Naruto no me pertenece, es y será obra de Masashi Kishimoto. Derechos Reservados.

Fandom by: Corsaria.

Los Viernes de Nuestro Verano

-Diálogo -

"Pensamientos"

Narración

Perspectiva (En este 1er cap la perspectiva es en su mayoría de Kakashi)

Capítulo 01 – Castillos de Arena

Las olas recorrían la orilla borrando de forma apacible las huellas que ahí se encontraban, los cangrejos emergían de sus madrigueras inundadas, buscando un nuevo hoyo en la arena para no ser las víctimas por excelencia de las gaviotas, que ya comenzaban a cazarlos…los bañistas retornaban a sus autos de lunas polarizadas para emprender el viaje a casa y un castillo de arena quedaba abandonado a escasos metros del agua…aquella agua salada…aquella que verían nuevamente el próximo fin de semana.

Una niña de cabellos rosas era la responsable de aquella construcción, ahora quedaba a merced del paulatino ir y venir del agua salada, sus orbes jades vislumbraban con esperanza de verlo nuevamente ahí…en el mismo lugar y con el pequeño detalle que ahora dejaba junto al castillo de arena, una concha con forma de corazón.

-Sakura, el abuelo acaba de llegar de Londres…nos espera en el aeropuerto. – Musitó una señora de orbes jade y un peculiar cabello albino. Su blanca piel ahora estaba finamente bronceada por el cálido sol de verano. –Nos tiene noticias de tu padre. – Murmuró esto último con angustia, algo que la niña no pudo notar por prestar suma atención al castillo de arena.

-¡Hai, oka san! – Exclamó la niña de unos 8 años de edad. Su sonrisa era todo un espectáculo, la adoración de aquellos padres que ocultarían un gran secreto a la pequeña…era mejor así.

El auto emprendió la marcha, su destino, el aeropuerto Internacional de Tokio.

-Hoy no pude hacer un muro de contención pero no creo que el agua llegue hasta el castillo. – Exclamó la niña observando el atardecer de la playa a través de las ventanas del auto, su madre portaba unos lentes de sol que impedían mostrar el agua que los iba cubriendo poco a poco, ocultando su pesar y la amargura de afrontar una realidad que se escapaba de sus manos.

-Oka san… – Musitó la niña un tanto pensativa.

-Hmp!- Aquello podía traducirse como un ¿Qué pasa Sakura?

-Hoy conocí a un niño que ocultaba su rostro con una máscara, me dijo que quería ser como su padre. – Musitó esbozando una tierna sonrisa. – Pero, yo le pregunté: ¿Por qué tenía que cubrirse el rostro? Y él me respondió: 'Porque me confunden con mi padre' Y entonces yo…-

-¡Te dije que no hablaras con extraños! – Aquel regaño dejó a la pequeña Sakura con una ligera confusión en el rostro. – Que sea una playa privada no significa que no hayan extraños malos, ¿Me entendiste? – Sakura asentó con la cabeza, estaba cabizbaja y sin muchas intenciones de seguir con su tan amena charla; siempre conocía a alguien nuevo, pero nunca su madre le había llamado la atención de ese modo. 'Siempre hay una primera vez' Era lo que su abuelo le decía cuando le contaba una extraña anécdota o una aventura mística.

-Gomen…oka san…- Musitó en un hilo de voz.

Las noticias habían alegrado a la niña, su padre volvería de su 'viaje de negocios' y estaría con ellas por fin. Después de un largo año sin verlo.

-¡Él vendrá en dos días, te envía esto Sakura chan! Musitó un hombre de cabellos rojizos, gracias al tinte de cabello, había logrado escapar de las canas; con tez clara, de por sí se notaban los signos de la edad y sus ojos eran como el chocolate, un tentativo chocolate. Tan igual como la pequeña caja que su abuelo le entregaba.

-Me alegra oír eso. – Exclamó la madre, un gran peso de encima se le cayó de los hombros.

-Papá si sabe que me gustan los chocolates. ¿Ya ves oka san? – Inquiría de alegría su pequeña hija mientras le mostraba el contenido de la caja…chocolates con la forma del pétalo de la Flor de Cerezo.

Visitaron nuevamente la playa, había pasado una semana exactamente, la niña de orbes jades y exótico cabellos rosas ubicó lo que quedaba de su 'castillo', parecían ruinas de antiguas civilizaciones que habían sobrevivido centurias en completo abandono. La concha seguía ahí.

-¡Sugoi! – Chillaba de alegría.

Esta vez, la niña llevaba a su padre de la mano. – Es una auténtica ruina, como la que vi en…– Calló, recordar hechos sangrientos le helaban la sangre…ahora muchos padres no podrían ir con sus hijos porque habían muerto defendiendo sus 'ideales', del colectivo, del que sus hijos podrían sentirse orgullosos. En sus orbes color chocolate parecían reflejarse escenas tirrias y sangrientas en las que había tenido que afrontar en 'una playa'; sus cabellos rojizos recubiertos con canas, eran un claro indicador de las crudas experiencias que lo obligaron a alejarse de su familia por un largo año.

-¿O'san…? – La niña pudo notar su deprimido semblante. Sin embargo, él sonrió para ella.

-¿Le haces un castillo de arena a tu O'san? – Musitó tratando de parecer curioso, 'O'san' era el apelativo cariñoso que su pequeña le puso a sus 4 años, desde ahí ése pasó a ser su 'apodo'. A donde fuera. Con quien estuviera…era el " O'san " algo que hizo sentir orgullosa a su pequeña hija.

Ella, como si fuera la primera vez que se lo pidiera accedió. - ¡Te haré el castillo más bonito que nadie halla podido hacer! – Tras confirmar el consentimiento de su padre, ella empezó con su nueva tarea.

-Iré con Oka chan, no te alejes mucho. ¿Vale? – La niña parecía estar enfrascada de lleno en lo que hacía, así que, la dejó ser…

-Te gustan los castillos de arena, verdad? – Musitó una voz mientras una sombra le protegía del intenso sol. Una sombrilla se iba ocupando de la tarea.

