Disclaimer: Lector, yo no soy Rowling

Este fic participa en el Reto Anual La Agenda del Señor Tenebroso del fórum el Mapa del Mortífago, y es mi regalo para Jeannine Matweus

Con un poquito de corazón…

Era una soleada aunque fresca tarde de verano en el Londres muggle. Filch, que, por consejo del director, se había tomado unas pequeñas vacaciones fuera del colegio, paseaba por una calle casi desierta cuando oyó unos maullidos lastimeros. Se dirigió al lugar del que provenían, y se encontró con una pequeña gata cuyo pelaje blanco estaba cubierto por una triste capa de mugre y… sangre. Una de las patas del animal, que parecía tener apenas unos meses, sangraba. Mucho. El primer instinto de Filch, como siempre que se encontraba con un gato en apuros, fue ayudarla. Vendó rápidamente la pata de la gata con una cinta y fue a la farmacia más cercana a buscar algo con lo que tratarla. Apenas tardó un par de minutos, y para cuando volvió la pequeña se había deshecho de la cinta, aunque parecía más dolida incluso que antes. En menos de quince minutos la herida estaba desinfectada y bien vendada. El problema era que ahora no sabía qué hacer con la gata. No estaba seguro de poder llevársela a Hogwarts (aunque pensándolo bien, no debería haber ningún problema, después de todo a los alumnos se les permitía, ¿por qué no iba a poder él?). Aparte de que aún era una gata joven y un tanto débil, la herida seguía allí, y tardaría en recuperarse. Tras meditarlo un rato, decidió llevársela. Se dirigió al Caldero Chorreante y se comunicó con el director. Este le dijo que no había problema en que se la quedara, lo que alegró mucho al conserje. Aunque aún quedaban unas cuantas semanas de vacaciones, estaba seguro de que aquel, con su nueva compañera, sería un curso interesante.