Necesidades

Quítame la luna. No la necesito si tengo los ojos de Teresa, que son color plateado y más luminosos que ese satélite. Además de que están cerca de los míos y parecen llenarse agua caliente cuando me miran. Quítame el sol: tengo los cabellos de Teresa contra mi rostro y son dorados. Huelen a su sudor. Arráncame las estrellas del firmamento: aún me queda su blanca piel que sabe a sal. Déjame sin agua: tengo su saliva, derramándose en manantial sobre mi cuerpo. No me des fuego en invierno: aún tengo su corazón contra mi pecho, quemándome para siempre. No necesito ropas caras: me quedan sus brazos, que cubren mi piel y me libran de cualquier vergüenza. No preciso una almohada sobre la cual dormir: tengo sus senos entre mis mejillas y jamás he soñado más hermoso que desde que la conocí.