Ella giró y pudo reconocer a aquella persona. Era un niño de unos 14 años aproximadamente, vestía el uniforme de un colegio militar que no estaba muy lejos de allí – ¡AH…! – No pudo ni siquiera iniciar el saludo, no tras recordar lo que su madre le cuestionó la otra vez. Por lo que bajó la mirada extrañando al muchacho.

Su único ojo visible la contemplaba con algo de comprensión, pero a la vez expresaba soledad, no podía evitarlo, ahora estaba solo y al ver a aquella niña recordó que él le había obsequiado 'aquella' concha de forma singular, no por expresar un sentimiento oculto, sino por entablar una charla, algo casual, algo que amerite un tema de conversación; sin embargo, cada día que visitó aquella playa luego de habérsela regalado…se encontró con una sorpresa, la concha estaba ahí, en un pequeño castillo que estaba sobreviviendo a duras penas el choque del agua y el viento… 7 días después aquella niña volvía y reacia el 'castillo' con 'aquella' concha.

-Ja ne…- Musitó para emprender el cotidiano 'camino' a casa, pero un leve murmullo lo detuvo.

-¿Somos amigos, verdad? – Él no pudo evitar sonreír, aunque su máscara evitara develar sus expresiones, al menos su único ojo visible indicaba que sí, él estaba sonriendo.

-Eso depende de ti.- Respondió posando ambas manos tras su cabeza, ella entonces lo miró sonriente y le pasó una cubeta.

-¿'Amigo', puedes traer agua? – Inquirió mirando el mar, de por sí le daba miedo, el ir y venir del agua podía ser traicionera…ella lo había comprobado a muy corta edad.

-Bien, 'amiga', traeré agua. - Exclamó divertido, aquella niña sí que era extraña y se encaminó al mar. No sin antes quitarse las botas y las medias que debía usar para su escuela.

La sonrisa de la niña podía verse amplia y jovial, hacer castillos de arena con un amigo era mucho mejor que hacerlo sola.

Sin embargo, no sería esta vez.

-Sakura, tenemos que irnos, O'san está un poco cansado y olvidamos su medicina en casa, volveremos luego. – Su madre prácticamente la arrastraba de su sitio, ella ni siquiera pudo pasarle la voz a su 'amigo'.

Él se entretuvo buscando algo especial para la pequeña peli rosada, en realidad solo quería darle algo más para distraerse y acompañar a 'aquella' concha que adornaba el castillo. Ubicó una estrella de mar pegada a una roca que sobresalía del agua, así que la cogió y cuando se encaminaba a la orilla…

-Se fue.- Sonreía fríamente ante su propia sorpresa.

Se sentía tonto, pero a la vez decepcionado, quizá solo le pidió agua bajo un pretexto y luego irse…típico, no importaba la edad, todas las mujeres eran iguales…llegado el momento oportuno, se iban. Pero no había niño alguno que lo 'comprendiese', solo se mostraba competitivo y dominante, él era así…porque su padre era el mejor en 'TODO'.

No podías ir por el mundo esperando que todo fuera simple.

La niña de orbes jade y cabellos rosas pensaba y pensaba en la camioneta familiar, su papá se veía triste, pero… ¿Por qué no se alegró de verla construir el castillo que le pidió?

"Quizá no quería que mi amigo me ayudara" Reflexionó, pero dio en cuenta algo… "Ni siquiera me dejaron despedirme, eso es mala educación."

Pensaba en aquel niño alto, tenía claramente aquel ojo bronceado por el sol, llevaba una máscara que cubría parte de su nariz hasta su cuello, era casi como una segunda capa de piel. Su ojo izquierdo estaba cubierto por una banda que atravesaba una placa de metal con la insignia de su colegio. Una especie de hoja arremolinada; su cabellera dividida en dos por la banda, algo despeinada y de color plata era lo que más le causaba gracia, parecía lindo y agradable. Sin embargo, no pudo decirle lo que veía de él porque se la llevaron, dejando 'aquella' abandonada en el montículo de arena.

:::::::::::…

Otra semana pasó, esta vez su 'O chan', como le decía a su abuelo en honor a su 'O'san', la trajo en compañía de su amiga Ino Yamanaka, además de sus padres. Dos rubios en potencia al igual que sus orbes azules como la hija.

Ella llevaba una coleta con un travieso mechón acompañando uno de sus ojos. A diferencia de la peli rosada que llevaba un listón que terminaba en un lazo sobre su cabeza.

-¡Sakura frentona…espera! – La rubia la seguía mientras que la peli rosada iba en dirección al castillo de arena, 'aquella' seguía ahí, como la dejó, ahora solo era un montículo que había sido ocupado por alguien, una melena plateada le indicaba que su amigo descansaba ahí.

-¡Amigo, siento haberme ido sin despedirme la otra vez! – Exclamó mientras acortaba la distancia entre ellos, él no mantenía fija la mirada hacia el mar, sino más bien a una lectura, claro, hasta que oyó aquellos chillidos prominentes de los bañistas que acababan de llegar.

Pero aquel chillido era peculiar…

Giró levemente su semblante para encontrarse con aquella niña de cabellos rosas y su propio mar color jade. No supo qué decir. O quizá sí. -Tardaste mucho. –

La niña un poco sonrojada le esbozo una recurrente sonrisa por lo que él, le enseñó el arsenal de 'excusas' que tenía en la cubeta que ella dejó. Buscó una concha cada día sin esperar encontrarla de nuevo, sin embargo, estaban a mitad de verano…cualquier cosa podía pasar. Siendo una playa privada…era obvia la preferencia del lugar.

Ino, como naturalmente una niña debía reaccionar al verle de frente y con su perfecta máscara, mantuvo su distancia, así era siempre, a excepción de la pequeña de ojos jade. Ella era diferente, ¿Ella era…una niña? ...quizá era una 'alimaña' salida de un laboratorio.

