DISCLAIRMER: iCarly no me pertenece
Sam desparece de una fiesta y Freddie la busca al encontrarla su única respuesta es que el amor no existe, pero Freddie quiere ser la excepción
LA EXCEPCIÓN
No existe
Se había dado una fiesta en casa de Carly y ahora todo era un desastre. Freddie, quien había ido a su casa para traer cosas de limpieza y ayudar a Carly, se reía al pensar que el tema de esa fiesta había sido el último vals, al regresar al apartamento de ella la encontró con Melanie, y las dos se veían muy preocupadas.
-¿todo está bien chicas?- pregunto Freddie
-no- respondió secamente Melanie mientras agarraba la escoba y el recogedor que Freddie traía en las manos
-¿y qué sucede?- volvió a preguntar Freddie
-Sam no está, no aparece- dijo fríamente Carly
-¿Qué? Imposible debe estar oculta para no ayudarnos a limpiar- dijo Freddie conociendo a su amiga
-eso pensamos pero no está en casa, o en el departamento, o en los licuados locos, ni en el parque- contesto Melanie –dime Freddie ¿tu viste a mi hermana alguna vez en toda la fiesta?
-no, no lo hice- dijo Freddie y se quedo en silencio un momento –ustedes quédense a limpiar y yo la buscare- dijo Freddie mientras salía del apartamento y cuando salió Melanie le dio una mirada a Carly y ella le respondió con una sonrisa. Ellas sabían lo que Freddie sentía por Sam, pero dudaban que ella sintiera lo mismo.
Freddie salió del apartamento de Carly y a las escaleras de emergencia esperando, deseando que estuviera allí pero para su desdicha no estaba allí, solo estaba una gran silla que él había colocado ahí, pero noto una pulsera en la subida de la escalera la tomo tenía en letras grandes "SAM" la recordaba, el mismo se la había dado por haberlo salvado del ataque de unos brabucones y luego la había observado que siempre se la amaraba en el tobillo –tal vez se le cayó al subir- pensó él y decidió subir hasta que llego al techo del edificio y vio su silueta sentada observando la ciudad, el la miraba y deseaba besarla
-¿Sam?- dijo él mientras observaba como la silueta se restregaba la cara -¿Sam estas llorando?-
-si Benson ¿por qué no vas y se lo dices a todos y me dejas en paz?- respondió ella
-¿estás bien?- pregunto el
-no ¿y que no te importaría si muero?- al oír eso Freddie se lleno de una gran ira
-¡Qué dices! – Grito él con furia- claro que me importaría, muchos sufrirían, mucha gente te ama
-eso no es cierto- respondió ella – el amor no existe, no creo en él y mucho menos que alguien lo sienta por mi- dijo al borde del llanto
-S-S-Sam…- ella lo corto
- Cuando era niña vi a mi madre llorar Y maldecir al viento… Rompieron su corazón Y vi como trató de arreglarlo – Freddie escuchaba con atención lo que entre lagrimas Sam trataba de decir- Y juro que ella nunca me dejaría olvidarlo Y ese fue el día en que prometí jamás vivir por, sentir el, pensar en el amor porque… - hiso una pausa larga- … ¡porque NO EXISTE!
-¿por eso te fuiste?-
-la temática de hoy era el ultimo vals, justo con lo que piensa mi madre que es romántico- Sam suspiro- siempre me voy al iniciar todas las fiestas y vuelvo cuando se que se terminaran, usualmente me quedo en la escalera de incendio, pero hoy el ruido era muy fuerte
-pero ya ha acabado, puedes venir-
-no siento ganas… no de ver sus rostros enamorados-
-yo creo en el amor, creo que ya lo encontré- Sam volteo los ojos
-Carly no te hará caso-
-no me refería a Carly- Sam lo miro confundido- se te cayo esto, espero que no apropósito- dijo con una gran sonrisa y saco la pulsera y se la ato en el tobillo
-Gracias-
-de nada- respondió el se quedaron en silencio unos minutos – se que alguna vez te has enamorado de Jhouna o Pete
-no, no fueron nada – dijo Sam – es que cuando salía con ellos sabia, y en algún lugar en lo profundo de mi alma una vocecita me decía que no durara- Freddie se mostraba sorprendido con las declaraciones de su amiga y se decepcionaba saber que ella jamás lo amaría - y solo al terminar esa vocecita se acallaba y siempre he vivido así manteniendo una distancia… confortable por así decirlo y un día me di cuenta que mi juramento me hacía sentir muy sola
-¿y nunca intentaste callar a esa vocecita?-
-no- dijo Sam mirando al suelo - Porque ninguno de ellos valía el riesgo-
-oh, antes de que lo olvide te tengo un regalo, te lo iba a dar después de la fiesta… pero no te encontré-
