¿Qué tal?, Bueno es mi primer sasuhina, y había pensado en dejarlo como Drabble, pero creo que tiene material para convertirse en long-fic. Ya darán ustedes su opinión.

Disclaimer: Naruto no me pertence, si así fuera Neji Hyuga aún estaría luchando.

Disfruten.


Del color de las tormentas.

Se ven a los ojos por un infinito instante. Blanco contra negro, luz contra oscuridad, Espíritu contra fuerza. Hinata contra Sasuke , así se define todo. Ambos se miran y no dejan de hacerlo ni por un segundo. Las hojas danzan perezosas al ritmo del viento, el sol es devorado por la luna y las estrellas los abrazan con ternura. El frío les toma de la mano y el cansancio les besa el cuello. Pero ninguno los toma demasiado en cuenta.

Nadie cede, son un Uchiha y una Hyuga. Son orgullo, son fortaleza, no le temen a nada. Ya no. La pérdida de lo que amas te hunde o te vuelve invencible, y su pecho subiendo y bajando, el corazón haciendo bum bum contra las costillas y la sangre del contrario creando una nueva piel escarlata sobre la propia son suficiente prueba de cuál de los dos caminos fueron capaces de tomar. Él espera y ella busca el valor que se ha escondido hasta el fondo de su pecho, acurrucado junto a las palabras que había estado pensando desde que sus manos se aferraron a los fríos barrotes de la prisión de Sasuke.

-¿Qué haces aquí?- al final todo se ve reducido a que Uchiha de el primer paso, como siempre, Hinata no ha sido capaz de darlo. Respira hondo, sus manos se convierten en puños, sus uñas desgarran la piel áspera de sus palmas y el corazón sigue haciendo bum bum.

-Al fin lo entiendo- lágrimas ardientes, castañeo de dientes, dedos agarrotados y un claro "Eres patética" reflejado en los ojos negros del prisionero era todo lo que podía percibir.

Dejó sus ojos descansar, sus piernas temblar y su odio fluir. Las risas se le hacían insoportables, le causaban arcadas. Los abrazos efusivos de sus compañeros le quemaban, la hundían. Los sueños ajenos no eran más que cadenas que aprisionaban los propios, como si fueran serpientes. Y sus palabras de aliento y esperanza no eran más que estupideces. Ya no había mucho por lo que luchar, todos ellos brindando y bailando, riendo y gozando, eran imposibles. Debían llorar, retorcerse como su alma, ser incapaces de disfrutar el aire llenando sus pulmones.

Había puesto todo en la balanza y definitivamente todo eso no estaba a la altura del sacrificio. Todos ellos recibían a manos llenas, ¿Y qué habían dado?

Shikamaru e Ino a sus padres. Pues bien, aún tenían a sus madres y a todo un clan que los amaba, toda una aldea llena de estúpidos que los apreciaban y su almohada a reventar de sueños inconclusos.

Ella sólo había tenido tres pilares. Hanabi, Naruto y Neji. El último había muerto, por protegerla a ella, por proteger a un montón de desconocidos que ni siquiera sabrían su nombre, sin saber que en realidad el había sido el héroe, entregando su vida a cambio de la de Naruto. Naruto, su pilar central, que solo a veces se daba cuenta de su existencia. Sólo cuando ella hacía algo lo suficientemente estúpido que mereciera su atención.

Esos dos pilares al fin habían caído bajo el peso de sus desgracias, de su dolor, de su fracaso. Y uno no era suficiente.

-Al fin lo entiendo- repitió ella, sus ojos blancos volviéndose casi grises, del color de las tormentas. El color del sufrimiento. Del color del amor perdido.

Y fue cuando el vengador al fin pudo comprender y lo vio todo tan claro como si estuviera viendo su reflejo en agua cristalina. El mismo tono de perdición, dolor y sed que su mirada aún portaba, y del que no podría jamás deshacerse. Su alma tan podrida y lastimada, del color de las tormentas. Gris. El color de quién ha vivido más de lo que quiere, de quien se encuentra harto de abrir los ojos cada mañana, de quién ya suplica a su cansado corazón que deje de hacer Bum Bum. Aspiró el aire con sabor a lágrimas retenidas y a odio, y lamió sus labios. Ella sigue fingiendo, y él no la interrumpe, algún día se cansará de parecer feliz. Y puede esperar pacientemente a que decida que ambos están igual de jodidos.

-Ahora soy capaz de verte a los ojos, Uchiha Sasuke.

O tal vez no tenga que ser tanta la espera.


Espero que les haya gustado, aunque sea un poquito y si no...Pues ya ni llorar es bueno.

Se despide, su amable vecina

FARAH MAYSOON.

P.D: Deberían dejar review, aunque sea para dejar atentados.

P.D: No se permiten reviews del tipo "Puto el que lo lea", ¿Ok?, llevemos la fiesta en paz.