-Sakura…creo que deberíamos ir con papá y mamá.- Musitó tras dar en cuenta que el albino enmascarado era un jovenzuelo con uniforme de 'Konoha', una escuela rigurosamente militar.

El uniforme consistía en short negro de dril y una camiseta blanca de manga corta, una pañoleta amarrada al cuello de color negro, botines para todo terreno y medias blancas. Ése era el uniforme del taller de verano. Indudablemente él era riguroso en cuanto al uniforme.

-¡No pasa nada Ino, es mi amigo! – Exclamó Sakura haciendo un puchero. Ella tenía pinta de una niña alegre, inocente y con muy poca desconfianza hacia la gente. A diferencia de la otra, que no tenía nada de inocente, mucho menos de 'confianza' hacia algún extraño.

-Ja ne.- Se apresuró a decir admitiendo que quizá, quizá ella se iría siguiendo a la otra niña. No sería la primera vez. No, claro que no.

-¡Sakura frentona vamos, ni siquiera le conoces! – Chilló molesta esta vez. Cierto pensamiento circuló por la mente del peli plata: ¿Era ella así todos los días?

**POV'S Peli Plata

La pequeña se encogió de hombros y se encaminó junto a la niña rubia. 100% de probabilidades alcanzado, sería un nuevo record en mi hoja de vida. 'Un chico con máscara tiene 0% de probabilidad de entablar una amistad con el género opuesto'.

"No es necesario ser genio para saberlo. Sucede y punto"

Pero nada podría haber descifrado lo siguiente

La niña peli rosada se me acercó con una lata de gaseosa helada. – 'O'chan' dice que debes tener mucha sed. – Ella rompía toda probabilidad.

-Hieres fácilmente el orgullo de un genio.- Ella no captó a lo que me refería por lo que se quedó mirándome todo el rato. - Digo que gracias…- Sonreí divertido. - ¿No está mal que andes conmigo y no con tu amiguita? – Proferí con curiosidad, puesto que la otra niña estaba enfurruñada junto a sus padres mirándonos.

-A ti no te veré tanto como a ella. – Aclaró, esta niña sí que tenía sus guardaditos.

Por alguna razón…aquella niña venía los viernes y solo los viernes, al medio día y hasta las seis de la tarde, así que cuatro días al mes entablaba una 'extraña' conversación en aquella playa y con la misma niña.

-¿Cómo te llamas? – ¿Esto me lo preguntaba luego de 10 viernes? No sabía si era estúpida o yo era el ignorante.

-Kakashi…Hatake Kakashi. – Murmuré como si se tratara de la auto presentación en una exposición. Ella sonrió feliz y yo me quedé sin excusas.

-Sakura…Haruno Sakura. – Remedó de la misma forma, solo que le agregó una actitud petulante y egocéntrica, le divertía hacer parodias de todos…y yo lo sabía bien.

Ambos reímos, pero se acercaba la hora de que esto terminara.

-Mañana parto a Londres. ¿Nos volveremos a ver el próximo verano? –

Si hubiesen filmado aquel momento, hubieran visto mis más de 1000 expresiones en cámara lenta ocultas tras la máscara. Aunque ella parecía no mostrarse ajena a aquel dilema.

-Supongo…no hay guerra…me quedaré. – Ya, no era el señor perfección, pero tampoco estaba de buen humor.

-¿Guerra? ¿Por qué guerra? No…- Ella estaba tan angustiada como un carnerito antes de ingresar al matadero. Luego de oír los lamentos de sus congéneres.

-Es un dicho…baka. – Musité apuntando mi único ojo sobre su tierna mirada, era placentero hacerla sufrir de ese modo, sobre todo porque ella no se daría cuenta de nada.

-¡Muuuuuu! – Recuento. le encanta sacarme de quicio.

Sakura se sabía tres idiomas: español, inglés y mi único idioma realmente aprendido por mera práctica…japonés. Detesto los otros idiomas, no pienso salir de aquí, una linda playa, buena vida, una linda amiga de verano…bueno, no se puede tener todo en esta vida, no?

Ambos reímos, con ella no podía dejar de reír, o quizá sufría de algún mal que te hacía reír de estupideces sin sentido. Quién sabe. Ya estaba contagiado. El claxon del auto sonó de nueva cuenta, su abuelo estaba guardando las cosas. Bueno, me había encariñado con una niña. ¿Qué más da? Es divertida y es mi amiga autoproclamada.

-¡NOS VEMOS EL VERANO QUE VIENE…AMIGO! –

"Y me lleva la…"

-¡Tengo nombre alimaña!-

-…ah? – Se detuvo estrepitosamente cayendo sobre la arena - ¡Gomen! –

"La arena no siente…baka."

Ella sonrió como si aquello fuera gracioso…bueno, lo era pero YO debía reírme, no ella…

-¡Nos vemos Kakashi sama! –

"¡Y dale con la cabra…!"

De nuevo el claxon… ¿No podían esperar siquiera un momento? ¡No la vería en 9 meses! Si es que aquello realmente sucedía. Ya era hora de entretenerme en algo mejor. No sé andar de citas por hora.

-¡Gomen…gomen…! – Exclamó subiendo a la minivan…¿minivan? – ¡OH, Gomenasai!- Exclamó bajando de auto equivocado, de verdad que estaba loquita por mí, je, je, lo dudo, ella era tan despistada cuando se lo proponía…lástima que fuera la última vez que la viera. Habría sido buena compañía durante el invierno. Sin dar mucha importancia, apreté uno de mis puños. Tenía 'aquella' en la mano…la muy descuidada la había dejado…no podía olvidar cabeza porque ya la tenía adherida al cuerpo.

Nuevo verano. Nueva tortura de verano escolar. Nuevos estudiantes hiperactivos que desquiciaban mis tardes tranquilas en la playa, sí, nueva forma de entretenimiento, el fulbito playero con los nuevos talentos de Konoha…mi adorada escuela.

