Las historias no heroicas del Sengoku
Serie de mini historias sin conexión, que relatan pequeñas vivencias de nuestros personajes durante su viaje.
Los personajes de Inuyasha no me pertenecen, son propiedad de su creadora Rumiko Takahashi,a quien valga decir, admiro profundamente.
Aclaraciones:
-Inuyasha… -dialogo
-Inuyasha… -pensamientos
¿El huevo o la gallina?
Ella llevaba muchas horas en silencio, y eso definitivamente no era bueno.
El hanyou se hundió en su lugar, sin despegar sus ojos de la chica que parecía estar inmersa en una suerte de trance. Un aire melancólico flotaba a su alrededor desde que iniciaron el viaje, pero ninguno había querido indagar mucho en ello… hasta ahora.
-Joder…
De reojo pudo ver las miradas acusadoras de sus compañeros, quienes indirectamente no habían dejado de insinuar que el estado actual de la joven era su culpa.
-¿Qué hice ahora?
Lo pensó reiteradas veces, hasta que fuertes punzada comenzaban a carcomerle las sienes. La tensión en su espalda se hizo cada vez más notoria al no poder llegar a una conclusión coherente. No, definitivamente no encontraba la respuesta.
-¿Qué la tiene así?
Un gruñido de frustración escapó de sus labios; no sacaba nada con seguir cuestionándose, estaba claro que no iba a llegar a saberlo por sus propios medios. Se incorporó de un salto y dando grandes zancadas se encaminó hasta la joven. El resto del grupo observaba la escena, agradeciendo que no estuviesen tan lejos para oír el desarrollo del futuro conflicto.
-¡Kagome!-gruñó
La joven en cuestión, salió de su letargo y lo miro con curiosidad- ¿Eh?
Inuyasha estaba a su lado, sentado igual que un cachorro regañado, moviendo sus adorables orejas y observándola con cierto recelo.
-¿Se puede saber qué demonios te pasa?
-¿Cómo?- el desconcierto invadió la mirada de la chica.
-¡No finjas! ¡Has estado extraña casi toda la mañana!...-reprochó, dejando a entrever su preocupación-… ¿Me puedes decir qué te hice ahora?
La joven Higurashi parpadeo aún sin entender la situación.
-No, es que…
-¡¿Aún te das el lujo de preguntarle eso, estúpido perro?! –chilló Shippo tras su espalda. A los pocos segundos, la joven lo vio cayendo sobre su hombro. El pequeño kitsune apuntaba acusadoramente a su acompañante-… ¡está claro que Kagome está así porque fuiste a ver a Kikyo, ¿no es verdad?!
-¿Eh?...-la expresión de horror de Inuyasha no se hizo esperar, pero contrario a lo que pensó, se recompuso casi al instante
-¡Yo no he ido a verla, maldito demonio!
-¿Entonces por que Kagome-sama ha estado en ese estado todo el día?
-Pues verán…-susurró la chica, siendo ignorada olímpicamente
-¡No lo sé! ¡Por eso le estoy preguntando, mierda!
Sango suspiró y miró a su amiga que parecía querer explicar la situación. Se agacho a su altura, analizándola detenidamente.
-¿Estás bien Kagome-chan? –la aludida asintió casi de manera exagerada-… ¿Entonces qué es lo que sucede?
Kagome suspiró-Yo solo estaba pensando…
El grupo le entrego una mirada preocupada; qué podía ser lo que tanto le estaba preocupando.
-¿Pensabas?...-insistió el hanyou
-Sí…
-¿Hay algo que le preocupe, Kagome-sama?
-Pues…-la chica agachó la mirada, como si dudase en decirles
La mano de la exterminadora se posó en su hombro, captando su atención- Puedes confiar en nosotros, Kagome-chan
-¡Es cierto Kagome!
-Sea lo que sea que la esté preocupando, déjenos intentar ayudarla…
La chica miró a sus compañeros, manteniendo un profundo silencio.
-¿Son esos estúpidos exámenes otra vez? –interrogó, ya irritado por los problemas que dichos causaban en la joven miko
Kagome negó con la cabeza-No… yo solo… -ella alzó su mirada al cielo y finalmente suspiró
-¿Sí?...-insistió el grupo
Un breve silencio se instaló en el lugar, hasta que por fin su voz se hizo escuchar.
-Yo solo estaba pensando… ¿qué fue primero? ¿El huevo o la gallina…?
Otra vez un profundo silencio.
Kagome miró a sus compañeros, los cuales le entregaban una mirada confusa. Los cuatro boqueaban de vez en cuando, como si quisieran decir algo, pero se arrepentían a los pocos segundos. Y sin darse cuenta, así paso el día, en aquel claro donde el grupo se quedó tratando de disipar la duda de su compañera…
Al parecer, esa pregunta jamás tendría respuesta.
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No me pude resistir en publicar esto. Es pequeño, es predecible incluso, pero me imagine la escena y tuve que saber plasmarla…!
Saludos a quienes pasan por aquí!
