CAPITULO 1

La mañana era fría en Necluda oriental, un gélido viento soplaba desde la lejana montaña Lanayru y el sol estaba completamente oculto por nubes oscuras, las cuales amenazaban con llover. Por el camino que recorría la zona andaban dos jinetes. No era el mejor momento para viajar por la llanura, y ellos lo sabían perfectamente, pero no tenían otra opción, debían cobrar un trabajo que ellos habían realizado la noche pasada, y realmente necesitaban las rupias.

Cabalgaban a un ritmo lento, callados a través de la verde extensión que los rodeaba, mientras contemplaban su alrededor.

Se detuvieron cerca del pantano de Kokun, justo al lado de uno de sus múltiples pequeños lagos, descabalgaron, y fueron a llenar sus odres, aún sin decir una sola palabra. Fue Okham el que rompió el silencio:

- ¿Sabes? Creo que deberíamos quedarnos en el rancho hoy después de cobrar, ¿Tal vez comprar comida? Ya estoy harto de comer hongos.

Adim volteo a ver a su amigo, divertido, y le respondió:

- ¿En serio? Creí que entre todos los Sheikah, tú amabas los hongos

- Asados si- Le replicó, mientras tomaba un poco de agua -pero tiene días que no como uno así.

Adim contempló la idea, al fin al cabo era cierto, habían comido crudo desde hacía ya 3 días, y su estómago se lo hacía saber en ocasiones.

- Sería una buena idea, si no tuviéramos que cocinar- se acercó a su caballo y abrió la alforja que traía en un costado, y, después de examinarla, le dijo: -tenemos 5 manzanas, 8 hongos perenes y 3 de Hyrule, una halita y... una trufa centenaria.

-Creo que bastará, supongo que podremos usar la cacerola y tal vez no sea necesario comprar comida, pero también podríamos cazar algo ¿no?

-También extrañas la carne ¿verdad?

Okham solo sonrió, y preparo su arco por si veía una garza en el camino.

Arribaron al rancho de los picos gemelos en menos de una hora, no habían tenido suerte respecto a la caza, pero al menos, y para su alegría, vieron como no había cambiado en nada el lugar. El viejo edificio de madera aún conservaba su enorme adorno: una cabeza de caballo hecha con madera y juncos, adornada con telas de diversos colores, el cual permitía que se viera desde la lejanía, como un símbolo del descanso que era posible encontrar ahí, al menos para los caballos.

Cuando descabalgaron una jovencita se les acerco sonriendo, y les dio la bienvenida:

- ¡Bienvenidos al rancho! Por favor, entren y siéntense a gusto, yo cuidare de sus caballos

Adim vio a detalle el rostro de la joven: hyliana de tez morena, cejas pobladas y ojos redondos, él sabía dónde había visto un rostro similar

- Eres Nila ¿Cierto?

La joven lo vio un poco sorprendida, pero aun así asintió.

Okham no le había prestado atención hasta que su amigo dijo su nombre, también la vio a detalle y se dio cuenta de quién era:

- Te pareces mucho a tu padre, dime, ¿Jeroh aún es el encargado verdad?

Ella asintió y les pregunto:

-¿Los conozco?

- Si, hace tres años pasamos por aquí, tendrías unos diez años

Ella sonrió, recordándolos:

- ¡Son los 2 viajeros que ayudaron a mi padre con esos molestos moblins! Estoy segura que se alegrará de verlos

Jeroh estaba sentado en el recibidor del rancho, se encontraba completando (aburrido) algunas cuentas respecto a los gastos del rancho cuando vio entrando a dos personas, las cuales no había visto en mucho tiempo: Un sheikah con un traje de sigilo, y un hyliano con una armadura vieja. Los recibió como lo había hecho en el pasado: con una sonrisa y un rumor.

- ¡Ja! ¡Bendita sea Hylia que me permite verlos nuevamente! ¿Que los trae por aquí, después de tantos años?

- Lo sabes bien- Le respondió Adim -Rupias, descanso e información-

- ¡Y yo que creía que era para disfrutar de mi charla! Encontrarás todo eso aquí, hablando de rupias- Les dijo mientras volteaba a ver a un viajero sentado en una mesa vieja apostada al fondo- escuché que el sujeto que está sentado en la mesa de ahí atrás está buscando a alguien que limpie un campamento de Bokoblins al oeste de aquí, prometía una muy buena rec...