Habían pasado 5 viernes y su amiguita peli rosada no daba señales de vida. Bueno, en verano no hay mucho que hacer. Odiaba hablar de él o de su vida, por ello ir con los amigos no era tan buena idea. No, claro que no.

-¡Amigo!- No pude reaccionar hasta sentirla encima de mi espalda y medio rostro prácticamente enterrado en la arena.

-¿Así saludan los ingleses? – La alimaña pesaba más que mi mejor amigo Azuma…podría recomendarle que fume, pero…dudo que pierda el peso inoculando humo en sus pulmones.

-Síp – Y no se movía la condenada. Qué remedio. Estuvimos recostados sobre la arena por un buen rato, bueno, YO boca abajo sobre la arena y ella sobre mí.

No sé en qué momento me quedé dormido. Pero ella tuvo la iniciativa de 'arrastrarme' hacia la sombrilla. ¡Y juro que no sentí nada!

Poco a poco fui abriendo los ojos, ella estaba adornando el nuevo castillo de arena, había 4 torres y una estancia principal, un muro de contención aseguraba proteger el castillo del agua salada. Y YO que pensaba lucirme. Ahora solo vería 'aquella' concha sobre la construcción como un mero plebeyo.

"Y eso que practiqué con Gaara… 'el adicto de la arena'. Felizmente hoy es el único día que no viene a la playa, detesto la competencia improductiva.

-Nada mal.- Murmuré tras sentarme A SU LADO.

-¿Sabías que duermes como tronco? – No era necesario que me lo dijeras…

-No, pero ya me enteré, gracias. – Mi sarcasmo debía funcionar de advertencia.

-¡Aja, por eso cuando sea doctora, tú serás mi primer paciente! – Musitó con su típica sonrisa de ensueño. Demo… "¿Soy un caso de 'Tronquitis aguda'?"

-No gracias, dudo mucho que pusiera un pie en algún hospital, llámalo fobia si quieres. – No esperaría un modesto enfado…o alguna súplica por parte de ella, solo alguna broma. ¡Pero a ella le encantaba humillar a los genios! Mi lógica…echa una efímera suposición descrita para simples mortales, no para ella.

-Yo te haría visitas a tu casa. – Y me abrazó. Si alguien me preguntara qué sentí. De hecho diría que creía tener parásitos en mi estómago, y supongo que siendo YO, admitiría que NO.

Ella rompió el abrazo, estaba sonrojada pero feliz. Y de nuevo el maldito claxon.

-¿Cómo te fue O'san?-

¡Para darme cuenta, ella estaba completamente sola! ¿Su padre estaba aparcando el auto en el estacionamiento…y su abuelo, o su amiga rubia?

-Estuve correteando en tu colegio, je, je.- Ella no tenía ni una pizca de descaro en el rostro.

-Eras la que se metió en los vestidores de chicos, he hizo un negocio redondo con las chicas.- Parte de mi hombría residía en el hecho de que casi me fotografían semidesnudo, exceptuando la máscara, por supuesto, jamás me la iba a quitar en un lugar público como ese.

-Gomen, pero ahora las chicas quieren contigo. – Musitó amena la peli rosada, pero había algo que ella no sabía.

-Esas chicas son pretenciosas. No me agradan en lo más mínimo. – Musité con tono algo seco, pero era cierto. Una confesó haberle dicho a una niña que lo hiciera, claro, mi modo de interrogación afectó un par de hojas de su diario. - Te tengo a ti y eso me basta. - Musité sin más.

-¡Kakashi sama es lindo! – Exclamó gritoneando por todo el maldito camino que le quedaba hasta llegar con su padre. ¿No sabe que eso es peligroso para mi persona? –¡Ja ne Kakashi sama! –

Definitivamente ella era Mi alimaña…una auténtica pesadilla viviente.

-¡Que no soy señor! – Reflexioné en lo que dijo. -¡Tampoco lindo! -

Muy tarde, el auto comenzaba a arrancar y claro, un señor me escaneaba con la mirada. ¿No sería un 'Terminator' que debía custodiarla para el día final? No sé, pero es fijo de un padre celoso…sí, prefiero eso a lo primero…

Un nuevo verano. Un nuevo año encima y la misma alimaña, claro, una nueva versión más…

-Linda…- Estaba como embobado de verla así, con un vestido floreado y un sombrero de paja…era ella… ¿O es que me la habían cambiado? Aun recuerdo al 'Terminator' que me fulminaba con la mirada el verano pasado y el anterior a ese. Sí, habían pasado dos años en los que habíamos establecido un vínculo de amistad. ¿Quién lo diría? Ella cumpliría 13 este año y yo…bueno, con 18 y ya estaba metido en la academia militar. ¿Quién diría que ese maldito colegio tenía 'Todo en uno'?

-¿Qué hicieron con mi alimaña? – Inquirí divertido, de nuevo esos parásitos. En serio que me he tomado más de 50 purgantes caseros y ninguno hace efecto, cada vez que la veo, éstos aparecen como por arte de magia. ¿Estará vacunada?

-Kakashi sama, no sea tan malo…tenía que usar vestido hoy.- Estaba completamente apenada y no era para más, si siempre la veía con sus pantaloncillos cortos y una camiseta manga cero, de vez en cuando una gorrita negra con hilachas sobresalientes, con la insignia de mi amado colegio. Sí, se la obsequié el verano pasado, era una buena excusa para besarle la mejilla.

-Ah…pensé que te lo habías puesto para mí. – Musité divertido, pero ella no pareció reaccionar del modo que habitualmente lo haría… ¿Cómo hacía eso?

-Mamá se fue al cielo.- Musitó observando el horizonte, yo sabía qué era 'eso' pero jamás me detuve a pensar qué rayos era el cielo. -Tomó el primer avión a Francia y se quedó a vivir con el tío Benito. – Murmuró. ¿Enfadada?

