Capítulo 1

Cuando el amor es apasionado se vuelve algo incontrolable

En medio de la habitación se encontraba Kenshin, un poco preocupado ya que su amada no se encontraba en casa y eso le parecía muy extraño. Cuando que alguien tocó la puerta, el muchacho se acercó para abrirla. Era Izuka-san, su compañero de los Ishin Shishi.

-Ya sé quién es el espía.- dijo Izuka dejando un momento de silencio y pronunciando con mucha firmeza…Es Tomoe. La encontrarás en el templo de la montaña, debes acabar con ella.

Kenshin quedó totalmente perdido en sus pensamientos, no podía creer que fuera verdad lo que estaba escuchando; no entendía como la persona que él amaba le traicionara… ¿cómo podía ser posible?

-NO ES VERDAD- dijo Kenshin, totalmente sorprendido y paralizado.

-Mira en su diario, ahí está todo.- dijo Izuka con una media sonrisa en su rostro.

Kenshin fue al lugar donde Tomoe escribía en su diario y mientras lo abría para leerlo Izuka-san le decía la razón por la que ella le había engañado de tal manera.

-¿Recuerdas Quién te hizo aquel corte en la mejilla? Pues, Tomoe iba a casarse con aquel hombre que mataste, LE QUITASTE SU FELICIDAD. - dijo Izuka mientras entraba a la casa y hacía sentir culpable a Kenshin.

Abrió el diario y empezó a leer desde el principio, y sí… era verdad,….Recordó claramente aquella noche cuándo el hombre le cortó en el rostro. Ahora entendía las suplicas del hombre al cual asesinó "¡No puedo morir ahora!". Ahora entendía su última palabra al morir… "To.. mo..e".

Kenshin salió de la casa y en su mano tenía un pedazo de tela que le pertenecía a Tomoe. Empezó a caminar en el bosque; hasta que sintió a alguien detrás de él, volteó de manera rápida para desenfundar su katana y esquivar el ataque que el desconocido realizó. Quedó totalmente inmóvil para observar a su alrededor pues su oponente había desaparecido. Enfundó su espada y continuó caminando. Entre los árboles se encontraba el desconocido apuntando fijamente donde el espadachín y luego lanzó la cuchilla. Kenshin cayo débilmente al suelo y sin pensarlo dos veces se levantó para recobrar fuerza y quitarse la cuchilla que estaba profundamente clavada en su hombro. Los ojos del espadachín cambiaron totalmente, eran los ojos del asesino battousai, su oponente corría hacia él, lanzando dagas una tras otra, al esquivar cada ataque con su espada no era suficiente, algunas dagas llegaron a su cuerpo lastimándolo gravemente. Esto enojó al Hitokiri quien Corrió velozmente y clavó su katana profundamente en su enemigo. Luego se alejó poco a poco cojeando lentamente.

El espadachín se encontraba parado, sangrando por las heridas, pero siguió caminando hacia el templo. Otro rival apareció, este corría en círculos dejándole mareado, pero él sabía que no podía morir, tenía que llegar donde Tomoe.

Desenfundó su espada para lograr defenderse, el adversario lanzó un puño con una fuerza impresionante. Volvió el destajador, salto una altura increíble y cayó con tal fuerza que boto al suelo al rival y aprovechó el momento para clavar su espada en el pecho de la víctima. Comenzó a perder mucha sangre, pero su única fuerza para seguir era Tomoe, la bella pelinegra de ojos negros.

-¡TOMOE!- gritó Kenshin recobrando fuerza para llegar al templo, ya estaba cerca.

Siguió caminando, arrastrando el pedazo de tela y dejando huellas de sangre en el camino. Finalmente llego al gran templo de la montaña y frente a él se encontraba el líder del Yaminobu.

-Has sobrevivido a mis compañeros y como líder del Yaminobu, todo esto acabará aquí, voy a vengar las vidas de mis hombres, ya no existirá el temible battousai.

El líder empezó a atacar al espadachín, pero él ya no podía pelear de buena manera, pues estaba muy herido.

