Disclaimer: Los personajes utilizados en esta historia no son de mi autoria, los derechos pertenecen a sus creadores. Yo sólo utilizo los personajes con fines de entretenimiento.
Capítulo 1: El Plan
Korra se sentía ansiosa. No solía planificar estas cosas, pero hoy era un día particular, hoy se cumplirían 3 años desde aquel onírico día en que Asami le pidió que fuera su novia. Por supuesto cada aniversario había sido especial, pero Korra deseaba que este en particular fuera único, llevaba tiempo rondándole en la cabeza la idea de regalarle un collar de compromiso a su novia, por supuesto sabía que estaban lejos de cumplir con el significado tradicional de este presente en su tribu, pero que importaba, para Korra el simbolismo de este regalo le gustaba más que cualquier cosa.
Hacía ya algunos días había comenzado a tallar el collar para su novia, se le ocurrió la idea para demostrar su unión y estaba segura de que a Asami le gustaría, mientras terminaba de trabajar el decimosexto collar, esperando que este quedara hermoso (Korra no poseía muchas habilidades manuales y ninguno le parecía lo suficientemente bueno), oyó como alguien golpeaba la puerta, rápidamente tomo sus herramientas y las escondió en su baúl personal, junto con el resto de collares rechazados.
- Señorita Korra, ¿Puedo entrar? – la voz del mayordomo resonó a través de la puerta.
- Adelante – contesto el avatar desde la habitación que compartía hace un tiempo con Asami
- La señorita Sato, me manda a comunicarle que su reunión se ha extendido más de lo deseado. Que por favor la espere a las 9 de la noche, donde siempre –informó el mayordomo.
- Um… - Korra se sintió aliviada tendría más tiempo para terminar su regalo, pero por otro lado, pasarían menos tiempo juntas hoy – dígale, que la entiendo, estaré allí puntual
- Necesita algo, señorita Korra – pregunto el mayordomo un tanto suspicaz, al ver el nerviosismo de la morena.
- No, está bien, gracias – contesto secamente.
Una vez, que el mayordomo se alejó, Korra volvió a sacar su collar para trabajar en los últimos detalles. Al cabo de un rato contempló su creación con satisfacción, envolvió el presente y se alistó para su cita.
Mientras tanto Asami se encontraba discutiendo los planes de su próximo proyecto con Varrick. Entre ambos al fin habían encontrado la forma de dar el uso que el inventor siempre quiso a la energía espiritual, energía limpia y barata para todos. El Presidente Raiko asentía cada vez que los inventores explicaban su proyecto, el resto del consejo parecía estar de acuerdo con esto, si todo salía bien, dentro de poco firmarían el contrato y comenzarían a hacer las pruebas para suministrar la energía a toda Ciudad República. Una vez terminada la presentación el Presidente Raiko les indicó que salieran y dejaran a la mesa directiva tomar su decisión.
En el pasillo Asami se movía inquieta de un lado a otro, esta reunión se había extendido lo suficiente entre explicar una y otra vez los conceptos que los miembros de la asamblea no entendían y esperar un tiempo prudente a que los miembros de la asamblea dejaran de maravillarse con la maqueta del proyecto una vez que la hicieron funcionar.
- Tranquila, los tenemos en el bolsillo. !Já, já! – comento Varrick abrazándola fuertemente, cruzando su brazo por encima del hombro de la ingeniera
- No es eso lo que me preocupa – confesó Asami – tengo una cita con Korra, y s eme está haciendo bastante tarde, y ya retrasé esto una vez – Asami bajo su rostro un tanto triste. Varrick se sorprendió, encontrando su mirada con la de Zhu Li, ambos sonrieron al pensar en lo mismo, al momento que el Presidente Raiko salía de su despacho.
- El proyecto está aprobado – les informó – Sólo falta firmar los papeles, y por cierto la asamblea quiere que la demostración sea de inmediato.
El rostro de la ingeniera se contrajo en una mueca.
- Creo que de la última parte nos encargaremos Zhu Li y yo. Asami, debe resolver algunos asuntos pendientes en su empresa – Varrick le guiñó un ojo a la pelinegra quien sonrió ampliamente.
Quién sea que haga la demostración estará bien – dijo el presidente, un tanto extrañado.
Luego de firmar los papeles, Shu Li toco el hombro de Asami para indicarle que se fuera, la ingeniera recorrió rápidamente el lugar, y se subió a su Satomovil. Antes de encender el vehículo palpó entre sus ropas en busca del regalo de Korra, soltó un suspiro de alivio al comprobar que el collar de compromiso seguía ahí, no es que estuviera apresurada por llevar su relación con el Avatar a otro nivel, pero consideraba que sería un lindo gesto, más si utilizaba una tradición de su tribu. Acelerando el paso por entre las calles de Ciudad República Asami se divertía pensando en lo estaba a punto de ocurrir.
En otro lugar de la Ciudad Korra llevaba un tiempo dando vueltas al Parque, aquel era el lugar favorito de Asami, le encantaba sobretodo al anochecer cuando todo tomaba un tono más cálido y relajado, que a la pelinegra le brindaba tranquilidad. La morena se quedó mirando fijamente a la laguna y las parejas que paseaban en los Pato Tortugas, tal vez sería buena idea decirle a su novia que pasearan allí un rato, y luego de la nada mostrarle el regalo. Korra sacudió su cabeza, no, mala idea, muy cliché, ¿además cómo sacaría el collar cuando estuvieran abrazadas?, en todo el tiempo libre había repasado una y otra vez sus ideas para entregarle el collar a su novia, y ninguna le parecía del todo buena. Estaba aún imaginando la forma de darle el regalo a Asami, cuando sintió un como la abrazaban por la espalda.
- Espero que no hayas tenido que esperar mucho – susurró la pelinegra en el oído de la morena, controlando apenas su respiración.
- Acabo de llegar – mintió Korra, sonrojándose y escondiendo rápidamente el presente que aún tenía en las manos. Asami alcanzó a divisar su movimiento y rápidamente intento alcanzar el objeto que la morena acababa de ocultar.
- ¿Qué es eso? – preguntó la pelinegra, muy divertida.
- Na… nada – contestó la morena, enrojeciendo a más no poder al voltearse y ver a Asami con sus mejillas enrojecidas, el pelo desordenamente perfecto caía por ambos costados de su rostro enmarcando sus relucientes ojos y sus rojizos labios que ahora le sonreían de par en par. Korra tragó saliva a medida que un montón de pensamientos no aptos para el lugar que se encontraban se apoderaban de su mente - ¿Cómo te fue hoy?
- ¡Excelente!, ¡nos han aprobado el proyecto! – exclamó Asami, acercándose divertida a la morena, ya que notaba su nerviosismo, tomándola por la cintura, la atrajo hacia sí y la besó – Deseaba estar aquí
- Deseaba que estuvieras aquí – Korra sonrió entre besos, separándose un poco preguntó – ¿Te gustaría pasear en un Pato Tortuga?
- Por supuesto – sonrió Asami, sin soltar a Korra de la cintura.
Sin embargo, un extraño evento produjo su separación, la tierra a su alrededor se sacudió y un fuerte estruendo se escuchó alrededor del parque al mismo tiempo que un potente rayo de luz violáceo surcó los cielos. Korra y Asami miraron ambas en la misma dirección, un poco antes de que el fenómeno se extinguiera y las dejara sumidas en una oscuridad absoluta.