"Si serás…hacerme pensar lo 'otro'"

-Alimaña, hay un tipo de mujeres que creen que es divertido abandonar a los hijos y a los esposos a su suerte, créeme, estarás mejor así. Tienes a tu O'san 'Terminator', ella no sabe lo que se pierde. – Exclamé con orgullo, aunque el padre parecía sorprendido, bueno, me sobre exalté un poco y al parecer eso logró un cambio de ánimo en los dos, el 'Terminator' me esbozó una sonrisa escueta y la alimaña se tumbó sobre la ardiente arena como si nada.

Sin palabras…

**Fin POV'S Kakashi

-¿Kakashi sama, me ayudas a hacer un castillo de arena? – Inquiere Sakura sin levantar la cara, - Pero debes traer agua.-

Aun sigue mudo, pero opta por coger una cubeta e ir al mar. No sin antes quitarse los botines y las medias.

**POV'S Kakashi

Ella le temía al mar, ignoro la razón, pero jamás en el tiempo que pasé con ella vi que pusiera un pie sobre el agua, su padre no se lo exigía, mejor para él, era eso o actuar como un salvavidas de 'Baywatch', al menos sé que ambos odiábamos esa serie. Pero yo no perdía la oportunidad de invitarla de vez en cuando.

-¿No quieres caminar Alimaña? – Si era directo me rechazaría de inmediato. Como las otras 40 veces que lo intenté.

-Demo…aun no terminamos el castillo. – Inquirió ella notando la marea algo subida, mis meras intenciones de 'llevarla' por aquellos lares y a su padre roncando como mula.

-Entonces cogeré mi libro. – Amenacé, por kami, cómo odiaba que leyera 'Icha Icha Paradise'. Esta afición empezó mucho antes de conocerla, fue hace como dos veranos que se enteró de aquello, bueno, me pescó…tuve que conseguir de nueva cuenta esa edición especial que se llevó la marea. Desde entonces, la llamé 'alimaña' como si así se llamara.

-¡Quiero helado! – Musitó engreída, ella jamás me suplicaría por algo, siempre se saldría con la suya.

-Bien, te compraré un helado.- Sabía manejarme a su antojo, pero a fin de cuentas, estaba para mí y yo para ella.

Verla curiosa pisando el agua que apenas si cubría sus tobillos…era para mí mucho mejor que la lectura que me llamaba a gritos desde mi morral, no nos alejamos mucho, pero si lo suficiente como para que pudiera dar rienda suelta a mi lado varonil.

Pero siendo como soy.

-Jamás en tu vida aceptes la invitación de un hombre que te diga que se va a la guerra, así te llore, te suplique, o alucine barbaridades, no lo aceptes, solo ve a tu casa y dile a tu Termi-O'san. – je, je, je – Esa es solo una excusa para tener una cita contigo y quizá algo más. –

-Ah…- Ella aprendía rápido…creo.

-¿Y si una chica me lo dice? – ¡Solo a ella se le ocurre!

-Es lesbiana, no te le acerques, solo corre. – Musité alarmado. – ¿Alguien te ha dicho algo semejante? – Nunca se sabe…

-Quién sabe…- Su maldita respuesta incógnita se resumía en algo. ¡Era una alimaña!

-¿Sabes por qué sirven helado en la playa? - No me quedaría atrás, pero tenía que atacar con otra arma.

Ella me miró curiosa mientras comía su barquillo con una paletita, toda ella era una incógnita.

-Kakashi sama… – Cómo odiaba que me llamara así, ella lo sabía y le causaba placer hacerlo.

-Verás 'Alimaña' – Sí, ambos nos atacábamos de forma sutil - …los enamorados se invitan helado porque así se dan 'besos indirectos'. – No esperaba decirle pero lo hice, verla ligeramente ruborizada me subía el ego por las nubes.

Pero no esperaba verla callada. Mucho menos que apartara su atenta mirada de mí. Por primera vez, la vi como…una mujer.

El silencio impero entre ambos, los parásitos estaban ahí. ¿Se me irían a salir por la boca? ¡No…que va! ¡Maldición, era la misma chica que he estado viendo desde los últimos 5 veranos! Por una vez en mi vida tenía que actuar como un Hatake.

-Eres mi amor de verano, Sakura. – Sí, esa era mi estúpida forma de decirle…'me gustas', prefería escuchar su respuesta el siguiente viernes, era mejor así, así que le di una probada a su barquillo, bueno, estaba apetitoso y cargué con la mitad del contenido de un solo mordisco. Me encaminé a recoger mis cosas despidiéndome con una mano sin siquiera verla. estaba actuando por inercia.

Vaya Hatake que era. Huyendo del frente de batalla.

- ¡Ja ne! – Era el más cobarde de los cobardes, pero tampoco había tenido una novia y pensándolo bien, ¡Me había declarado a una niña de 13 años! …Bonita, inteligente, socarrona, alimaña…testaruda…que odia que lea cosas 'educativas' como 'Icha Icha' y que me provoca parásitos en el estomago…

¡Ya, soy un masoquista, pero soy feliz así!

****Fin POV'S Kakashi

Él ya no se giró a verla, y ella lo agradeció porque estaba completamente apenada, su helado estaba derritiéndose y ella sonriendo como una embobada. Si él se daba cuenta. ¡Le fregaría por el resto de su vida!

No pudo evitar sonreír y estamparse el helado sobre los labios, él, por primera vez se había dignado a quitarse la máscara y dar una probada a su 'beso indirecto', sabía a choco chips y saúco…

"No me importaría ser SU embobada por el resto de mi vida."

****POV'S Kakashi

Hace como 8 viernes que no da la cara. El verano se acaba y quiero verla. No debí hacer eso, quizá se sintió mal, pero egoístamente, YO me estoy muriendo y exijo verla.

-No vendrá hoy.- Murmuré viendo el reloj de muñeca que tenía en el morral, según ella, era más sexy tenerlo ahí…claro, hasta los delincuentes iban detrás de mí.