-Si me quedo sin hacer nada moriré- pensó para el mismo.

Con su espada de un gran filo amortigüó el ataque, pero para su rival era algo divertido, el enfrentamiento; él sabía que el Hitokiri estaba muy débil. Estaba cegado y por eso cuando el atacaba, su oponente retenía sus movimientos. Las heridas de Kenshin cada vez se hacían más graves y eso le hacía aún más débil, hasta que un golpe del líder le hizo caer completamente vencido hacia el suelo.

-Llegó el momento battousai, es tu fin.

Tomoe miraba a lo lejos cómo su amado era atacado a muerte. Corrió hacia el líder de Yaminobu para detener el ataque final que causaría la muerte de Kenshin. Tomoe quería evitar el suceso prefería morir ella. Ella sabía que era su culpa que pasara todo eso, pero fue utilizada por Izuka, la utilizaron como espía sin que ella esté enterada…

El líder ya tenía la cuchilla lista para matar a Kenshin. Pero sin embargo con la poca fuerza que le quedaba y se puso de pie y utilizó el hiten Mitsurugi Ryu para el ataque final y vencer al líder; en un abrir y cerrar de ojos Tomoe caía en sus brazos llena de sangre.

-¡Tomoe!- Gritó Kenshin.

Tomoe lo ha protegido.

La bella pelinegra tenía en su mano la cuchilla que logro quitársela al líder, sus ojos estaban llenos de lágrimas, y mostraba una expresión de felicidad y tristeza a la vez.

Keshin sentía cómo Tomoe usaba la cuchilla sobre su mejilla, cortando en dirección apuesta a la cicatriz anterior dejándole al final una "X".

-Lo siento amor mío…- Pronunció Tomoe mientras cerraba sus ojos y su respiración se hacía más débil.

-¡NO!- suplicó mientras las lágrimas caían de sus ojos… la abrazaba.

La cargó en su espalda y la llevó hacia su casa que no quedaba muy lejos. Al llegar la recostó en la cama y tan solo la miró fijamente.

-Me protegiste… después de haberte causado tanto sufrimiento al matar a tu prometido, pero ahora ese dolor ya no lo volverás a sentir nunca más y te prometo que purgare mis crímenes, mi pasado será muy fuerte y doloroso, pero estaré bien- dijo Kenshin con voz baja y lágrimas en los ojos.

El asesino tenía una mirada fría y triste, no le gustaba ver a su esposa de tal manera, tan herida; recordó el día en que se conocieron y las palabras que lo dejaron totalmente pensativo...

"-Tú en verdad eres la lluvia de sangre…"- dijo Tomoe al ver impactada como la victima caía en el suelo.

Hasta que Kenshin escuchó voces que venían cerca de donde él estaba.

-¡Aún sigue aquí! ¡Yo vi como dejó herida a mi hermana!- Decía Inishi (Hermano de Tomoe) desesperadamente.

-¡Vamos!- Gritaba un integrante de Yaminobu con voz grave.

Kenshin miró por la ventana, un gran grupo de Yaminobu se acercaba, no podía combatir con tantos él solo. Lo único que pensó era escapar… Dejando a Tomoe en casa, aun débil, casi muerta…Tenía que salir rápido, agarró su katana, miró por última vez a Tomoe…

- ya me tengo que ir… volveré… lo prometo….Tomoe…. te amo…- dijo Kenshin, tocando el rostro de Tomoe delicadamente.

Se alejaba sin mirar atrás.

Kenshin sabía que iban a llevarse a Tomoe… él sabía que estará en un lugar a salvo por su hermano, ya que el estará con ella cuidándola.

El espadachín corría hacia Kyoto con sus metas por cumplir, quería una vida tranquila para él y para Tomoe.

- Mi propósito seguirá siendo que comience la nueva era por la que tanto he luchado. Para un mundo de paz, donde solamente utilice mi espada para salvar a los demás y no asesinar...- susurró el asesino para sí mismo.