien era cierto que no estaban en la misma carrera, pero les tocó compartir habitación y desde que se conocieron hubo una gran conexión entre ambos. Al poco tiempo comenzaron a considerarse mutuamente como hermanos, aprendían cosas uno del otro y había un gran apoyo entre ambos. Desafortunadamente tuvieron que separarse incluso de continente para poder ejercer su profesión, Ranma iría a su natal Japón a trabajar en la administración de empresas internacionales, y Daniel iría a New York, a ejercer su profesión en el campo médico. De la separación había pasado ya un año y medio, y gracias a la tecnología habían podido comunicarse frecuentemente con los correos electrónicos, y en un par de ocasiones habían hecho un espacio en su agenda para una llamada telefónica. Pero ahora Ranma aprovecharía la ocasión, su novia iría a New York y el aprovecharía sus vacaciones para visitar a su gran amigo.
-Amor... Recuerda pedir una sola habitación... Mena ya no irá con nosotros – dijo una voz femenina desde la cocina
Esa voz pertenecía a Marilyn Davenport, que contaba con esplendorosos 21 años. Poseía una hermosa, larga y lacia cabellera color marrón que hacía mancuerna bellamente con sus ojos verduzcos. Tenía un cuerpo ejercitado y casi perfecto, una sonrisa de comercial de pasta de dientes, era alta y tenía una presencia importante. Esto le había valido para conseguir empleo como modelo a los 18... ahora, tres años después, estaba empezando a ser reconocida en el mundo de la moda como una modelo eficiente y hermosa en el continente asiático (a pesar de que era norteamericana), y el desfile en New York para Versace iba a ser su oportunidad para proyectarse en grande con los diseñadores más importantes, la oportunidad de su vida.
Marilyn, sin embargo, no siempre había tenido una vida feliz y llena de oportunidades. Nació en Illinois, Chicago, en Estados Unidos y pertenecía a una familia numerosa y con escasos recursos. Su familia estaba conformada por sus seis hermanos y sus padres, quienes eran obreros en fábricas comunes y corrientes. A pesar de que económicamente era muy pobre, era una chica muy eficaz en la escuela. Mantuvo el promedio más alto a lo largo de su educación básica y se graduó con honores. Una beca completa se le fue otorgada para la universidad y la carrera que ella deseara estudiar, y por cosas del destino terminó eligiendo la universidad de Bretchham, en Londres. Estudiaría Diseño de Modas.
En el segundo año conoció a Ranma Saotome y éste le robó el corazón. La primera en caer fue ella, quizá desde el primer momento en que lo vio, el era un chico atractivísimo. Se dio la oportunidad de conocerse, y así lentamente fueron enamorándose locamente uno del otro, hasta que decidieron, terminando la universidad, comprometerse e ir a vivir juntos a Japón, de donde era originario Ranma.
Marilyn, o Lyn (como la llamaba su amado cariñosamente) conocía también a Daniel, de hecho fue el medio para llegar a Ranma y estaba muy agradecida por ello. Eran como el trío de los chiflados, se llevaban muy bien los tres y la pasaban excelente juntos. Ella también extrañaba a Swaim y estaba feliz de poder reencontrarse y recordar viejos tiempos.
El noviazgo de Marilyn y Ranma siempre había sido más que bueno, casi nunca discutían, hacían todo juntos y se entendían perfectamente en el terreno del sexo. Todo era perfecto en su vida ahora, tenía un novio al que amaba con toda su alma y con el que iba a casarse, una buena suma en el banco, una vida más que independiente y la oportunidad de crecer en su profesión. Era feliz por ello.
Por el momento...
Daniel entró silenciosamente a la habitación donde descansaba la paciente más joven de todo el hospital, cerró la puerta tras de sí y se sentó en el sillón purpúreo que se situaba junto a la cama. Ella dormía, pero aún así, esa niña no transmitía tranquilidad.
Frecuentemente, los doctores hacían rondines a sus respectivos pacientes para verificar su estado, si había alguna mejoría y cerciorarse de que sus medicamentos estuvieran siendo bien administrados. Con Akane Tendo era diferente, era cierto que tenía problemas de depresión y un muy mal carácter, pero de sobra todos sabían que eso no era precisamente una enfermedad. Se le administraban placebos, para hacerle creer que estaba siendo medicada y que a su vez, esto no representara algo dañino para su salud física. Pero regularmente Daniel no iba a su habitación por asuntos médicos.