4:50 pm

De alguna manera insólita había evitado que el castillo se derrumbarse o tuviese contacto con el agua salada, cada día…todos los días le hacía mantenimiento, 'aquella' seguía ahí de portón…ya ni pronunciar su nombre común me daba buena pinta

"Quizá su padre se dio cuenta…esos no son tan tontos…menos el 'Terminator'"

A fin de cuentas… aquel verano se terminó… y solo terminé abandonando aquel castillo… dejando 'aquella' que hacía de portón en un bolsillo de olvidado de mi morral.

Ella no podía haberse ido de esa manera. Es mi culpa. Y por primera vez, mi predicción con Haruno Sakura era certera, ella no volvió ese verano. Un 1% que no esperé acertar, se cumplió.

****Fin POV'S Kakashi

Nuevo verano. Un nuevo idiota mirando las nubes junto a mí. Un nuevo volumen de 'Icha Icha Tactics' para leer. Y un nuevo maldito castillo de arena… para pisotear.

-No le veo sentido hacer un castillo de arena para luego pisotearlo. - Aquella voz…

Ella estaba ahí. ¿Con un vestido blanco? Podía ignorar aquello, menos el hecho de que se había cortado el cabello y que bien le quedaba. Era como un ángel caído.

-¿Alimaña? – Bien, soy idiota pero nadie podrá cambiarme.

-Gomen…ocurrió un imprevisto y tuve que volver a Inglaterra…- Su sonrisa fue un insulto para mí, era tan falsa como la de las otras chicas. Algo ocurría ahí, ella no era predecible, no hasta aquel día en que… me declaré.

-Odias el blanco.- Le murmuré con recelo, la conocía más que a mí mismo. Y ella no podía negarlo.

-'O'chan' me lo pidió…será por un mes más…- Susurró cambiando el semblante, supe que hoy no haríamos un castillo de arena, así que eché con la mirada al muchacho que veía entretenido 'nuestra' conversación.

-Largo. – No podía ser más sutil, no entendió la señal.

-Tsk, siempre tan problemático, Hatake. – Murmuró antes de reincorporarse y tumbarse junto al 'Termiantor', éste se le quedó mirando algo extrañado, no lo culpo, el mocoso es así.

La llamé con el índice, estaba algo avergonzado pero en estas ocasiones agradezco llevar la máscara conmigo. Esta vez, ella sonrió sincera para mí.

Se sentó a mi lado, no pude evitar rodearla con mi brazo derecho así como sentir una punzada de la mirada asesina de O'san. Pero hay cosas que un hombre hace por placer y otras que son por obligación, eso siempre me lo dijo mi padre. A parte que estábamos a 7 metros de distancia, esta vez quería hacerle sentir que podía confortarla como un hombre.

No nos dijimos nada, solo contemplamos el mar y el vaivén del agua salada…su piel era suave, ni hablar de su aliento, era fresco y provocativo, pero…por dentro quería reclamarle, exigirle porqué no me dijo nada, al menos un 'NO' habría hecho que sufriera con ganas. Hasta que por fin ella habló.

-O'chan me salvó la vida en un atentado, el día que fuimos a la embajada a revisar mis papeles, era jueves.- Murmuró en un hilo de voz.

Y yo juzgándola cruelmente.

-Oí sobre eso en las noticias, pero no hubo ningún Haruno en la lista. Habría ido de inmediato – Actuaba como un maldito novio preocupado.

-No le convenía a Inglaterra exponer a su nuevo general, tampoco que su hija estuvo en coma por un mes, mucho menos que…-

Calló y comenzó a llorar desconsoladamente, aferrando sus manos a mi pecho, podía sentir sus lágrimas atravesar la tela que cubría mi piel. Por primera vez en mi vida no sabía qué hacer. Se veía tan frágil y yo tan arrepentido, juro que si vuelvo a dudar de ella. Olvídenlo, nadie me cambia.

-…O'chan recibió todo el impacto de la bomba, ese día por la mañana, me pidió que usara un vestido blanco y me puse el floreado para fastidiarlo, él me veía con el vestido blanco antes de morir…y yo…y yo…- Irrumpió en llanto nuevamente…ella había visto la muerte junto a ella y yo haciéndome el machito por reconocer el cadáver de mi padre que retornaba de la guerra.

-Entonces ambos estaremos de blanco.- Le susurré al oído, eso al menos hizo que hiciera una pausa, sí, una pausa solamente.

-Yo… yo quería decirte que… - Bueno, me alegra que quisiera decirme todo eso…pero… ¿Cuánto habrá estado conteniendo todo esto? -¡ …yo…tú también eres mi amor de verano! – Soltó de porrazo aferrándose más. Estaba descolocado.

Alimaña tonta, encima te preocupas por eso, pero yo ya no quiero que seas mi amor de verano…lástima…eso es infantil. Debía madurar de una buena vez, ella me estaba ganando.

-Sakura…- La aparté lentamente de mi húmedo y moquillento pecho. – No te quiero de esa forma. – Ella solo cerró los ojos con un gran arrepentimiento. Hacía que me odiara más, nunca podía ser directo en nada…

– Quiero que seas mi amor de todo el año. – Proferí sin apartar mi mirada de la suya. – Pasar el verano contigo, no solo verte en esta playa los viernes por la tarde, ir a tu casa y llevarte boberías que dan los novios, pasear, ir al cine…ser tuyo. – Esto último tenía que resumir una estúpida lista que hice mientras la esperé el verano pasado…

-¡Kakashi sama es…profundo! Hip! – Ella no perdía la chispa. Aquello era halagador pero no lo suficiente.

-Mira como estás.- Murmuré mientras sacaba un pañuelo de mi bolsillo, debía llevarlo por regla y veo que sirve a fin de cuentas, para consolar a mi linda 'novia', ¿Lo era verdad? – Llorando porque fui profundo.- Comencé a secarle las lágrimas y el moquillo que colgaba de su sonrosada nariz.