- Lo sabemos- lo interrumpió Okham -ya nos contrató ayer para hacerlo cuando nos encontramos en la muralla de Hatelia -

-Y me imagino que como son ustedes, ya los mataron ¿No?

- Nos conoces bastante bien- le respondió Adim, encogiéndose de hombros.

- Vaya que sí.

- Cómo sea- Le replicó Adim -¿Conoces alguna información o rumor que nos sea útil?

- Tienes la fortuna de que así sea, el grupo de viajeros que ves ahí sentado, me ha dicho que se encontraron con un Talus cerca de la falda noroeste del pico norte.

- ¿Cómo demonios sobrevivieron?

- Me dijeron que originalmente eran un grupo de 7, al rancho llegaron 4, 3 se quedaron para distraer al infeliz para permitir que los demás huyeran

Okham se compadeció de los difuntos:

-Que Hylia se apiade de sus almas, murieron con honor y valentía

Jeroh solo asintió, y Adim le volvió a preguntar:

-¿Esa es toda la información que tienes? -

- No, también hay rumores de que Naydra ha desaparecido, dicen que la última vez que lo vieron fue hace 1 mes, cerca del monte Lanayru-

- Escuchamos eso en Hatelia, ¿Algo más?

- Si, se han visto varios guardianes en la región de Farone ¿No tienen planeado viajar por ahí verdad?

- No, gracias por la información Jeroh, respecto a las camas, ¿Tienes algunas libres?

- Las suficientes, las dos en medio al fondo son suyas, son blandas, y. no se preocupen por el pago, se las dejaré en 30 rupias ¡Pero solo en esta ocasión!- rio mientras dijo eso - al fin y al cabo no siempre tengo a un guerrero y a un caballero por aquí...

Ambos se sentaron por un momento en sus respectivas camas, aún no se acostumbraban del todo a cabalgar (generalmente caminaban) y aun dolía un poco el tener que hacerlo, por lo que agradecieron algo blando en que descansar por un momento, y aprovecharon para limpiar sus armas y armaduras, sin tener que estar presionados por cualquier motivo. Okham la tenía fácil, su traje estaba diseñado para no ensuciarse, y casi nunca usaba su espada, siempre prefería usar su viejo arco de vigilante, más no por ello no limpio ambas; todo lo contrario le pasaba a Adim, su armadura Hyliana estaba compuesta de varias placas de acero, un peto completo, grebas reforzadas y una vieja tela insignia, la cual aún llevaba pintadas el viejo símbolo de armas de la antigua casa real de Hyrule, su espada y escudo eran las que correspondían a un caballero Hyliano; el caballero en cuestión había sido su abuelo, el cual había sido dueño de todo ese equipo, el cual nunca uso, pues lo tenía de reserva en caso de que el que usaba originalmente se dañará.

Adim limpiaba con dedicación su espada, le sacaba filo y la pulía, Okham se dio cuenta que estaba molestó, y decidió preguntarle por qué, aunque sospechaba el motivo.

- ¿Te molesto que te llamara caballero verdad?

Adim siguió limpiando su espada pero le contesto: Si

Okham suspiró, sabía cómo era y reaccionaba su amigo respecto a ese tema, por lo que trato de apoyarlo

- No deberías tomarlo como un insulto, de hecho es obvio que fue un halago

- Lo sé- le dijo mientras dejaba su espada aún lado y tomaba su escudo-y sé que es inmaduro que me enoje, pero me molesta que crean que soy uno, o trato de ser uno, todos ellos murieron hace más de 40 años, y yo no pienso ser miembro de un grupo de muertos.

Okham vio la mentira en los ojos de su amigo, pero prefirió dejar el asunto, y concentrarse en contar las rupias con las que contaban: 12 verdes, 7 Azules, 3 rojas y una morada, la cual había sido su adelanto por el "trabajo" que ya habían realizado, las contó rápidamente y le dio un total de 157 rupias, sonrió, tomó una roja y dos azules, guardo el resto y fue directo a pagarle a Jeroh las camas, y finalmente se dirigieron ambos a la mesa del fondo.