Todos los días entraba en su habitación, a la hora en la que ella tomaba la siesta, para mirarla dormir. Le parecía tan frágil, tan dulce, tan desprotegida que sentía la necesidad de cuidarla a toda hora del día. No importaba si pasaba tres horas durmiendo la siesta, él estaba ahí, sentado, a veces al lado de su cama acariciando su mejilla o su cabello y la veía, la observaba, la miraba como si fuera el tesoro más grande del mundo, pareciera que para él... lo era.
Akane Tendo tenía 15 años y era originaria de Nagoya, Japón. Llevaba como interna poco más de un año, y era hija de uno de los hombres más ricos del planeta: Soun Tendo. Éste era el afamado dueño de una compañía internacional que fabricaba y exportaba automóviles, así que podía darse el lujo de limpiarse las migajas de pan que le quedaban en el bigote con billetes de 100 dólares. Sin embargo a pesar de ser rico en especie, era pobre en espíritu. Odiaba a Akane porque no era como sus demás hijas, ella era rebelde y tenía ideas de libertinaje. Se rehusaba a comprometerse con los hombres que elegía para ella, y no se portaba adecuadamente con la prensa. Deseaba ser abogada y él le decía que lo único que debía hacer era aprender a ser una buena esposa para complacer a su futuro adinerado marido. Ella no quería, rechazaba sus ideas... y nadie rechaza las ideas de Soun Tendo.
Su madre, Atsuka Tendo (que tenía por apellido Turner cuando era soltera) era mitad inglesa, mitad japonesa. También adinerada, se casó con Soun por un compromiso. Era de esas mujeres de sociedad, de esas que levantan el dedo meñique cuando toman té, y que piensan que la mujer sólo está para servir al hombre y lucir hermosa. Le fascinaba ir a las reuniones de caridad y a las subastas, pero nunca tenía tiempo para sus hijas, por lo menos no para la pequeña Akane, quien fue enviada al hospital de psiquiatría La Sainte Hélène , a New York cuando cumplió los 14 años, por problemas "de depresión".
Todos en La Sainte Hélène, incluido Daniel, sabían perfectamente que Akane tenía sólo déficit de atención. Sus padres jamás la habían amado y siempre había sido rechazada por todos, por lo que esto forjo su carácter. Daniel podía ver, a través de sus ojos, que era una niña dulce, tierna, sensible y frágil, pero que a pesar de todo esto se hacía la fuerte y dura por todo el resentimiento que llevaba dentro. Daniel podía jurar ante Dios que aquella chica era como tan buena y dulce como una santa y que si el mundo le diera la oportunidad, el mundo la amaría.
Como él lo hacía.
Sabía que era una locura, pero desde que llegó ahí, Akane no se había apartado de sus pensamientos. Desde el primer momento en que entabló una conversación con ella, pudo notar lo mucho que estaba sufriendo y todo el amor que ella necesitaba. Al principio trató de convencerse a sí mismo que sólo la veía como a una niña tierna, de esas que comúnmente se ven en las heladerías, con gorrito y vestido a cuadros... pero no era así, y la hermosura de Akane no ayudaba para nada. A pesar de que su aspecto físico se había deteriorado ella era tan hermosa como un ángel, cosa que no pasaba desapercibida para nadie y que perturbaba en una manera increíble a Daniel.
Mas sin embargo era imposible, le llevaba seis años y aunque esto no pareciere una gran cantidad, ella sólo tenía quince recién cumplidos, era una menor de edad. Incluso era una niña, y aunque él no era todo un adulto, ya era bastante maduro tanto física como mentalmente, y estaba empezando una carrera que se vislumbraba exitosa y de provecho. ¿Se iba a arriesgar a acaso por un capricho?.
¿Era en realidad un capricho?
Fin del capítulo uno
CONTINUARÁ
Nota de la autora:
¡Hola a todos n.n, soy nubithaking y ésta es mi primera historia después de varios intentos fallidos, como podrán ver es una historia alternativa, con un toquecito de drama. Pues qué les diré, estoy bastante contenta del resultado del capítulo uno después de rescribirlo dos veces completamente y cambiar bastantes situaciones. Ni yo misma sé como terminará la historia, pero déjenme decirles que está bastante avanzada, y que prometo hacer todos mis esfuerzos para no dejar pasar mucho tiempo sin actualizar el fan fiction. Bueno, es noche y tengo sueño, así que lo que me queda por hacer es pedirles de favor que me manden una reseña (review) con su comentario acerca de esta historia, se los agradecería bastante, sin importar si es una crítica constructiva o destructiva estaré esperándolas con mucho gusto. Sírvanse de mi correo electrónico y messenger: para cualquier queja, duda o para pasar el rato platicando si son escritores de fan fiction, o lectores, para mí será un placer recibir sus sugerencias y comentarios.
Un placer ofrecerles mi historia.
Cuídense mucho )
Nubithaking