-O'chan quería que estudiara en Konoha, me dijo que tú eras un baka con sentimientos profundos…él tenía razón.- ¿Hasta el viejo sabía de mis parásitos?

-¿Me imagino que haz de haber tenido otros novios antes o le estoy usurpando el puesto a alguien? – No podía con mi lengua…

Ella solo me miraba soltando una sonrisita traviesa, era adorable verla así.

-Estoy en lo cierto…a quién le usurpé el lugar.- Ella contuvo en vano su hipo, le causaba gracia mi seriedad.

-Solo tengo un novio Kakashi sama…Hip! Eres un baka. – Murmuró divertida y sonrojada.

"¡Imposible que nadie te haya visto como mujer…imposible…los asesino a todos!"

-Admito que me gustaba un chico, pero…otro me tomó muy en cuenta. – Dio una segunda opinión que me cabreó, juro que me cabreó enterarme de aquello.

-Quién…-

- Kakashi…Hatake Kakashi. – Lo dijo como aquella vez, aunque esta vez…era mi nombre…si yo era el idiota que le 'gustaba'…

-¿Y quién te tomó en cuenta? – Exclamé un tanto exaltado…era MI…

-Sasuke Uchiha…Hip!- OH!

-Me lleva la…- Tiré el pañuelo a alguna dirección que no medí en ese momento.

- Kakashi…Retrasado Kakashi. – ¿Murmuró recelosa, y ahora qué hice?

-Tú eres el novio imbécil.- El idiota de Nara que sólo observa las nubes se atrevía a…tenía el pañuelo en la cara… Era mejor ignorarlo.

La miré, ella estaba sonrojada y echa una furia…creo que me había pasado…

-¿Cómo llegamos a discutir a unos minutos de empezar? – Creo que no debí formular esa estúpida pregunta…ella me zampó un balde de agua salada que había sobrado del castillo…estaba tibia…no, caliente, muy caliente.

-Estorbas Nara.- Mi furia caería sobre aquel infame. Éste solo sonrió de lado y se encaminó a su casa…no quedaba muy lejos. Era mi vecino.

-Problemáticos. – Su burda frase me llegaba en estos momentos.

-Sakura. - La tomé suavemente del rostro…era fácil suponer que me apartaría pero…

-Baka…- Musitó mientras recogía mi máscara…era inevitable lo que vendría a continuación.

Fue un casto y tierno beso, puro, un salado roce de labios que no me contuve en probar por unos segundos…suaves…tenía que haber estado tan ciego como para no haberlos visto antes…

Y así como empezó…se terminó… ella estaba apenada, a mi me complacía tenerla así, con la guardia baja, sin…maldición. ¡Que me había olvidado del 'Terminator'!

Eché una rápida mirada, para mi extraña 'suerte'. Aquél estaba dormido.

-Iré a tu casa. – Quería verla cuantas veces fuera posible.

-Nadie te lo impide, pero, sabes que en invierno yo…-

-Las postales también son 'besos indirectos'.- Era la excusa más vieja pero… - Sabes que habrá guerra. – Ya, era cierto…de imbécil me inscribí en el plan de 'salvamento especial' y las relaciones con cierto país occidental no eran tan buenas, ya las especulaciones hablaban de por sí. Si agregamos el atentado…

-Bueno…me tengo que ir a casa…- Como había captado la alimaña…

-Amor, cielo, mi vida…eso es para 'otros' hombres, no es para un baka como yo, que por cierto soy TU novio a tiempo completo.- Ella me miró divertida.

-Ah…como tú me dijiste…-

-¿Te amo…me oíste? – No reparé en probar nuevamente sus labios…era tan inocente que no me atrevía a más…la mala influencia del Icha Icha…creo que debí escucharla cuando me dijo que no lo leyera…

-Ya me di cuenta.- Estaba totalmente apenada y yo no sabía qué diablos hacer para contenerme, miré el reloj.

5:00 pm

Tenía tiempo para arreglarme, un buen baño a conciencia, unas bonitas flores, un volumen especial de 'Somos Konoha' para el Terminator, bueno, ahora que sé que es militar…ha de gustarle supongo…solo habla de Fuego interior, honor…Minato Uzumaki, en fin. Me presentaría como un buen maldito pretendiente…hey, que no pienso tocarla hasta que tenga sus 17 bien cumplidos.

-Amor…-

-Dime alimaña. - Como se quiere la muchacha.

-Amor. - Insistí.

-¿Si, Kakashi sama? – Sí, jamás se hacía de rogar…

-¿Alimaña…está bien que te visite mañana? – El viejo truco de la sorpresa.

-No veo el problema, O'san tiene el día libre mañana. – Musitó tan inocente.

-Aja, bien alimaña, entonces mañana…-

-Mañana hablan de lo que tengan pendiente, tengo que recibir un 'paquete'…nos vamos. – Maldición, el 'Terminator' acababa de levantarse. ¿Cuándo? ¿Cómo? No hay duda que ella conoce al tipo mejor que…salgo perdiendo aquí.

-Señor Haruno. ¿Cómo le va? – Éste solo me miró e imitó una sonrisa escueta y clara de un 'Mierda, ¿Qué haces con mi hija de 13 años?'

-Mañana.-

El hombre era peor que la hija, menuda familia encontré.

-Como guste señor Haruno, hasta mañana. – Era muy educado para su gusto. ¿Quién los entiende?

Ella muy sonriente me abrazó mientras que el padre se dirigía al auto, ahora sí era una minivan negra con polarizadas del mismo color; si yo eligiera algún medio de transporte, sería una motocicleta, para que Sakura se sentara delante de mí fingiendo que conduce. Aunque conociéndola, ella tomaría el control, pero sería divertido y creo que tengo ahorros suficientes…

-Kakashi…- No pude evitar ignorarla por analizar al Terminator la miré fijamente. - …la dirección de mi casa es la misma que la de Saint Eleonoran, mi colegio-internado.- Me susurró la dirección en el oído, para luego romper el abrazo.

