Culpable
Draco entró temeroso en la oscura habitación. Su Señor lo había mandado a llamar; seguramente querría respuestas de lo sucedido en la misión que les encomendó a Pansy, a Blaise y a él, y que por un error suyo se había ido al garete.
-¿Me mandó a llamar, mi Señor?- Preguntó Draco, con la voz firme, al tiempo que hacía una reverencia.
-Sí, Draco, y sabes muy bien para que- Contestó con su fría voz mientras miraba al rubio desde el sofá-. Sabíais donde iban a Aparecerse, a que hora y con cuantos Aurores. Teníais a todos los mortífagos a vuestra disposición, y aún así, no los atraparon, ¿Qué fue lo que salió mal Draco?
-Mi Señor, Pansy Parkinson, la encargada de dirigir el plan, se equivocó al darnos los datos.
-¿Pansy Parkinson? Creí que eras tú el jefe de esta misión- Siseó Voldemmort, sabiendo que Draco le mentía.
-No, mi Señor. La jefa de la misión era Pansy Parkinson, ella era la encargada de pasarnos los datos, y falló al darnos el número de Aurores. Dijo que les acompañarían tres y aparecieron trece. No habíamos llevado tantos refuerzos, mi Señor- Explicó, muy seguro de si mismo.
-¿Quién fue el que filtró esa información?
-Jammie Willgood, mi Señor. Trabaja en la oficina de Aurores y estaba al tanto de todo. Fue Pansy la que lo interrogó bajo la maldición Imperius.
-Sé que me estás mintiendo Draco, pero como hasta ahora has estado haciendo bien tu trabajo, no te castigaré. Manda a llamar a Parkinson; alguien tiene que pagar por esto.
-Sí, mi Señor. Muchas gracias- Draco hizo otra reverencia y salió de la sala.
Corrió por el pasillo de la vieja casa que ahora habitaba Voldemort con un solo pensamiento en la cabeza: Se había librado. Tenía la culpa pero se había librado.