-¿Entonces mataron a todos los Bokoblins que se encontraban en el campamento? Les pregunto su contratista, un hyliano de tez pálida y cabello corto y castaño -Realmente sorprendente, siempre y cuando sea verdad, ¿Tienen pruebas?-

La respuesta que obtuvo fue un saco que puso Okham sobre la mesa, el cual contenía varios dientes y cuernos de Bokoblin.

- Aquí está la prueba, si no nos crees, ve por tu cuenta y compruébalo-

El hombre sonrió y en tono divertido le respondió:

- No hace falta Okham- este se sorprendió, pero recordó que le habían dicho sus nombres cuando lo encontraron el día anterior- Cada una de esas pequeñas pestes solo suelta uno o dos de estos al morir antes de hacerse humo, Bien, en verdad se han ganado esto-

Metió su mano en su bolsillo y sacó una rupia plateada y una morada, ambos amigos sonrieron al verlas, y Okham las tomo para guardarla con las demás rupias.

- ¿Saben? Prosiguió el Hyliano - cuando les encomendé está misión, y les di el adelanto, esperaba realmente que simplemente se fueran y que nunca la realizarían...

- Seamos sinceros- lo interrumpió Adim -Es una idiotez pedirle a alguien que encontraste en el camino que realice un trabajo, y encima le des 50 rupias de adelanto, no solo tuviste suerte de que lo hiciéramos, tuviste suerte de que no fuéramos asaltantes.

- ¿Terminaste?- le pregunto el Hyliano - Si es así déjame terminar si no te importa, me gusta dar halagos: No solo lo hicieron. Si no que además lo realizaron en la misma noche en que se las pedí, eso habla bien de ustedes, y me gustaría en un futuro hacer negocios con ustedes-

- Mientras no sea matar o robarle a alguien siempre aceptaremos-

- ¿Quién lo diría?, ¡Hasta tienen honor!, En verdad será un placer volver a "trabajar" con ustedes algún día, por cierto, mi nombre es Xein, a su servicio.

- ¿De qué otros trabajos estás hablando? Le pregunto Okham

-Del mismo tipo del que acaban de realizar, alguien debe de limpiar toda la basura que ronda por Hyrule, y alguien debe de pagar por esos servicios, y yo tengo el honor de ser ese último-

- Que poético- suspiró Adim - Entonces, ¿Tienes otro trabajo para nosotros?

- ¡Por supuesto! Me he enterado de otro campamento de Bokoblins, justo en las faldas de los pilares de Narisha, al sur de la aldea Kakariko.

Okham volteo a ver a Adim y le dirigió una mirada, la cual mostraba preocupación, Xein no pasó eso por alto, arqueó una ceja y sonrió.

-¿Les interesa?

Adim volteo a ver a su amigo, el cual solo asintió.

- Si, lo tomamos

- Excelente, les daré su adelanto- les dijo mientras sacaba una rupia morada, la cual Okham tomo- y los esperaré en la posada de la aldea, espero no me dejen mucho tiempo esperando.

Apenas había terminado de decir esto, Xein se levantó, tomo su mochila y se dirigió a la entrada (y salida) del rancho, volteo una vez más, y les dijo adiós.

Okham lo continúo observándolo hasta que monto en su burro y dejo el rancho, entonces le pregunto a su amigo:

- ¿Crees que planea algo?

-No lo sé- le contesto Adim encogiéndose de hombros - Todos saben que los desgraciados vuelven a la vida cada luna carmesí, y aun así el paga para que los matemos, en mi opinión, continuemos haciéndolo, mientras tenga las rupias para pagarnos, no es nuestra culpa que el sujeto sea rico y este loco

- ¿Y si algún día nos pide matar un guardián o un Lynel?

- Entonces que se quede con sus rupias- le dijo sonriendo- Somos valientes, no estúpidos

Okham solo rio, y ambos salieron del edificio, uno con la intención de cocinar, otro, con la intención de cazar.

- ¿Deberíamos regresar a Kakariko mañana? Preguntó Okham justo en la entrada

-Supongo que si- riendo, Adim le dijo: -Aunque aún quisiera vivir un poco más antes de que ella nos asesine, de nada sirve atrasarlo un poco más.

-Supongo que tienes razón, además, extraño nuestro hogar, 5 años no pasan en vano, bien vale la pena arriesgarse ¿No crees?