Aunque no pueda demostrarlo,

en mi mente no puedo negarlo,

es amor por ti lo que siento,

¡Mujer! Me estás enloqueciendo.

Si no fuera por mi orgullo,

ni mis ansias por pelear

no dudarias que soy tuyo,

pues tú me enseñaste a amar.

No conocía el amor,

no sabía lo que era.

Pero se ha purificado mi ser

y te lo debo a ti y a tu inmensa paciencia

Pertenezco a la realeza,

eso te convierte en reina,

no solo de una raza,

sino, de mi vida entera.