Durarara! y sus personajes no me pertenecen.

Un regalito para mi Izaya-kun por el día del amigo. Espero que te guste, darling.


Sonrisas socarronas, máquinas expendedoras y mangas BL


Ninguno de los dos es bueno en el asunto de los sentimientos, pero se las arreglan a la hora de demostrarlos.

Izaya-san se acerca al recolector de deudas y le molesta, como siempre, divertido. Al rubio le basta un solo segundo para enojarse, espeta el conocido «I-za-ya-kun» mientras el susodicho se aleja con su infantil andar. Cuando IzaIza se burla de él y muestra una sonrisa pedante, ShizuShizu ya se encuentra aventándole una máquina expendedora que ha encontrado cerca suyo casi de casualidad.

Para cuando están adentrándose en un callejón y desapareciendo de su vista, los enfurecidos alaridos de Shizu-chan y la carcajada de satisfacción de Izaya-san haciendo eco a lo lejos, Erika suelta un suspiro, con un brillo de emoción en sus ojos y las mejillas un tanto sonrojadas, y se gira hacia sus amigos.

—Su forma de decirse que se quieren es tan extravagante —dice, con ese tono soñador que adquiere su voz cada vez que habla sobre su pareja yaoi favorita de la vida real, y lo único que recibe son miradas entre agobiadas y escépticas.

¡Qué va!, piensa, cruzándose de brazos. Que no quieran aceptarlo no es su problema.