-¿Es mixto? – He ahí mi dilema, yo encerrado con una veintena de hombres y ella con cientos de ellos predispuestos a aprovecharse.

-¡Puede ser Kakashi sama! – Exclamó mientras se encaminaba a la minivan, no se contuvo y me envió un beso volado…hice el ademán de recibirlo y guardarlo en mi pecho, aquello la sonrojó de sobremanera. Y eso, me gustó.

Pero nada podía decirme que no la volvería ver en aquel verano…

Iba vestido con una remera blanca, una casaca deportiva del mismo color con un perro ninja bordado a la espalda. Pantalones anchos blancos de dril y deportivos negros. ¿Qué? No tenia, salvo los 'todo terreno' que no creo que fueran adecuados para la ocasión. Insistiría con el Terminator. Ha conocido a mi padre así que le consta que yo no soy cualquier pretendiente.

-Lo siento…hoy salieron muy temprano, al parecer el General Haruno comprometería a la pequeña Sakura…-

¡Que la tierra me trague y luego me escupa hecho estiércol y gusanos! Yo no requiero de premios consuelos, menos de un noviazgo de unas horas que jamás será real, maldita sea la hora en que me digné a regalarle 'aquella' aberración, ahora en mi estúpido bolsillo de tan solo ojearlo me hacía recordar tanto a ella.

-¿…Qué compromiso? –

-Ah…esto…con el segundo hijo de Fugaku Uchiha…Sasuke Uchiha…creo que hoy partían a Londres…él estudiaría con ella para que no sea tan forzado.- La ama de llaves parecía darse cuenta que YO no era un visitante cualquiera. Muy tarde.

-Con un demonio, ella es MI novia. – ¿Era poco mostrar mi linda cara sin máscara para dar de nueva cuenta que me habían estafado? - …no puede partir, su padre dijo…-

La mirada comprensiva…de lástima diría yo, aquella ama de llaves me hacía comprender que ella, no, no podía saberlo, ¿O sí? No, me dejó una dirección, pero…ella no sabía de esto, lo vería en su cara. Sakura no miente, no de esta forma.

Nunca supe noticias de ella, la ama de llaves me pidió no volver más porque venderían la casa. ¿Qué quería decirme, que Haruno Ikaru había encontrado una mejor opción para su hija? ¿Que YO no podía contra un estúpido apellido de un maldito clan?

Pasaron 4 meses desde ese día y no supe con exactitud como se concibió aquel compromiso. Necesitaba su versión de los hechos así que, envié una postal y puse lo habitual, con la foto de esa maldita playa. Con un maldito castillo de arena…

"¿Cómo estás? ¿Qué tal los estudios? ¿Yo? Regando el jardín, estoy enfrascado en la academia y me encontré con un UCHIHA que no dudé en reventarle la cara. Por lo demás, extraño a mi dulce Alimaña, atte. Kakashi sama."

Eso era un claro estoy molesto pero…igual te amo. Adjunté la dirección, pero no hubo respuesta, nada. Hasta me hice amigo del Uchiha, se llama Itachi y al parecer es un cerebrito digno hijo de su padre que dejó todo por con tal de hacer lo suyo. Nunca supo el porqué la paliza. Ni la sabrá. Al menos supe que su hermano perdió el compromiso por cubito*. Esa noche me embriagué hasta que me pescaron en la moto de un policía naval, pasé una maldita semana 'celebrando' con ellos.

Ya habían pasado 4 malditos veranos. No hacía más que pasármela en la playa, la maldita concha no estaba en el morral para nueva cuenta. Oh…sí, desapareció el mismo día que la perdí. Y mi corazón solo irradiaba ira.

Sería un nuevo oficial de marina en primavera, por tanto, me esperaba un maldito hogar en las nuevas instalaciones para 'Servicios Especiales', los ANBU, dignos rivales de las fuerzas especiales de cualquier otro país. Y un nuevo verano sin ella.

La amaba, y juro que la respetaría hasta que ella cumpliese los 17, no más, también tengo necesidades que no pueden suprimirse por mucho, Podía aguantarme si así ella me lo pidiera, quizá trataría de convencerla pero ella sabía manejarme. ¿Era capaz de hacerlo todo por ella con tal de tenerla a mi lado? ¿Con tal de que no me dejara? Mis acciones respondieron las preguntas.

…y para mi maldita desdicha la sigo amando y hasta mucho más que antes.

No quiero que sea feliz…con otro no, soy el ser más egoísta del planeta, lo admito…SOLO SERÍA FELIZ CONMIGO Y LE CONSTA. Lo terminará dejando y la tendré de nuevo a mi lado. Ahora comprendo al desdichado de mi padre. Era un suplente más.

Y no puedo evitar venir cada maldito verano a cerciorarme si ella estará ahí. Cada viernes, vestido de blanco. Y solo los jueves y viernes me visto de ese color, desde hace 4 años, mi único fiel compañero…el librito que me ayuda a evadir la realidad, es una mera excusa para decir: No pienso en ella.

Esta es la crónica de Hatake Kakashi…'el ninja copia', catalogado así gracias a mi memoria fotográfica y mi drenado corazón. Gracias a aquella Alimaña, hoy puedo actuar fríamente sin temor a morir. Porque solo muerto le desearía la felicidad.

FIN CAPITULO 01::::…:…..

Esta es la primera parte de este three-shot que surgió de una manera insólita. Y bueh…espero que esta entrega les resulte 'agradable' y sea merecedora de sus tan cotizados reviews, porque en serio los espero con ansias, jeje.

Y por cierto… las explicaciones del caso (sobre todo por parte de Sakura) vendrán con el siguiente y último capítulo. Final feliz? Triste? Dramático? Weno, weno, habrá de todo un poco…jeje, y por cierto que he tratado de mantener a Kakashi en todo su 'esplendorosa' manera de ser. Al menos, motivar su forma de ser en un mundo actual. Ne…ok, ok…no soy perfecta.

Nos leemos pronto! Cuídense muyto!